Caminando hacia la Nueva Primavera Evangelización Dosmil En el Gran Encuentro de Enero de 2000 en Roma, los formadores de todo el mundo, acordamos.

Download Report

Transcript Caminando hacia la Nueva Primavera Evangelización Dosmil En el Gran Encuentro de Enero de 2000 en Roma, los formadores de todo el mundo, acordamos.

Caminando hacia
la Nueva Primavera
Evangelización Dosmil
En el Gran Encuentro de Enero de 2000 en
Roma, los formadores de todo el mundo,
acordamos ofrecer al Santo Padre nuestro deseo
de
continuar
con
el
PROYECTO
EVANGELIZACION DOSMIL.
Es un mundo que nos falta evangelizar y
tenemos mucho tiempo para hacer realidad el
lema que nos inspiró: “hacer de cada católico un
evangelizador”.
En Enero de 2001, los directores
continentales reunidos en Singapur, pudimos
tener una visión más global del Proyecto. Luego
de este evento, el Padre Tom Forrest, Director
Internacional de Evangelización Dosmil, nos
hizo llegar este Plan Pastoral basado en “Novo
Millennio Ineunte”.
Invitamos a todos los formadores del
Proyecto para estudiar este resumen del desafío
que se nos plantea para este nuevo milenio que
estamos iniciando.
Junto al Santo Padre,
el Gran Profeta que el
Señor nos ha regalado en
este tiempo de gracia,
entramos al nuevo milenio
de la Iglesia. Lo hacemos
conscientes que entramos
en nuevos desafíos frente a
nuevos problemas y las
culturas
que
están
emergiendo en todo el
mundo que buscan nuevos
caminos.
Caminando Hacia
la Nueva Primavera
En su carta Apostólica señalando la clausura del Año
del Jubileo (Novo Millennío Ineunte-“NMI”), el Papa Juan
Pablo II nos desafía a movernos confiadamente hacia el
Tercer Milenio. Sus palabras de apertura declaran que
ahora es el tiempo para emprender “una nueva etapa en la
jornada de la Iglesia” imitando el ejemplo de los apóstoles
cuando ellos “llevaron su barca a lo hondo para allí
pescar”(cf. Lc. 5:4). En las últimas palabras de su Carta,
el Santo Padre nos mueve a tomar acción con un llamado a
“esforzarnos por alcanzar lo que está delante” (cf. Flp.
3:13,14).
“El que pone la mano en el arado y sigue
mirando atrás, no sirve para el reino de
Dios”. (Lc. 9:62).
En la causa del Reino no hay tiempo
para mirar atrás, y menos para dejarse
llevar por la pereza. Es mucho lo que nos
espera y por eso tenemos que emprender
una eficaz programación pastoral
postjubilar” (NMI nº15)
Tomando muy en serio estas palabras motivadoras,
los Directores de las Oficinas Continentales de
Evangelización Dosmil se reunieron en Singapur durante
los primeros días del Nuevo Milenio con el propósito de
discernir y dialogar en oración acerca de los detalles
específicos de nuestro propio “plan pastoral postjubilar”.
Desde el 1986 hasta el año 2000, la descripción de
Evangelización Dosmil ha sido la de “Un Proyecto
Promoviendo Una década de Evangelización en
Anticipación del Gran Año de Jubileo”. Ya que el Jubileo se
llevó a cabo y terminó produciendo frutos espectaculares, el
Santo Padre no nos permite tiempo para reposar nuestros
remos. Con palabras corno las siguientes, él nos desafía a
remar más hacia lo hondo: “¡Caminemos con esperanza! Un
nuevo milenio se abre ante la Iglesia como un océano
inmenso en el cual hay que aventurarse”. (NMI nº58)
Obviamente el Santo Padre tiene la imagen de la gran
pesca que nos espera adelante, mientras al mismo tiempo nos
ofrece apoyo práctico y paternal para la formulación de
nuevos esfuerzos dinámicos que nos llevarán hacia el futuro:
Nuestra Meta Continua:
“EL LLAMADO MISIONERO
UNIVERSAL”
“Hemos de revivir en nosotros el sentimiento
apremiante de Pablo, que exclamaba: “¡Ay de mí sí
no predicara el Evangelio!” (1Co.9:16). Esta pasión
suscitará en la Iglesia una nueva acción misionera,
que no podrá ser delegada a unos pocos
“especialistas”, sino que acabará por implicar la
responsabilidad de todos los miembros del Pueblo de
Dios. Quien ha encontrado verdaderamente a Cristo
no puede tenerlo sólo para sí, debe anunciarlo”. (NMI
nº40)
La meta completa y fundamental de
Evangelización Dosmil continúa a ser la misma: es decir,
a servir a la Iglesia Católica trabajando para “incorporar
la evangelización al interior de la conciencia Católica”.
