Los padres, principales educadores

Download Report

Transcript Los padres, principales educadores

Los padres, principales educadores
Colegio La Asunción Curso 2012-2013
“Tener hijos no lo convierte a uno en padre, del mismo modo en que tener un
piano no lo vuelve pianista”
Michael Levine, escritor.
¿QUÉ ES?
Es un instrumento educativo para todos los padres y madres
que quieran mejorar en la tarea de educar a sus hijos,
entregándoles valores y creencias necesarios para su
crecimiento como personas.
¿CUÁLES SON SUS OBJETIVOS?
• Dotar a los padres y madres de recursos y habilidades que
posibiliten un crecimiento integral de los hijos y del grupo
familiar.
• Promover la participación consciente y activa de los
miembros del grupo familiar en el proceso de enseñanza y
aprendizaje desde los distintos roles.
• Propiciar espacios de reflexión sobre situaciones cotidianas
y sobre criterios básicos de funcionamiento del grupo familiar.
• Detectar lo antes posible las problemáticas del grupo
familiar o de alguno de sus miembros.
• Favorecer la comunicación en el grupo familiar y con el
entorno comunitario, facilitando la creación de redes
sociales.
¿QUÉ VAMOS A TRABAJAR?
-LA FORMACIÓN PERSONAL: en el que se trabajarán aspectos
como la manera de ser, de actuar, la visión e imagen que cada
uno tiene de sí mismo, la capacidad de relación con los demás,
el estado emocional propio... como temas base para funcionar
luego mejor como padres
-LA RELACIÓN PADRES-HIJOS: relaciones familiares, con todo lo
que supone de la evolución del niño, de su interacción con otros
hermanos y con cada uno de la familia, de los sistemas o estilos
pedagógicos usados en casa
-LA RELACIÓN DE PAREJA: en su dimensión afectiva y como
realización complementaria o encontrada de ideas, sentimientos,
habilidades de comunicación y resolución de conflictos.
-LA RELACIÓN FAMILIA-ESCUELA: tanto en el apoyo
complementario que los padres pueden proporcionarle al hijoalumno en materias referentes a sus estudios como en el análisis
básico de actitudes y dificultades personales.
-LA RELACIÓN SOCIAL DE LA FAMILA Y EL NIÑO: con la calle, el
ambiente, los amigos, las fiestas, la cultura, los viajes, los medios
de comunicación, el tiempo libre.
¿QUÉ ESPERO DE LA ESCUELA DE FAMILIAS?
¿QUÉ ES SER PADRE / MADRE?
Ser padre o madre es una tarea vital, un oficio para el que se
necesita información y posibilidad de ponerla en práctica.
Es una responsabilidad que asumimos y que nos ayuda a
madurar, ya que nos permite revivir nuestro pasado familiar y,
desde él, nos impulsa a mejorar para adaptarnos a las
necesidades que tienen y que tendrán nuestros hijos en el
futuro.
NECESIDAD DE RECIBIR UNA FORMACIÓN COMO MADRES / PADRES
¿Cuántas veces has oído las siguientes frases?
• Ser madre (padre) es maravilloso.
• Nadie nos ha enseñado a ser madres / padres.
¿Lo estaremos haciendo bien?
• ¡No puedo con mis hijos! No sirvo como madre / padre.
• No estoy preparado/a para ser padre / madre.
NECESIDAD DE UNA ESCUELA DE PADRES
Algunas características de la sociedad de nuestros días hacen más
patente la necesidad de un aprendizaje como padres:
– La confusión sobre los valores que deben predominar. Algunos
describen a nuestra sociedad occidental, como hedonista,
competitiva, consumista, individualista… y sin embargo muchos
reconocen encarecidamente valores como la solidaridad, el
ecologismo, la cooperación, la tolerancia…
– La falta de tiempo para compartir con los hijos, que hace que la
escuela sea en muchos casos su segundo hogar.
