Pentecostés Venida del Espíritu Santo Celebramos hoy la fiesta de PENTECOSTÉS. Recordamos los DONES del Espíritu Santo y el final del tiempo PASCUAL. Pentecostés es la plenitud de la Pascua. Es el nacimiento de.

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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.


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Pentecostés
Venida
del
Espíritu
Santo

Celebramos hoy
la fiesta de
PENTECOSTÉS.

Recordamos
los DONES
del Espíritu Santo y
el final
del tiempo PASCUAL.

Pentecostés es la plenitud de la Pascua.
Es el nacimiento de la Iglesia con la misión
de dar continuidad a la obra de Cristo
a través de los tiempos,
en medio de la diversidad de los pueblos.

En la primera
lectura,
la intención
de Lucas
es presentar
a la Iglesia
como la Comunidad
que nace de Jesús,
que está animada por el Espíritu
y que está llamada a testimoniar
a los hombres el plan liberador del Padre.

En el día
de
Pentecostés,
las personas
hablaban
la misma
lengua:
el Amor.

En la segunda lectura, para PABLO,
la Iglesia es el

"Cuerpo Místico
de Cristo".

A pesar de
la diversidad
de miembros y
de funciones,
el Cuerpo es
uno solo.
Y es el mismo
ESPÍRITU
el que alimenta y da vida a ese cuerpo.

- Para JUAN,
en el Evangelio
la Iglesia es
una Comunidad
construida
alrededor
de Jesús
y animada
por el Espíritu.

El Espíritu
nos regala
sus Dones.
El Espíritu
es ese “soplo”
de vida
que hace
vencer el miedo y las limitaciones
y dar testimonio en el mundo
de ese amor, que Jesús vivió
hasta las últimas consecuencias.

Al anochecer
de aquel día,
el primero
de la semana,
estaban
los discípulos
en una casa
con las puertas
cerradas,
por miedo
a los judíos.

Y en esto
entró Jesús,
se puso en medio

y les dijo:

Paz a vosotros.

Y diciendo esto,
les enseñó
las manos
y el costado.

Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor.

Jesús repitió:

Paz a vosotros.
Como el Padre
me ha enviado,
así también
os envío yo.

Y, dicho esto,
exhaló su aliento
sobre ellos
y les dijo:

Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes
les perdonéis
los pecados
les quedan
perdonados;

a quienes se los retengáis
les quedan retenidos.

Salmo

103

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Bendice alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor

Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra.

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
la llama de tu amor.

Presentes en la vida de
todos los hombres y mujeres
de buena voluntad.