No basta que el pueblo se pregunte qué es ser leal a la ley. Ahora es necesario preguntarse qué es ser.
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No basta que el pueblo se pregunte qué es ser leal a la ley.
Ahora es necesario preguntarse qué es ser leales al Dios de la compasión.
Jesús confronta a la gente, no con aquellas leyes de las que hablan los escribas,
sino con un Dios compasivo.
Lo importante en el reino de Dios no es contar con personas observantes
de las leyes, sino con hijos e hijas que se parezcan a Dios
y traten de ser buenos como lo es él.
Jesús busca la verdadera voluntad de Dios con una libertad sorprendente.
No se preocupa en absoluto de discutir cuestiones de moral casuística;
busca directamente qué es lo que puede hacer bien a las personas.
El amor a Dios y al prójimo es la síntesis de la ley,
el principio supremo que da nueva luz a todo el sistema legal.
El amor lo relativiza todo.
Si un precepto no se deduce del amor o va contra el amor,
queda vacío de sentido; no sirve para construir la vida tal como la quiere Dios.
José Antonio Pagola.
Jesús: aproximación histórica.
Texto: Marcos 12, 28-34 / 31 T.O. –BComentarios y presentación: Asun Gutiérrez Cabriada.
Música:Veracini. Sonata nº 3. Largo (Cantabile).
Un maestro de la ley que había oído la
discusión y había observado lo bien que
les había respondido se acercó y le
preguntó
–¿Cuál es el mandamiento más
importante?
28
No se trata de una simple curiosidad intelectual.
Aparece un maestro de la ley empeñado
en la búsqueda de lo fundamental.
Un número exagerado –613- de prohibiciones
e imposiciones impedía ver con claridad
lo realmente importante.
El actual código de Derecho Canónico tiene 1752 cánones.
Es necesario discernir lo fundamental de lo secundario
y no elevar lo secundario a categoría de fundamental.
Jesús nos recomienda buscar y vivir lo esencial.
Jesús contestó:
–El más importante es éste: Escucha Israel, el Señor nuestro Dios
es el único Señor.
30 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma,
con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
29
Ni a Dios ni a l@s demás se puede amar por ley, sino por
decisión libre y personal.
El Mandamiento de Jesús es un encargo, una invitación,
una liberación, una bienaventuranza, una respuesta.
El primer y fundamental mandamiento, el único, es doble.
Tal vez con frecuencia se caiga en la tentación y en el error de considerar
el amor al prójimo como algo opcional y/o secundario.
En el lenguaje bíblico “como a ti mismo” significa como a l@s de tu casa,
como a las personas que más quieres. La invitación es a amar a tod@s
como amamos a nuestra familia, a l@s amig@s, con el mismo cariño,
solidaridad, generosidad, desinterés, profundidad…
31
El segundo es éste: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.
No hay otro mandamiento más importante que éstos..
Jesús habla con mucha claridad, sin complicaciones; para entenderle y para
seguirle no hace falta memorizar ni practicar cánones ni catecismos.
La única forma de amarle es amar a l@s demás como él ama, como él nos
ama, como nos amamos a nosotr@s mism@s, como queremos que nos amen.
¿Qué leyes, normas, costumbres…, coloco en mi vida por encima del amor?
El maestro de la ley le dijo:
–Muy bien, Maestro. Tienes razón al afirmar que Dios es único y
que no hay otro fuera de él; 33 y que amarlo con todo el corazón,
con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al
prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos
y sacrificios.
32
Muchas personas no sienten que Dios las quiere, les resulta difícil sentir a l@s
demás como herman@s. Son personas explotadas, maltratadas, crucificadas por la
injusticia, el abuso y la insolidaridad.
La misión de las seguidoras y seguidores de Jesús es construir un mundo donde sea
creíble el Amor de Dios a tod@s sin excepción, actuar de modo que el mundo crea.
Jesús dice muy claro que tender manos, aliviar sufrimientos, curar, acoger, luchar
contra la injusticia, servir..., vivir como vivió él es superior al culto, a las leyes y a los
ritos. Sigue repitiendo: “misericordia quiero, y no sacrificios”.
Está cerca del Reino quien da importancia al amor en su vida.
Basándose en mi forma de hablar y de actuar,
¿me diría Jesús que estoy cerca del reino?
El Evangelio no es ley, es Buena Noticia,
Noticia liberadora de todo temor, a la vez tranquilizadora y comprometida.
Amar a l@s demás es vivir como vivió Jesús.
Seguir, con él, su mismo camino.
Quien lo descubre y lo hace vida ya no necesita hacer más preguntas.
34
Jesús, viendo que había hablado con sensatez, le dijo:
–No estás lejos del reino de Dios.
Y nadie se atrevía ya a seguir preguntándole.
La gente trabajará para vivir,
en lugar de vivir para trabajar.
Los historiadores no creerán
que a los países les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán
que a los pobres les gusta comer promesas.