– La influencia creciente de los medios de comunicación que
interfieren en ocasiones con lo que los padres desean transmitir a sus
hijos.
– Las diferencias generacionales con los consiguientes problemas de
comunicación entre padres e hijos.
– La falta de dedicación o de conocimientos para mejorar como
persona y ofrecer así a nuestros hijos un mejor modelo de conducta.
Los padres, principales educadores
¿Qué es educar?
Ayudar a nuestros hijos a ser seres humanos íntegros, dándoles:
Seguridad - Confianza - Afecto - Paz interior - Amor propio -Consideración a
los demás - Felicidad – Responsabilidad.
¿Para qué educar?
La educación es fundamental para la formación integral de nuestros hijos ,
pero no sólo en el sentido de llenar cerebros de información, sino en el de
formar a través de una educación para la vida (conocimientos, actitudes,
valores, principios, creencias y convicciones).
“La educación para nuestros hijos es la mejor herencia que les podemos
dejar”.
Los padres de familia somos los principales educadores de nuestros hijos,
sobre todo en materia de valores. La escuela, los maestros, etc., tienen una
función complementaria.
FELICIDAD
Quien ama educa
Los padres pueden dar alegría y satisfacción a
un hijo,
pero no hay nada como darle felicidad.
Los padres pueden aliviar sufrimientos
llenándolo de regalos,
pero no es posible comprarle felicidad.
Los padres pueden tener mucho éxito y ser
felices,
pero no pueden prestar a un hijo su felicidad.
Pero los padres pueden dar a los hijos
mucho amor, cariño, respeto,
enseñarles tolerancia, solidaridad y civilidad,
exigirles reciprocidad, disciplina y religiosidad,
reforzar su ética y su sentido de preservación
de la tierra.
Pues la autoestima se compone de todo ello.
El alma se sustenta en la autoestima,
y en esa paz reside la felicidad.
IÇAMI TIBA
ESTILOS PARENTALES
La utilización que hagamos de las circunstancias del entorno familiar
(tiempo, autoridad,...) dará lugar a diferentes estilos educativos.
Existen muchos estilos o prácticas educativas. Podemos describir
más modelos cuantos más factores tengamos en cuenta (afecto,
autoridad, distribución de roles, actitud ansiosa, dedicación,... ).
Nos fijaremos solo en cuatro modelos; tenemos que tener en cuenta
que no siempre aparecerán en la realidad tal y como los
describimos..
ESTILO EDUCATIVO AUTORITARIO
Padres que imponen sus normas sin lugar a la discusión.
Castigan las conductas inadecuadas para así prevenir problemas
futuros, muchas veces sin dar una explicación del motivo del mismo.
Los padres creen que a los niños no se les han de dar demasiadas
explicaciones, el castigo por sí mismo es suficiente para disuadir la
conducta del niño.
Exigentes en cuanto a la madurez de sus hijos.
No suelen comunicarse adecuadamente con sus hijos puesto que
consideran que el diálogo es superfluo. Lo que importa para los
padres es la obediencia.
La expresión de afecto es baja. No suelen expresar abiertamente
afecto a sus hijos.
No tiene en cuenta los intereses y necesidades de los niños
Los hijos de padres autoritarios:
Son obedientes y sumisos cuando el control es externos (proveniente
de los padres) pero en ausencia de estos son mucho más
irresponsables y se muestran agresivos.
Tendencia a sentirse culpables y deprimidos.
Son niños con baja autoestima, y escaso control
Pocas habilidades sociales
EL ESTILO EDUCATIVO PERMISIVO
Altos grados de afecto y comunicación pero unido a una ausencia
control y exigencias de madurez.
Son los intereses y deseos del niño los que los que dirigen la
interacción entre el adulto y el niño. Los padres tratan de adaptarse a
las necesidades del niño interviniendo lo menos posible para que el
niño acepte el esfuerzo y las exigencias.
