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Proyecto de catequesis de infancia
A) LOS NIÑOS
1. Etapas de la infancia
2. La infancia media
a) Rasgos psico-sociales
b) Características religiosas y morales
3. La infancia adulta
a) Rasgos psico-sociales
b) Referencias religiosas
c) Referencias morales
4. Influencias sociales más significativas para Infancia media y adulta
a) La familia
b) El ámbito escolar
c) Otras influencias sociales
B) LA CATEQUESIS DE INICIACIÓN CRISTIANA DE NIÑOS
1. Características de esta catequesis
2. Los padres de familia, primeros educadores de la fe de sus hijos
3. Niños sin apoyo religioso familiar o que no frecuentan la escuela
4. Contenidos de la catequesis
a) Dios es nuestro Padre
b) Jesús es nuestro Salvador
c) La Iglesia es nuestra Madre
d) Somos sus discípulos
e) Ésta es nuestra fe
5. Pedagogía y metodología
a) La transmisión catequética debe inspirarse en la pedagogía de Dios
b) Experiencias religiosas fundamentales que se deben favorecer
c) El acto catequético
La infancia y la niñez, comprendidas y tratadas ambas
según sus rasgos peculiares, representan el tiempo de
la llamada primera socialización y de la educación humana
y cristiana en la familia, en la escuela y en la comunidad
cristiana, y por eso hay que considerarlas como
un momento decisivo para el futuro de la fe (DGC 178).
Índice
La primera infancia o edad preescolar de la niñez: 0 a (6-7) años.
La infancia media: (6-7) a 10 años.
La infancia adulta: 10 a (11-12) años aproximadamente.
Índice
Entramos en una etapa en la que los niños se abren a la vida de forma
natural y buscan con interés experiencias variadas.
 Entre los 6-7 años tienen intereses objetivos y su inteligencia es práctica.
 Hacia los 8 años comienzan a ser más subjetivos y a separar su juicio
del decir de los adultos.
 Son capaces de recoger datos y de memorizarlos, sin olvidarlos
fácilmente, pero sin llegar a la abstracción.
 Son positivos en sus apreciaciones sociales.
 Aunque tienden a las comparaciones con los demás compañeros, suelen
mirar el lado positivo de los hechos y de las situaciones.
Índice
 Van superando el egocentrismo de la primera infancia, y su sociabilidad,
sin ser muy fuerte y estable, es abierta y diversificada; por eso les agrada
vivir con los demás de manera participativa, y se manifiestan generosos y
compasivos.
 Empiezan a ser competitivos y les gusta ser los primeros en las acciones
que se realizan en grupo.
 Su afectividad es grande, pero sin estar polarizada exclusivamente en
la familia.
 Participan en grupos de niños con los que juegan y se lo pasan bien.
Índice
En el ámbito de lo religioso se inicia el proceso de personalización de Dios;
pero a los 7 años se da todavía cierta incapacidad para distinguir
suficientemente entre el ser personal de Dios y el de Jesús, con una total
ignorancia del Espíritu Santo. Su actitud es crédula pero no ilógica.
 Los niños de estas edades tienen ya una cierta capacidad para
la interiorización.
 Imaginan a Dios en términos antropomórficos.
 Cristo se ve como persona histórica y a partir de los 8 años les agrada
considerar a Jesús como amigo.
 El sentido bíblico, aunque existe, es muy limitado.
Índice
 En cuanto a la Iglesia, aparece el sentido de grupo cristiano, pero su
comprensión de Iglesia universal como el conjunto de personas creyentes
tiene aún en estas edades escasa repercusión.
 Por ser dinámicos y más bien superficiales, su religiosidad está muy
vinculada a la acción. Y así, les gusta la actividad y el protagonismo en
las celebraciones, en las que suelen participar con gusto, aunque todavía
no puedan profundizar en lo que celebran.
