CAPÍTULO IV EL PROBLEMA HERMENÉUTICO EN LA EXÉGESIS MODERNA La hermenéutica católica se basa en la aceptación de la Tradición viva de la Iglesia,

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Transcript CAPÍTULO IV EL PROBLEMA HERMENÉUTICO EN LA EXÉGESIS MODERNA La hermenéutica católica se basa en la aceptación de la Tradición viva de la Iglesia,

CAPÍTULO IV
EL PROBLEMA HERMENÉUTICO EN LA EXÉGESIS
MODERNA
La hermenéutica católica se basa en la aceptación de la
Tradición viva de la Iglesia, la unidad de la Escritura y la
analogía de la fe. Pero con la revolución teológica de los
reformadores nació un nuevo modo de interpretar la Biblia.
Aunque en los comienzos gozaba de
una cierta homogeneidad, a lo largo
de estos casi quinientos años podemos distinguir diversas tendencias
en la hermenéutica bíblica.
Las iremos desarrollando.
1. La hermenéutica del racionalismo.
El racionalismo en terreno filosófico comienza entre los
siglos XVII y XVIII. Afirma la supremacía de la razón y su
competencia absoluta y autónoma en el conocimiento de
cualquier realidad. Y excluye todo hecho o doctrina que no
entre en los esquemas válidos para la razón humana.
En la hermenéutica bíblica,
mientras que la tradición
cristiana hasta el s.XVI argumentaba desde el hecho a la
posibilidad, los racionalistas
argumentan desde la imposibilidad a la no realidad.
Baruc Spinoza (1633-1677), hebreo holandés que por sus
ideas religiosas llegó a ser excomulgado por sus
correligionarios, ha sido considerado el primer pensador
que afrontó directamente la explicación de la Biblia según
la naciente mentalidad iluminista.
En su Tractatus theologico-politicus
somete el AT a una interpretación crítica, negando la realidad sobrenatural.
Aunque Spinoza influyó mucho en el
pensamiento hermenéutico racionalista, se le considera a J.S.Semler
(+1781) el creador del sistema con la
negación radical de la inspiración
bíblica y del orden sobrenatural.
La investigación teológico-bíblica de los racionalistas tenía
el prejuicio de ir contra todo orden sobrenatural.
Abandonan el presupuesto clásico de la regula fidei,
presentando la figura de Jesús de una manera peculiar que
golpea con la fe de los creyentes.
Martín Käler en 1892 distingue
entre un “Jesús de la historia” y el
“Cristo de la fe”, y distingue entre
narración de eventos y el significado
que los eventos tienen para mi
Pretende salvar el Cristo que
predica la Iglesia, pero introduce
categorías teológicas desastrosas.
2. La hermenéutica filosófica contemporánea.
El positivismo y los métodos histórico-críticos afirman que
se puede realizar una interpretación completamente objetiva,
carente del influjo subjetivo del lector. A esto se opone la
hermenéutica filosófica de varios autores.
F.D.E.Schleiermacher es considerado el padre de la
hermenéutica moderna, pues intenta constituirla en ciencia
autónoma, estableciendo las condiciones
de su posibilidad.
Al ser una ciencia, siguiendo las
nociones del Iluminismo, abarcaría
cualquier fenómeno humano; pero
mirando prevalentemente al estudio de
la Sagrada Escritura.
Scheleiermacher
A partir de Scheleiermacher la hermenéutica no es sólo parte
de la introducción al estudio de la Escritura, sino se presenta
como un problema filosófico general.
Sostiene que no basta el análisis gramatical y filológico. Se
debe incluir la contribución activa del lector que tiene sus
ideas preconcebidas. Al análisis comparativo o crítico se
debe unir el análisis intuitivo o de adivinación, que es la comprensión psicológica del autor del texto, lo cual se realiza a
partir del conocimiento previo que el intérprete hace de su propio mundo vital.
Autor y lector quedan implicados
mutuamente en el proceso de
comprensión. Ambos participan del
Scheleiermacher
espíritu objetivo de la razón universal.
Wilhelm Dilthey (1833-1911) introdujo una distinción más
clara entre “ciencias de la naturaleza”, que siguen el método
de la “explicación”, y “ciencias del espíritu”, que siguen el
de la “comprensión”
La hermenéutica, dice, es el instrumento propio de las ciencias del
espíritu y debe interpretar la vida
profunda en todas sus manifestaciones (arte, literatura, etc.) en cuanto
expresan la autocomprensión del
hombre en su ámbito vital.