Exigen poco a sus hijos tanto en el cumplimiento de normas como en
madurez
Consideran que no han de usarse ni premios ni castigos en la
educación. Los niños han aprender en la vida lo que está bien y lo
que está mal.
Los niños han de aprender por sí mismos,
Son padres afectuosos, pero no limitan.
Los hijos de padres permisivos:
A primera vista son entusiastas y vivaces pero son más inmaduros e
incapaces de controlar sus impulsos.
Carecen de autocontrol y son poco persistentes en las tareas
EL ESTILO EDUCATIVO DEMOCRÁTICO
Niveles altos de afecto, de exigencias y de control. Son padres muy
cálidos pero al mismo tiempo exigentes y firmes
Estimulan la madurez de sus hijos , les ponen límites y hacen respetar las
normas.
Comprensivos, afectuosos y fomentan la comunicación.
Sensibles a las necesidades de sus hijos, estimulan la expresión de sus
necesidades y les dejan un espacio para que empiecen a ser
responsables y autónomos.
La relación entre padres e hijos se caracteriza por el diálogo, el
consenso como forma para que los niños comprendan las situaciones
Sensibles a las posibilidades de cada niño , sus normas son coherentes
pero no rígidas.
Prefieren el razonamiento y la explicación más que la imposición.
Estimulan que el niño se esfuerce en conseguir una meta pero conocen
el ámbito de las posibilidades de sus hijos. No les presionan con aquello
para lo que no están aún preparados.
Fomentan la iniciativa de sus hijos asumiendo que van a cometer
errores dada su inexperiencia.
Los hijos de padres democráticos:
Están más felices consigo mismos y eran generosos con los
demás.
Más competentes socialmente, mayor autoestima, autonomía
y responsabilidad, mayor autorregulación y desarrollo moral.
Son persistentes en las tareas que emprenden y tienen un buen
autocontrol.
Competentes socialmente.
http://www.airecomun.com/videos/habilidades-de-comunicacion-y-estilos-educativos-parentales-77.html
Ana, de cuatro años, ha arrebatado el balón a otra niña.
· Los padres autoritarios dirían: ven en este mismo momento y le
devuelves el balón a la niña inmediatamente.
· Los padres democraticos dirían: el balón es de esta niña. Sabemos
que quieres jugar con él, pero por qué no lo hablas con ella y tratáis de
encontrar una forma de jugar las dos?
· Los padres permisivos, convencidos de que a Ana le está permitido
expresar sus impulsos libremente, no le sugerirían ninguna solución y no
aprovecharían la oportunidad para ayudarla a resolver problemas.
Ricardo, de doce años, quiere alquilar una película no recomendada
para su edad de la que sus amigos han estado hablando.
· Los padres autoritarios se volverían "locos" y le prohibirían alquilar
ninguna película más.
· Los padres democraticos responderían con un no, pero lo ayudarían a
escoger una película más apropiada.
· Los padres permisivos permitirían al niño alquilarla a su voluntad.
Los padres, principales educadores
Los padres efectivos enseñan con su ejemplo:
1. Los padres son modelo para los hijos, influyen en su desarrollo como
seres humanos.
2. Enseñar con el ejemplo va más allá de tratar bien a nuestros hijos;
nuestro comportamiento se ve reflejado también en nuestro trato
con el cónyuge, demás familiares y personas alrededor.
Los padres efectivos enseñan directamente por medio de la
explicación:
1. Enseñar directamente y no con rodeos es muy importante: implica
explicar por qué algunas cosas están bien y otras mal.
2. Ser consistentes y claros cuando nuestros hijos han obrado mal; esto
requiere tiempo y esfuerzo.
3. Olvidarse de sí mismos.
Los padres efectivos ayudan a sus hijos a proponerse metas:
1.
Ayudar a nuestros hijos a pensar en algo que quieran alcanzar.
2.
Podemos sentarnos con ellos a revisarlos de vez en cuando y
proponerles medios alternativos para lograr su meta, incluso
ayudarles a alcanzarla.
