Psicoterapia Basada en Evidencia: Alcoholismo 1. Descripción de los Desórdenes por el uso del Alcohol Ps Jaime Ernesto Vargas Mendoza Asociación Oaxaqueña de Psicología.

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Transcript Psicoterapia Basada en Evidencia: Alcoholismo 1. Descripción de los Desórdenes por el uso del Alcohol Ps Jaime Ernesto Vargas Mendoza Asociación Oaxaqueña de Psicología.

Psicoterapia Basada en Evidencia:
Alcoholismo
1. Descripción de los Desórdenes por el uso del Alcohol
Ps Jaime Ernesto Vargas Mendoza
Asociación Oaxaqueña de Psicología A. C.
2011
Definición
Existen dos amplias categorías para los desórdenes por uso del alcohol,
tanto en el DSM como en el ICD, como sistemas de clasificación.
La primera es la dependencia del alcohol y la segunda es el abuso del
alcohol (en el DSM) y el uso dañino (en el ICD)
En las siguientes láminas vamos a presentar los criterios para el diagnóstico
de estas perturbaciones.
Dependencia del Alcohol
DSM-IV
Una manera desadaptada de beber alcohol que conduce a una preocupación o
impedimento clínicamente importante, que se manifiesta por tres (o más) de las
condiciones anotadas en seguida, presentándose durante los últimos 12 meses:
1. Tolerancia, definida como:
(a) la necesidad de un marcado aumento en el consumo de cantidades de
alcohol para lograr el efecto deseado o la intoxicación o
(b) una disminución del efecto cuando se consume la misma cantidad de
alcohol
2. Abstinencia, definida como:
(a) el síndrome característico de abstinencia del alcohol
(b) el, consumo de alcohol para aliviar el síndrome de abstinencia
3. La bebida de licor en grandes cantidades o por periodos mayores de lo
planeado
4. Deseo persistente con esfuerzo insuficiente para dejar de beber o controlarse
5. Mucho tiempo dedicado a actividades relacionadas con obtener licor, beberlo
o recobrarse de sus efectos
6. Fracaso o reducción en actividades sociales, ocupacionales o recreativas,
debido al consumo de licor
7. Continuar bebiendo, a pesar de saber que le hace daño físico o psicológico
Dependencia del Alcohol
ICD-10
Si se presentan durante el año anterior tres o más de las siguientes condiciones:
1. Un fuerte deseo o compulsión por beber licor
2. Dificultad por controlar el consumo de licor en lo que se refiere a su inicio, su
terminación o las cantidades consumidas
3. Un estado fisiológico de abstinencia cuando cesa la bebida o se reduce la
cantidad consumida
4. Evidencia de tolerancia, aumentando las dosis de alcohol para embriagarse
5. Rechazo progresivo de placeres alternativos y mayor tiempo dedicado a
obtener, consumir y recuperarse de la bebida
6. Persistencia en el consumo de licor a pesar de la evidencia de consecuencias
dañinas, como lesiones en el hígado, emociones depresivas, problemas
cognitivos, pérdida de memoria, problemas de juicio, etc.
Abuso del Alcohol DSMIV
A. Un consumo inadaptado de licor que lleva a limitaciones y preocupaciones
clínicamente importantes, manifiestas por una (o más) de las siguientes condiciones,
ocurriendo en los últimos 12 meses:
1. Uso recurrente del alcohol produciéndose descuido en las obligaciones en el
trabajo, en la escuela o en el hogar
2. Uso recurrente del alcohol en situaciones físicamente peligrosas (manejando un auto
u operando una máquina)
3. Problemas legales relacionados con la bebida recurrente (arrestos, multas)
4. Uso recurrente del alcohol a pesar de tener problemas recurrentes de tipo social o
personal (conflicto marital, pleitos de cantina, etc.)
Uso Dañino del Alcohol
ICD-10
Forma de beber licor que está causando daño a la salud.
Este diagnóstico requiere de evidencia sobre un daño actual en el estado mental o
físico del usuario.
Implicaciones para la práctica clínica
Los conceptos del abuso del alcohol (en el DSM) y del uso dañino del alcohol
(en el ICD) tienen implicaciones significativas para la práctica clínica.
Se encuentra implícito en estos conceptos la apreciación de que el consumo de
alcohol es un continuo, que va desde un consumo limitado hasta un consumo
excesivo. Además, diversas consecuencias relacionadas con el alcoholismo se
presentan a cualquier nivel de ingestión. Estas consecuencias también caen en
un continuo, que va desde los casos donde no hay consecuencias hasta los
casos donde se presentan unas muy serias, que pueden ser físicas, sociales,
familiares, legales u ocupacionales.