 Descubren la oración, pero todavía ven en ella la manera de obtener
beneficios, y tienen dificultad para superar el interés particular, por lo que
predomina la oración de petición
Índice
Respecto a la moral, no aceptan ya como antes las normas que les vienen de
fuera, sobre todo a partir de los 8 años.
 Comienzan a asimilar el sentido moral que hay en esas normas, pero
distinguen entre las normativas y las conductas que observan en
las personas que las dan.
 Esa asimilación, que les lleva a juzgar a los otros, no les hace, sin embargo,
autocríticos; y es natural, puesto que en su vida moral sólo son capaces de
asimilar lo que les dicen y, de acuerdo con ello, critican las conductas en
cuanto ajustadas o no a esa normativa.
Por ello, hay que fomentar los niños piensen y se expresen con naturalidad y
ayudarles a distinguir entre el bien y el mal.
Índice
 Equilibrio y estabilidad entre el mundo interior y el mundo exterior.
 Son organizados en su pensamiento y en el trabajo.
 Buscan el triunfo y ofrecen su colaboración en las tareas familiares,
escolares y de la comunidad cristiana.
 Su inteligencia es práctica, por lo que buscan el resultado eficaz; se inicia
la abstracción a partir de asociaciones de acontecimientos o presencias
concretas.
 Sentido de la historia: son capaces de relacionar, acontecimientos,
personas y situaciones.
 Se desarrollan los hábitos de trabajo, de observación, de análisis y
sistematización y de memorización.
Índice
 Son muy sociables: se interesan por las personas que les rodean y tienen
muchas relaciones personales extrafamiliares, sobre todo en la escuela y
en los grupos en que participan (comunidad cristiana, deportes,
actividades lúdicas, etc). Es la edad de la pandilla, en la que no suelen
hacer discriminación de personas (ni raciales, ni económicas, ni por
la cultura o creencias), a no ser que estén muy mediatizados por los
adultos o por un ambiente.
 Empiezan los primeros ensayos de amistades particulares y de atención al
otro sexo. Las niñas suelen ser más selectivas y prefieren distanciarse con
respecto a los niños, los cuales se mantienen en cierta indiferencia.
Es la etapa del nacimiento de la autonomía; por ello, lo que más les
satisface es sentirse dueños de sus acciones.
Índice
 Noción más madura de Dios y aumento de sentido de responsabilidad
ante él.
– Van descubriendo sus atributos más subjetivos: bondad, fuerza,
justicia...
– Entienden mejor el sentido de la paternidad divina.
– Dios empieza a situarse en la historia.
– Cristo va configurándose como persona histórica y se desarrolla
la comprensión de su función salvífica.
– Empiezan a descubrir el sentido de la Biblia, aunque muy
limitadamente, con más atención al contenido y con gran afinidad hacia
el tema de la creación y de los grandes acontecimientos y personajes
bíblicos. En su afán de saber, su conocimiento religioso se enriquece a
base de vocabulario y textos memorizados.
Índice
 En cuanto al hecho eclesial, el desarrollo del sentido del otro, su gran
apertura a la sociabilidad y la capacidad de gratuidad les introduce en una
relación eclesial abierta.
– Comienzan a valorar el grupo cristiano, se interesan por él y les gusta
aportar sus gestos y colaboraciones en la marcha de los grupos a los
que pertenecen.
– Del sentido de grupo suelen pasar al de pertenencia a la parroquia,
aunque les cuesta más situarse conscientemente como miembros de
la comunidad cristiana.
– Perciben el sentido cristiano de las fiestas, y la dimensión celebrativa y
comunitaria de los sacramentos.
En resumen, se hace posible una primera síntesis personal del mensaje de
salvación sobre una línea histórica, y el acceso a una fe personal.
Índice
 Aceptan con más facilidad los imperativos morales provenientes
directamente de Dios que de los padres, profesores o catequistas.