Ellas a veces se “cristalizan”. La hermanéutica debe “descristalizarlas” para hacer de nuevo experiencias vivas.
Dilthey
¿Cómo se realiza esta comprensión, que es la esencia de la
hermenéutica? Fuentes de inspiración de Dilthey:
Kant: interés por lo que las cosas significan para mí.
Hegel: intento de explicación total de la realidad.
Positivismo: método experimental.
Dilthey busca comprender la realidad desde dentro, a partir de la propia comprensión. Pues la realidad
histórica, dice, sólo puede ser
comprendida a partir de la
experiencia vital individual.
Es “volver a vivir” los hechos
históricos en la experiencia propia.
Kant
Martín Heidegger (1889-1979) dio a las ideas de Dilthey
sobre la hermenéutica una orientación existencial.
Heidegger, en el primero de sus dos períodos desarrolla la
“analítica existencial” en el libro “Ser y tiempo” en 1927.
El ser, dice, nunca se manifiesta directamente. Para determinar su naturaleza se debe partir del estudio de un ente particular. El hombre está en privilegio, pues, a través de su ser,
el ser mismo está abierto para él.
“El hombre es la puerta de acceso al
ser”, dice. En la investigación
antropológica encuentra en el hombre
unos rasgos fundamentales, que llama
existenciales”:
Heidegger
1-Ser-en-el-mundo. Aquí mundo no son los seres
materiales, sino la “situación”. El hombre es ser-en-sí.
2-El hombre no es una esencia pre-constituida absoluta,
sino su posibilidad. El hombre es un continuo hacerse.
3-Temporalidad. El hombre está ligado al tiempo. La
historia es algo que sucede continuamente. El hombre es
histórico por naturaleza.
Interpretar un hecho histórico, dice, no es
leer un dato del pasado, sino tomarlo para
hacer un acto de voluntad que mira al
futuro.
Ante un texto se debe recuperar el problema existencial, para que el hombre se autoproyecte hacia la existencia auténtica.
La filosofía del lenguaje: M.Heidegger y H.G.Gadamer.
En su segundo período Heidegger se colocó en la óptica de
la filosofía del lenguaje. Encuentra el surgir del ser en el
lenguaje, no en el sentido habitual de medio de comunicación, ni como objeto de estudio, sino como “altavoz de la
voz muda del ser”; como evento que posee un poder de
agregación, que reúne el universo del ser,
como la auténtica obra de arte se abre a
todo el universo humano.
Estas reflexiones fueron desarrolladas
por uno de sus más conocidos
discípulos: Hans-Georg Gadamer
(1990-2002), en su célebre escrito:
“Verdad y método” de 1960.
Gadamer
Para Gadamer la comprensión no hay que entenderla como
acción del sujeto sobre un objeto (un texto), sino como la
inserción del hombre en el proceso vivo de transmisión
histórica, en el que pasado (texto) y presente (lector) se
sintetizan continuamente.
La comprensión surge cuando el lector confronta su
horizonte cultural con el del texto, y se funden.
Para Gadamer no existe una interpretación “objetiva” de un
texto. Ninguna puede ser absoluta y definitiva. Cada generación debe medirse con el texto para
poder dar vida a una nueva “verdad”.
Cualquier interpretación es autointerpretación. Es crucial la unión
histórica entre sujeto y objeto.
3. La hermenéutica existencial de Rudolf Bultmann
(1884-1976)
El planteamiento hermanéutico de Bultmann ha tenido gran
influjo en la interpretación y en la lectura de la Biblia en las
últimas décadas.
Según Rizzi, los dos pilares sobre los que se apoya la hemenéutica de Bultmann son: la reflexión sobre el hombre y el entendimiento de los
textos.
Heidegger le compara con
Aristóteles y el tomismo: “Bultmann
intenta incorporar las categorías
forjadas en el existencialismo para
vertebrar, organizar y explicar la
teología contemporánea”.
El pensamiento de Bultmann se puede resumir en tres tesis
fundamentales.
Historicidad y hermenéutica
Siguiendo a Heidegger, Bultmann dice que el hombre realiza
su esencia en las decisiones que toma en cada circunstancia,
y que se expresa y manifiesta en los textos del pasado.
El intérprete debe acceder al
texto con una “pre-comprensión”, que
sería “como el ángulo de apertura del
lector sobre el texto y el ángulo de
incidencia del texto sobre el lector”.
Esto de tal modo que obtengamos una
respuesta a los problemas del hombre de
hoy, los mismos del autor del texto.
