Profecías Apocalípticas de -Dan.2 y sus paralelos, los cap.7, 8 y 11 se extienden desde la época de Daniel (S.

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Transcript Profecías Apocalípticas de -Dan.2 y sus paralelos, los cap.7, 8 y 11 se extienden desde la época de Daniel (S.

Profecías
Apocalípticas
de
-Dan.2 y sus paralelos, los cap.7, 8 y 11 se extienden desde
la época de Daniel (S. VI a C) hasta la Segunda Venida de
Cristo (Fin del Mundo) en forma ininterrumpida. Aunque el
énfasis está en el “tiempo del fin”.
-Los Preteristas creen que Daniel no existió y que el autor
vivió en el S. II a C, por lo que todos los capítulos, el 2, 7, 8,
9 y 11 retroceden a Babilonia (S. VI a C) y llegan al S. II a C,
época de Antioco IV y del autor de Daniel, es decir, no hay
verdaderas profecías, y ninguna de ellas llega a la Segunda
Venida de Cristo ni siquiera a la Primera. Cuando Cristo
nació ya Daniel estaba obsoleto, se había cumplido
completamente 2 siglos antes.
-Este recurso de pseudo-profecías es usado por los libros
apocalípticos apócrifos, como no son inspirados por Dios y
no pueden conocer el futuro, mienten al lector haciéndole
creer que existieron (los autores) siglos o milenios antes.
Los últimos eventos narrados son los de su época. Este
recurso es llamado prophecia post eventus. Pero si Daniel
hace esto es un mentiroso y no merece ni aun ser
estudiado.
Los Futuristas creen en el elemento predictivo de las
profecías, creen que llegan a la Segunda Venida de Cristo,
pero no creen que tengan un cumplimiento continuo a través
de la historia, mas bien las profecías nos hablan desde los
tiempos del profeta hasta la Primera Venida de Cristo, luego
se interrumpe la predicción y se retoma en los tiempos
finales. Dentro de los futuristas hay varias ramas, la más
popular es la dispensacionalista que asegura que la
dispensación o era judía es otra muy distinta de la
dispensación cristiana, son como “el aceite con el vinagre”.
Cuando Cristo vino e hizo un nuevo pacto fundando su
Iglesia compuesta de judíos y gentiles se suspendió la
dispensación judía para dar lugar a la Cristiana.
Ellos creen que Cristo literalmente es un ladrón en su
Segunda Venida ya que robará o raptará a su Iglesia,
aunque Pedro, quien compara su Venida como la de un
ladrón en la noche, es decir, sorpresiva (2Ped.3:10) asegura
que Cristo no es ladrón ni raptor de su Iglesia, ya que ésta le
pertenece, la compró con su propia sangre (1Ped.1:18-19).
Pero ellos acusan a Cristo de raptor y luego del “rapto” de la
Iglesia el mundo sigue su curso, nadie vio a Cristo ya que su
venida fue invisible. Pero Dios le da otra oportunidad al
mundo ahora a través de su antiguo pueblo, los judíos, y de
ellos también se levanta el anticristo quien reconstruye el
templo judío y gana su corazón durante 3,5 años (media
semana), luego los traiciona y persigue por otros 3,5 años la
otra media semana de la 70ª, este anticristo es el cuerno
pequeño que persigue por “tiempo, tiempos y medio tiempo”
literales (Dan.7:25; 12:7).
Así como para los Preteristas no tienen relevancia las
profecías de Daniel ya que todas se cumplieron antes que
él naciera, para los Futuristas tampoco ya que ninguna de
ellas afecta al cristianismo, son profecías judías que se
cumplieron con ellos, y las que no alcanzaron a cumplirse
lo harán en un futuro remoto, sólo con los judíos cuando la
Iglesia cristiana ya no esté aquí.
Los Historicistas, además de creer en la capacidad divina para
predecir el futuro, cree con el apoyo de todos los profetas
bíblicos y los apóstoles en el NT que las profecías tienen
continuidad desde los días del profeta hasta el fin del mundo.
