Textos específicos

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Textos específicos
Vamos a analizar ahora las características más
sobresalientes de una serie de textos específicos:
Literario
Carece de finalidad
práctica, pretende
perdurar en el tiempo y
tiene naturaleza estética
periodísticos
Aquellos que se
difunden gracias a los
medios de comunicación
social
divulgativo
Son textos que tratan temas de
interés general y van dirigidos
al público en general, que
puede no tener muchos
conocimientos previos sobre
esos temas, han de presentar
la información con mucha
claridad y pocos tecnicismos.
Textos específicos
Texto literario:
Es muy difícil que encontremos una definición clara, concisa y
exacta de lo que es la literatura.
Sobre ello se han vertido ríos de tinta y, aún hoy, no podemos
definirla; probablemente porque eso sea imposible.
Tradicionalmente se ha intentado definir la literatura por oposición a
un uso común del lenguaje y en función de una serie de
características:
Textos específicos
Texto literario. Características:
Originalidad. El lenguaje literario es un acto de creación consciente
de un emisor con voluntad de originalidad. El lenguaje común está
gastado, es repetitivo; el literario debe ser inédito, extraño, siempre
original.
Voluntad artística. Se usa el lenguaje con una voluntad artística, es
decir, intentando crear una obra de arte. No existe, pues, una
finalidad práctica, sino estética.
Especial intención comunicativa. Este lenguaje tiene una singular
intención comunicativa, y nunca una finalidad práctica sino estética.
Lo connotativo. Es un lenguaje esencialmente connotativo. En un
texto literario no existen significados unívocos (ello diferencia
radicalmente a este lenguaje de los técnicos y científicos). Se utiliza
un lenguaje abierto a la evocación y a la sugerencia a través de los
significados secundarios de las palabras
Textos específicos
Texto literario. Características
Mundo propio. El mensaje crea sus propios mundos de ficción
cuyos referentes no han de corresponder necesariamente con la
realidad exterior. El habla normal depende del contexto extraverbal.
No ocurre así en el texto literario. El lector no conoce el contexto
hasta que lee.
Textos específicos
Texto literario. Lenguaje.
Como ya hemos mencionado anteriormente, es posible localizar
determinados aspectos lingüísticos peculiares en textos literarios
que no suelen darse en el lenguaje común.
Nivel fónico.
El ritmo: el texto literario puede utilizar, como procedimiento para llamar la
atención, un ritmo más marcado que el de la prosa de la conversación
habitual
En español, el ritmo lo proporciona la distribución de los acentos y las
pausas y la rima. Directamente emparentados con el nivel fónico serían,
por ejemplo, la paronomasia, la aliteración, y la onomatopeya.
Una cierta influencia sobre el ritmo y entonación podrían ejercerla el
asíndeton, el polisíndeton, y las interrogaciones y exclamaciones retóricas.
Textos específicos
Texto literario. Lenguaje.
Figuras literarias:
ALITERACIÓN
Se produce cuando se repite un fonema o un grupo de fonemas
A Polifemo, horror de aquella sierra,
bárbara choza es, albergue umbrío,
y redil espacioso donde encierra
cuando las cumbres ásperas cabrio.
ONOMATOPEYA
Es un tipo de aliteración que reproduce sonidos reales:
<el tictac del relo>
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Texto literario. Lenguaje.
Figuras literarias:
ANÁFORA
Es la repetición de una o varias palabras en posición inicial de una frase o verso:
<Todas visten un vestido
todas calzan un zapato
todas comen un plátano
todas son guapas>
PARONOMASIA
Asociación en el discurso de dos palabras cuyos significantes son parecidos pero
cuyos significados son diferentes:
<Nubes son y no naves>
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Texto literario. Lenguaje.
Figuras literarias:
POLISÍNDETON
Consiste en la coordinación de varios elementos lingüísticos mediante abundantes y
reiteradas conjunciones:
<El prado y valle y flauta y rió y fuente...>
EPÍTETO
Consiste en añadir adjetivos que caracterizan al sustantivo para alabar o denostar a
alguien o algo.
<¡Oh dulces prendas por mi mal halladas
dulces y alegres cuando Dios quería...>
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Texto literario. Lenguaje.
