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Rompiendo Ataduras
Clase No. 6
Primeros Pasos No. 2
Objetivo:

Romper las ligaduras que nos atan a las
cosas materiales, y como consecuencia,
participar en la obra del Señor.
Dios Dueño absoluto
Cuando vemos el universo que nos rodea,
podemos preguntarnos: Porque estamos
aquí? (Gen. 1:1) Como empezó?, Cuando y
porque?.
 Algún día el Señor nos lo revelará, pero si el
hombre trata de encontrar la solución por
si mismo, se enfrentara a un problema
indescifrable: que sólo puede tener un
origen, y que éste es Dios.


Podemos ver lo maravilloso que es la
creación, puesto que lo que ahora vemos,
no existía y por el poder de su palabra, fue
hecho. Sin embargo vamos a hacernos una
pregunta: De quien es?, la única respuesta es
que es de Dios.
En el Relato que encontramos en Génesis
1:26-28, vemos que Dios ni en ese
momento un en ningún otro le dio al
hombre posesión como dueño, sino que el
hombre seria administrador de Dios.
 El Administrador tenia a su cargo todos los
negocios de su patrón y administraba toda
la hacienda. En otras palabras, somos
mayordomos de la Creación de Dios, la
Biblia nos orienta y nos da bases para
ejercer esta mayordomía que debemos a
Dios.


El primer caso en que se hace una ofrenda
a Dios, es el de Abel (Gen 4,4) y después
el de Noé, en el que su ofrenda fue “olor
suave ante Dios”. (Gen 8:20-21) y aunque
no recibió orden de hacerlo, implica que
había una ley establecida; Jacob lo
reconoció cuando dijo: “y de todo lo que
dieres, el diezmo lo he de apartar para ti”
(Gen 28, 22)

En el libro del Levítico se estableció la ley
del diezmo (Lev 27:30-32)
El Diezmo en México

En México Estamos acostumbrados a dar
limosna u ofrendas y nuestra diezmos se
limitan, en México, a dar un día de sueldo
al año, pero la iglesia ha tenido que
adoptar esta medida de emergencia “por
la dureza de los corazones”

Esta dureza de corazón puede tener en parte,
sus causas históricas. Antes de las leyes de
reforma, todos los fieles daban parte de lo
que tenían: tierras, animales, cosechas o frutos.
Después de la guerra interna que hubo entre
la iglesia y el Estado. Las autoridades
prohibieron que la iglesia tuviera bienes y
ordenaron que los fieles quedaran exentos de
dar Diezmo.
Hace algunos años la Iglesia comenzó a
querer establecer el diezmo nuevamente,
ya que tiene necesidad de subsistir, y
además quiere enseñar al pueblo que
tenemos la obligación de devolver al
Señor parte de lo que El nos da.
 Pero ahora ya no es diezmo, sino una
pequeña contribución de los fieles, según
sus recursos económicos.


La verdad es que nadie nos ha enseñado a
dar, estamos acostumbrados mas a recibir,
pero hay que recordar que Jesús nos
enseña que “Hay mas felicidad en dar que
en recibir” (Hechos 20:35).
Necesitamos reflexionar: Es mejor ser un
bienhechor o limosnero?, Un Medico o un
paciente?, Una ayuda o una carga?, Una
maldición o una Bendición?.
 A la luz de las palabras de Jesús, el hecho
adquiere una nueva dimensión.

Dos tipos de personas:

La raza humana se divide en Donadores y
Receptores, en Marías y Judas. El receptor
generalmente se queja de que se pide
dinero, pero nunca dará o dará muy poco,
asiste para afirmar sus derechos, pero no en
beneficio del grupo.
El donador es como el “olor de bálsamo”
para el Señor. Busca llevar adelante la causa
de Cristo. La cuestión es: Somos como
Cristo en todo? O bien, Somos como Cristo
en Todo menos en nuestro dinero?
 La Biblia nos dice que “donde esta tu tesoro
allí estará tu corazón” Mt 6,21