Si recordamos Dan.2, la cabeza de oro era el rey de Babilonia
en tiempos de Daniel, continúa con todos los imperios
antiguos ininterrumpidamente, luego en la Era Cristiana con
“el reino dividido” desde el S. V d C hasta el presente, para
finalizar con la Caída de la Roca que forma un reino eterno
(Segunda Venida). No hay una interrupción en el S. I d C
como piensan los futuristas ni representa la Roca al reino
Macabeo del S II a C.
Ahora bien, en Dan.7, 8, 9 y 12 hay periodos proféticos, 3,5
tiempos, 2.300 días, 70 semanas ó 490 días y 1.290 y 1335
días respectivamente.
Tanto los Preteristas como los futuristas niegan el principio día
por año, para los primeros las profecías son a corto plazo y no se
extienden ni siquiera hasta la Primera Venida de Cristo, para los
segundos todas las profecías de tiempo son cortos periodos
literales que se cumplirán con los judíos literales y su templo
literal después del “rapto”.
Los 3,5 tiempos o años es el periodo que dura la persecución del
Cuerno Pequeño, si este cuerno no es un individuo (Antioco IV o
un Judío) sino un sistema que la profecía nos muestra surge de la
4ª Bestia ,es decir, Roma Imperial y es destruido “no con mano”,
es decir con la Venida del reino del Hijo del Hombre representado
por la Roca cortada “no con mano” en Dan.2, los 3,5 años ó 1260
días no pueden ser días literales sino 1260 años.
Los 2300 días no son en este caso el periodo de supremacía del
Cuerno Pequeño, sino la duración de la Visión (Hazón, en
hebreo) que comienza con el Carnero (8:20 Medo Persia),
continúan con el Chivo y sus cuernos (8:21-22 Grecia y los reinos
salidos de ella), el cuerno pequeño que crece territorialmente
(8:23 Roma Imperial) y luego espiritualmente (8:24-25 Roma
Papal), finalizando con la “Purificación del Santuario” o Juicio
Final. Todos esos acontecimiento no pueden suceder en un corto
periodo de 2300 días ó 6 años 3 meses con 20 días literales.
"Entonces oí hablar a un santo; y otro de los santos preguntó a
aquel que hablaba: "¿Hasta cuándo durará la visión del
sacrificio continuo, la prevaricación asoladora y la entrega del
santuario y el ejército para ser pisoteados?". Dan.8:13
En el original dice: “la visión (Hazón), el continuo (Sust. no
adjetivo), la prevaricación. . . ”
Gabriel le repite a Daniel que la Visión (Hazón) es “para el tiempo
del fin” (Dan.8:17, 19, 26) no para sus días.
Las 70 semanas señalan la solución definitiva para el pecado
(9:24), llegan al Mesías o Cristo (9:25, 26) y predicen la
destrucción futura de Jerusalén (9:27), todo esto no puede ocurrir
en 490 días ó menos de 1 año 4 meses dentro de la vida de
Daniel, ¡de hecho no ocurrió!
Aunque los Futuristas y Preteristas aceptan que aquí, pero sólo
aquí (Dan.9) debemos entender 70 semanas de años no de días
literales, pero el resto de profecías en Daniel y Apocalipsis deben
entenderse como periodos literales.
En Dan.10-12 la visión (Mare’) consiste en ver a un Ser con
características Divinas (Cap.10) que le narra el desenlace de la
historia de la salvación en lenguaje literal, allí (Dan.11) no ve
bestias ni cuernos sino oye de labios del ser celestial el futuro.
Este Ser le habla de reyes del norte y del sur, de los hijos de
estos reyes, esto es lenguaje literal, reyes son reyes, hijos son
hijos, el norte es el norte, el sur es el sur, años son años (11:6, 8,
13) “tu pueblo” (11:14) es el pueblo literal de Daniel, los judíos.
Pero desde la Venida (1ª) del “Príncipe del Pacto” (11:22) el
lenguaje literal y local se debe entender como simbólico y
universal, el rey es un reino, los días son años, el norte y el sur no
son el norte ni el sur. No es posible aquí explicar este principio
hermenéutico, recomiendo leer los libros de Louis Were y Hans
LaRondelle.
Por lo anterior, los 3,5 años ó 1260 días (12:7); los 1290 y
los 1335 días (12:11-12) son años.
