Prof. Ricardo Marcelino Rivas García ([email protected]) La dimensión espiritual El hombre es el microcosmos más perfecto y, al mismo tiempo, el ser más frágil.
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Prof. Ricardo Marcelino Rivas García ([email protected]) La dimensión espiritual El hombre es el microcosmos más perfecto y, al mismo tiempo, el ser más frágil y contingente. Llamamos espirituales a las manifestaciones del hombre que tienen los atributos distintos de la materia y la trascienden intrínsecamente. Si existen en el hombre manifestaciones que no sean extensas, que no tengan partes, que no sean sensibles, que superen el espacio, diremos que son espirituales, y son actividades privativas de los seres humanos: Conocimiento intelectual Lenguaje simbólico Libertad Progreso Arte Ética y Moral Cultura Religión El conocimiento intelectual •El hombre, desde sus orígenes, ha buscado encontrar un sentido al caos, a la mutabilidad y multiplicidad de la realidad. •La ha simplificado en categorías, en conceptos abstractos (universales). •Esto se debe al conocimiento intelectual, que le ha permitido «poseer» la realidad. •Pero no deja de conocerla, aprende de ella y a partir de ella. Pero su aprendizaje trasciende la realidad; es una nueva realidad. Los animales no llegan al aprendizaje como tal, pues es un hecho espiritual que se realiza mediante la abstracción. Por ello ocurre que todo lo que el hombre aprende, no lo transmite a sus hijos en la generación, no va encerrado materialmente en sus genes. En cambio, todo lo que el animal conoce por instinto, se comunica en la generación materia Esto trasciende por completo cualquier tipo de «inteligencia» que se encuentre presente en cualquiera de los animales. Lenguaje simbólico •Una consecuencia clara de este conocimiento intelectual es el lenguaje simbólico, es decir, el utilizar el símbolo de una palabra para designar con ella a una realidad concreta. En este lenguaje, la palabra es símbolo de la cosa significada. La palabra es material, pero su significado es espiritual: un animal no captará nunca el significado de una palabra como «verdad». •El lenguaje simbólico nace del hecho de que el hombre conoce las cosas en su realidad y busca un símbolo (nombre) que las represente. •El nombrar significa aquí, también, «poseer». Por eso el primer hombre nombró todas las cosas… •La palabra también tiene la función de simplificar. Piensen toda la realidad de cosas que cabe en las 28 letras de nuestro abecedario. Lenguaje simbólico En el caso de los animales, el lenguaje sería emotivo, resultado instintivo de la emoción o de la angustia, del hambre o del frío. Los animales no han desarrollado un lenguaje simbólico, no han puesto nombre a todas y cada una de las cosas, porque no las conocen como tales. Los delfines no tienen diccionarios. Libertad El hecho de la libertad es algo espiritual en el hombre. Libertad significa autodeterminación, ausencia por lo tanto de determinación tanto interna como externa. Si yo me autodetermino, eso quiere decir que no estoy determinado materialmente por los genes que he recibido de mis padres. Los genes me pueden condicionar, sin duda; me dan una mayor o menor capacidad craneal, pero no me pueden determinar, en el sentido de que soy yo el que determina hacer esto o aquello. Hay en mí, por lo tanto, algo radicalmente irrepetible y singular, algo que no proviene de mis padres y donde radica el santuario sagrado de toda persona humana. Tengo la experiencia de que en mí hay un yo irrepetible e inédito, con una libertad por estrenar. Mientras los animales son copias de sus padres, nosotros no lo somos. Hay en nosotros algo inédito y no sujeto a la determinación de los genes. Por la libertad, el ser humano -que somos en cada caso- crea su propia historia, se hace a sí mismo. El progreso El progreso es otra de las manifestaciones espirituales del hombre. El animal no ha progresado en absoluto a lo largo de la historia. ¿Por qué progresa el hombre? El hombre progresa por su inacabamiento esencial, pero