 Adquieren el sentido de la remuneración por la acción buena y de
la necesidad de sanción por una transgresión de las leyes. Tienen, pues,
tendencias a una moral utilitaria.
 Experimentan débilmente el gozo de la gratuidad, de decir sí.
 Se desarrolla el sentido de los valores humanos y el gusto por ayudar al
otro.
 Se hallan muy vinculados con los modelos concretos de comportamiento;
por eso admiran a los personajes ejemplares.
 Pueden acoger estímulos concretos en referencia a las respuestas
generosas a las llamadas de Dios, muchas veces a través de la presencia y
el testimonio de los educadores.
Índice
 Sigue siendo grande la influencia de la familia en las ideas,
las manifestaciones de espiritualidad y los comportamientos que
configuran su religiosidad.
 La unidad familiar repercute inmediatamente en el psiquismo de los niños
y hasta en su capacidad intelectiva y cognoscitiva.
 Participan de los sentimientos y confían en los juicios de los padres,
aunque van siendo cada vez más capaces de descubrir por su cuenta
aspectos trascendentes.
 Importancia del testimonio y la experiencia de fe que transmiten
los padres a sus hijos, porque tanto a los niños como a las niñas les gusta
reproducir los juicios recibidos en el hogar, y son decisivas para ellos
las actitudes religiosas que reflejan en su comportamiento tanto el padre
como la madre, aunque no sean idénticas.
Índice
 Los niños de estas edades, por regla general, se sienten integrados en
el centro escolar y están cómodos con sus profesores y compañeros.
 Las influencias, tanto positivas como negativas, que en él reciben marcan
fuertemente su sentido religioso y su comportamiento moral.
 Los valores propuestos en la escuela, las actitudes que se fomentan,
el modo de relacionarse, de colaborar y de participar, dejarán una huella
fuerte en su vida.
 El contenido de la fe y las actitudes cristianas en la Enseñanza religiosa
escolar (ERE), para aquellos que la cursan, van creando un bagaje de
conocimientos que es necesario profundizar, vivenciar y expresar a través
de la catequesis.
Índice
 La importancia del juego colectivo y los deportes, y el gusto por
las actividades artísticas (música, pintura, modelado, lectura, etc.), les
abre en estas edades a espacios nuevos de convivencia y socialización,
que van afianzando su apertura al mundo exterior, y les ofrecen datos y
posibilidades nuevas que favorecen la estructura de su personalidad.
 A estas actividades hay que añadir el cine, la televisión, los vídeo-juegos,
internet, etc. Es obvio que no todas tienen la misma fuerza educativa ni
los mismos riesgos. Es importante ver qué tiempo dedican a estas
actividades, en qué medida les absorben y también si van adquiriendo
frente a ellas una actitud crítica y selectiva.
Analizar sus comportamientos y educarlos para situarse adecuadamente
ante estos medios, es también una tarea, necesaria hoy, de la catequesis.
Índice
Esta etapa de la vida, en la que tradicionalmente se distingue la primera
infancia o edad preescolar de la niñez, se caracteriza, a los ojos de la fe y de
la misma razón, por tener la gracia de una vida que comienza, «de la cual
brotan admirables posibilidades para la edificación de la Iglesia y
humanización de la sociedad» (ChL 47), y al mismo tiempo grandes
necesidades a las que hacer frente. El niño, hijo de Dios por el don del
Bautismo, es considerado por Cristo miembro privilegiado del Reino de Dios.
El niño necesita:
 pleno respeto y ayuda para su crecimiento humano y espiritual;
 también está necesitado de la catequesis.
En efecto, quienes les han dado la vida, enriqueciéndola con el don del
Bautismo, tienen el deber de seguir alimentándola continuamente
(DGC 177).
Índice
 La infancia representa el tiempo de la llamada primera socialización y de
la educación humana y cristiana en la familia, en la escuela y en
la comunidad cristiana, y por eso hay que considerarla como un momento
decisivo para el futuro de la fe.