Dan.11 narra en forma ininterrumpida la historia desde
Persia (S. VI a C, 11:2) hasta la Venida de Miguel y la
resurrección final (12:1-3).
Por lo tanto, los periodos de Daniel 7, 8, 9 y 11-12 no
pueden ser literales
La palabra “profecía” viene del verbo griego Pro-femí que
significa “decir algo antes que ocurra”. Los teólogos de todas
las escuelas de interpretación reconocen que hay por lo
menos 2 géneros de profecías distintas en la Biblia, la más
común es llamada Profecía Clásica, la otra Apocalíptica.
La Profecía Clásica: es dada en un lenguaje literal, tiene
un cumplimiento a corto plazo (dentro de la historia del Israel
del AT), no requieren ángel intérprete puesto que son literales,
y son condicionales de acuerdo a la respuesta del objeto de la
predicción, ejemplo: Jonás anuncia la caída de Nínive en 40
días por causa de sus pecados, Nínive es Nínive, los 40 días
son 40 días, etc. En este caso como hubo arrepentimiento de
los ninivitas la profecía no se cumplió.
La Profecía Apocalíptica: es dada en lenguaje simbólico, por lo que se
requiere un ángel intérprete, es a largo plazo, es decir, se extiende
hasta el fin del mundo, no se limita a Israel y las naciones del ACO sino
tiene un alcance cósmico, y su cumplimiento es incondicional, es decir
son decisiones divinas independientes de la respuesta humana como la
Segunda Venida de Cristo, Ejemplo: Apoc.12, el Dragón no es un
Dragón sino el Diablo, la mujer no es una mujer sino la Iglesia, los días
no son días sino años, etc.
Ahora bien, Dan.7,8 y 9 que nos interesan son visiones simbólicas
(Dan.9 es la continuación de la interpretación de la visión de Dan.8, vea
Dan.9:21, 23). En los 3 capítulos aparece un ángel intérprete.
En Dan.7 y 8 aparecen animales que no son animales sino reinos
(Dan.7:17, 23; 8:20-21), la misma apariencia de ellos nos hace pensar
que no son reales, ejemplo: animales con 4 cabezas, felinos con alas,
bestias con 10 cuernos, etc. nada de eso se ve en la naturaleza.
Si el lenguaje es simbólico, ¿por qué interpretar el tiempo como literal?,
sería una inconsistencia. El lenguaje simbólico obliga a interpretar los
periodos como simbólicos.
Así como no es lo natural ver animales con varias cabezas,
tampoco es natural hablar de 2300 tardes y mañanas, lo normal
sería decir 6 años, 3 meses y 20 días; tampoco es normal 70
semanas, mas lógico es 490 días; tiempo, tiempos y medio
tiempo no es la mejor manera de referirse a 3,5 años. Esta
terminología hace pensar en un lenguaje simbólico. En los libros
históricos como en 2Sam.5:5 hablando del reinado de David dice
que reinó sobre Judá 7 años y 6 meses no 2700 tardes y
mañanas, Sant.5:17 cuenta que en tiempos de Elías no llovió por
3 años y 6 meses no dice tiempo, tiempos y medio tiempo, etc.
Ahora, no hay libros proféticos apocalípticos y otros proféticos
clásicos 100%, se puede decir que un libro es predominantemente apocalíptico o clásico. Por ejemplo: Zacarías, Ezequiel,
Joel, etc. son predominantemente profetas clásicos pero tiene
algunas profecías apocalípticas; Daniel y Apocalipsis son
predominantemente apocalípticos pero también tienen algunas
profecías clásicas:
En Dan.4 el rey Nabucodonosor tuvo un sueño de un árbol que
sería cortado por 7 tiempos o 7 años, y luego renacería. Esa
profecía es clásica, porque es a corto plazo (4:28, 33), se cumplió
en el mismo rey (4:24-25, 30-32), el mismo da testimonio de este
cumplimiento (4:34), por lo tanto, los 7 tiempos o años son 7
tiempos o años literales, pero si alguien insiste en aplicarles el
principio día por año tampoco resultaría ya que nos dan 2520
años y Nabucodonosor no vivió tanto.
