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Transcript ee- retrato y espacio

TALLER DE EXPRESIÓN ESCRITA:
LA DESCRIPCIÓN.
Objetivo: realizar un retrato con palabras y la
descripción de un lugar.
Será el retrato del protagonista de tu relato y el
espacio donde transcurrirá el suceso.
Tarea final: relato breve.
Presentación: folio en blanco A4, escrito a mano,
con título incluido
Ejemplo: descripciones literarias.
Trabajo individual / parejas.
DESCRIPCIÓN / DEFINICIÓN
DESCRIPCIÓN
Representación verbal de
rasgos propios de un objeto.
DEFINICIÓN
los Representación verbal de los
rasgos comunes que tienen los
seres de la misma clase.
Expresamos aquellos rasgos que lo Expresamos aquellos rasgos que lo
hacen peculiar, diferente a los de hacen común a los seres de su
su clase.
clase.
LA DESCRIPCIÓN
Atendiendo
a su finalidad
Descripciones técnicas: textos científicos, libros de
texto…Presenta de manera objetiva una realidad
clasificando ordenadamente sus rasgos..
Descripciones publicitarias: su finalidad es convencer al
receptor con la intención de que compre.
Descripciones literarias:
sugerir emoción en el lector.
tienen
finalidad
estética:
Atendiendo
Descripciones objetivas: no se aprecian emociones o
a la actitud
sentimientos.
de quien describe Descripciones subjetivas: sí se aprecian los sentimientos
de quien describe.
Atendiendo
Descripción de personas, de cosas, de lugares o ambientes,
al objeto descrito. de estados de ánimo, etc.
LA DESCRIPCIÓN SUBJETIVA
Descripción subjetiva: se produce cuando al
describir nos dejamos llevar por los sentimientos que
el objeto despierta en nosotros.
• Las descripciones subjetivas son habituales en los
textos literarios, pues el autor pretende
ofrecernos su propio enfoque de las cosas, evocando
las emociones que le han sugerido.
• Para ello, no duda en utilizar recursos literarios
que, además de llamar la atención sobre la forma
del mensaje, convierten el objeto descrito en algo
distinto de la realidad objetiva.
FASES PARA REALIZAR UNA DESCRIPCIÓN
OBSERVACIÓN
•Acumular datos sobre lo que se va a describir.
•Observar y anotar todas las características y propiedades.
SELECCIÓN
•Seleccionar las observaciones indispensables para caracterizar el objeto.
•Es mejor elegir pocas características, pero interesantes.
ORGANIZACIÓN
•Organizar toda la información disponiéndola de forma ordenada.
•El orden va a ser fundamental: lógico, espacial, temporal…
EXPRESIÓN
•Redactar la descripción siguiendo el orden que se ha decidido.
•Utilizar un léxico rico y preciso, evitar enumeraciones extensas y cuidar la
presentación, la ortografía y la puntuación.
RASGOS LINGÜÍSTICOS HABITUALES:
Predominio de sustantivos y adjetivos
Pocos verbos: presente, imperfecto.
Oraciones simples
Uso de marcadores de orden
Descripción literaria: figuras literarias
TIPOS DE DESCRIPCIONES
PERSONAJES
ESPACIOS Y AMBIENTES
Topografía
PROSOPOGRAFÍA: descripción
física (apariencia externa).

ETOPEYA: descripción psicológica
(personalidad, forma de ser,
costumbres, defectos, virtudes…)

RETRATO: aspecto externo +
interior.