Pablo tuvo muchos problemas con los
Corintios, y tan es así que en sus cartas a
ellos es donde vemos aplicada la doctrina de
la mayordomía cuando les dijo: “Ya que
abundan en la Fe, en la palabra, en la ciencia
y en toda solicitud, en mutuo amor para
nosotros, que también abundéis en
generosidad” ( 2 Cor 8,7)

Y es que Pablo sabia de las bendiciones que
había sobre el que daba al Señor, y esto no
ha cambiado; Cristo con todo su amor , nos
enseña que no hagamos tesoros en la tierra,
sino que invirtamos y hagamos tesoros en el
cielo.
Dios no necesita de nuestras ofrendas,
pero le agrada ver que cumplimos con sus
mandamientos y preceptos. No debemos
dejarnos llevar por la tentación de robar a
Dios:
 ¿Puede un hombre defraudar a Dios? ¡Sin
embargo, ustedes me defraudan a mí!
Ustedes dicen: «¿En qué te hemos
defraudado?». En el diezmo y en los
tributos.

Malaquías 3,8
Mas Dios también nos reta:
 Lleven el diezmo íntegro a la casa del Tesoro,
para que haya alimento en mi Casa.
Sométanme a esta prueba, dice el Señor de los
ejércitos, y verán si no les abro las compuertas
del cielo y derramo para ustedes la bendición
en abundancia. Malaquías 3,10
2 Corintios 9:6-7
Sepan que el que siembra mezquinamente,
tendrá una cosecha muy pobre; en cambio, el
que siembra con generosidad, cosechará
abundantemente. Que cada uno dé conforme
a lo que ha resuelto en su corazón, no de
mala gana o por la fuerza, porque Dios ama
al que da con alegría.
 Cada uno de nosotros dará como Dios
haya inspirado en su corazón, y en
agradecimiento a la prosperidad que cada
uno reciba de Dios.

Debemos dar, según nos pide el
Señor.
Hay que estar atentos a lo
que el Señor nos pide, pues a
unos nos puede pedir
solamente el 10%, a otros el
20%, a otros “la mitad de sus
bienes” como a Zaqueo y a
otros la totalidad de ellos,
como al joven rico del
Evangelio, que quería ser
perfecto.

Lo esencial es que no nos apeguemos a
los bienes, sino saber que son de Dios,
estar prontos para dar cuanto podamos,
seguros del cuidado amoroso de Dios, que
nos devolverá el ciento por uno.

Si vamos a decidirnos a ser de los amigos
de Jesús, también vamos a entregarnos con
todo lo que tenemos. Entendamos que la
riqueza no depende de cuanto tengamos,
sino de lo apegados o desprendidos que
estemos de ella, pero no nos hagamos
ilusiones diciendo que no estamos
apegados, sin dar nada al Señor o dando
muy poco, apenas con seguridad lo que nos
sobra. Cristo dijo que no es posible
seguirlo a El y a las riquezas.
En resumen, debemos el Diezmo a Dios y
por Diezmo debemos entender primero lo
que la Iglesia nos pide como mandato,
después debemos dar todo lo que podamos
al Señor, según nos inspire el corazón, que
no es precisamente el 10% sino aun más,
porque las ofrendas y “limosnas” son aparte.
La Casa del Señor.


La casa del Señor, es nuestra Iglesia local o
parroquia, el lugar donde estás recibiendo las
bendiciones de Dios, tu Comunidad, el lugar
en el que, como su palabra lo dice,
mantenemos en común la fe, la esperanza, el
amor.
Sabemos que la obra de Dios debe
extenderse, y debemos comprometernos a
sostener esas obras, sobre todo aquellas que
son
nuestras,
especialmente
nuestra
comunidad, que solo puede existir por lo que
el Señor le da a través de cada uno de
nosotros.
Se debe aclarar que el Diezmo no es para
ayudar a un pariente necesitado, ni para
obras personales, estas cosas son
voluntarias, a quien, como y cuando el
Señor nos inspire.
 El Diezmo es para la parroquia y promover
la obra del Señor.

Negar la enseñanza de Dar, seria pecar
contra los hermanos de comunidad, por el
bien común y el de nuestras familias ya que
el Señor suplirá todo lo que necesitemos.
 No se necesita proteger las carteras del
pueblo, sino educarnos en abrirlas para la
Gloria de Dios.