Lo mismo vimos en Dan.11:6. 8 y 13 donde al cabo de años un
rey volvió a atacar, si le aplicamos el principio día por año en sólo
3 años habría más de un milenio, es difícil concebir que un
individuo espera y vive milenios para volver a atacar a su rival.
En Apoc.20-22 predomina el lenguaje literal, el mismo ángel le
explica a Juan que estas “palabras son fieles y verdaderas
(literales)” (Apoc.21:5; 22:6), por lo tanto, en Apoc.20 los reyes de
las naciones son reyes de las naciones, los santos resucitados
son santos resucitados y los 1000 años son 1000 años.
En el mismo cap.9 (9:2) de Daniel se menciona que éste
estudió la profecía de Jeremías que anunció el cautiverio de
Judá en Babilonia por 70 años (Jer.25:11; 29:10).
En Dan.9:24 habla de 70 semanas, ¿por qué aplicamos el
principio día por año al segundo periodo y no al primero?
Simplemente porque la profecía de Jeremías es clásica y la
daniélica apocalíptica.
En la profecía de Jeremías Babilonia es Babilonia, Judá es
Judá y los 70 años son 70 años.
La palabra día en hebreo es yom: en contextos literales, más aún
cuando hay detalles que indican que son de 24 horas como en
Gén.1 se refiere a días literales; pero, como dijimos, en contextos
simbólicos se entienden como años, pero ¿por qué como años y
no como meses, siglos o milenios? La palabra yom (día) a veces
en hebreo se usa intercambiablemente con la palabra año (heb.
Shanáh), por ejemplo:
Job 10:5 “¿Son tus días [yom] como los días del hombre, o tus
años [shanáh] como el tiempo de los seres humanos”.
Job 32:7 “Yo decía: ‘Los días hablarán, los muchos años
declararán sabiduría’”.
Sal.77:5 “Consideraba los días desde el principio, los años
pasados”.
Vemos que en el lenguaje figurado de los libros poéticos día se
usa como paralelo sinonímico de año.
En los libros históricos a veces se usa la palabra día (yom) para
referirse a un año, los hebreos lo entendían perfectamente y los
traductores lo han aprendido y traducen a veces la palabra heb.
yom como año, ejemplo:
En Éxo.13:10 la expresión que nuestras Biblias traducen “de año
en año” en heb. dice: “de días en días”; en 1Sam.20:6 la frase “el
sacrificio anual” en heb. es “sacrificio de los días”; en 1Sam.27:7
dice: “El número de los días que David habitó en la tierra de los
filisteos ascendió a un año [heb. yamim “días”] y cuatro meses”;
en 1Sam.2:19 la frase “cada año” en hebreo es “de días en días”;
1Rey.1:1 “Cuando el rey David era viejo y avanzado en días, lo
cubrían de ropas, pero no se calentaba” la RV95 lo traduce
literalmente del hebreo, pero otras versiones castellanas traducen
“en años” ya que se refiere a la edad de David.
Pero ¿Sabía Daniel que la palabra día a veces se refiere a
años, la usó en su libro?
Sí, lo sabía por ser judío y la usó con este sentido, ejemplo:
Dan.1:5 dice que “Y les señaló el rey una porción diaria de la
comida del rey y del vino que él bebía; y que los educara
durante tres años, para que al fin de ellos se presentaran
delante del rey”
Lo normal sería decir que al final de esos años fueron
traídos al rey, pero Dan.1:18 dice: “pasados, pues, los días
al fin de los cuales había dicho el rey que los llevaran, el jefe
de los eunucos los llevó delante de Nabucodonosor”.
Pero ¿ocurre esto en los capítulos apocalípticos de Daniel?
También.
Dan.7:9 dice: “"Estuve mirando hasta que fueron puestos unos
tronos y se sentó un Anciano de días. Su vestido era blanco
como la nieve; el pelo de su cabeza, como lana limpia. . .”
Se refiere a un Anciano de muchos años, con experiencia y
sabiduría para juzgar pues es el Juez del universo. La expresión
“días” alude a la eternidad de Dios. Un occidental podría
confundirse con este texto ya que nosotros nos referimos a un
“bebe de días” literales para referirnos a su corta edad.