Figuras literarias:
ASÍNDETON
Es lo contrario de polisíndeton. Consiste en suprimir la conjunción copulativa en
contextos en los que debería aparecer:
<Una risa, unos ojos, unas manos y mis sentimientos>
ELIPSIS
Consiste en la supresión de algún termino de la oración que se sobrentiende por el
contexto:
<llorare siempre mi mayor provecho,
penas serán y hiel cualquier bocado,
la noche afán, y la quietud cuidado,
y duro campo de batalla el lecho>
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Texto literario. Lenguaje.
Figuras literarias:
HIPÉRBATON
Consiste en la variación del orden sintáctico habitual:
<De este, pues, formidable de la tierra
bostezo el melancólico vació>
<caído se le ha un clavel...>
PARALELISMO
Consiste en dividir el periodo sintáctico en miembros especiales en cuanto a longitud,
tono y formación sintáctica.
<...ricos de fortaleza, y de fe ricos>
<Tal es la nieve de los ojos bellos,
tal es el fuego de la luz serena...>
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Texto literario. Lenguaje.
Figuras literarias:
SIMIL O COMPARACIÓN
Consiste en relacionar un termino real con otro imaginario con el que guarda una
semejanza, los elementos mas utilizados son Cual, Como...
<Sus ojos son como dos escarabajos negros>
METÁFORA
Es la transferencia de significado entre dos palabras (una real y la otra imaginario). La
metáfora impura es por ej. Cabellos de oro (cabellos ter. Real y oro ter. imaginario) y la
metáfora pura por ej. Lumbres del cielo (las estrellas se deduce)
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Texto literario. Lenguaje.
Figuras literarias:
HIPÉRBOLE
Se produce cuando se altera la realidad de forma exagerada
<Érase un hombre a una nariz pegado...>
PARADOJA
Consiste en unir dos ideas irreconciliables. Tras lo que parece un mensaje absurdo, se
esconde una idea razonable o una profunda verdad.
<Vivo sin vivir en mi
y tan alta vida espero
que muero porque no muero>
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Texto literario. Lenguaje.
Figuras literarias:
ANTÍTESIS
Consiste en contraponer en el discurso dos palabras antónimas
<...la dulce, amarga, verdadera historia...>
PERSONIFICACIÓN
Consiste en atribuir propiedades a realidades del mundo natural.
<Murmuran las fuentes, lloran los cielos...>
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Texto literario. Lenguaje.
Nivel morfosintáctico.
•Un predominio llamativo (en mayor cantidad de la habitual) de
· sustantivos: podrían llegar a transmitir una sensación de quietud,
estatismo.
· verbos: tienden a comunicar una visión dinámica, de desarrollo temporal
· adjetivos: pueden sugerir un tono descriptivo, sobre cualidades y matices.
Tienen un valor de adorno e incluso de subjetividad en algunos casos.
•Repetición de determinadas estructuras sintácticas
•Recursos como el polisíndeton, el asíndeton, la elipsis, el hipérbaton, el
paralelismo, etc. influyen directamente en este campo
Textos específicos
Texto literario. Lenguaje.
Nivel léxico.
•En el nivel léxico-semántico se dan fuertes rupturas de la relación
significante/significado, lo que provoca el fenómeno de la plurisignificación.
•el de la ambigüedad (se refuerza la posibilidad de que una expresión
pueda tener más de un significado)
•las combinaciones extrañas entre palabras que en condiciones normales
serían incompatibles por su significado (casos como “queso paternal”)
•la adquisición de nuevas connotaciones. Si en el lenguaje habitual un
significante adquiere significados añadidos por parte de la cultura, en este
caso es el autor el que los sugiere al lector. Así, en el famoso “verde que te
quiero, verde”, de Lorca, el término verde adquiere el insólito significado de
“muerte”.
• la repetición de palabras puede utilizarse, no para reforzar una idea, sino
para expresar algo distinto. Una rosa es una rosa es una rosa puede
significar algo.
Textos específicos
Texto literario. Ejercicios.
1. Tema
2. Resumen
3. Tipo de texto según sus características
Sentéme al cabo del poyo y, porque no me tuviese por glotón, callé la merienda y comienzo a
cenar y morder en mis tripas y pan, y disimuladamente miraba al desventurado señor mío,
que no partía sus ojos de mis faldas, que aquella sazón servían de plato. Tanta lástima haya
Dios de mí como yo había dél, porque sentí lo que sentía, y muchas veces había por ello
pasado y pasaba cada día. Pensaba si sería bien comedirme a convidalle; mas, por me haber
dicho que había comido, temíame no aceptaría el convite. Finalmente, yo deseaba que el
pecador ayudase a su trabajo del mío, y se desayunase como el día antes hizo, pues había
mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre.