Para Bultmann, siguiendo aquí a Heidegger, la
“comprensión” de un texto se resuelve, para el intérprete, en
una más profunda “auto-comprensión” de las posibilidades
existenciales del hombre.
Admite la existencia de un “círculo hermenéutico”, que
no es, como en Dilthey, la relación mutua yo-historia,
sino interferencia recíproca entre “pre-comprensión” y
“auto-comprensión”.
Comprensión no es el examen de una
crónica de acontecimientos, sino la
reconstrucción de una geschichte
(significado para mi del evento) que
busca profundizar en el sentido
existencial del texto.
Creer y comprender.
Bultmann se confiesa creyente luterano; pero es una fe que
tiene connotaciones de fideísmo y va incluso contra toda
posibilidad de consideración racional.
Esto le aleja de Heidegger y del existencialismo ateo. Para
Bultmann el hombre de Heidegger es “inauténtico”, pues
sólo busca en sí mismo la vía de salida a su propia situación.
Por eso es lo de la angustia vital.
Para Bultmann la autenticidad y la salvación del hombre
provienen únicamente de fuera, de la “palabra de Dios”, que
es la única capaz de ofrecer la salvación futura.
En Bultmann hay dos mundos que no consiguen
encontrarse: el estudio científico, que no abre paso a la fe,
y el de la fe, que se hace accesible a la palabra de Dios.
Para Bultmann el NT no ha surgido por inspiración
sobrenatural, pero es palabra de Dios porque ahí se ha
objetivado la inteligencia auténtica de la existencia humana.
Llama “auténtica” porque Dios la ha revelado en la historia
de Jesúa de Nazaret y la ha resuelto con el acto salvador
(muerte y resurrección) que El ha realizado en Jesucristo.
Cristo crucificado y resucitado es la respuesta de Dios al apremiante interrogante de los
hombres, como esperanza de salvación.
El acto que recibe esta palabra de Dios en
el hombre para la salvación es la “fe”(fe
fiducial luterana). De este modo alcanzará
una “existencia auténtica”.
La interpretación como desmitificación.
Para Bultmann el NT necesita ser desmitificado para una
interpretación existencial. Hoy día no es creíble el NT,
pues se presenta en forma mitológica: ángeles, demonios,
milagros y hechos sobre-naturales. Es necesario interpretar
existencialmente el lenguaje mitológico.
Dice que hay que traducir el mito a
categorías existenciales, captar la
comprensión de la existencia humana
que se expresa en el mito y hacer que
el mensaje, que se encierra en el mito,
pueda conducir al hombre a la
decisión existencial del
“acontecimiento de salvación”.
Para recuperar el contenido existencial de los textos, dice
Bultmann que debe hacerse usando los métodos históricocríticos con todo su rigor. Es el único modo de extraer, de
la imagen mítica del mundo, la imagen verdadera, la
científica, la apropiada al “hombre moderno”.
Los mitos, dice, suponen una continua intervención
sobrenatural en la historia. Y esto
haría como que el mundo no fuese
autosuficiente.
La Encarnación y la Redención
serían expresiones paradigmáticas
del mito y deberían ser desmitificadas de acuerdo con la visión
científica del mundo.
Bultmann interpreta “El Logos (de Dios) se hizo carne (Jn
1,14), diciendo que el texto emplea el lenguaje mítico
utilizado para hablar de los dioses, que se representan en
forma humana. Dice que el mito de la Encarnación del Logos significa que la Revelación es un evento fuera del mundo porque proviene de Dios, pero al mismo tiempo en la esfera
humana, porque “se hizo carne”.
Este mito, dice, contradice la
pretensión del hombre de encontrar su pretensión definitiva
y su salvación en sí mismo. La
Revelación de Dios se esconde
en Jesús, solo hombre.
Por lo anterior, vemos que en Cultmann hay una oposición
radical entre fe y razón, entre fe y ciencia.
Cree que el mundo mítico del NT debe ser rechazado para
abrazar la verdad del mundo científico.
Cree que el kerigma no puede ser el núcleo de verdad que
hay en el mito, pues contradice la hermenéutica existencial,
y no consiste en una adaptación al mundo actual...
En definitiva, que no podemos buscar en el NT un conjunto
de verdades, pues no tienen significado existencial.
El elemento válido del NT sería su oposición dialéctica al
mundo anterior (pagano-judío) y la perspectiva que así nos
ofrece para realizar una “decisión existencial”.
4. La hermenéutica de Paul Ricoeur (1913-2005)
Tiene dos aspectos: 1º- Teoría del símbolo:
Considera que la hermenéutica debe asumir la tarea de descifrar los signos que se encuentran en las manifestaciones
objetivas de la existencia humana en su movimiento de autorrealización. La forma más simple y a la vez profunda de
esta objetivación es el “símbolo”, que, al ser
nucleado narrativamente, da lugar al “mito”.
