15. LA IGLESIA Y EL ESTADO Bandera del Estado de la Ciudad del Vaticano.
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Transcript 15. LA IGLESIA Y EL ESTADO Bandera del Estado de la Ciudad del Vaticano.
15. LA IGLESIA Y EL ESTADO
Bandera
del Estado de la
Ciudad del Vaticano
1. Relaciones entre la Iglesia y el Estado:
diversidad y armonía de sus fines
• La Iglesia por su misión y
su competencia no se
confunde con sistema
político alguno.
• La comunidad política y
la Iglesia son
independientes y
autónomas, cada una en
su propio terreno.
• "Dad al César lo que es
del César y a Dios lo que
es de Dios" (Mt 22,21).
Escudo
de la Santa Sede
Escudo
del Estado de la
Ciudad del Vaticano
• Iglesia y Estado se
diferencian por
su naturaleza y
por sus fines:
• La Iglesia es una sociedad
de orden sobrenatural que
se propone la salvación de
las almas .
• Con su doctrina y con su
actividad apostólica, la
Iglesia contribuye al
progreso humano de la
sociedad.
• Los medios que la Iglesia
utiliza su misión son
espirituales:
- la oración,
- la predicación del Ev.,
- la administr. de los Sacr.
• También utiliza medios
materiales (sus miembros son
personas humanas , no
ángeles) siempre conformes
al Evangelio.
Tiara papal
Sello
del Estado de la
Ciudad del Vaticano
Escudo
nacional
argentino
• La Iglesia necesita
independencia para su
misión, pero no un
predominio político o
económico.
• El Estado
- es de orden natural y
- se propone el bien común
temporal de la sociedad civil;
- este bien también es
espiritual: los miembros de la
sociedad son personas con
cuerpo y alma.
• El bienestar social requiere,
además de medios
materiales, otros muchos
bienes de carácter espiritual:
la paz, el orden, la justicia, la
libertad, la cultura, etc.
• Estos bienes sólo pueden
alcanzarse mediante el
ejercicio de las virtudes
sociales, que el Estado debe
promover y tutelar (p.ej. la
moralidad pública).
Escudo
de su Santidad
Benedicto XVI
• La Iglesia y el Estado no
están en oposición sino
en armonía:
• Ambos están al servicio
de la vocación personal y
social del hombre.
• En este servicio deben
colaborar, cada uno
desde su propia
competencia y
respetando la del otro.
• El Estado, al promover el
desarrollo integral de la
persona en la vida social,
debe favorecer, en
consecuencia, la
dimensión religiosa del
hombre y su vocación
trascendente.
• En concreto, es importante
que el Estado reconozca y
respete el derecho a la
libertad religiosa.
• La Iglesia, al predicar la
verdad evangélica,
iluminando todos los
sectores de la acción
humana con su
doctrina y con el
testimonio de los
cristianos, respeta y
promueve también la
libertad y la
responsabilidad
políticas de los
ciudadanos.
• La actividad terrena
del hombre tiene
una dimensión moral
que debe ser
ordenada al fin
sobrenatural.
• La Iglesia conoce y
enseña los principios
de orden moral que
fluyen de la misma
naturaleza humana.
• Por eso, tiene el
derecho y el deber de
enseñar su doctrina
sobre la sociedad,
ejercer su misión entre
los hombres sin traba
alguna y dar su juicio
moral, incluso sobre
materias referentes al
orden político, cuando
lo exijan los derechos
fundamentales de la
persona o la salvación
de las almas.
• La Iglesia tiene el
derecho y el deber
de señalar que una
ley es injusta por
ser contraria a la ley
natural (el aborto,
eutanasia) o que
determinadas
costumbres o
situaciones son
inmorales aunque
estén permitidas
por el poder civil
(...)
• (...) o que los católicos,
al ejercer el derecho y
el deber de votar con
libertad, para
promover el bien
común, no deben dar
su apoyo a aquellas
personas o partidos
que se propongan
objetivos contrarios a
la ley de Dios, y por
tanto, a la dignidad de
la persona humana y al
bien común.
• Hay materias en que
tanto la Iglesia como el
Estado tienen que
intervenir desde sus
respectivas
competencias y
finalidades: la
educación, el
matrimonio, la
comunicación social, la
asistencia a los
necesitados.
• En estas materias deben
colaborar y coordinar su
acción, de modo que
cada uno pueda cumplir
su misión.
2. Diversos modos de regular las relaciones
jurídicas entre la Iglesia y el Estado
• La forma práctica de
regular las relaciones
entre Iglesia y Estado
pueden variar según las
circunstancias: no será la
misma en países de
tradición católica que en
otros en los que la
presencia de católicos es
minoritaria.
• Un aspecto esencial es la
salvaguarda del derecho a
la libertad religiosa.
• En muchos países la
Constitución garantiza
ampliamente la libertad
religiosa de todos los
ciudadanos y grupos
religiosos; por este cauce
puede también la Iglesia
encontrar libertad
suficiente para cumplir su
misión y espacio para
desarrollar sus iniciativas
apostólicas.