CARICATURA: es la descripción
de los rasgos físicos y morales de
una persona presentados de
manera exagerada, generalmente
con intención humorística o crítica.
El espacio puede ser
interior o exterior;
natural o urbano
(paisaje).
Puede ser una
descripción panorámica
o una descripción de
detalle.
También interesa el
ambiente: sensaciones
físicas, sentimientos y
emociones.
DESCRIPCIÓN DE PERSONAJES
Ante mí se hallaba un caballero anciano, recién
afeitado, excepto un bigote blanquecino,
ataviado de negro de pies a cabeza, sin la
menor sombra de color en parte alguna… Sus
orejas eran pálidas, terminando en punta por
arriba… Las espesas cejas se juntaban casi
encima de la nariz, y sus pelos daban la
impresión de enmarcarla, tan largos y espesos
eran… La boca tenía una expresión cruel y los
dientes
eran
extraordinariamente
puntiagudos, avanzado de manera muy
prominente sobre los labios… Sus manos eran
muy groseras, anchas, con dedos cortos y
gruesos. Y por muy extraño que parezca, el
centro de las palmas estaba cubierto de vello…
Su semblante producía la sensación de un
palidez sorprendente.
Bram Stoker, Drácula
La conjura de los necios
La conjura de los necios
DESCRIPCIÓN DE PERSONAJES
Pedro Lloros tenía la tripa triste. Pedro Lloros comía
poco, y no siempre. En el verano se alimentaba de peces
y cangrejos de río, de tomates y patatas robadas, de pan
mendigado, de agua de las fuentes públicas y de sueño.
En el invierno, de rebañar en las casas limosneras los
pucheros, de algún traguillo de vino y también de
sueño, que es el mejor manjar de un pobretón. Por la
primavera y el otoño, sus pasos se perdían. Pescador
era bueno; ladrón algo torpe; vago, muy vago. Odiaba a
los gimnastas […]
Pedro Lloros poseía un corazón chiquito y veloz. Se
asustaba de todo y se apellidaba perfectamente. Era
calvo, retorcido, afilado de cara, y llevaba la bola del
mundo, en vez de en los hombros, en la barriga. Su
madre lo parió sietemesino y zurdo, y su padre no pudo
hacer carrera con él porque, a decir verdad, no se
empeñó mucho, y Pedro, desde muy chico, quiso no
servir para nada.
Ignacio Aldecoa, Los bienaventurados
DESCRIPCIÓN DE PERSONAJES
Su piel amarillenta apenas cubría la red de
músculos y vasos sanguíneos. Su cabello
era largo y sedoso, sus dientes muy
blancos, pero todo ello no lograba más que
realzar el horror de los ojos vidriosos, cuyo
color podía confundirse con el de las
pálidas órbitas en las que estaban
profundamente
hundidos,
lo
que
contrastaba con la arrugada piel del rostro
y la rectilínea boca de negruzcos labios.
Mary Shelley, Frankenstein o el moderno Prometeo
DESCRIPCIÓN DE LUGARES
En la descripción de lugares es muy importante el orden: normalmente, se
suele presentar una visión general del lugar, para después dirigir la mirada
hacia los distintos elementos que la componen. Suele seguirse un orden
espacial (de arriba abajo, de izquierda a derecha, etc.) El autor de la
descripción puede, además, sugerir las impresiones que ese lugar transmite.
El desván era grande y oscuro. Olía a polvo y
naftalina. No se oía ningún ruido, salvo el
suave tamborileo de la lluvia sobre las
planchas de cobre del gigantesco tejado.
Fuertes vigas, ennegrecidas por el tiempo,
salían a intervalos regulares del entarimado,
uniéndose más arriba a otras vigas del
armazón del tejado y perdiéndose en algún
lado de la oscuridad. Aquí y allá colgaban
telas de arañas, grandes como hamacas, que
se columpiaban suave y fantasmalmente en
el aire. De lo alto, donde había un tragaluz,
bajaban un resplandor lechoso.
Michael Ende, La historia interminable
DESCRIPCIÓN DE LUGARES
El señor Wonka abrió la puerta. Cinco niños y nueve adultos se apresuraron
a entrar y, ¡qué espectáculo más asombroso se presentó ante sus ojos!
Lo que veían desde allí arriba era un magnífico valle. Había verdes colinas a
ambos lados del valle, y en el fondo del mismo fluía un ancho río de color
marrón.
Es más, había una enorme cascada en el río, un escarpado acantilado sobre
el que el agua rodaba y ondulaba en una sólida capa, y luego se estrellaba en un
hirviente, espumoso remolino de salpicaduras.
Debajo de la cascada (y éste era el espectáculo más maravilloso de todos)
una masa de enormes tubos de vidrio colgaba sobre el río desde algún sitio del
techo, a gran altura. Eran realmente enormes estos tubos. Debía haber al
menos una docena, y lo que hacían era succionar el agua oscura y barrosa del
río para llevársela a Dios sabe dónde. Y como estaban hechos de vidrio, podía
verse fluir el líquido a borbotones en su interior, y por encima del ruido de la
cascada podía oírse el interminable sonido de succión de los tubos a medida
que hacían su trabajo.
Roald Dahl, Charlie y la fábrica de chocolate

En el interior, el olor de los medicamentos mezclado
con la hediondez de las letrinas comunes, mal
limpiadas y con el humo y la grasa, me subió a la
nariz y me asfixió. Aquello parecía un campamento de
refugiados de guerra: las habitaciones de los enfermos
servían también de cocinas. Cacerolas, tablas para
cortar, sartenes, verduras, huevos, botellas de salsa
de soja, de vinagre, de sal esparcidos anárquicamente
por el suelo junto a las camas de los pacientes, entre
los orinales y los trípodes de los que colgaban las
botellas de transfusión sanguínea. A la hora de
comer, algunos pacientes, inclinados sobre humeantes
cacerolas, metían dentro sus palillos y se disputaban
los fideos; otros salteaban tortillas, que
chisporroteaban y chasqueaban en el aceite hirviendo.
Aquel paisaje me desconcertaba. Ignoraba que en el
hospital del distrito no hubiese cantina y que los
pacientes tuviesen que arreglárselas solos para
alimentarse, aunque estuvieran impedidos por sus
enfermedades, por no hablar de aquellos cuyos
cuerpos estaban quebrantados, deformes, incluso
mutilados. Era un espectáculo tumultuoso, sin pies ni
cabeza, el que ofrecían aquellos cocineros apayasados,
coloreados por los emplastos rojos, verdes o negros,
con sus apósitos medio deshechos que flotaban en el
vapor sobre el agua hirviendo en las cacerolas.
Encontré al pastor agonizante en una habitación de seis
camas. Llevaba un gota a gota, y estaba rodeado de
sus dos hijos y sus dos nueras, todos de unos cuarenta
años, y una mujer anciana que lloraba mientras le
preparaba la comida en un hornillo de petróleo.
Balzac y la joven costurera china, Dai Sijie
1984
1984