Solo si logramos la participación de todo Cristiano en la
misión de anunciar a Cristo es que entonces podremos
lanzar nuestras redes a que alcancen los confines de la
tierra.
Un Triple Servicio
y Desafío:
Al continuar con sus esfuerzos para ayudar a
todos los Católicos a ser respondientes a sus
obligaciones bautismales como portadores de la Buena
Nueva, vemos a Evangelización Dosmil como uno de los
muchos mensajeros del llamado continuo del Santo
Padre para una Nueva Evangelización. Su esfuerzo
particular mientras el Año de Jubileo nos conduce hacia
el Tercer Milenio, es de ofrecerle a la Iglesia:
¡Un Servicio de Oración,
Proclamación y Formación!
En este respecto, el Papa nos dice que “hace falta
promover una ‘espiritualidad de la comunión’ proponiéndola
como principio educativo en todos los lugares donde se
forma el hombre y el cristiano, donde se educan los
ministros del altar, las personas consagradas y los agentes
pastorales, donde se construyen las familias y las
comunidades. ‘Espiritualidad de la comunión’ significa ante
todo una mirada del corazón sobre todo hacia el misterio de
la Trinidad que habita en nosotros”. (NMI nº43)
Por este motivo, cada uno de los tres servicios vitales
que nos sentimos llamados a ofrecer se enfoca en una
Persona particular de la Santísima Trinidad, mientras se
retiene la idea comunal de:
“Ver ante todo lo que hay positivo en
el otro, para acogerlo y valorarlo como
regalo de Dios, saber dar espacio al
hermano, llevando mutuamente la carga
de los otros” (NMI nº43)
La Oración:
Enfocando a Dios el Padre
“Sí, queridos hermanos y hermanas,
nuestras comunidades cristianas tienen que
llegar a ser auténticas ‘escuelas’ de oración,
donde el encuentro con Cristo no se expresa
solamente en petición de ayuda, sino también en
acción de gracias, alabanza, adoración,
contemplación, escucha y viveza de afecto hasta
el arrebato del corazón. Cuánto ayudaría que
no sólo en las comunidades religiosas, sino
también en las parroquiales, nos esforzáramos
más para que todo el ambiente espiritual
estuviera marcado por la oración”. (NMI nº33,
nº34)
Más que nunca, estamos necesitados y dependemos
totalmente de una campaña de oración vibrante y dedicada.
Cuando Jesús les instruyó a sus discípulos: “ustedes quédense
aquí en la ciudad hasta que reciban el poder que viene del
cielo”. (Lc. 24:49), ellos obedecieron, dedicándose a nueve
días de oración correspondidos por el asombro de
Pentecostés. Porque también nosotros estamos en necesidad
absoluta del divino poder para llevar a cabo nuestra misión
sobrenatural, Evangelización Dosmil permanece dedicado a
promover una campaña internacional de oración para
alcanzar evangelización mundial por medio de:
*
Poniendo énfasis en la necesidad absoluta de la
oración en todas de nuestras Escuelas de Evangelización
asociadas;
*
Poner en objetivo y hacer esfuerzos para
incorporar dentro de nuestra campaña a: comunidades
contemplativas, grupos de oración, los enfermos y los
ancianos, las sociedades parroquiales, los movimientos
laicos y varios otros grupos a través de la Iglesia;
*
Hacer uso creativo e imaginativo de la
multimedia, con énfasis particular en el potencial del
Internet al mantener un compromiso perseverante e
interés progresivo en la oración intercesora;
*
Estar constantemente a la alerta para utilizar cada
oportunidad que se presenta para predicar y enseñar
como instilar un compromiso intenso a la oración.