El mundo ya no estará en guerra
contra los pobres, sino contra la pobreza,
y la industria militar no tendrá más remedio
que declararse en quiebra.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura,
porque no habrá niños de la calle.
La justicia y la libertad, hermanas siamesas
condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse.
Los desesperados serán esperados y los perdidos encontrados,
porque son los que se desesperaron de tanto esperar
y se perdieron de tanto buscar.
En este mundo cada noche será vivida como si fuera la última
y cada día como si fuera el primero. Eduardo Galeano
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No basta que el pueblo se pregunte qué es ser leal a la ley.
Ahora es necesario preguntarse qué es ser leales al Dios de la compasión.
Jesús confronta a la gente, no con aquellas leyes de las que hablan los escribas,
sino con un Dios compasivo.
Lo importante en el reino de Dios no es contar con personas observantes
de las leyes, sino con hijos e hijas que se parezcan a Dios
y traten de ser buenos como lo es él.
Jesús busca la verdadera voluntad de Dios con una libertad sorprendente.
No se preocupa en absoluto de discutir cuestiones de moral casuística;
busca directamente qué es lo que puede hacer bien a las personas.
El amor a Dios y al prójimo es la síntesis de la ley,
el principio supremo que da nueva luz a todo el sistema legal.
El amor lo relativiza todo.
Si un precepto no se deduce del amor o va contra el amor,
queda vacío de sentido; no sirve para construir la vida tal como la quiere Dios.
José Antonio Pagola.
Jesús: aproximación histórica.
Texto: Marcos 12, 28-34 / 31 T.O. –BComentarios y presentación: Asun Gutiérrez Cabriada.
Música:Veracini. Sonata nº 3. Largo (Cantabile).
Un maestro de la ley que había oído la
discusión y había observado lo bien que
les había respondido se acercó y le
preguntó
–¿Cuál es el mandamiento más
importante?
28
No se trata de una simple curiosidad intelectual.
Aparece un maestro de la ley empeñado
en la búsqueda de lo fundamental.
Un número exagerado –613- de prohibiciones
e imposiciones impedía ver con claridad
lo realmente importante.
El actual código de Derecho Canónico tiene 1752 cánones.
Es necesario discernir lo fundamental de lo secundario
y no elevar lo secundario a categoría de fundamental.
Jesús nos recomienda buscar y vivir lo esencial.
Jesús contestó:
–El más importante es éste: Escucha Israel, el Señor nuestro Dios
es el único Señor.
30 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma,
con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
29
Ni a Dios ni a l@s demás se puede amar por ley, sino por
decisión libre y personal.
El Mandamiento de Jesús es un encargo, una invitación,
una liberación, una bienaventuranza, una respuesta.
El primer y fundamental mandamiento, el único, es doble.
Tal vez con frecuencia se caiga en la tentación y en el error de considerar
el amor al prójimo como algo opcional y/o secundario.
En el lenguaje bíblico “como a ti mismo” significa como a l@s de tu casa,
como a las personas que más quieres. La invitación es a amar a tod@s
como amamos a nuestra familia, a l@s amig@s, con el mismo cariño,
solidaridad, generosidad, desinterés, profundidad…
31
El segundo es éste: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.
No hay otro mandamiento más importante que éstos..
Jesús habla con mucha claridad, sin complicaciones; para entenderle y para
seguirle no hace falta memorizar ni practicar cánones ni catecismos.
La única forma de amarle es amar a l@s demás como él ama, como él nos
ama, como nos amamos a nosotr@s mism@s, como queremos que nos amen.
¿Qué leyes, normas, costumbres…, coloco en mi vida por encima del amor?
El maestro de la ley le dijo:
–Muy bien, Maestro. Tienes razón al afirmar que Dios es único y
que no hay otro fuera de él; 33 y que amarlo con todo el corazón,
con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al
prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos
y sacrificios.
32
Muchas personas no sienten que Dios las quiere, les resulta difícil sentir a l@s
demás como herman@s. Son personas explotadas, maltratadas, crucificadas por la
injusticia, el abuso y la insolidaridad.
La misión de las seguidoras y seguidores de Jesús es construir un mundo donde sea
creíble el Amor de Dios a tod@s sin excepción, actuar de modo que el mundo crea.
Jesús dice muy claro que tender manos, aliviar sufrimientos, curar, acoger, luchar
contra la injusticia, servir..., vivir como vivió él es superior al culto, a las leyes y a los
ritos. Sigue repitiendo: “misericordia quiero, y no sacrificios”.
Está cerca del Reino quien da importancia al amor en su vida.
Basándose en mi forma de hablar y de actuar,
¿me diría Jesús que estoy cerca del reino?
El Evangelio no es ley, es Buena Noticia,
Noticia liberadora de todo temor, a la vez tranquilizadora y comprometida.
Amar a l@s demás es vivir como vivió Jesús.
Seguir, con él, su mismo camino.