Quiso Dios cumplir mi deseo, y aun pienso que el suyo; porque, como comencé a comer y él
se andaba paseando, llegóse a mí y díjome:
-Dígote, Lázaro, que tienes en comer la mejor gracia que en mi vida vi a hombre, y que nadie
te lo verá hacer que no le pongas gana, aunque no la tenga.
«La muy buena que tú tienes -dije yo entre mí- te hace parescer la mía hermosa».
Con todo, parescióme ayudarle, pues se ayudaba y me abría camino para ello, y díjele:
-Señor, el buen aparejo hace buen artífice. Este pan está sabrosísimo y esta uña de vaca tan
bien cocida y sazonada, que no habrá a quien no convide con su sabor.
-¿Uña de vaca es?
-Sí, señor.
-Dígote que es el mejor bocado del mundo y que no hay faisán que así me sepa.
-Pues pruebe, señor, y verá qué tal está.
Póngole en las uñas la otra y tres o cuatro raciones de pan de lo más blanco. Y asentóseme al
lado y comienza a comer como aquel que lo había gana, royendo cada huesecillo de aquéllos
mejor que un galgo suyo lo hiciera.
Textos específicos
Texto literario. Ejercicios.
1. Tema
La fraternidad humana
La miseria
El orgullo
Las apariencias
Sentéme al cabo del poyo y, porque no me tuviese por glotón, callé la merienda y comienzo a
cenar y morder en mis tripas y pan, y disimuladamente miraba al desventurado señor mío,
que no partía sus ojos de mis faldas, que aquella sazón servían de plato. Tanta lástima haya
Dios de mí como yo había dél, porque sentí lo que sentía, y muchas veces había por ello
pasado y pasaba cada día. Pensaba si sería bien comedirme a convidalle; mas, por me haber
dicho que había comido, temíame no aceptaría el convite. Finalmente, yo deseaba que el
pecador ayudase a su trabajo del mío, y se desayunase como el día antes hizo, pues había
mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre.
Quiso Dios cumplir mi deseo, y aun pienso que el suyo; porque, como comencé a comer y él
se andaba paseando, llegóse a mí y díjome:
-Dígote, Lázaro, que tienes en comer la mejor gracia que en mi vida vi a hombre, y que nadie
te lo verá hacer que no le pongas gana, aunque no la tenga.
«La muy buena que tú tienes -dije yo entre mí- te hace parescer la mía hermosa».
Con todo, parescióme ayudarle, pues se ayudaba y me abría camino para ello, y díjele:
-Señor, el buen aparejo hace buen artífice. Este pan está sabrosísimo y esta uña de vaca tan
bien cocida y sazonada, que no habrá a quien no convide con su sabor.
-¿Uña de vaca es?
-Sí, señor.
-Dígote que es el mejor bocado del mundo y que no hay faisán que así me sepa.
-Pues pruebe, señor, y verá qué tal está.
Póngole en las uñas la otra y tres o cuatro raciones de pan de lo más blanco. Y asentóseme al
lado y comienza a comer como aquel que lo había gana, royendo cada huesecillo de aquéllos
mejor que un galgo suyo lo hiciera.
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Texto literario. Ejercicios.
2. Resumen
Lázaro se sienta a comer. Quiere invitar a su amo pero no sabe
cómo ofrecerle comida sin herir sus sentimientos
El amo elogia la manera de comer de Lázaro añadiendo que a
cualquiera abriría el apetito.
Lázaro le dice al escudero que es uña de vaca y que le
acompañe
Se sientan a comer juntos.
Sentéme al cabo del poyo y, porque no me tuviese por glotón, callé la merienda y comienzo a
cenar y morder en mis tripas y pan, y disimuladamente miraba al desventurado señor mío,
que no partía sus ojos de mis faldas, que aquella sazón servían de plato. Tanta lástima haya
Dios de mí como yo había dél, porque sentí lo que sentía, y muchas veces había por ello
pasado y pasaba cada día. Pensaba si sería bien comedirme a convidalle; mas, por me haber
dicho que había comido, temíame no aceptaría el convite. Finalmente, yo deseaba que el
pecador ayudase a su trabajo del mío, y se desayunase como el día antes hizo, pues había
mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre.