Dan.8:26: Gabriel afirma a Daniel que la visión (hazón) “es para
muchos días”, si fueran “muchos días” literales podría haber
dicho para “unos pocos meses”, ya que cada mes tiene 30 días,
pero aquí como en muchos otros casos se entiende que es para
muchos años, ya que la visión (hazón) abarca desde el imperio
Persa hasta el juicio final, además el mismo ángel le dijo que la
visión (hazón) es para “el tiempo del fin” (Dan.8:17, 19).
Si estos capítulos apocalípticos usan la palabra día para referirse a
años, ¿por qué sería tan absurdo entender los días de los periodos
como años?
Esto es tan natural para la mente hebrea que uno de los más
grandes rabinos judíos del S. XII, Rashi, antes de la Reforma
Protestante y por supuesto antes que existieran los adventistas al
traducir Dan.8:14 del hebreo lo vertió: “y él me dijo: hasta 2.300
años. . .”
Pero ¿Hay un texto que explícitamente diga que un día equivale a un
año? Sí
Num.14:34 “Conforme al número de los días, de los cuarenta días que
empleasteis en reconocer la tierra, cargaréis con vuestras iniquidades:
cuarenta años, un año por cada día. Así conoceréis mi castigo”.
Eze.4:6 “Cumplidos estos, te acostarás por segunda vez, ahora sobre
tu lado derecho, y llevarás la maldad de la casa de Judá cuarenta
días; día por año, día por año te lo he dado”.
Alguien podría preguntar ¿los libros de Ezequiel y Números no
corresponden a otros géneros literarios?
Es verdad que Ezequiel es predominantemente clásico, pero
también contiene profecías apocalípticas, de hecho el primer
capítulo es apocalíptico, los “seres vivientes” con 4 cabezas de
distintos animales, 4 alas cada uno, pies de becerro, etc. no son
seres literales sino símbolos (Eze.1:5-14), esos mismos seres
reaparecen en el cap.10 donde se interpreta el símbolo (10:20).
Dentro de ese marco hay una serie de profecías de ambos tipos,
en el cap.4 Ezequiel mismo se transforma en un símbolo para el
pueblo de Judá (4:3, compare con Apoc.12:1, 3). Debe dormir al
intemperie, comer un pedazo de pan y un poco de agua al día, el
pan debe cocerlo en excremento, debe raparse como esclavo,
dormir como esclavo 40 días. Todo esto tiene una interpretación
(4:13; 5:7-17), significa que en el futuro todo el pueblo padecerá
pero no solo 40 días sino 40 años. Por lo anterior, el profeta, un
individuo representa a todo un pueblo, y los días representan
años.
Estas acciones simbólicas son usadas también en Daniel (12:4) y
en Apocalipsis (10:8-11; 11:1-2). En Apocalipsis, Juan el profeta
debe comer el libro que Daniel selló, sería dulce en su boca y
amargo en su vientre; luego debía medir el templo, el altar y a sus
adoradores, todas estas acciones representan lo que el pueblo
fiel de Dios experimentaría en un futuro lejano.
Pero el libro de Números es histórico, no profético. Sí, pero el
pueblo pidió inspeccionar la tierra antes de entrar, se envió a 12
hombres (no es un número cualquiera), cada uno era un príncipe
que representaban a las 12 tribus de Israel; los 40 días que
estuvieron en Canaán representaron 40 años que no sólo ellos
sino las 12 tribus a las cuales representaron pasarían en el
desierto. Otra vez tenemos una profecía de los que acontecería
durante 4 décadas, a 12 individuos que representan a todo un
pueblo y días que representan años.
De manera que éstas acciones, personas y días sirvieron de
paradigmas o símbolos cuya realidad es más amplia.
En Mat.24-25; Mar.13 y Luc.17 y 21 Jesús anuncia en detalles (1)
la destrucción del templo y la santa ciudad anunciada en
Dan.9:26-27, (2) la tribulación abominable realizada por el Cuerno
Pequeño de Dan.8:9-13; y (3) su Segunda Venida como el Hijo
del Hombre en las nubes del cielo que viene del Padre después
de obtener el reino eterno de Dan.7:13-14, ya que viene con
poder y gran gloria (Mat.24:30; 25:31). En éste sermón Jesús
vinculó los cap.7, 8 y 9 de Daniel adjudicando su cumplimiento
desde el tiempo apostólico hasta su Segunda Venida.