 De acuerdo con una tradición ya
consolidada, es en esta etapa, de
ordinario, en la que tiene lugar
la iniciación cristiana comenzada con
el Bautismo. Con la recepción de
los sacramentos, se inicia la primera
formación orgánica de la fe del niño y su
incorporación en la vida de la Iglesia.
Índice
 El proceso catequético en el tiempo de la infancia será eminentemente
educativo, atento a desarrollar las capacidades y aptitudes humanas, base
antropológica de la vida de fe, como el sentido de la confianza, de
la gratuidad, del don de sí, de la invocación, de la gozosa participación...
La educación a la oración y la iniciación a la Sagrada Escritura son
aspectos centrales de la formación cristiana de los pequeños.
 Tener en cuenta la importancia de dos ámbitos educativos: la familia y
la escuela. La catequesis familiar es, en cierto modo, insustituíble, sobre
todo por el ambiente positivo y acogedor, por el atrayente ejemplo de
los adultos, por la primera y explícita sensibilización de la fe y por
la práctica de la misma.
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 El ingreso en la escuela significa para el niño entrar a formar parte de una
sociedad más amplia que la familia, con la posibilidad de desarrollar
mucho más sus capacidades intelectuales, afectivas, y de
comportamiento. En la escuela misma, frecuentemente, se imparte una
específica enseñanza religiosa.
 Todo esto requiere que la catequesis y los catequistas lleven a cabo una
colaboración constante con los padres y también con los maestros, de
acuerdo con las posibilidades de cada lugar.
Recuerden los pastores que, cuando ayudan a padres y educadores a
cumplir bien su misión, se está edificando la Iglesia. Este trabajo, por otra
parte, ofrece una gran oportunidad para la catequesis de adultos.
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 El testimonio de vida cristiana, ofrecido por los padres en el seno de
la familia, llega a los niños envuelto en el cariño y el respeto materno y
paterno.
 Los hijos perciben y viven gozosamente la cercanía de Dios y de Jesús que
los padres manifiestan, hasta tal punto, que esta primera experiencia
cristiana deja frecuentemente en ellos una huella decisiva que dura toda
la vida. Este despertar religioso infantil en el ambiente familiar tiene, por
ello, un carácter «insustituible».
 Esta primera iniciación se consolida cuando, con ocasión de ciertos
acontecimientos familiares o en fiestas señaladas, «se procura explicitar
en familia el contenido cristiano o religioso de esos acontecimientos».
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 Esta iniciación se ahonda aún más si los padres comentan y ayudan a
interiorizar la catequesis más sistemática que sus hijos, ya más crecidos,
reciben en la comunidad cristiana. En efecto, «la catequesis familiar
precede, acompaña y enriquece toda otra forma de catequesis» (CT 68).
 Los padres reciben en el sacramento del matrimonio la gracia y
la responsabilidad de la educación cristiana de sus hijos, a los que
testifican y transmiten a la vez los valores humanos y religiosos.
 Esta acción educativa, a un tiempo humana y religiosa, es un «verdadero
ministerio» por medio del cual se transmite e irradia el Evangelio hasta
el punto de que la misma vida de familia se hace itinerario de fe y escuela
de vida cristiana.
Incluso, a medida que los hijos van creciendo, el intercambio es mutuo
y, «en un diálogo catequético de este tipo, cada uno recibe y da».
Índice
 Por ello es preciso que la comunidad cristiana preste una atención
especialísima a los padres.
 Mediante contactos personales, encuentros, cursos e, incluso,
mediante una catequesis de adultos dirigida a los padres, ha de
ayudarles a asumir la tarea, hoy especialmente delicada, de educar en
la fe a sus hijos.
 Esto es aún más urgente en los lugares en los que la legislación civil
no permite o hace difícil una libre educación en la fe. En estos casos,
la «iglesia doméstica» es, prácticamente, el único ámbito donde
los niños y los jóvenes pueden recibir una auténtica catequesis.
