El testimonio de una mujer víctima de incesto y abusos, cuya lucha

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Transcript El testimonio de una mujer víctima de incesto y abusos, cuya lucha

La primera vez tenía 6 años
En librerías: 16 de marzo de 2010
Testimonios
El testimonio de una mujer víctima de
incesto y abusos, cuya lucha personal y
superación le ha llevado a convertirse
en la presidenta de la Asociación
Internacional de Víctimas del Incesto.
Isabelle tiene seis años la primera vez que su padre, durante el baño diario, profana su cuerpo de niña. Ella no se siente
cómoda, pero no entiende… y guarda silencio. Después, y con algunos años más, seguirán otro tipo de “juegos” como el de
la prostitución o el intercambio de parejas en lugares en los que las niñas son un bien codiciado y bien pagado. El malestar
se convierte en culpabilidad y angustia, hasta que con 14 años se sincera con una de sus amigas y es la madre de ésta quien
denuncia y consigue encarcelar al padre. Pero eso no basta para aliviar las pesadillas y el horror. La desilusión acarreada por
una condena ligera a pesar de la gravedad del caso y la incomprensión de su entorno, le causarán unos traumas afectivos que
le impiden vivir, ya en la juventud, relaciones normales con personas del sexo contrario.
Su fuerza interior, la terapia de grupo y el apoyo de un hombre que la ama de verdad, su actual marido, se convierten en su
salvación: las confesiones de los demás la ayudan a enfocar su propia situación y a luchar por sacar a la luz el horror del
incesto con niños. Batalla que la lleva a crear la Asociación internacional de víctimas del incesto, de la que es presidenta, y a
luchar hasta conseguir modificar las leyes de protección al menor en Francia.
Testimonio de superación y apoyo a cualquier víctima de abusos. La denuncia es imprescindible siempre.
- Más de 50.000 ejemplares vendidos en Francia durante el primer año.
-Visita de la autora del 12 al 15 de abril.
Victima y superviviente de un incesto, fundó en el año 2000 la Asociación
Internacional de Víctimas del Incesto (AIVI), una asociación sin afán de lucro,
animada a su vez por un grupo de mujeres francesas, canadienses y belgas víctimas
también como ella.
Su voluntad es unir, ayudar y llevar los testimonios de los que han sufrido incesto
y lo han vencido, pero también de aquellos que tienen en sus pies el plomo del
silencio.
Ha conseguido a través de AIVI que la legislación francesa iguale las penas por
incesto y violación. El incesto estaba menos penado.