A través del símbolo el hombre debe
alcanzar el otro sentido indirecto, figurado,
pero verdadero.
Ricoeur se aparta de la desmitificación de
Bultmann, para hablar de desmitologización.
Ricoeur
Ricoeur habla de desmitologización, porque no se trata de
reconocer el mito como mito para después renunciar a él, sino reconocerlo como mito para liberar su fondo simbólico.
Como método usa el formulado por Marx, Freud,
Nietzsche, con una exégesis del “sentido” adentrándose en
el mundo de la existencia humana: Descubren los
significados que se ocultan detrás de los símbolos.
Ricoeur usa el psicoanálisis de Freud, pero no para reducir los contenidos del mito
al mundo de los deseos instintivos, sino
como método que desentraña el verdadero
significado del mito y su función dinámica para integrarlo en el proceso teológico.
2º aspecto: Teoría del distanciamiento.
Representa una superación de Gadamer. Éste pretendía
superar la distancia, entre texto y lector, a través de una
renovada participación del lector en el mismo sentido del
texto. Para Ricoeur el texto escrito, desde el momento que
es hecho público por su autor, se “distancia” y adquiere una
cierta autonomía, en primer lugar de su autor, revelando un
mundo propio y original, y sucesivamente de los lectores,
que deben respetar el mundo del texto en su alteridad.
El lector no debe conformarse a las intenciones del
autor, al contexto y a sus
destinatarios inmediatos.
El pensamiento de Ricoeur se diferencia de Gadamer:
a) Se interesa no solo en uno, sino en todos los diversos modelos de apropiación textual, y busca la ayuda de todas las
metodologías conectadas con su propia finalidad hermenéutica. De ahí surge lo que llama:conflicto de interpretaciones.
b) Se opone a la concepción no-crítica
de Gadamer, que entiende la “comprensión” como ingreso en una tradición.
Ricoeur propone la introducción de una
dimensión crítica en el corazón mismo
de la experiencia hermenéutica: incorpora a la hermenéutica las preocupaciones críticas de las ciencias humanas.
5. La nueva hermenéutica de E.Fuchs y G.Ebeling
Es eco de las ideas de Heidegger (el 2º), desarrolladas por
Gadamer, recuperando el valor de la tradición.
Propone la desmitificación de Bultmann aunque discute la
oposición entre el Jesús histórico y el Cristo de la fe.
Les preocupa la “comunicabilidad de la revelación cristiana
en el mundo contemporáneo”. Creen que “la predicación
del cristianismo constituye hoy una tarea extremadamente
difícil”, pues se presenta como una lengua
extranjera. Creen que la Iglesia habla
diferente del mundo. Habría que encontrar
un nuevo lenguaje para comunicar la
revelación en el momento actual.
6. Algunas ideas conclusivas.
Para actualizar el mensaje bíblico se deben tener en cuenta
los datos que ha aportado la hermenéutica contemporánea:
a) Implicación de la subjetividad en el conocimiento,
especialmente en el histórico.
b) Incidencia de la precomprensión necesaria para la
comprensión. Necesidad de presupuestos (Bultmann)
c) Importancia de la tradición, conjunto de datos históricos
y culturales, que forman nuestro contexto vital, pues el
intérprete debe dialogar con la realidad de la que habla el
texto para una fusión de horizontes diferentes (Gadamer).
d) “Distanciamiento”, como concepto preliminar para una
adecuada apropiación del texto (Ricoeur).
Hoy día la hermenéutica católica bíblica tiene en general
una clara conciencia de no poder aplicar al estudio de la
Biblia los criterios de objetividad que usa en las ciencias
naturales.
Y como la ciencia bíblica es una
“ciencia de la fe”, asume la fe
como la “precomprensión”
necesaria para alcanzar el
verdadero significado del texto
inspirado.
Por esto la hermenéutica busca entrar en el “horizonte de
comprensión” del texto bíblico en sí mismo considerado,
para conseguir una afinidad fundamental con él.
La hermenéutica bíblica pone en evidencia que el exegeta
debe ser consciente de que no es dueño
del texto, sino que está a su servicio,
pues entre él y el texto hay una “distancia” que se debe respetar,
También le exige al exegeta un trabajo
de actualización, que le consienta sacar
a la luz nuevos significados, que se
encuentren en línea de homogeneidad
con el sentido fundamental del texto.