Proclamación:
Enfocando a Dios el Hijo
“La mirada se queda más que
nunca fija en el rostro del Señor. Los
hombres de nuestro tiempo piden a
los creyentes de hoy no sólo ‘hablar’
de Cristo, sino en cierto modo
hacérselo ‘ver’. ‘Queremos ver a
Jesús’ (Jn 12:21). De él reciben el
don del Espíritu Santo y el mandato
de anunciar el Evangelio a todas las
gentes”. (NMI nº16, 17,18).
Una gran desilusión está siendo expresada hoy día
en la Iglesia a causa de la decreciente calidad del modo de
predicar Católico. A lo alto de la lista de las querellas está
la inefectividad y la falta de preparación de las homilías
dominicales. El Evangelio debe ser proclamado como un
mensaje de esperanza y como la respuesta más pertinente
y eminentemente práctica que se puede dar a nuestras
necesidades y deseos modernos. Se debe mantener una
clara distinción entre los salones escolares donde se
comunican datos, y el púlpito, donde se proclaman los
secretos de santificación y del buen vivir. Al intentar la
realización de esto, Evangelización Dosmil tiene la
esperanza de tener en objetivo a:
*
Sacerdotes y seminaristas, para así portar
adelante una proclamación más fiel y
convincente de las verdades del Evangelio;
*
Los fieles laicos quienes sirven en
capacidades educativas y de liderazgo, para así
mejorar el contenido espiritual, la calidad técnica
y el impacto emocional de sus presentaciones y
esfuerzos evangélicos.
Formación:
Enfocando a Dios
el Espíritu Santo
“De ellos (los Evangelios) emerge el rostro del
Nazareno con un fundamento histórico seguro, pues
los evangelistas se preocuparon de presentarlo
recogiendo testimonios fiables y trabajando sobre
documentos sometidos al atento discernimiento
eclesial. Sobre la base de estos testimonios iniciales
ellos, bajo la acción iluminada del Espíritu Santo,
descubrieron el dato humanamente desconcertante
del nacimiento virginal de Jesús de María, esposa de
José. De quienes lo habían conocido durante los casi
treinta años transcurridos por él en Nazaret,
recogieron los datos sobre su vida del ‘hijo del
carpintero’ ”. (NMI nº18)
Nada menos que un profundo estudio de la Palabra
viva de Dios nos podrá convertir en dotados evangelizadores.
Isaías fue capaz de proclamar jubilosamente: “El Señor me ha
dado lengua de discípulo” (Is. 50:4). Para obtener tal lengua,
cada uno de nosotros “podemos contar con la fuerza del
mismo Espíritu, que fue enviado en Pentecostés y que nos
empuja hoy a partir animados”. (NMI nº58). Con este
propósito, Evangelización Dosmil queda mundialmente
comprometido a:
* Una proliferación mundial de Escuelas de
Evangelización
Católicas,
manteniéndose
siempre fiel a los ideales de inculturación por
medio del respeto y apoyo de los estilos, las
técnicas y los encantos distintivos de las varias
escuelas;
* Siempre tener nuestro enfoque en las
dimensiones predominantemente proféticas y
kerygmáticas de estas escuelas;
* Hacer disponibles dichas escuelas a nivel
diocesano y deseosamente hasta a nivel
parroquial, para poder fomentar el ministerio
vital evangélico de los fieles laicos, mientras se
les permite “enseñar debidamente el mensaje de
la verdad” (2 Ti. 2:15).
* Desarrollar y emplear nuevos esfuerzos y
nuevas técnicas en el área de la recaudación de
fondos. Vemos esto como medida necesaria
para garantizar el futuro prolongado de las
escuelas y sus extensiones.
* Mantener un carácter ecuménico dentro de
estos esfuerzos a niveles de inter-fe, interreligiosos e interculturales.
Nuestro Carisma y Estrategia
Definidoras
“¡Caminando
Hacia la Primavera!”
