Transcript Idea de
Alegoría de la caverna
y Símil de la línea
Teoría de los dos mundos
Mundo de las Ideas
-
Características ontológicas:
-
Idea del Bien
Eterno
Perfecto
Inmutable
Unidad
-Características
epistemológicas:
-Conocimiento
Idea de “justicia”
Idea de “caballo”
Mundo de las cosas
-Características ontológicas:
-Temporal
-Ser
-Características
epistemológicas:
-Opinión
-Imperfecto
-Falsedad
-Devenir
-Multiplicidad
-Verdad
Diferentes individuos
justos
Diferentes caballos
particulares
-Apariencia
Ontología
Símil de la línea
Epistemología
Intuición intelectual
B
Entidades matemáticas
Pensamiento discursivo
C
cosas
creencia
D
imágenes
Proceso
paulatino de
aprendizaje:
dialéctica
Fe
E
No ser / Ignorancia absoluta
Conocimiento
Ideas
Opinión
Mundo sensible
Mundo Inteligible
Ser (Idea del Bien) / Conocimiento verdadero
A
Mundo inteligible y mundo
sensible 1
“Pues bien –dije-, esta imagen hay que aplicarla
toda ella, ¡oh, amigo Glaucón!, a lo que se ha
dicho antes; hay que comparar la región
revelada por medio de la vista con la viviendaprisión y la luz del fuego que hay en ella con el
poder del sol. En cuanto a la subida al mundo
de arriba y a la contemplación de las cosas de
este, si las comparas con la ascensión del alma
hasta la región inteligible no errarás con
respecto a mi vislumbre, que es lo que tú
deseas conocer y que solo la divinidad sabe si
por acaso está en lo cierto (…)
Mundo inteligible y mundo
sensible 2
(…) En fin, he aquí lo que a mi me parece: en el
mundo inteligible lo último que se percibe, y con
trabajo, es la idea del bien, pero, una vez
percibida, hay que colegir que ella es la causa
de todo lo recto y lo bello que hay en todas las
cosas, que, mientras en el mundo visible ha
engendrado la luz y al soberano de esta, en el
inteligible es ella la soberana y productora de
verdad y conocimiento, y que tiene por fuerza
que verla quien quiera proceder sabiamente en
su vida privada o pública” (República, 517c)
Objetivo inicial de la Alegoría de
la Caverna
“Y a continuación –seguí– compara con la
siguiente escena el estado en que, con
respecto a la educación o a la falta de ella,
se halla nuestra naturaleza” (República,
514a).
El hombre de la caverna
- El hombre vive engañado, contemplando
imágenes y sombras.
- Por ello, se deja llevar por las opiniones,
los prejuicios o el sentido común. Pero
cree que estos representan la verdad,
pues es lo único que conoce.
- Platón busca retratar la naturaleza
humana que no ha sido educada, que no
ha sido conducida hacia la contemplación
de la verdadera realidad (Cfr. Matrix)
“Entonces no hay duda –dije yo– de que
los tales no tendrán por real ninguna otra
cosa más que las sombras de los objetos
fabricados” (República, 515c)
Camino a la liberación
“Examina, pues –dije–, qué pasaría si fueran liberados
de sus cadenas y curados de su ignorancia y si,
conforme a naturaleza, les ocurriera lo siguiente.
Cuando uno de ellos fuera desatado y obligado a
levantarse súbitamente y a volver el cuello y a andar y a
mirar a la luz y cuando, al hacer todo esto, sintiera dolor
y, por causa de las chiribitas, no fuera capaz de ver
aquellos objetos cuyas sombras veía antes, ¿qué cree
que contestaría si le dijera alguien que antes no veía
más que sombras inanes y que es ahora cuando,
hallándose más cerca de la realidad y vuelto de cara a
objetos más reales, goza de una visión más verdadera,
y si fuera mostrándole los objetos que pasan y
obligándole a contestar a sus preguntas acerca de qué
es cada uno de ellos? ¿no crees que estaría perplejo y
que lo que antes había contemplado le parecería más
verdadero que lo que entonces se le mostraba?