Quiso Dios cumplir mi deseo, y aun pienso que el suyo; porque, como comencé a comer y él
se andaba paseando, llegóse a mí y díjome:
-Dígote, Lázaro, que tienes en comer la mejor gracia que en mi vida vi a hombre, y que nadie
te lo verá hacer que no le pongas gana, aunque no la tenga.
«La muy buena que tú tienes -dije yo entre mí- te hace parescer la mía hermosa».
Con todo, parescióme ayudarle, pues se ayudaba y me abría camino para ello, y díjele:
-Señor, el buen aparejo hace buen artífice. Este pan está sabrosísimo y esta uña de vaca tan
bien cocida y sazonada, que no habrá a quien no convide con su sabor.
-¿Uña de vaca es?
-Sí, señor.
-Dígote que es el mejor bocado del mundo y que no hay faisán que así me sepa.
-Pues pruebe, señor, y verá qué tal está.
Póngole en las uñas la otra y tres o cuatro raciones de pan de lo más blanco. Y asentóseme al
lado y comienza a comer como aquel que lo había gana, royendo cada huesecillo de aquéllos
mejor que un galgo suyo lo hiciera.
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Texto literario. Ejercicios.
3. Tipo de texto según sus características
a. Funciones
Denotativa – información
Emotiva – sentimientos
Conativa – llamar la atención, influir
Fática – establecer contacto o cerrar la comunicación
Poética – belleza del lenguaje
Metalingüística – hablar del propio lenguaje
Sentéme al cabo del poyo y, porque no me tuviese por glotón, callé la merienda y comienzo a
cenar y morder en mis tripas y pan, y disimuladamente miraba al desventurado señor mío,
que no partía sus ojos de mis faldas, que aquella sazón servían de plato. Tanta lástima haya
Dios de mí como yo había dél, porque sentí lo que sentía, y muchas veces había por ello
pasado y pasaba cada día. Pensaba si sería bien comedirme a convidalle; mas, por me haber
dicho que había comido, temíame no aceptaría el convite. Finalmente, yo deseaba que el
pecador ayudase a su trabajo del mío, y se desayunase como el día antes hizo, pues había
mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre.
Quiso Dios cumplir mi deseo, y aun pienso que el suyo; porque, como comencé a comer y él
se andaba paseando, llegóse a mí y díjome:
-Dígote, Lázaro, que tienes en comer la mejor gracia que en mi vida vi a hombre, y que nadie
te lo verá hacer que no le pongas gana, aunque no la tenga.
«La muy buena que tú tienes -dije yo entre mí- te hace parescer la mía hermosa».
Con todo, parescióme ayudarle, pues se ayudaba y me abría camino para ello, y díjele:
-Señor, el buen aparejo hace buen artífice. Este pan está sabrosísimo y esta uña de vaca tan
bien cocida y sazonada, que no habrá a quien no convide con su sabor.
-¿Uña de vaca es?
-Sí, señor.
-Dígote que es el mejor bocado del mundo y que no hay faisán que así me sepa.
-Pues pruebe, señor, y verá qué tal está.
Póngole en las uñas la otra y tres o cuatro raciones de pan de lo más blanco. Y asentóseme al
lado y comienza a comer como aquel que lo había gana, royendo cada huesecillo de aquéllos
mejor que un galgo suyo lo hiciera.
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Texto literario. Ejercicios.
3. Tipo de texto según sus características
b. Características lingüísticas
Nivel morfológico
•Empleo de verbos en pretérito perfecto simple para enunciar los hechos: Llegó a las ocho.
•pretérito imperfecto de indicativo para las acciones en desarrollo: Caminaba por la calle.
•presente de indicativo con significado actual, con valor habitual o histórico.
Sentéme al cabo del poyo y, porque no me tuviese por glotón, callé la merienda y comienzo a
cenar y morder en mis tripas y pan, y disimuladamente miraba al desventurado señor mío,
que no partía sus ojos de mis faldas, que aquella sazón servían de plato. Tanta lástima haya
Dios de mí como yo había dél, porque sentí lo que sentía, y muchas veces había por ello
pasado y pasaba cada día. Pensaba si sería bien comedirme a convidalle; mas, por me haber
dicho que había comido, temíame no aceptaría el convite. Finalmente, yo deseaba que el
pecador ayudase a su trabajo del mío, y se desayunase como el día antes hizo, pues había
mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre.
