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SEMIOLOGÍA / SEMIÓTICA
Frente a un objeto desconocido, la
mente no tiene una imagen que le
corresponda, por lo que inicia un
proceso de acercamiento cognoscitivo
por la vía de la semejanza con las
imágenes que ya tiene almacenadas,
acotándolo cada vez más hasta dejarlo
perfectamente ubicado en un punto
preciso de su universo semántico y
valórico.
Se ha creado un signo. Este signo ha
sido puesto en un espacio específico del
conocimiento y se le relaciona con otros
signos en una suerte de red, como una
telaraña tridimensional o, más bien,
tetradimensional, atendiendo a la
posibilidad de evolución y cambio en el
tiempo.
El pensamiento se desarrolla mediante
estos signos que se van encadenando
entre sí, y así podemos ir
reconstruyendo esta realidad, que ahora
puede estar ausente, o forjando nuevas
ideas sobre ella. Construimos para ello
signos aislados, signos agrupados y
sistemas de signos. El más complejo de
estos sistemas es el llamado lengua.
Esta lengua está regida por normas muy
estrictas de uso, como las reglas
ortográficas, la gramática, la sintaxis,
por ejemplo, y no podemos infringirlas
sin alterar el significado de lo que
pensamos o expresamos.
En nuestra mente, el objeto tiene ahora
una identidad propia, una posición en la
red de relaciones con otros elementos
conocidos, y un valor en esta red
relacional. Mediante un proceso de
abstracción, el objeto se ha
semantizado, es decir, se ha
transformado en idea, en una unidad de
significado, que irá siempre asociada a
una imagen en la que se materializa.
El hombre se ha visto en la necesidad
de estudiar los sistemas de signos bajo
un solo cuerpo que los agrupe a todos, y
así han surgido dos corrientes
principales:
a)
aquélla que estudia los signos de la
lengua, llamada lingüística, que
inicialmente se había ocupado de las
normas de uso, pero que luego
comenzó a ocuparse también de los
significados y valores;
b) aquélla que estudia los signos
desde la perspectiva de la lógica,
que no está interesada en el
contenido de los pensamientos,
sino en el modo en que éstos se
estructuran o forman; no se
interesa en el pensar, sino en el
producto del pensamiento.
La primera corriente fue desarrollada a
partir de los estudios del suizo
Ferdinand de Saussure, quien la
denominó semiología o estudio de los
signos; la segunda se desarrolló a partir
de los escritos del estadounidense
Charles Sanders Peirce, quien la llamó
semiótica, y consideraba este término
como sinónimo de lógica.
¿Qué es la Semiología / Semiótica?
Aunque existen aún diferencias
entre semiología y semiótica,
estas ya se han ido diluyendo en
el tiempo, y nosotros las
consideraremos como sinónimos
en este curso introductorio.
Algunos siguen considerando a la
semiología como el estudio de los
signos lingüísticos
exclusivamente, y el término
semiótica, más amplio, ha ido
ganando cada vez más terreno.
Los griegos presocráticos, hace 2.500 años,
ya habían comenzado a usar el término
signo para referirse a aquello con que nos
hacemos la representación del mundo, y
pensaban que solo los dioses tenían acceso
cognoscitivo directo a la realidad o a la
verdad, definida por Aristóteles como la
concordancia entre el lenguaje y el objeto,
en cambio el hombre solo podía
aproximarse a ella mediatizadamente a
través de signos.
Para aproximarse a la verdad o para
conocer y comprender la realidad, el
hombre debió desarrollar uno o varios
sistemas de signos, y entre ellos, el
principal de todos: el lenguaje verbal,
al que llamaron onomata.
También desarrollaron un conjunto
de sistemas bastante más amplio,
una teoría de los signos (semeia),
dedicada al estudio del concepto de
signo (semeion), y que sería
abordado por un observador de
signos (semiotikos).
Surge así la semiotike o semiótica,
término que hoy se usa
universalmente para el estudio de
los signos y la significación.
El signo, de acuerdo a esta
concepción griega, es la mediación
entre el conocimiento y la realidad.
La significación es el nexo entre el
signo y la realidad. La semiótica, en
una definición muy básica, es el
estudio de los signos.
Charles S. Peirce, académico
norteamericano de fines del siglo
XIX, retoma los términos griegos y
define a la semiótica como la
"doctrina quasi necesaria o formal de
los signos". Manifiesta que el término
'semiótica' es un sinónimo de 'lógica'.
Ferdinand de Saussure, desde el
contexto de la lingüística, denomina
al estudio de los signos "semiología”,
y la define como la "ciencia que
estudia la vida de los signos en el
seno de la vida social"