Aún cuando en general hay una relación lineal entre el consumo y las
consecuencias (donde a mayor consumo, mayores y más negativas
consecuencias), no se puede asumir que los niveles bajos de consumo de licor
solo traigan problemas triviales.
Epidemiología
Aproximadamente 2 billones de personas en el mundo consumen bebidas
alcohólicas, entre quienes 76.3 millones (3.8%) se estima que tienen un
desorden de uso de alcohol diagnosticable (Organización Mundial de la Salud,
2004). De acuerdo con esta organización, el consumo de licor está asociado
anualmente con 1.8 millones de defunciones (3.2% del total de muertes en todo
el mundo).
Los niveles más bajos de consumo per capita se reportan en el sureste de
Asia, en regiones altamente pobladas de Musulmanes. Los niveles más altos
de consumo, por otro lado, corresponden a países como Polonia, Brasil y Perú
(con entre 10-12 % de sus adultos).
En los Estados Unidos las tasas de prevalencia en un año de abuso de alcohol
y dependencia del alcohol son 4.65% y 3.81% respectivamente (Grant et al,
2004).
En términos de etnicidad, el abuso del alcohol es mayormente prevalente en
blancos (5.10%) en comparación con los negros (3.29%), los asiáticos
(2.13%) y los hispanos (3.97%). Además, la tasa de abuso del alcohol es
significativamente mayor entre los nativos americanos (5.75%) que en los
hispanos (3.97%), en comparación con los asiáticos (2.13%). Ahora, en
términos de edad, el abuso del alcohol disminuye conforme avanza la edad.
Por el lado de la dependencia del alcohol, ahora, la prevalencia total anual
es significativamente mayor para los hombres (5.42%) que para las mujeres
(2.32%). Además, los blancos (3.83%), los nativos americanos (6.35%) y los
hispanos (3.95%) tienen tasas mayores de dependencia al alcohol que los
asiáticos (2.41%). Finalmente, en términos de edad, las tasas de
dependencia al alcohol se reducen conforme se aumenta la edad.
Curso y pronóstico
El curso y pronóstico para las personas con un desorden por uso de alcohol
podrá variar ampliamente de una a otra.
La incidencia del inicio en el consumo de licor empieza a aumentar alrededor
de los 14 años de edad. El uso inapropiado del licor se presenta más
frecuentemente a partir de la adolescencia y hasta los 30 años.
El que se presenten en busca de tratamiento para la dependencia del alcohol,
ocurre tanto en hombres como en mujeres, poco después de los 40 años, luego
de varios años con disfunción relacionada con su bebida (Schuckit et al, 1995,
1998)
La dependencia del alcohol típicamente muestra remisiones y recaídas. No hay
una bebida continua o estable cotidianamente.
El pronóstico para el tratamiento de los desórdenes por el uso del alcohol se ha
supervisado en el contexto del corto plazo (12 meses) y del largo plazo (más de
una década).
Para el corto plazo, el estudio de Miller, Walters y Bennett (2001) muestra que
durante el año después del tratamiento, cerca del 25% de los pacientes (8000)
se mantenían abstemios y otro 10% bebían moderadamente sin problemas.
De manera que, la tercera parte lograban resultados completamente positivos.
Como grupo, el total de consumo de alcohol bajó 87%, comparando antes y
después del tratamiento. También, los problemas relacionados con la bebida
disminuyeron un 60%. Todo junto, nos da un panorama optimista a corto plazo.
Respecto a los resultados a largo plazo, el reporte de Finney, Moos y Timko
(1999), observó efectos del tratamiento de 8 a 20 años después. Las tasas de
remisión variaron de entre 21% hasta 83%.
Diagnóstico diferencial
Los trastornos por el uso del alcohol pueden confundirse con la bebida “normal”
o “no patológica”, como en el caso de los “bebedores sociales”.
El uso no patológico del alcohol no produce síntomas como la tolerancia y la
abstinencia del licor, el uso compulsivo de la bebida o las recurrentes
consecuencias negativas del alcoholismo por abuso o por dependencia.
Sin embargo, las personas que beben más allá de ciertas cantidades, con cierta
frecuencia, pueden identificarse como individuos “en riesgo” de presentar
desórdenes por uso del alcohol.
Comorbilidad
Además de las complicaciones médicas que pueden asociarse con el
consumo marcado y crónico de licor, hay varios desórdenes psiquiátricos
con una tasa desproporcionadamente alta, en pacientes que tienen
trastornos por uso de alcohol (Asociación Psiquiátrica Americana, 2000)
estos son:
• trastornos del modo emocional
• trastornos de ansiedad
• esquizofrenia
• desorden de personalidad antisocial
REFERENCIA:
Maisto, Connors & Dearing (2007)
Alcohol Use Disorders
Hogrefe & Huber Publishers