Quiso Dios cumplir mi deseo, y aun pienso que el suyo; porque, como comencé a comer y él
se andaba paseando, llegóse a mí y díjome:
-Dígote, Lázaro, que tienes en comer la mejor gracia que en mi vida vi a hombre, y que nadie
te lo verá hacer que no le pongas gana, aunque no la tenga.
«La muy buena que tú tienes -dije yo entre mí- te hace parescer la mía hermosa».
Con todo, parescióme ayudarle, pues se ayudaba y me abría camino para ello, y díjele:
-Señor, el buen aparejo hace buen artífice. Este pan está sabrosísimo y esta uña de vaca tan
bien cocida y sazonada, que no habrá a quien no convide con su sabor.
-¿Uña de vaca es?
-Sí, señor.
-Dígote que es el mejor bocado del mundo y que no hay faisán que así me sepa.
-Pues pruebe, señor, y verá qué tal está.
Póngole en las uñas la otra y tres o cuatro raciones de pan de lo más blanco. Y asentóseme al
lado y comienza a comer como aquel que lo había gana, royendo cada huesecillo de aquéllos
mejor que un galgo suyo lo hiciera.
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Texto literario. Ejercicios.
3. Tipo de texto según sus características
b. Características lingüísticas
Nivel sintáctico
•Predominio de oraciones enunciativas.
•Relevancia de los complementos circunstanciales de tiempo y de lugar Llegó muy tarde;
Llegó cuando todos dormían; Escribía donde podía.
•Uso de oraciones subordinadas de causa, finalidad y consecuencia, así como de
coordinadas copulativas, que permiten la organización lógica de las acciones. No volvieron a
hablar del asunto porque les resultaba incómodo.
•Presencia de los estilos directo e indirecto: Le contestó con desprecio: -¡Bah!; Le recordó que
era tarde.
Sentéme al cabo del poyo y, porque no me tuviese por glotón, callé la merienda y comienzo a
cenar y morder en mis tripas y pan, y disimuladamente miraba al desventurado señor mío,
que no partía sus ojos de mis faldas, que aquella sazón servían de plato. Tanta lástima haya
Dios de mí como yo había dél, porque sentí lo que sentía, y muchas veces había por ello
pasado y pasaba cada día. Pensaba si sería bien comedirme a convidalle; mas, por me haber
dicho que había comido, temíame no aceptaría el convite. Finalmente, yo deseaba que el
pecador ayudase a su trabajo del mío, y se desayunase como el día antes hizo, pues había
mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre.
Quiso Dios cumplir mi deseo, y aun pienso que el suyo; porque, como comencé a comer y él
se andaba paseando, llegóse a mí y díjome:
-Dígote, Lázaro, que tienes en comer la mejor gracia que en mi vida vi a hombre, y que nadie
te lo verá hacer que no le pongas gana, aunque no la tenga.
«La muy buena que tú tienes -dije yo entre mí- te hace parescer la mía hermosa».
Con todo, parescióme ayudarle, pues se ayudaba y me abría camino para ello, y díjele:
-Señor, el buen aparejo hace buen artífice. Este pan está sabrosísimo y esta uña de vaca tan
bien cocida y sazonada, que no habrá a quien no convide con su sabor.
-¿Uña de vaca es?
-Sí, señor.
-Dígote que es el mejor bocado del mundo y que no hay faisán que así me sepa.
-Pues pruebe, señor, y verá qué tal está.
Póngole en las uñas la otra y tres o cuatro raciones de pan de lo más blanco. Y asentóseme al
lado y comienza a comer como aquel que lo había gana, royendo cada huesecillo de aquéllos
mejor que un galgo suyo lo hiciera.
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Texto literario. Ejercicios.
3. Tipo de texto según sus características
b. Características lingüísticas
Nivel semántico
•Utilización de verbos de movimientos, de acción y de lengua: Corrió tras ella; Le dijo que no
estaba.
•Empleo de adverbios deícticos de lugar y de tiempo: Ocurrió allí; Lo descubrió ayer.