también porque está abierto a lo superior; a lo absoluto; a lo infinito. como «verdad». El progreso El progreso material, que es evidente, se debe a su «incompletud», a ese inacabamiento, a ese continuo hacerse a sí mismo. La tendencia al progreso nos pone de manifiesto la necesidad de algo trascendente para el ser humano y su apertura a lo absoluto. El progreso como apertura a lo infinito, a lo trascendente, se debe a lo que San Agustín señalaba hermosamente: «Nos hiciste Señor para Ti y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en Ti». Arte Imaginemos que entramos en una caverna y dudamos de si en ella vivió el hombre prehistórico. En un primer momento, no descubrimos más que piedras removidas en el suelo y lechos de hojas secas. De ello sólo, no podemos deducir la existencia del hombre en la caverna. Pero, en un momento dado, descubrimos pintadas en la pared imágenes de bisontes. Inmediatamente concluimos la presencia histórica del hombre en esa cueva. ¿Por qué llegamos a esa conclusión? Sencillamente, porque no se puede pintar un bisonte, si no se tiene el concepto de bisonte. El arte es un fenómeno espiritual. Ética y Moral La ética supone en el hombre la existencia de la conciencia, es decir, el convencimiento de que se debe actuar de acuerdo con el bien moral. Ahora bien, esto significa captar el bien en cuanto bien, y ello es un acto espiritual. Más todavía, la conciencia supone que capto la verdad. Si cometo un crimen por el que castigan a otra persona inocente, siento el remordimiento de mi conciencia porque la condenación de ese inocente va en contra de la verdad real de los hechos como yo los conozco. La conciencia es un instrumento de la verdad. Además la ética supone la existencia de un ser espiritual , dotado de libertad, en el sentido en que si el hombre no es libre actuaría automáticamente y sus actos no podrían ser juzgados como moralmente buenos o malos; como éticamente correctos o justos o incorrectos e injustos. Cultura Bajo este concepto podemos integrar todo aquello que ha sido producido por el espíritu humano, todas las creaciones humanas, sin embargo, que tengan como fin la promoción y garantía de nuestra dignidad humana como personas. Creaciones tales como las que mencionamos antes: el lenguaje simbólico, los resultados del conocimiento intelectual, las ciencias, la filosofía, la historia, los resultados del progreso, el arte, las normas ético-morales; además las instituciones sociales, políticas, jurídicas, económicas, etc., en cuanto promueven a la persona pueden forman parte del legado cultural con que ha ido evolucionando el espíritu humano. Si bien son cosas tangibles, su significatividad, su valor es espiritual. Cultura La cultura es todo aquello que nos coloca por encima de la naturaleza, inanimada, biológica, instintiva y animal. La cultura se convierte en nuestra «segunda naturaleza»; en nuestro nuevo «hábitat», del cual no podemos salir sin dejar de ser humanos. Religión Los animales carecen de religión. El hombre es el único «animal religioso»; es « homo religiosus » El fenómeno de la religión es un hecho radicalmente espiritual: supone en el hombre una tendencia al infinito que sólo surge tras la constatación de que las cosas de este mundo no le satisfacen plenamente. Religión La vida humana es una insatisfacción que nos conduce constantemente a la búsqueda de más, sin que en este mundo podamos encontrar el todo que nos llene plenamente. Esta tendencia al infinito es un hecho espiritual que no se encontrará en los animales, dado que ellos quedan saturados por la satisfacción de sus necesidades materiales. Religión No es ajena a la religión la conciencia que el hombre tiene de que la muerte contradice sus sentimientos y su deseo de vivir. Es el único animal que sabe que va a morir sin haberlo constatado aún empíricamente de sí mismo. Surge también en el hombre un deseo de inmortalidad que no podremos nunca ver aparecer en el animal. Esta conciencia del límite y su deseo del infinito le da singularidad al ser humano.