Los anarquistas y kropotkin.ppt

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LOS ANARQUISTAS.
Ps Jaime Ernesto Vargas Mendoza
Asociación Oaxaqueña de Psicología
2007
Mikhail Bakunin (1814-1876)
Fue un hombre de un vigor y presencia física
legendaria. Tambien era un importante filósofo social,
que podía hablar con fluidéz muchos lenguajes
européos. Sin embargo, a diferencia de muchos
pensadores políticos de la época, Bakunin se sentía
confortable tras las barricadas de una calle en Dresden
o escribiendo un tratado.
Bakunin provenía de una familia acomodada.
Su padre era un diplomático de carrera y un libre
pensador.
Luego de un corto y desilucionante escarseo en la
milicia, Bakunin descubre a Hegel y a Fichte.
Cuando tenía 22 años, de hecho tradujo algunos escritos
de este último filósofo.
Bakunin y sus seguidores participaron brevemente en
las Internacionales de los 1860’s. No obstante, la
creciente animadversión entre él y Karl Marx
eventualmente condujeron a su expulsión en 1872.
Como explica Gerald Brenan, la mayor fuente de
conflicto entre estos dos formidables pensadores
estaba en sus respectivas visiones del estado
post-revolucionario: “..mientras Marx quería conquistar
el poder político para el proletariado, Bakunin quería que
el proletariado destruyera todo poder político”.
Marx escribiría que este era un enfoque “escolar” y que
Bakunin era un “burro” y que “si Herr Bakunin supiera
algo de la situación del administrador de una cooperativa
de trabajadores, todas sus alucinaciones se irían al
diablo”.
Citemos algún pasaje de su última
obra “Statism and Anarchy” (1873):
“Nosotros, los anarquistas
revolucionarios, promovemos la
educación de toda la gente, la
emancipación y la expansión mas
amplia posible de la vida social.
Por ello, somos enemigos del Estado
en todas sus formas”.
Peter Kropotkin (1842-1921)
Como Mikhail Bakunin, Kropotkin nació en una familia
aristocrática y se esperaba que cursara una carrera
militar. Estando en el ejército, se interesó en la
geografía e hizo algún trabajo pionero en ese campo.
No obstante, en 1848 decide abandonar este futuro
promisorio y dedicarse al estudio de la política.
Perseguido por sus creencias y activismo político,
Kropotkin pasa dos años en la prisión de Peter and Paul
Fortress. Un escape dramático de esta prisión y su
reputación como experto en geografía le proporcionan
acceso a diversos y prominentes círculos intelectuales.
Se integra la Asociación Internacional de Hombres
Trabajadores (IWMA) en 1872, que fue el año en que
Marx y sus colegas expulsaron a Bakunin. De muchas
maneras y particularmente en términos del anarquismo
españól, Kropotkin puede considerarse como el sucesor
de este influyente líder anarquista.
Kropotkin se inclinaba por una variedad de modalidades
anarquistas con características mas comunistas y
sostenía su enfoque vigorósamente contra muchos
bakuninistas y su colectivismo.
De acuerdo con Murray Bookchin, la diferencia
principal entre las teorías de estos dos influyentes
personajes era que mientras Bakunin creía que los
individuos en su sistema ganaban lo que necesitaban en
relación con la cantidad de trabajo que contribuían al
total, Kropotkin creía que inmediatamente después de
la revolución, cada comunidad de trabajadores debía
proveer igual cantidad para cada individuo.
Al regeresar a Rusia después de la Revolución de 1905,
se dedicó el resto de su vida a compilar sus escritos y
consecuentemente tuvo poca participación en la
Revolución de Octubre.
Pierre Joseph Proudhon (1809-1865)
Aunque no ejerció tanta influencia en el anarquismo
español como Bakunin, Proudhon no nació en un hogar
de prestigio, su padre era un tabernero. A pesar de ello,
el talento del joven estudiante fue reconocido y pudo
completar su escolaridad.
En los tempranos años de los 1840’s, su panfleto
“What is Property?” sacudió a sus lectores debido a la
naturaleza iconoclasta de sus argumentos, entre los que
estaba la idea de que toda propiedad constituía un hurto.