Sentéme al cabo del poyo y, porque no me tuviese por glotón, callé la merienda y comienzo a
cenar y morder en mis tripas y pan, y disimuladamente miraba al desventurado señor mío,
que no partía sus ojos de mis faldas, que aquella sazón servían de plato. Tanta lástima haya
Dios de mí como yo había dél, porque sentí lo que sentía, y muchas veces había por ello
pasado y pasaba cada día. Pensaba si sería bien comedirme a convidalle; mas, por me haber
dicho que había comido, temíame no aceptaría el convite. Finalmente, yo deseaba que el
pecador ayudase a su trabajo del mío, y se desayunase como el día antes hizo, pues había
mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre.
Quiso Dios cumplir mi deseo, y aun pienso que el suyo; porque, como comencé a comer y él
se andaba paseando, llegóse a mí y díjome:
-Dígote, Lázaro, que tienes en comer la mejor gracia que en mi vida vi a hombre, y que nadie
te lo verá hacer que no le pongas gana, aunque no la tenga.
«La muy buena que tú tienes -dije yo entre mí- te hace parescer la mía hermosa».
Con todo, parescióme ayudarle, pues se ayudaba y me abría camino para ello, y díjele:
-Señor, el buen aparejo hace buen artífice. Este pan está sabrosísimo y esta uña de vaca tan
bien cocida y sazonada, que no habrá a quien no convide con su sabor.
-¿Uña de vaca es?
-Sí, señor.
-Dígote que es el mejor bocado del mundo y que no hay faisán que así me sepa.
-Pues pruebe, señor, y verá qué tal está.
Póngole en las uñas la otra y tres o cuatro raciones de pan de lo más blanco. Y asentóseme al
lado y comienza a comer como aquel que lo había gana, royendo cada huesecillo de aquéllos
mejor que un galgo suyo lo hiciera.
Textos específicos
Texto literario. Ejercicios.
3. Tipo de texto según sus características
c. Elementos de la narración
Elementos de la narración
•Narrador
•Según la persona narrativa (1ª, 2ª y 3ª)
•Según su punto de vista (omnisciente u objetivo)
•Personajes
•Según su importancia (protagonistas, secundarios y antagonistas)
•Según aparece su voz (estilo directo, indirecto e indirecto libre)
•Trama o argumento (planteamiento, nudo y desenlace)
•Tiempo (interno y externo)
•Espacio (determinado o indeterminado)
Un análisis de los elementos narrativos nos lleva a ver un narrador en 1ª persona, que es el
propio Lázaro, de ahí su carácter autobiográfico.
Los dos personajes que aparecen son Lázaro y el escudero y nos son descritos a través de
una caracterización indirecta, es decir, la información que sobre ellos recibimosse consigue a
través de sus actos y de lo que dicen. El primero se compadece de su desventurado amo, al
que no quiere herir en su dignidad. El segundo se muestra ridículo, intentando disimular su
hambre, revoloteando en torno al criado y buscando la alabanza para atraerle y que le dé de
comer. Los dos están perfectamente caracterizados por su forma de actuar y Lázaro, además,
nos transmite su pensamiento acerca del momento que se narra.
El espacio en que se desarrolla lo relatado es un lugar cerrado, en el ámbito de la casa del
amo. Los hechos se desarrollan en un tiempo pasado, anterior al momento en que el
narrador se encuentra y transcurren en un orden lineal.
Por lo que se refiere a la técnica y estilo, es claramente visible el uso del diálogo, dando al
fragmento un carácter casi teatral. Se observan muchos recursos: palabras con doble sentido
(“Póngole en las uñas la otra”) para dar cuenta del hambre del amo; repeticiones (sentí /
sentía; pasado / pasaba; ayudarle /ayudaba); comparaciones (como había de él; y no hay
faisán que así sepa); ironía y burla (“la muy buena que tú tienes te hace parecer la mía
hermosa”); hipérbole /”que no habrá a quien no convide con su sabor”); paronomasia (“como
comencé a comer”. El diálogo ágil junto con los recursos descritos hacen del fragmento un
pasaje de gran plasticidad y de fácil recreación en la mente del lector. Por otra parte, el
lenguaje es llano, sin afectación alguna, como corresponde al siglo XVI. En esta sencillez
elaborada reside en gran parte el atractivo de la obra.
Textos específicos
Texto divulgativo.
Exponen doctrinas o conocimientos al modo de la más pura formulación
escrita del saber.
Al participar de lo científico en el contenido, no buscan la belleza, sino la
verdad. La fantasía no tiene cabida en ellos. Son sobrios, severos, se
caracterizan por la densidad conceptual y la precisión lingüística técnica.
