COLEGIO EL MINUTO DE DIOS

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VI CONGRESO DE FILOSOFÍA
200 AÑOS DE LIBERTAD: ¿UTOPÍA
O LIBERTAD?
“Un hijo de DIOS no puede ser mendigo; el hombre es
un poema, el hombre es una idea, el hombre es un ser
digno, el hombre es sobre todo libertad (…) Un
hombre puede vivir sin pan, y hasta sin agua, pero no
son LIBERTAD”.
Padre Rafael García Herreros
VI CONGRESO DE FILOSOFIA
200 años de Libertad ¿Realidad o utopía?
Muy buenos días Padre Diego Jaramillo Presidente de la Organización
Minuto de Dios, invitados especiales, estudiantes y docentes de las
diferentes instituciones quienes año, con año responden a esta cita en
la que deseamos reafirmar el compromiso de promover en nuestros
niños y jóvenes espacios de reflexión que enriquezcan y reafirmen sus
maneras de pensar y ver el mundo e iluminen sus proyectos de vida.
El lema de este VI congreso cobra gran importancia en el marco de
celebración del bicentenario que entre otras opciones es una
oportunidad para, hacer una revisión justa de aquellos que lucharon
por alcanzar nuestra libertad, y de cuestionar la posición y manejo de
algunos gobernantes y empresarios que han respondido a intereses
personales, desconociendo las necesidades de este hermoso país, pero
invitándonos a no que darnos en la critica, sino que pensemos y
repensemos en acciones concretas para ayudar a su construcción y
transformación.
Otra opción es revisar que implica La palabra libertad es muy
exigente en su concepción y vivencia, y en este país la libertad es
aparente, manipulada por los medios de comunicación, por los
grandes sistemas económicos a los que les conviene que no
pensemos, ni exijamos nuestros derechos.
Quiero ahora regalarles una escrito de nuestro fundador y
visionarios padre Rafael García Herreros hombre que supo muy
sabiamente emplear ese minuto que tenia en la televisión para
dejarle al país sus reflexiones. A partes Tomados del libro
“Constructores de una nueva Colombia” Pág. 26 y 27
Restaurar el amor a Colombia
Mañana celebramos la fiesta de la patria, pensar en Colombia, para
restaurar nuestro amor hacia ella, para examinarnos sobre nuestro
aporte a la patria, sobre las exigencias que ella nos presenta en los
tiempos modernos. Debemos despertar una gran sensibilidad
nacionalista, pensar en nuestras grandes posibilidades y en
nuestras carencias.
Mañana recordamos la libertad recibida de nuestros próceres. Pero
hay una libertad que no hemos alcanzado: la libertad económica, la
libertad que exige la dignidad humana.
He leído últimamente – con nostalgia- los derechos humanos
proclamados por la ONU en 1948. Dicen así: “Todos los seres
humanos nacen libres e iguales en dignidad y en derecho: derecho a
la vida, a la libertad, a la seguridad de la persona. Derecho a la
seguridad social, a la satisfacción de las necesidades económica y
culturales, derecho al trabajo, a la protección contra el desempleo,
a la remuneración equitativa”.
¿Tendremos nosotros la realización de estos derechos inherentes a
la persona humana en Colombia? “Toda persona continúa la
proclamación de la ONU-tiene derecho a un nivel de vida adecuado
que le asegure a ella y a su familia la salud, el bienestar, la
alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica, los
servicios sociales necesarios. Toda persona tiene derecho a los
seguros en caso de desempleo, de enfermedad, de invalidez, de
viudez. El hombre tiene derecho a la educación elemental y
media”.
Nos preguntamos, un día como este, 20 de julio, si en Colombia el
hombre puede realizar los derechos humanos que le son
ineludibles. Si no será por culpa nuestra, por nuestro egoísmo
colectivo y tradicional, que tenemos la mayoría de la población
desprovista de los derechos humanos. Todos tenemos derecho al
trabajo, a la educación, a la cultura, a la libertad, a la salud, al
esparcimiento.
Vayamos a los campos, veamos a los campesinos desprovistos de
todo, sin escuelas, sin hospitales, sin vivienda. Veamos lo que pasa
en las ciudades. Miles de jóvenes en provincias, deseosos de
estudiar en la universidad, que no encuentran posibilidades de
estudios secundarios. Sin embargo, tienen derecho a sus estudios
completos.
Cada uno de nosotros debe hacer algo por Colombia.
Lo primero que se nos exige es la honradez, la justicia. No hacer de
nuestra patria eso oprobioso en que la hemos convertido: un país
con el mal nombre que le han formado sus malos hijos, por falta de
honradez y de pulcritud.
Colombia necesita una restauración profunda, de todos los órdenes,
para que los colombianos gocemos de los derechos humanos
proclamados por la ONU.
Si se toman las medidas para hacer una gran cambio social,
aceptémosla, aunque quebranten
en parte nuestros privilegios
tradicionales, aunque mermen un poco nuestras ganancias
inmoderadas, con tal de que vaya apareciendo la nueva Colombia,
donde todos los ciudadanos disfruten de las exigencias que implica la
dignidad humana: de salud, de educación, de casa, de trasporte, de
cultura, de descanso, que son exigencias para todos, sin excepción.
Esta es la liberación que requiere el país. Mucho más importante que
la liberación histórica que tuvimos en el siglo pasado.
Deseo que estos dos días de reflexión les permita puntualizar en
conclusiones que tengan muy presentes en su corazón y su mente
porque de aquí salen a continuar su formación para en un futuro muy
próximo contribuir al cambio que tanto necesitamos.
Muchas Gracias
MARTHA CATALINA VELA SALCEDO
RECTORA
PONENCIAS
 Tema:
La Filosofía de lo Cotidiano
Secuencia - Síntesis
Escritor Fernando Soto Aparicio.
 Tema:
De la condena de la libertad a la responsabilidad de
“vivir sin excusas”
Dr. Diego Pineda
(Para ver ponencias haga click sobre los temas)