De alguna manera, esta visión era una mezcla de
comunismo y moderado anarquismo.
En 1848, Proudhon intentó crear un “Banco del Pueblo”
y visualizaba en sus escritos una sociedad libre donde los
productores negociaban y cooperaban unos con otros
(mediante el trueque).
Influyó en España sobre el Catalán y joven intelectual
Francisco Pi. En 1854, Pi publicó su propio volumen
sobre teoría política radical “La reacción y la
revolución”. Como Proudhon, Pi creía que la libertad
individual podía establecerse y mantenerse mientras se
les permitiera entrar en contratos voluntarios con otros.
Anselmo Lorenzo (1842-1914)
Fue un impresor en Madrid y se identifica como el
“Abuelo del Anarquismo Español”. Él era uno de los
presentes durante la primera reunión de anarquistas
organizada por Giuseppi Fanelli en Barcelona y
mediante su trabajo como publicista sirvió como
director de diversos periódicos anarquistas importantes,
incluyendo “La Solidaridad” (Madríd) y “El Productor”
(Barcelona). Lorenzo también hacía contribuciones en
la prensa anarquista, particularmente en los influyentes
diarios “Acracia” y “La Revista Blanca”.
En su tiempo libre, escribía cuentos cortos con claros
matices políticos; uno de ellos, “Amoría” está incluido
en la importante antología de Litvak “El Cuento
Anarquista: Antología (1880-1911)”, Madrid: Taurus,
1982). Sin embargo, no hay duda que su texto mas
importante son sus memorias, que describen la
trayectoria del anarquismo español (“El Proletario
Militante”, Madrid: Alianza editorial, 1974).
Su enfoque fue mas moderado que el de otros
anarquistas y al final puede verse como mas
influenciado por Proudhon y Pi, que por Kropotkin
o Bakunin.
Lorenzo muere el 30 de Noviembre de 1914 y algunos
de sus contemporáneos creen que ésta se debió al
inicio de la Primera Guerra Mundial y a los fracasos
acumulados del anarquismo español.
José Martínez Ruiz (1874-1967)
Nació en Monóvar, Alicante, donde su padre era el
Alcalde. En los 1880’s, estudió Leyes en la Universidad
de Valencia. En 1896 llega a Madríd y empieza a
trabajar como periodista, manteniéndose ahí toda su
vida (excepto el periodo de la Guerra Civíl, que vivió
en París).
Martínez Ruiz sirvió en el Gobierno Español y fue
electo como miembro de la Real Academia Española
en 1924.
Usaba el seudónimo de “Azorín” para escribir y sus
textos mas recordados son sus ensayos y no sus
novelas. Entre sus trabajos mas importantes están
“Castilla” (1902), “Los Pueblos” (1905), “Confesiones
de un pequeño filósofo” (1904) y “Doña Inés” (1925).
La novela de Azorín “La Voluntad” (1902) usa como
fondo el movimiento anarquista europeo.
Llegaba a comparar al anarquista como “un Cristo
nuevo”.
Como lo señala Kathleen Glenn
“definido por Zorín, los anarquistas son
esos hombres de espíritu independiente
que aman la libertad, la justicia y a sus
colegas, teniendo una sensibilidad
moral altamente desarrollada”.
“Uno de mis más amados discípulos, Ernesto Renán, ha
dicho que yo fui un anarquista. Si ser anarquista es ser
partidario del amor universal, destructor de todo poder,
perseguidor de toda ley, declaro que fui anarquista. No
quiero que unos hombres gobiernen a otros hombres;
quiero que todos seáis iguales. No quiero que trabajen
unos y que otros, en la holganza, consuman lo
producido; no quiero que haya estados, ni códigos, ni
ejércitos, ni propiedad, ni familia; quiero que todos os
tengaís tan grande amor que no necesitéis ni verdugos ni
jueces ...” (“El Cristo nuevo”).
John Ruskin (1819-1900)
Ruskin, a quien Lionel Trilling calificaba como “el
eminente genio intelectual de la Inglaterra Victoriana”,
nació en Londres, como el hijo único de una pareja
escocesa muy religiosa. A una edad temprana aprendió
a leer diversos idiomas, escribir con soltura y apreciar
el arte.
