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A LOS QUE TODAVIA LEER LES CUESTA UN
POQUITO!!...
Idea creativa: Prof. Rita Dellacqua
La identificación de la forma gráfica de la palabra y el acceso a su significado son parte central del acto de leer.
Para explicarlo, nos dice la especialista Maite Alvarado, tendremos que detenernos un poco en la función que desempeña la memoria en la comprensión de textos. Mientras leemos, nuestra memoria operativa o de trabajo – también llamada “de corto plazo”, porque tiene una capacidad limitada de retención- guarda por un breve lapso la información obtenida del fragmento que acabamos de leer o estamos leyendo. De esta manera, permite integrar esa información con la información nueva (tema/ rema) que se obtiene al continuar leyendo, en un proceso de construcción progresiva del sentido del texto. Pero, para que esa integración se realice, es necesaria cierta velocidad.
¿Cómo incide el reconocimiento visual de las palabras en este proceso? Los lectores entrenados son capaces de avanzar rápidamente a lo largo de las líneas escritas, porque no necesitan registrar la totalidad de las palabras a medida que leen. Su vista actúa como un radar, deteniéndose tres o cuatro veces a lo largo de un renglón y relevando las palabras que rodean ese punto de fijación a derecha e izquierda. Esta operación es veloz, porque la vista se vale de ciertos índices, como el largo de las palabras, sus comienzos o sus finales y, ayudadas por el sentido del texto que ya ha construido y por las anticipaciones que ha realizado a partir de ese sentido, completa lo que no ve de manera directa. De ese modo, la información visual se integra en la información semántica, lo que favorece una lectura eficaz, en la que con un bajo costo en términos de esfuerzo se obtiene un alto beneficio.
Dentro de este grupo de actividades para desarrollar velocidad en la lectura, también apuntamos al reconocimiento de palabras por su significado, privilegiando las relaciones semánticas de oposición con incidencia en el contexto verbal. Estas actividades se orientan, además al dominio del léxico, clave en el proceso de comprensión y lectura.
En este juego que significan los textos con obstáculos, el pequeño lector pondrá en actividad diferentes estrategias que lo llevarán a superarlos a partir de la comprensión de lo que lee.
¡¡ANÍMATE A REALIZAR LA ACTIVIDAD SIGUIENTE!!
SAPO VERDE – Graciela Montes Publicado originalmente en la colección “Los Cuentos del Chiribitil”/CEDAL (Bs. As. – 1978) ( Actualmente agotado) “ Humberto estaba muy triste entre los yuyos del charco.
Ni ganas de salir tenía. Y es que le habían contado que las mariposas del Jazmín de Enfrente andaban diciendo que él era sapo feúcho, feísimo, refeo.
- Feúcho puede ser- dijo mirándose en el agua oscura-, pero tanto como refeo…Para mí que exageran…Los ojos un poquito saltones, eso sí. La piel un poco gruesa, eso también. Pero ¡qué sonrisa!
Y después de mirarse un rato le comentó a una mosca curiosa, pero prudente que andaba dándole vueltas sin acercarse demasiado: - Lo que a mi me faltan son ( olores/ colores). ¿No te parece? Verde, verde, todo verde. Porque pensándolo bien, si tuviera colores sería igualito, igualito a las (osas/mariposas).
La mosca por las dudas, no hizo ningún comentario.
Y Humberto se puso la (boina/ sombrero) y salió corriendo a buscar (olores/ colores) al Almacén de los Bichos.
Timoteo, uno de los ratones más atentos que se vieron nunca, lo recibió, como siempre, con muchas (palabras/ hamacas).
- ¿Qué lo trae por aquí, (Humberto/ Mamerto)? ¿Anda buscando (fosforitos/ fideítos) para cantar de noche? A propósito, tengo una boina a (cuadros/ ladrillos) que le va a venir de (perlas/ almendras).
- Nada de eso, Timoteo. Ando necesitando (colores/ sabores) - ¿Piensa pintar la (casa/ pasa)?
- Usted ni se imagina Timoteo, ni se imagina.
Y Humberto se llevó el azúl, el amarillo, el (colorado/ sacado), el fucsia y el (anaranjado/ enamorado). El verde no, porque ¿para qué puede querer más verde un sapo (verde/ suerte) En cuanto llegó al (charco/ arco) se sacó la boina, se preparó un (pincel/ dintel) con pastos (secos/ sacas) y empezó: una pata azúl, la otra anaranjada, una mancha amarilla en la (cabeza / queso) , una estrellita (colorada / enamorada) en el (lomo/ tomo), el buche fucsia. Cada tanto se echaba una (ojeadita /ojeadura) en el (espejo/ entrecejo) del charco.
Cuando terminó tenía más (colorinches /bochinches) que la más pintona de las (mariposas / osas). Y entonces sí que se puso (contento/ aliento) el sapo Humberto:no le quedaba ni un (cachito/ charquito) de verde. ¡ Igualito a las (mariposas / marsopas)!
Tan alegre estaba y tanto (saltó / soñó) que las mariposas del Jazmín lo vieron y se (vinieron / sacudieron) en bandada para el (charco/ saco).
- Más que refeo. ¡Refeísimo! –dijo una pintitas azules, tapándose los (ojos/ piojos) con las (patas /latas).
- ¡Feón! ¡Contrafeo al resto!- terminó otra, sacudiéndose las (antenas/ aletas) con las (carcajadas/ anaranjadas).
- Además de sapo, y feo, mal (vestido / tendido) – dijo una de negro muy elegante.
- Lo único que falta es que quiera (volar/ sacar) – se burló otra desde el aire.
¡Pobre Humberto! Y él que estaba tan contento con su (corbatita/ pescadito) fucsia.
Tanta vergüenza sintió que se tiró al (charco / arco) para esconderse, y se quedó un rato largo en el fondo, mirando cómo el (agua /azúcar) le borraba los colores.
Cuando salió todo verde, como siempre, todavía estaban las (mariposas/ mosquitos) riéndose como locas.
- ¡Sa-po verde! ¡Sa-po verde!
La que no se le paraba en la (cabeza /mesa) le hacía cosquillitas en las (patas/ latas).
Pero en eso pasó una calandria, una calandria liadísima, linda con ganas, tan requetelinda, que las (mariposas/ olorosas) se callaron para mirarla revolotear entre los (yuyos / tuyos).
Al ver el charco bajó a tomar un (pico/ poco) de agua y peinarse las (plumas /lunas) con el (poco/ pico), y lo vio a Humberto en la (orilla/ cocina), verde, tristón y solo. Entonces dijo en (voz/ pos) bien alta: - ¡Qué sapo tan buen mozo! ¡Y qué bien le sienta el verde!
Humberto le dio las (gracias/ estancias) con su sonrisa gigante de (sapo /sopa) y las (mariposas / olorosas) del Jazmín perdieron los (colores/ sabores) de pura vergüenza, y así anduvieron, caiduchas y transparentes todo el verano.”