La única respuesta dada por los preteristas es (a) que Mateo,
Marcos y Lucas se equivocaron al entender el sermón de Cristo,
(b) que Cristo mismo se equivocó al interpretar Daniel dejándose
llevar por interpretaciones de su época, o (c) que estaba dando
una aplicación secundaria a los sucesos cumplidos por Antioco IV.
Es más fácil para ellos decir que Cristo se equivocó que
reconocer que ellos están errados.
Los futuristas tratan de negar la continuidad intentando ajustar el
cumplimiento al año 70 y luego al fin del mundo.
En Mat.24:15-16 dice: “Por tanto, cuando veáis en el Lugar santo
la abominación desoladora de la que habló el profeta Daniel -el
que lee, entienda-, entonces los que estén en Judea, huyan a los
montes” (comp. Mar.13:14).
Dan.8:9-11 habla de un poder abominable y desolador llamado
“cuerno pequeño” que persigue a los santos, arrebata al Príncipe
del ejército el ministerio continuo y hecha por tierra el lugar de su
santuario. La obra de este cuerno es llamada en 8:13 “rebelión
asoladora”
En Dan.11:31 se describe el cambio de Roma imperial a Roma
Papal con la siguiente predicción: “Se levantarán sus tropas, que
profanarán el santuario y la fortaleza, quitarán el [sacrificio]
continuo y pondrán la abominación desoladora”.
En Dan.12:11 otra vez contrasta el continuo con la abominación
desoladora “Desde el tiempo en que sea quitado el [sacrificio]
continuo hasta [en heb. “para”] la abominación desoladora,
habrá mil doscientos noventa días”.
En Dan.9:26 se anuncia la obra de la primera fase de Roma
(Imperial) con las palabras: “El pueblo de un príncipe que ha de
venir destruirá la ciudad y el santuario, su final llegará como una
inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones
(abominaciones, en heb.)”;
Y la obra del cuerno pequeño en su segunda fase (Roma Papal)
en Dan.9:27 “Después, con la muchedumbre de las
abominaciones, vendrá el desolador, hasta que venga la
consumación y lo que está determinado se derrame sobre el
desolador”.
Esta terminología, abominación asoladora, propiamente judía y
daniélica no es entendida plenamente por los griegos, como
Lucas es griego y dirige su evangelio a un griego traduce en
términos concretos la frase en Luc.21:20-21: “Pero cuando veáis
a Jerusalén [Mat. “lugar santo”] rodeada de ejércitos [Mat.
“abominación asoladora”], sabed entonces que su destrucción ha
llegado. Entonces los que estén en Judea huyan a los montes; y
los que estén en medio de ella, váyanse; y los que estén en los
campos no entren en ella”.
Por tanto no cave duda de que éste lugar santo invadido por la
abominación asoladora fue Jerusalén rodeada de ejércitos que la
destruyeron, estos ejércitos fueron los de Tito, príncipe romano
que invadieron Jerusalén desde el 66-70 d C.
Pero, ¿no tendrán razón los futuristas al aplicar este sermón
profético a la caída de Jerusalén y el templo literales y luego
saltarse a la destrucción final del mundo en la Segunda Venida de
Cristo, sin considerar el tiempo entre ambos eventos?
Lucas continua el relato: “Caerán a filo de espada y serán
llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será
pisoteada por los gentiles hasta que los tiempos de los
gentiles se cumplan. Entonces habrá señales en el sol, en la
luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes,
confundidas a causa del bramido del mar y de las olas”
(Luc.21:24-25 ).
Recuérdese que es el Cuerno Pequeño de Dan.8 el que pisotea
a las estrellas o ejercito del cielo (ver.10 y 13), es decir, “al pueblo
de los santos” (8:24); y el santuario (8:13). En Dan.7:25 se nos
informa que este Cuerno Pequeño persigue a “los santos del
Altísimo” por 3,5 tiempos, ese periodo en Luc.21:24 es llamado
“el tiempo de los gentiles”, esos 3,5 tiempos es lo mismo que 42
meses o 1260 días proféticos.