• Además, si es posible, la Iglesia
procura establecer acuerdos
con el Estado, llamados en
general Concordatos, en los
cuales se pactan soluciones
concretas a las cuestiones en
las que tienen competencia
tanto la Iglesia como el Estado:
libertad de la Iglesia y de sus
entidades para ejercer su
misión, enseñanza, matrimonio
de los católicos, ayuda
económica, días de fiesta...
.......................
3. Situación concreta de nuestro país
• Ley de matrimonio civil.
• Concordato con la santa Sede
4. Régimen sobre el matrimonio y la enseñanza
(las llamadas cuestiones mixtas)
• A la Iglesia le
compete regular
el matrimonio
de los católicos;
porque es un
sacramento y a la
Iglesia le
corresponde
establecer las
normas para su
válida y lícita
celebración por los
católicos.
• Al Estado le
corresponde regular
los efectos de orden
civil: régimen de
bienes entre los
esposos, etc.
• El Estado tiene el
deber de reconocer a
los católicos el
derecho a contraer
matrimonio por la
Iglesia, y darle validez
civil sin obligarles a
celebrar el
matrimonio civil.
• En algunos
Concordatos la
Iglesia obtiene una
cierta eficacia civil
para su legislación
matrimonial.
• También tiene que
tolerar que alguno
de sus derechos en
esta materia no sea
reconocido por la
ley civil (p. ej. la
indisolubilidad).
• El derecho y deber de
educar a los hijos —
también en materia
religiosa—
corresponde a los
padres por derecho
natural; por tanto a
ellos toca también
determinar el tipo de
enseñanza que desean
para sus hijos y los
medios de los que se
servirán para ese fin
(escuela, catequesis,
etc.).
• Los padres católicos
tienen la responsabilidad
de educar en la fe a sus
hijos y, como todos,
tienen derecho a que sus
hijos reciban en las
escuelas públicas una
enseñanza que esté de
acuerdo con sus
convicciones cristianas.
• Tienen también derecho
a promover y dirigir
escuelas en las que sus
hijos reciban una
educación adecuada.
• El Estado debe reconocer
la función social de estas
escuelas y
subvencionarlas.
• Al Estado le compete
dictar las normas relativas
a la enseñanza que sean
necesarias para el bien
común (niveles, grados,
acceso de todos a la
instrucción, contenidos
mínimos para obtener los
grados correspondientes,
reconocimiento de títulos,
etc.).
• Allí donde no sea
suficiente la iniciativa de
los padres o de grupos
sociales, el Estado debe
subsidiariamente
establecer sus propias
escuelas, respetando
siempre el derecho de los
padres sobre la
orientación de la
educación de sus hijos.
• El Estado no debe
reservarse, el monopolio
de la enseñanza.
• A la Iglesia le compete,
determinar y vigilar todo
lo que se refiere a la
enseñanza y difusión de la
religión católica:
programas, contenidos,
libros, idoneidad de los
profesores.
• Es un aspecto de la
potestad de magisterio
que compete a la
Jerarquía, y un derecho
de la Iglesia a defender y
garantizar su propia
identidad y la integridad
de su doctrina.
• Nadie puede erigirse en
maestro de doctrina
católica (a cualquier
nivel), si no está aprobado
por la autoridad
eclesiástica.
• La Iglesia tiene también
derecho a promover
iniciativas sociales que
sean congruentes con su
misión religiosa
(hospitales, medios de
comunicación, orfanatos,
centros de acogida) y a
que (...)
... el Estado reconozca a
estas obras «católicas»
en las mismas
condiciones que a las
demás iniciativas de
este tipo que
promuevan los
particulares (exenciones
fiscales, titulación del
personal, subvenciones,
colaboración de
voluntarios, posibilidad
de recaudar donativos,
etc.).
5. Derechos y deberes de los
católicos en la vida social
• Los fieles deben
aprender a
distinguir con
cuidado los
derechos y deberes
que les conciernen
por su pertenencia
a la Iglesia y los
que les competen
en cuanto
miembros de la
sociedad humana.
• Se esforzarán en
conciliarlos entre sí,
teniendo presente
que en cualquier
asunto temporal
deben guiarse por
la conciencia
cristiana, dado que
ninguna actividad
humana, ni siquiera
en el orden
temporal, puede
sustraerse al
imperio de Dios.
• Puede decirse que en
estas palabras se
resume el modo en
que los católicos
deben vivir la
enseñanza del Señor:
"Dad, al César lo que
es del César y a Dios lo
que es de Dios (Mt
22,21).
• Los fieles laicos de
ningún modo pueden
abdicar de la
participación en la
«política».
• Los católicos deben
hacer lo posible para
rectificar las leyes que
sean inicuas ;siempre
dentro de los cauces
legítimos y con
caridad.
• Deben ajustar su
conducta a la doctrina
católica, teniendo en
cuenta que se debe
obedecer a Dios antes
que a los hombres (cfr.
Act 5,29).
• Buenos Aires, 5 de mayo 2008
• Auditorio del CUDES
• P. Juan María Gallardo
[email protected]
www.oracionesydevociones.info