Esta presentación es solo para su recreación, en mi interés de llevar un mensaje de paz, amor y alegría a través.

Download Report

Transcript Esta presentación es solo para su recreación, en mi interés de llevar un mensaje de paz, amor y alegría a través.

Esta presentación es solo para su recreación, en mi interés de llevar un mensaje de paz, amor y alegría a través de la música y los fotomontajes que creo.

NO debe de utilizarse para ningún otro fin, así como tampoco debe ser alterado o modificado.

Gracias, Sylvette E. Rivera Copyright © 2006

Sylvette Rivera

** Se preparan presentaciones personales en powerpoint.

También en DVD Slide Show para ver en TV.

Para información favor escribirme a mi correo electrónico.

[email protected]

[email protected]

Presiona para comenzar

Escribe y canta Luis Miranda

Uno de nuestros tesoros nacionales, Don Luis Miranda ha sido uno de los pocos trovadores que ha podido dominar los tres talentos del verdadero trovador. Como dice Don Joaquín Mouliert, “los trovadores, para ser completo, tienen que saber escribir, improvisar, y tener voz, y Luis es el trovador más completo que ha dado Puerto Rico.”

Menguando fue mi dolor, mi pesadumbre, mi hastío En mi atención sin desvío, parece que adivinaba Y mirándome continuaba, dulcemente su cantío Ay mirándome continuaba, dulcemente su cantío

Yo como un rey en la silla De oro me estaba sintiendo Me parecía estar viendo Un jardín de maravillas

Mas la inocente avecilla, paró en seco su cantar Pareciendo adivinar la presencia de un maleante Y fue así porque al instante, se oyó un disparo sonar Y fue así porque al instante, se oyó un disparo sonar

Por entre el verde ramaje, teñidas en rojo caían Plumas que pertenecían, a su precioso plumaje

Perdió belleza el paisaje Y yo quedé conmovido El cantor lanzó un gemido y que pena me causó Cuando al vacío se lanzó Ay cayendo a mis pies herido Cuando al vacío se lanzó Ay cayendo a mis pies herido

Aquel cantor malogrado, yo recogí de su lecho Y noté que tenía el pecho, totalmente destrozado

Yo muy triste y apenado, del suelo lo recogí Y con pena le dije así Adiós mi amigo trovero No te apures compañero, yo voy a cantar por ti No te apures compañero, yo voy a cantar por ti

Me sentí tan ofendido, al ver aquella herejía Sabrá Dios que pasaría, si el chusco no hubiese huído

Y a favor del fenecido, le grité mal tirador Porque has matado al cantor Tu mereces pena doble Quien le apunta a un ser tan noble No debe ser cazador Quien le apunta a un ser tan noble No debe ser cazador

Murió aquel que al cundeamor Jamás le hizo un desprecio Ay murió de manos, de un necio que no sabia su valor

El inspirado cantor, recibió una muerte cruel Y el cantor ramero aquel, así termino su brega Y desde que murió el colega, yo estoy cantando por él Desde que murió el colega Ay yo estoy cantando por él Cortesía: Sylvette Rivera [email protected]

[email protected]