3.
Ellos tendrán sentido de la vida y algo por qué luchar.
Los padres efectivos son maduros y equilibrados en su disciplina:
1.
No podemos imponer nuestra forma de pensar a nuestros hijos:
autoritarios. Tampoco dejarlos que “hagan lo que quieran: flexibles.
Encontrar el punto medio, utilizar la madurez y el equilibrio.
2.
Características de los padres equilibrados y maduros:
• Sus reglas son claras
• Permiten que el niño tome las decisiones que le conciernen
directamente (por ejemplo qué ropa prefiere ponerse el día de hoy).
• Utilizan el razonamiento para explicar sus reglas y motivar su
obediencia.
• Se interesan en los sentimientos del niño.
• Escucha al niño, pero no basan sus decisiones en los deseos del
niño. Son un soporte emocional para el niño.
• Aman a sus hijos. Recordemos que no hay familias perfectas ni hijos
perfectos; la clave para ser una familia feliz está en la manera en
que resuelven sus problemas.
Los padres efectivos utilizan el cuestionamiento para promover el
pensamiento moral de sus hijos:
1.
Es importante utilizar el cuestionamiento, pues fomenta que los niños
se detengan y piensen en sus acciones.
2.
Podemos utilizar preguntas que ayuden a nuestros hijos a pensar
desde la perspectiva del otro y las consecuencias de su propio
comportamiento. Ejemplo: “¿Por qué crees que estoy enfadado
contigo?, ¿Cómo puedes ayudar a evitar que lo esté?”.
3.
Las preguntas ayudan a los hijos a preguntarse sobre sí mismos,
“Esto que estoy haciendo, ¿Está bien? ¿Qué consecuencias puede
traer?”
Los padres efectivos dan a sus hijos verdaderas responsabilidades:
1.
Los niños son responsables si se les dan responsabilidades.
2.
Debemos dar a los niños oportunidades donde desarrollen el
hábito de la responsabilidad (tarea en la casa).
Carta a papá y mamá.
No me des todo lo que pida. A veces yo sólo pido para ver hasta cuánto puedo obtener.
No me des siempre órdenes. Si en vez de órdenes, a veces me pidieras las cosas, yo lo
haría más rápido y con más gusto.
No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer. Decídete y mantén esa
decisión.
Cumple las promesas buenas o malas. Si me prometes un premio, dámelo; pero también si
es un castigo.
No me compares con nadie. Especialmente con mi hermano o hermana; si tú me haces
lucir peor que los demás entonces seré yo quien sufra.
No me corrijas ni me reprendas delante de nadie. Enséñame a mejorar cuando estemos
solos.
No me grites. Te respeto menos cuando lo haces y me enseñas a gritar a mí también, y
yo no quiero hacerlo.
Déjame valerme por mí mismo. Si tú haces todo por mí, yo nunca aprenderé.
No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que las diga por ti, aunque sea para
sacarte de un apuro. Me haces sentir mal.
Cuando yo haga algo malo, no me exijas que te diga el “por qué” lo hice. A veces ni yo
mismo lo sé.
Cuando
estés
equivocado
en
algo
admítelo.
Así
me
enseñarás
a
admitir
mis
equivocaciones y también mejorará la opinión que yo tengo de ti.
Trátame con la misma amabilidad y cordialidad con que tratas a tus amigos. El hecho
de que seamos familia, no quiere decir que no podamos ser amigos también.
No me digas que haga una cosa y tú no la haces. Yo aprenderé y haré siempre lo que tú
hagas, aunque no lo digas, pero nunca lo que tú digas y no hagas.
Cuando te cuente un problema mío, no me digas. “No tengo tiempo para boberías”, o
“Eso no tiene importancia” Trata de comprenderme y ayudarme.
Quiéreme y dímelo. A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas necesario decírmelo.
Te adora. Tu hijo/a.
¡MUCHAS GRACIAS POR ASISTIR!