En Apoc.10:9-11 Juan (representando al pueblo remanente)
experimenta un Chasco dulce-amargo con el librito de Daniel (en
1844), luego se le da una vara de medir y se le dice: “Levántate y
mide el templo de Dios y el altar y a los que adoran en él. Pero el
patio que está fuera del templo déjalo aparte y no lo midas, porque
ha sido entregado a los gentiles. Ellos hollarán la ciudad santa
cuarenta y dos meses. Y ordenaré a mis dos testigos que
profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos con ropas
ásperas” (Apoc.11:1-3).
Aquí se nos revela que “los gentiles”, es decir, el poder gentil o
pagano llamado en Dan.8 “Cuerno Pequeño” hollará o pisoteará la
Santa Ciudad 42 meses o 1260 días, este es el “tiempo de los
gentiles”.
Juan debe medir el templo y el altar, lo que implica restaurarlos
(Zac.2:1-5; Eze.40:2-5; Apoc.21:15-18). Recordemos que el Cuerno
pequeño había echado por tierra el lugar del santuario y usurpado la
continua intercesión, por lo que el templo y el altar (lugar de
intercesión continua) deben ser restaurados después de los 2300
días (1844)
Pero además debe medir a los que adoran en el templo
(Apoc.11:1) esto significa un juicio para los santos o
verdaderos adoradores (Mat.7:1-2). Recordemos que el Juicio
que comienza en 1844 es “para los santos del altísimo
(Dan.7:22; 8:13-14) no para el Cuerno pequeño o los gentiles
(Apoc.11:2). Medir “el templo, el altar y los adoradores” alude
al Gran Día de la Expiación (Lev.16:33).
Tanto Luc.21, Mat.24 como Mar.13 (además de Dan.7, 8 y
Apoc.10-11) extienden la persecución y pisoteo de la
“abominación asoladora” o “los gentiles” contra el pueblo de
Dios hasta las Señales Astronómicas (Mat.24:15-29;
Mar.13:14-25; Luc.21:20-26) previas a la Segunda Venida de
Cristo (Mat.24:30; Mar.13:26; Luc.21:27).
El sermón profético de Cristo se puede bosquejar así:
1844
Juicio,
purificación
o medición
Segunda
Venida
1260 años, tiempo de los gentiles
Santos y Santuario pisoteados
538
1798
Señales
astronómicas
Por lo anterior, para Jesús, “la gran tribulación” no duró unos
pocos años hasta la caída de Jerusalén (66-70), sino mas de mil
años hasta las señales del fin previas a su Segunda Venida. De
manera que Jesús interpretó los eventos de Dan.7, 8 y 9
aplicándoles el principio día por año.
Jesús les dijo a los teólogos más destacados de sus días “Si
no oyen a Moisés y a los Profetas, tampoco se persuadirán
aunque alguno se levante de los muertos” (Luc.16:31).
Lamentablemente, tanto los futuristas como los preteristas no
han oído la voz de Moisés (Núm.14:34), ni de los Profetas
(Dan.7,8, 9 y Eze.4:6), y lamentablemente tampoco la de
Aquel que se levantó de los muertos (Mat.24-25; Mar.13;
Luc.21; Apoc.10-11, revelados por Cristo). A pesar de que
Cristo, cuando citó a Daniel, advirtió: “el que lee, entienda”
(Mat.24:15; Mar.13:14).
Dios no necesita tanta sabiduría sino humildad, por eso Dios
no llamó al Moisés educado en “toda la sabiduría de los
egipcios” (Hec.7:22) sino al Moisés que quitó el calzado de
sus pies (Hec.7:33) ante el Dios del santuario. Dios me llamó
a mi y a ti para comprender y proclamar estas verdades.
1Cor.1:19-31 pues está escrito: "Destruiré la sabiduría de los
sabios y frustraré la inteligencia de los inteligentes". . . porque
lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil
de Dios es más fuerte que los hombres. Considerad, pues,
hermanos, vuestra vocación y ved que no hay muchos sabios
según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino
que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los
sabios; y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a
lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios,
y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se
jacte en su presencia. para que, como está escrito: "El que se
gloría, gloríese en el Señor".