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Manual para limpieza de una
caldera
Brian Alberto Martínez Rodríguez
Grupo 6°C
Turno vespertino
24 de mayo de 2013
Introduccion.
Las siguientes indicaciones son dadas para asistir en el cuidado y
mantenimiento de las calderas, su objetivo únicamente es guiar o
recordar los simples procedimientos que deben ser cumplidos
para mantener las calderas limpias, aumentar su vida útil,
disminuir los tiempos muertos de operación por reparaciones
correctivas entre otras.
Antecedentes.
Desde hace más de un siglo, la caldera de vapor ha sido la forma
más generalizada y aplicada para generar energía. En todo el
mundo hay aproximadamente 3 millones de calderas en
funcionamiento. El principio básico de la caldera de vapor ha
permanecido inalterado desde su invención: el calor de la
combustión se transmite al agua y ésta se evapora
convirtiéndose en vapor que a su vez se utiliza para generar
calor o potencia (energía).
Desarrollo del tema.
La mejor manera de evitar un riesgo y tener una eficiencia buena
en la caldera, es cumplir con los lineamientos expuestos en los
manuales de mantenimiento y en las recomendaciones del
fabricante. Es importante hacer revisiones periódicas a las
protecciones y a los sistemas de control de presión, temperatura
y nivel de agua, complementado por inspecciones regulares al
recipiente a presión y su respectiva tubería.
El objetivo es reducir y evitar los tres principales problemas
asociados a la generación de vapor:
• Formación de incrustaciones
• La corrosión
• Los arrastres
La limpieza de los tubos en las calderas de vapor e
intercambiadores de calor se realiza de numerosas formas pero
tampoco ha habido muchos cambios durante la larga historia de
la caldera de vapor. Se han desarrollado infinidad de sistemas
para limpiar los tubos por ejemplo mediante impulsos de aire
en las calderas pirotubulares y para las calderas acuotubulares
se diseñó un dispositivo llamado “lluvia de bolas”.
En la “lluvia de bolas”, pequeñas balas metálicas golpean los
tubos, provocando así el desprendimiento de las
incrustaciones dentro y sobre los tubos. Limpieza según el
método “lluvia de bolas” se puede aplicar mientras la caldera
se encuentra en funcionamiento.
las calderas pirotubulares se limpian, hasta el presente, de
forma manual y únicamente mientras la caldera se
encuentra parada. Se emplea una vara larga con un cepillo
en el extremo para raspar los tubos uno por uno.
Es un trabajo nada agradable que produce pérdidas de
producción puesto que es necesario que la caldera deje de
funcionar.
El nivel de incrustación de los tubos depende del combustible
que se utilice en la caldera. Hay situaciones en las que la
caldera se para por limpieza una vez al mes o incluso cada
semana. En estos casos el rendimiento del caldera es muy
reducido.
La empresa neerlandesa OPTIMUM Environmental
Technologies b.v., ha logrado desarrollar un sistema para la
limpieza interior de las tuberías de las calderas pirotubulares.
El sistema llamado APCS (Sistema de limpieza automática de
tuberías) salido al mercado en 2003 y ya ha sido instalado con
éxito en varios calderas.
COMO FUNCIONA EL APCS.
Dependiendo del tipo de caldera, se instalan orificios de
acceso diseñados por Optimum detrás de la cámara inversa o
caja de humos. Dentro de este orificio hay un obturador para
cada tubo de humos de la caldera. Los obturadores están
diseñados de tal forma para que no haya paso por estas
válvulas ni humos, cuando hay sobrepresión, ni aire si hay
infrapresión.
El sistema de posicionamiento coloca, mediante una lanza, el
cepillo a través la caja de humos justamente delante del tubo
que se desea limpiar. Con la ayuda del cable, el cepillo se
introduce en el tubo y es empujado hacia el lado opuesto del
tubo (la entrada de humos), limpiando la totalidad del tubo a
su paso. Tras la limpieza del tubo el cepillo se retire
totalmente de la caja de humos y el sistema de
posicionamiento comienza a buscar el siguiente tubo hasta
terminar de limpiar todos los tubos.
El tipo de cepillo y la forma en que éste se introduce en el
tubo depende de las características de las incrustaciones. Una
vez limpios todos los tubos el ciclo de limpieza se termina y el
sistema se pone en espera hasta que sea necesario iniciar un
nuevo ciclo.
Las ventajas del APCS:
• Mejoría considerable del rendimiento porque la caldera
no se para.
• Ahorro en mano de obra puesto que la limpieza ya no se
realiza manualmente.
• Eficiencia mas constante porque se limpian los tubos con
más frecuencia y con la caldera en funcionamiento.
• No hay necesidad de implantar una carísima caldera
acuotubular y sólo se necesita instalar un APCS para evitar
incrustaciones.
• Tiempo de recuperación de la inversión hasta menos de
1 año.
Mantenimiento planificado preventivo.
Referencias Bibliográficas.
Technologies, O. E. (2003). Sistema
de limpieza automática de tuberías
(APCS).
Referencias Bibliográficas.
Kohan, A. (2000). Manual de
calderas. España: McGraw-Hill.
Referencias Bibliográficas.
Thermotechnology, B. (2008).
Calderas Eficientes en Procesos
Industriales. Madrid.