Índice
 Muchos no están siquiera bautizados;
otros no realizan el camino de iniciación.
 Corresponde a la comunidad cristiana
suplir, con generosidad, competencia y de
modo realista estas carencias:
– tratando de dialogar con las familias,
– proponiendo formas apropiadas de
educación escolar,
– llevando a cabo una catequesis
proporcionada a las posibilidades y
necesidades concretas de esos niños.
Índice
Iniciar a los niños y niñas en la verdad de la Iglesia como la gran familia de
los cristianos y en el misterio de Dios Padre, que habla continuamente a
los hombres, y al que podemos escuchar y encontrar de muchos modos,
especialmente en la Biblia y en el templo.
Ayudar a que descubran a Dios como Padre y como Creador, que ha hecho
a los hombres realmente hijos suyos y por eso quiere que vivamos como
hermanos.
Mostrarles, al hilo de los primeros episodios de la historia sagrada, que
Dios es el redentor del hombre pecador y, además, el renovador de todas
las cosas.
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Presentar la figura de Jesús en el contexto de la historia de la salvación:
la Alianza, los profetas, los jueces y los reyes, y la espera del Mesías, que
son jalones que nos llevan a reconocer a Jesús como el Salvador que tenía
que venir al mundo.
Acercar a los niños a la vida de Jesús de forma que, al igual que
los apóstoles, se dejen alcanzar por su persona, sus enseñanzas, su forma
de actuar y sus milagros, se pongan en actitud de discípulos y
le reconozcan como Maestro y como Camino, Verdad y Vida.
Iniciar al misterio pascual, que abordamos no como un hecho del pasado,
sino como una realidad de la que participamos todos los bautizados, pues
hemos muerto con Cristo para poder resucitar con Él.
Índice
Presentar la Iglesia como Madre, de quien recibimos la fe y quien nos
enseña a creerla y confesarla, y, por medio de los sacramentos, nos
incorpora a la vida divina que el Señor Jesús nos regala al darnos
su Espíritu.
Ayudar a los niños a comprender, celebrar y vivir los sacramentos de
iniciación cristiana y el de la Penitencia y de la Reconciliación.
Iniciarles en la vida propia de los redimidos por Cristo, recibida gracias a
los sacramentos de iniciación. Esta nueva vida, conducida y sustentada por
la gracia del Espíritu Santo, es la que nos permite mantenernos en la fe, en
la esperanza y en la caridad hasta la venida gloriosa de nuestro Señor
Jesucristo.
Índice
Que los muchachos lleguen a descubrir y a creer que Dios quiere y busca
la felicidad del hombre.
Que comprendan que Dios quiere hacernos felices y nos ofrece e indica,
por ello, el camino por el que caminar en esta vida. Un camino que se
resume en amar: amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como
Jesús nos enseñó.
Que caigan en la cuenta de las resistencias de la condición humana, herida
por el pecado original, y a la que le cuesta aceptar lo que la bondad de Dios
le propone como camino de vida, y de vida plena.
Índice
Propiciar una viva, explícita y operante
profesión de fe.
Hacer una iniciación ordenada y sistemática a
la revelación que Dios mismo ha hecho al
hombre en Jesucristo, revelación conservada
en la memoria profunda de la Iglesia y en
las Sagradas Escrituras, y comunicada
constantemente mediante una traditio viva y
activa de generación en generación (DGC 66).