- Mucho más –dijo.”
Primera reacción del liberado:
rechazo
• El proceso de liberación es duro. Implica un
rechazo inicial por parte del liberado, pues el
ascenso hacia el exterior de la caverna es
doloroso.
• Además, es lento y progresivo. Poco a poco
el liberado se va acostumbrando a su nueva
realidad.
• Importante: este movimiento no representa
un aprendizaje meramente intelectual;
incluye una transformación completa de la
subjetividad que organiza los deseos (justicia
en el alma).
Segunda reacción del liberado:
felicidad
• Cuando termina de acostumbrarse a la
vida fuera de la caverna experimenta una
dicha absoluta.
• Desde entonces los honores y premios
que se otorgaban en la caverna le
parecen inservibles.
• Importante: posee una visión privilegiada
del mundo, la que lo sitúa en un estado de
superioridad frente a sus ex compañeros
de la caverna.
Retorno a la caverna
“Ahora fíjate en esto –dije– : si vuelto el tal allá
abajo, ocupase de nuevo el mismo asiento, ¿no
crees que se le llenarían los ojos de tinieblas
como a quien deja súbitamente la luz del sol?
- Ciertamente –dijo.” (República, 516e)
- El liberado no puede manejarse adecuadamente
al interior de la caverna, por lo cual es objeto de
burla y tratado como un loco. Y si tratase de
liberar a algún compañero sería objeto de
represalias (hasta la condena a muerte. Cfr. La
apología de Sócrates; Pitufo filósofo)
Retorno a la caverna
• Además, el liberado no desea retornar a la
caverna, no quieren ocuparse de asuntos
humanos.
• Sin embargo, debe ser obligado a bajar,
pues le debe a la polis, ya que esta es
quien ha posibilitado su formación, su
educación. Es una cuestión de retribución.
• Además, la felicidad debe ser de todos, no
solo de unos cuantos.
Educación sofista vs educación
socrática
• Una vez terminada la narración de la alegoría
de la caverna, Sócrates concluye que la
educación no es como “algunos” (sofistas)
dicen, pues no consiste en proporcionar
ciencia al alma que no la tiene (como si le
dieran vista a unos ojos ciegos). La educación
en cambio, sería un “volver el alma hacia las
ideas”.
• Importante: la virtud es conocimiento. Pero
este no se “pone” en el alma; por el contrario,
esta se “modifica” a sí misma para alcanzarlo.
Educación
• “Ahora bien, la discusión de hora –dije–
muestra que esta facultad, existente en el
alma de cada uno, y el órgano con el que
cada cual aprende deben volverse,
apartándose de lo que nace, con el alma
entera –del mismo modo que el ojo no es
capaz de volverse hacia la luz, dejando la
tiniebla, sino en compañía del cuerpo entero–
hasta que se hallan en condiciones de
afrontar la contemplación del ser e incluso de
la parte más brillante del ser, que es aquello
a lo que llamamos bien. ¿No es eso?
• - Eso es (…)
Educación
• (…) Por consiguiente –dije – puede haber
un arte de descubrir cuál será la manera
más fácil y eficaz para que este órgano se
vuelva; pero no de infundirle visión, sino
de procurar que se corrija lo que,
teniéndola ya, no está vuelto adonde debe
ni mira adonde es menester” (República,
518c-d)
Conclusión
• Así, el arte indicado para conducir al hombre
hacia la virtud es la paideia entendida como
“formación del alma” y no como “transmisión de
conocimientos”.
• Este arte lleva el nombre de dialéctica y se
distingue de la retórica u oratoria enseñada por
los sofistas.
• La dialéctica conduce al hombre desde las
opiniones hasta el conocimiento, permitiéndole
así luego actuar correctamente.