Transcript Líneas para una Pastoral Educativa Arquidiocesana

Líneas
para una
Pastoral Educativa
Arquidiocesana
(2011) -
2012-2014 - (2015)
Antecedentes y Justificación
Marco general:
Plan Pastoral Arquidiocesano
+
Ideario Educativo Arquidiocesano
Pastoral:
Toda acción de la Iglesia
tendiente a la evangelización.
Asamblea 2007 (miembros de la JAE y representantes de
pastoral familiar, juvenil, Cáritas, Infancia Misionera, OVE,
Federación de Padres) proponen:
 Revitalizar las estructuras de comunión a nivel
arquidiocesano.
 Elaborar un plan pastoral para las escuelas con la duración
de un trienio que se desprenda del plan pastoral
arquidiocesano.
 Dicho plan deberá contener: principios, criterios, pero no el
cómo, ya que la realización concreta dependerá de la
realidad de cada escuela.
 Necesidad de elaborar una agenda donde esté presente
este plan a nivel diocesano y a nivel escolar.
 El plan debe tener: una mirada de la realidad, un encuadre
teológico, objetivos generales y acciones concretas.
¿Qué NO son estas Líneas?
•No son imperativos metodológicos.
¿Qué son estas Líneas?
•Son un complemento para fortalecer la identidad de las
escuelas católicas teniendo en cuenta que todos los
integrantes de la comunidad (alumnos, padres,
docentes, personal administrativo y auxiliares,
sacerdotes, etc.) son a la vez evangelizados y
evangelizadores.
•Un marco referencial que encauce las acciones que se
vienen realizando y oriente las que se realizarán en el
próximo trienio.
¿Quiénes
deben
implementar
estas
Líneas?
•Todos los actores de la
comunidad y no solamente los
maestros o profesores de
formación religiosa: la
constitución del EQUIPO DE
PASTORAL, en cada escuela,
será el instrumento válido que
permita la concreción de los
proyectos inspirados en estas
Líneas.
¿Cómo deben
implementarse?
• Las presentes Líneas deberán
concretarse, en cada escuela, a partir de
un análisis crítico de la realidad, que
incluya un perfil realista de nuestros
alumnos, nuestros docentes, las familias
y el contexto socio-cultural de cada
institución educativa.
• Pese a que todos los niveles del sistema
educativo diocesano estarán trabajando
la misma etapa a lo largo del año, es
evidente que la profundidad,
adecuación, contextualización y
concreción variarán de un ciclo al otro en
cuanto a las estrategias y propuestas.
Fundamentación Teológica
Fundamentación Metodológica
 Partimos del Kerigma (núcleo de la proclamación del
Evangelio): PASIÓN Y MUERTE DE CRISTO, SU SEPULTURA,
RESURRECCIÓN, APARICIÓN A LOS APÓSTOLES Y
ASCENCIÓN AL CIELO. En el proceso de encuentro con el
Señor el Kerigma nos interpela desde el AMOR de Dios que
nos ofrece su SALVACIÓN, para que reconociendo nuestra
condición de PECADORES e invitados, por el mismo Señor, a
la RECONCILIACIÓN, vivamos en la IGLESIA guiados por el
ESPÍRITU SANTO.
AMOR DE DIOS – SALVACIÓN COMO DON
PECADORES – RECONCILIACIÓN
IGLESIA – ESPÍRITU SANTO
Objetivos
 GENERAL:
Construir una Iglesia en comunión, misionera y servidora, con nuevo ardor
apostólico.
• ESPECÍFICOS:
1.
2.
3.
4.
5.
Actualizar la presencia viva de Cristo en el bautizado, desde el ámbito
específico de la escuela.
Descubrir y afianzar la pertenencia de cada bautizado a la Iglesia de Cristo,
manifestada en la Iglesia Arquidiocesana.
Favorecer el descubrimiento del llamado a ser servidores de Cristo en este
momento particular de la historia, en este lugar del mundo, desde la realidad
concreta de cada uno.
Fortalecer las capacidades personales e institucionales para dar respuesta
válida al llamado de Cristo a trabajar en la mies.
Vivir la alegría por el “don de Dios”.
Itinerario Pastoral
Año 2011:
Preparación y concientización.
Diagramación de las estrategias.
Año 2012:
“Jesús me ama y me busca”
Evaluación de la etapa.
Año 2013:
“Me encuentro con Jesús”.
Evaluación de la etapa
Año 2014:
“Jesús y yo tenemos un mismo proyecto”.
Evaluación de la etapa.
Evaluación general.
Año 2015:
Reiniciamos con “Jesús me busca” que
contendrá entonces, nuevas estrategias, otros contextos, los
mismos principios.
Primera Etapa
JESÚS ME AMA Y ME BUSCA
AMOR DE DIOS-SALVACIÓN
(ACCIÓN DE GRACIAS, ALABANZA A DIOS, ALEGRÍA, FELICIDAD, AMOR
INCONDICIONAL, SENTIDO DE LA VIDA, JESÚS ES NUESTRA ESPERANZA Y NUESTRA
SALVACIÓN).
Objetivos
- Rescatar el valor de toda existencia humana, a pesar de todas sus problemáticas.
- Presentar la persona de Jesús: misterio de fe.
- Insistir en que Jesús ama porque quiere amarnos.
- Dejar en claro que el amor divino es gratuito.
- Asegurar que el amor de Dios “no molesta”.
- Mostrarle los destellos del amor divino en la propia vida (familia, escuela, etc.).
- Enseñar a valorar los dones recibidos (no sólo los materiales).
- Desde la Palabra de Dios resignificar el concepto de amor, de Dios como amor, de
Dios como Padre amoroso, etc.
Segunda Etapa
ME ENCUENTRO CON JESÚS
PECADO-RECONCILIACIÓN
(LIBERTAD, GRACIA, PERDÓN).
Objetivos
- Descubrir la propia condición de pecador
- Comprender que el pecado es lo opuesto al amor.
- Disponerse a optar por la conversión.
- Mostrar que esa decisión (la conversión) enaltece.
- Subrayar que la conversión lleva a ser señores y dueños de sí.
- Señalar que la expresión más acabada del amor divino es la MISERICORDIA.
- Comprender que para anunciar la misericordia es necesario primero recibirla.
- Vivenciar que la reconciliación es un camino de salvación.
Tercera Etapa
JESÚS Y YO TENEMOS UN MISMO PROYECTO
IGLESIA-ESPÍRITU SANTO
(IGLESIA UNIVERSAL, IGLESIA PARTICULAR, JERARQUÍA, OBEDIENCIA, MAGISTERIO,
LLAMADO, VOCACIÓN, PROYECTO DE VIDA).
Objetivos
- Experimentado el amor de Dios mediante su perdón, proponer el objetivo de Cristo: el
Reino del que participamos ya en la Iglesia peregrina.
- Apuntar a la formación de la conciencia de pertenencia a la Iglesia.
- Concientizar sobre la necesidad de “ser cuerpo”, “ser uno”.
- Fomentar el trabajo pastoral como cuerpo (remarcar la necesaria conexión con la
parroquia).
- Aceptar las limitaciones y pecados de los otros.
- Mostrar todo el abanico de posibilidades pastorales.
- Revitalizar los conceptos MATRIMONIO y FAMILIA.
- Destacar que debemos evangelizar la concreta realidad en la que vivimos.
- Confirmar que no estamos solos, que contamos con el Espíritu Santo (el cual nos da los
dones para la misión).
- Descubrir la propia “vocación” como servicio al Reino y seguimiento de Cristo.