En una charla dirigida a los catequistas en ocasión
de su Día de Jubileo (9 diciembre 2000), el Cardenal
Ratzinger hizo varías astutas observaciones en cuanto a la
tarea de evangelizadores. Él nos señaló que algunas
preguntas muy comunes hoy día son: “¿Cómo es que
podemos aprender el arte de vivir, y cómo encontramos el
camino a la felicidad?” Él interpreta la inhabilidad de
poder vivir vidas gozosas como “la pobreza más profunda
y más extensa en el mundo de hoy”. A base de esto él
llega a claras conclusiones:
“Esta inhabilidad de ser gozosos es fruto
de una inhabilidad de poder amar. Por este
motivo es que estamos tan necesitados de una
nueva evangelización.
Para una persona
ignorante acerca del arte de vivir, ninguna otra
cosa funciona. En los esfuerzos evangélicos
rutinarios de la Iglesia, una gran cantidad de
personas fallan en encontrar una respuesta
convincente a la pregunta de cómo vivir una
buena vida.
Es por esto que tenemos la
obligación de buscar nuevas maneras de traer el
mensaje del Evangelio a todas las personas”.
La claridad y la fuerza de estas palabras condujo a
los Directores de Evangelización Dosmil a establecer la
esperanza de la fe, el gozo y el arte de vivir como las
características distinguibles de sus esfuerzos al marchar con
esperanza adelante al Tercer Milenio. Una y otra vez, el
Santo Padre ha profetizado y ha prometido una Nueva
Primavera para la Iglesia y el mundo, siempre y cuando
veamos de modo preciso y respondamos decisivamente a
las señales de los tiempos y a las acciones del Espíritu
Santo.
Nuestra proclamación de Jesucristo no es solamente la
Buena Nueva, sino más bien: “¡La Mejor Noticia que el
mundo jamás ha escuchado!”. Jesús vino para que nuestra
felicidad pudiera estar completa. Él promete e indica un
camino a la felicidad aún para los hambrientos y sedientos, los
desnudos y los perseguidos. Él envía su propio Espíritu Santo
para hacer recto nuestro camino hacia la felicidad con sus
profundos y durables frutos de amor, gozo, paz, paciencia,
benevolencia, bondad, fidelidad, ternura y dominio de sí
mismo. Y así tomando sobre sí mismo la tristeza de cada uno
de nuestros pecados, él vence nuestro perdón y nos abre una
puerta que nos lleva a la Eterna Bienaventuranza de compartir
la misma felicidad de Dios.
Son demasiadas las personas que interpretan el
mensaje de evangelizadores a ser nada más que una
aburrida lista de prohibiciones y regaños. ¡El mensaje es
más positivo que negativo! Los seguidores del Buen
Pastor son aquellos que han sido bendecidos y liberados
que pueden exclamar: “Nada me falta. Tu bondad y tu
amor me acompañan a lo largo de mis días” (Sal 23). ¡Los
Evangelizadores tienen la misión de hacer que se escuche
esa exclamación alrededor del mundo!.
En sus enseñanzas y charlas, en sus Escuelas de
Evangelización, en sus conferencias y encuentros, en su uso de
la multimedia y cada medio de comunicación, a través del
ejemplo de su propio gozo y sentido de humor, enfatizando
todas las bendiciones prometidas a un costo comparativamente
mínimo, por medio de ser portavoz de la gran virtud cardenal
de la esperanza tan característica de las enseñanzas del Papa
Juan Pablo II, Evangelización Dosmil ruega que se pueda
convertir en uno de los muchos anunciadores vibrantes y
confiados de la Nueva Primavera. ¡Podemos ya dejar atrás la
nieve del invierno, y vivir el gozo de la Pascua! Podemos
escuchar el llamado, y la voz de Dios, nuestro Padre amoroso.
Podemos ver el camino a tomar, y se llama Jesús, nuestro único
camino. Se nos será dada toda la fuerza y la sabiduría
necesaria para tomar ese camino, y nuestro poder decisivo
vendrá de la Divina Persona de Poder, el Espíritu Santo.
Que María nos ayude a guardar corno un tesoro en
nuestros propios corazones el Misterio de su Hijo. (cf. NMI
nº59), para que así podamos compartir su gran gozo en Él
con el mundo entero.
“Es necesario pensar en
el futuro que nos espera”.
(NMI nº3)
PROYECTO EVANGELIZACION DOSMIL
“Un servicio de Oración, Proclamación y Formación”
Correo Oficina Nacional de Chile:
[email protected]