Se vió profundamente influido por las pinturas de J. M.
W. Turner y escribió una ambiciosa canonización de la
pintura inglesa, “Modern Paiters” (1843, 1846) en dos
volúmenes. Le siguieron otros libros, “The Stones of
Venice” (1851, 1853) y su elocuente autobiografía
“Praeterita” (1889).
Después de 1854 su interés cambió de la crítica del arte
a lo social y político, llegando a tener una enorme
influencia sobre sus contemporáneos.
Por 1863, Ruskin empezó a mostrar los primeros signos
de enfermedad mental que lo torturarían el resto de su
vida. Posiblemente no haya un caso mas curioso y
trágico que el del deterioro de Ruskin (con la posible
excepción de Swift), como ya alguien notó, cómo fue
gradualmente regresando a un estado casi infantil para
el final de su vida.
El legado intelectual de Ruskin puede resumirse
como sigue: su fuerte creencia en lo social, en el
arte igualitario, en la idealización de la Edad Media,
la maldad representada por la producción de arte
industrializado, la deshumanización y la idealización
de las máquinas.
Sobre este último punto, hay que decir que, en el caso
de los anarquistas españoles, daban la bienvenida a la
tecnología “mientras esta no derivase en perjuicio de la
labor del obrero ni en una mutilación de la dignidad
humana”.
William Morris (1834-1896)
Fue un profundo pensador social y un poeta de gran
talento. Nació en Walthamstow, un poblado cerca de
Londres y sus primeros años fueron semejantes a los de
John Ruskin (ambos abandonaron la posibilidad de
convertirse en curas).
Con los años, llegó a ser un destacado diseñador y en
1881 tuvo la comisión de redecorar el Trono y los
Cuartos de Recepción del Palacio de St. James.
Pero, como Ruskin, sus últimos escritos reflejaban mas
su preocupación y su crítica social por la creciente
comercialización del arte.
Leyó a Marx y en 1876 escribió su propio manifiesto
“To the Working-men of England”, en el que
denunciaba la aristocracia y la guerra.
Como Ruskin, Morris sentía que el trabajo
industrializado (que el trabajador ni entendía ni
realizaba voluntariamente), era deshumanizante.
Morris era una persona tremendamente energética, y
después de su muerte en 1896, su médico decía que él
había fallecido “simplemente por ser William Morris y
haber trabajado lo que correspondía a 10 hombres”.
Walter Benjamín (1892-1940)
Nacido en Berlín, de ascendencia Germano-Judía.
La influencia de Walter Benjamín, en buena medida,
fue póstuma. Un iconoclasta toda su breve vida.
Sus oportunidades de realizar una carrera como profesor,
se arruinaron para siempre luego de que escribió un
polémico ensayo sobre Goethe.
Los escritos de Benjamín son una curiosa mezcla de
pensamiento místico Judío, modernismo y marxismo no
ortodoxo.
Él unificó una visión apocalíptica de la historia, con una
preocupación sobre las bases materiales de la producción
artística.
Mantuvo una relación nada fácil con Adorno, siendo un
amigo cercano del poéta Brecht. Algunos de los ensayos
mas brillantes de Benjamín tratan sobre la vida y la obra
de Franz Kafka.
Benjamín se suicida en Septiembre de 1940 sobre la
frontera Franco-Española, tratando de escapar de los
Nazis, que de otra manera lo hubieran asesinado.
En su ensayo clásico de 1936, “The Work of Art in the
Age of Mechanical Reproduction”, Benjamín refleja el
mismo miedo y escepticismo, sobre la creciente
influencia de la tecnología capitalista sobre la
producción artística.
Benjamín sugiere que el arte es producto de un ritual
sagrado, una tradición milenaria, y que por ésa razón
permite que su apreciación masiva disipe el “aura” del
trabajo individual.
FIN.
REFERENCIA :
Anarchist Homepage (Internet).
En caso de citar este documento por favor
utiliza la siguiente referencia:
Vargas-Mendoza, J. E. (2007) Los anarquistas. México:
Asociación Oaxaqueña de Psicología A.C. En
http://www.conductitlan.net/los_anarquistas.ppt