Están escritos en prosa, tienen una extensión moderada y exploran un
tema corto o limitado con ausencia de investigación.
Adoptan la modalidad divulgativa, mediante la cual el autor pretende dar
a conocer con claridad y de modo fácilmente asequible un tema de interés
general. La descripción de los textos divulgativos es técnica, de valor
objetivo y sin intención estética. La connotación no tiene cabida en ellos.
Textos específicos
Texto divulgativo. Características lingüísticas
MODALIDAD ESPECIALIZADA O DESCRIPCIÓN TÉCNICA:
• Cada término tiene un significado único como corresponde a la
función referencial del lenguaje. No están hechos para crear belleza
y poseen un alto grado de abstracción que se refleja en el empleo
de sustantivos.
• Abundan las definiciones de tipo esencial o descriptivo.
• Se buscan la propiedad y la corrección con el fin de hacerse
entender, lo que no obsta para que haya repeticiones, una
necesidad que nace de la claridad máxima.
• pueden aparecer tecnicismos, estos abundan en las ciencias
naturales ante la necesidad de nombrar cosas generalmente
concretas.
Textos específicos
Texto divulgativo. Características lingüísticas
MODALIDAD DIVULGATIVA:
• El léxico no es tan técnico como en la modalidad científica y puede
ser comprendido por la generalidad.
• Descarta la ambigüedad y la voluntad estilística.
• Su carácter expositivo propicia la ordenación clara del contenido,
organizado con presentación de nociones generales y desarrollo del
texto, organizado en idea principal y aspectos con ella relacionados.
• La sintaxis es sencilla y rigurosa en aras de la concreción y la
claridad.
• Presencia de oraciones explicativas
• empleo de la tercera persona
• Abundancia de oraciones coordinadas y subordinadas que
expresen condición, circunstancias y consecuencias.
• Frecuencia de oraciones adjetivas que vienen muy bien para el
carácter especificativo y explicativo de estos textos.
La reducción de emisiones españolas de gases de efecto invernadero en 2008 ha sido el resultado de varios
factores. ¿Ha influido la crisis? Por supuesto, pero sería simplista concluir que tan importante reducción ha
sido una consecuencia automática de ésta. El PIB creció un punto en 2008, mientras que las emisiones
cayeron varios. El sector donde más han caído ha sido el eléctrico, pero esto no habría sido posible si el
sistema español no contara con renovables para sustituir el carbón. Tampoco si el consumo energético no
hubiera sido más eficiente por cuarto año consecutivo, corrigiendo el insostenible crecimiento de la
intensidad energética de la economía entre 1990 y 2004. Es de esperar que la eficiencia continúe mejorando,
pues algunos de los sectores que han entrado en crisis, como la construcción o el transporte, son los más
ineficientes.
La crisis que padecemos no es sólo financiera, sino que sus raíces están en un modelo productivo
triplemente insostenible: en lo económico porque no hay nada más insostenible -en España o en EE UU- que
una economía sostenida por la especulación inmobiliaria cuya crisis ha arrastrado la de un sistema financiero
demasiado desregulado y especulativo; en lo social, porque genera empleos descualificados y muy
vulnerables a los cambios de ciclo, y en lo ambiental, porque la presión sobre el territorio ha sido tremenda
con las emisiones de CO2 en continuo crecimiento.
La crisis es también una oportunidad para rectificar. Nicholas Stern, en su informe sobre la economía del
cambio climático, lo definió como el mayor fracaso del mercado jamás visto. Será necesaria una importante
acción pública, como la propuesta de Green New Deal para afrontar la crisis ha inspirado el programa
económico de Obama, orientado a las energías renovables, la salud y la educación como ejes del nuevo
modelo. De eso se trata.
También España, si el Gobierno fuera capaz de emprender una acción más decidida, tendría una
oportunidad extraordinaria. Desplegando masivamente las energías renovables, rehabilitando edificios para
hacerlos más eficientes, electrificando el transporte para hacerlo más sostenible, apostando por la
investigación en la nueva economía verde... no sólo adoptaría un comportamiento climáticamente
responsable, cumpliendo con Kioto, sino que generaría millones de empleos y, sobre todo, podría reubicarse
en el nuevo panorama internacional, con una economía más sostenible. Ésa es ahora la cita de la historia.