Índice
La inspiración de toda pedagogía catequética la encontramos en la
pedagogía de Dios, que es la misma pedagogía de Cristo y de la Iglesia. Una
pedagogía por la que, gracias al don del Espíritu Santo enviado por Cristo,
el discípulo crece como su Maestro «en sabiduría, en estatura y en gracia
delante de Dios y de los hombres» (Lc 2,52). En ella se subrayan:
 la acogida de las personas y la adaptación a sus edades, a sus ritmos y a
sus situaciones particulares,
 la misericordia y la gratuidad de Dios;
 una pedagogía que «hace crecer progresiva y pacientemente hacia
la madurez de hijo libre, fiel y obediente a su palabra» (DGC 139).
 emplea todos los recursos propios de la comunicación interpersonal,
como la palabra, el silencio, la metáfora, la imagen, el ejemplo y otros
signos.
Índice
1) La experiencia del anuncio del amor de Dios, de sentirse queridos,
acogidos y perdonados por Dios y, por ello, el mostrarse hondamente
agradecidos. Esa es la dinámica propia del crecimiento teologal en
la infancia.
2) La experiencia de ver y oír, de mirar y contemplar, de escuchar, de acoger
la Palabra de Dios, de hacerse sensible a lo gratuito, a lo que se le ofrece
como don: porque la fe brota de la contemplación adecuada de los signos
de Dios, presentes y actuantes en los testigos de la fe y en
los acontecimientos presentados en la Biblia y en los testimonios vivos
que se han sucedido a lo largo de la historia de la Iglesia. Contemplación
que se ve enriquecida por la narración, en un clima adecuado, de
las maravillas de Dios.
Índice
3) La experiencia del encuentro con Dios en la Palabra, en la oración, en
la celebración y en los hombres, nuestros hermanos, especialmente en los
más necesitados.
4) La experiencia de ser miembro activo de la Iglesia. La tendencia
fuertemente social y activa de esta etapa y el uso de procedimientos
grupales posibilitan la experiencia del vivir con los demás, como miembro
activo de un grupo, que en el ámbito concreto de la catequesis es un
grupo eclesial, dentro de una célula importante de Iglesia, como debe ser
la parroquia u otra comunidad cristiana que se precie de serlo. En ella
descubren la diversidad de sus miembros y de sus carismas y su papel
dentro de esta comunidad de hermanos, donde todos somos importantes
y necesarios.
Índice
1) El elemento experiencia no consiste en opiniones, ideas o sentimientos;
ni tampoco simplemente en las cosas que pasan en la vida, sino que es
el punto de partida para tratar de ayudar a los niños a descubrir la huella
de Dios en los acontecimientos de su vida.
2) La vida debe ser contrastada e iluminada por la Palabra de Dios. No se
trata por tanto, al presentar el mensaje, de dar un conjunto de
informaciones o unas síntesis que los niños han de aprender. La Sagrada
Escritura y la tradición han de exponerse o narrarse, en la catequesis,
como relato de la experiencia de los que han sido testigos de
las manifestaciones de Dios, a lo largo de la historia.
Índice
3) Al conocer y descubrir en la propia vida el mensaje salvador de Dios y al
encontrarse con Jesucristo, expresan su fe en él y su voluntad de seguirle
a través de:
 la profesión de fe (creo en su
obra y en su mensaje),
 la oración o la celebración
cristianas (oro y celebro
lo descubierto)
 del compromiso (estoy dispuesto
a transformar mi vida y a seguir a
Jesús).
Índice
4) La memorización en la catequesis. La mente de los niños de estas edades
se halla muy dispuesta a aprender y retener muchos datos con facilidad.
La catequesis debe valorar este hecho y proporcionarles vocabulario
religioso, síntesis, fórmulas y oraciones litúrgicas:
– para que las comprendan, al menos inicialmente,
– para que se vayan habituando al lenguaje de la fe y a las expresiones
propias que la Iglesia utiliza para acuñar la síntesis de los hechos
fundamentales del mensaje cristiano.
«Para superar los riesgos de una memorización mecánica, el ejercicio de
la memoria ha de integrarse armónicamente entre las diversas funciones
del aprendizaje, tales como la espontaneidad y la reflexión, los momentos
de diálogo y de silencio, la relación oral y el trabajo escrito» (DGC 154).
Índice