Quien lo descubre y lo hace vida ya no necesita hacer más preguntas.
34
Jesús, viendo que había hablado con sensatez, le dijo:
–No estás lejos del reino de Dios.
Y nadie se atrevía ya a seguir preguntándole.
La gente trabajará para vivir,
en lugar de vivir para trabajar.
Los historiadores no creerán
que a los países les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán
que a los pobres les gusta comer promesas.
El mundo ya no estará en guerra
contra los pobres, sino contra la pobreza,
y la industria militar no tendrá más remedio
que declararse en quiebra.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura,
porque no habrá niños de la calle.
La justicia y la libertad, hermanas siamesas
condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse.
Los desesperados serán esperados y los perdidos encontrados,
porque son los que se desesperaron de tanto esperar
y se perdieron de tanto buscar.
En este mundo cada noche será vivida como si fuera la última
y cada día como si fuera el primero. Eduardo Galeano
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No basta que el pueblo se pregunte qué es ser leal a la ley.
Ahora es necesario preguntarse qué es ser leales al Dios de la compasión.
Jesús confronta a la gente, no con aquellas leyes de las que hablan los escribas,
sino con un Dios compasivo.
Lo importante en el reino de Dios no es contar con personas observantes
de las leyes, sino con hijos e hijas que se parezcan a Dios
y traten de ser buenos como lo es él.
Jesús busca la verdadera voluntad de Dios con una libertad sorprendente.
No se preocupa en absoluto de discutir cuestiones de moral casuística;
busca directamente qué es lo que puede hacer bien a las personas.
El amor a Dios y al prójimo es la síntesis de la ley,
el principio supremo que da nueva luz a todo el sistema legal.
El amor lo relativiza todo.
Si un precepto no se deduce del amor o va contra el amor,
queda vacío de sentido; no sirve para construir la vida tal como la quiere Dios.
José Antonio Pagola.
Jesús: aproximación histórica.
Texto: Marcos 12, 28-34 / 31 T.O. –BComentarios y presentación: Asun Gutiérrez Cabriada.
Música:Veracini. Sonata nº 3. Largo (Cantabile).
Un maestro de la ley que había oído la
discusión y había observado lo bien que
les había respondido se acercó y le
preguntó
–¿Cuál es el mandamiento más
importante?
28
No se trata de una simple curiosidad intelectual.
Aparece un maestro de la ley empeñado
en la búsqueda de lo fundamental.
Un número exagerado –613- de prohibiciones
e imposiciones impedía ver con claridad
lo realmente importante.
El actual código de Derecho Canónico tiene 1752 cánones.
Es necesario discernir lo fundamental de lo secundario
y no elevar lo secundario a categoría de fundamental.
Jesús nos recomienda buscar y vivir lo esencial.
Jesús contestó:
–El más importante es éste: Escucha Israel, el Señor nuestro Dios
es el único Señor.
30 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma,
con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
29
Ni a Dios ni a l@s demás se puede amar por ley, sino por
decisión libre y personal.
El Mandamiento de Jesús es un encargo, una invitación,
una liberación, una bienaventuranza, una respuesta.
El primer y fundamental mandamiento, el único, es doble.
Tal vez con frecuencia se caiga en la tentación y en el error de considerar
el amor al prójimo como algo opcional y/o secundario.
En el lenguaje bíblico “como a ti mismo” significa como a l@s de tu casa,
como a las personas que más quieres. La invitación es a amar a tod@s
como amamos a nuestra familia, a l@s amig@s, con el mismo cariño,
solidaridad, generosidad, desinterés, profundidad…
31
El segundo es éste: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.
No hay otro mandamiento más importante que éstos..
Jesús habla con mucha claridad, sin complicaciones; para entenderle y para
seguirle no hace falta memorizar ni practicar cánones ni catecismos.
La única forma de amarle es amar a l@s demás como él ama, como él nos
ama, como nos amamos a nosotr@s mism@s, como queremos que nos amen.
¿Qué leyes, normas, costumbres…, coloco en mi vida por encima del amor?
El maestro de la ley le dijo:
–Muy bien, Maestro. Tienes razón al afirmar que Dios es único y
que no hay otro fuera de él; 33 y que amarlo con todo el corazón,
con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al
prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos
y sacrificios.
32
Muchas personas no sienten que Dios las quiere, les resulta difícil sentir a l@s
demás como herman@s. Son personas explotadas, maltratadas, crucificadas por la
injusticia, el abuso y la insolidaridad.
La misión de las seguidoras y seguidores de Jesús es construir un mundo donde sea
creíble el Amor de Dios a tod@s sin excepción, actuar de modo que el mundo crea.
Jesús dice muy claro que tender manos, aliviar sufrimientos, curar, acoger, luchar
contra la injusticia, servir..., vivir como vivió él es superior al culto, a las leyes y a los
ritos. Sigue repitiendo: “misericordia quiero, y no sacrificios”.
Está cerca del Reino quien da importancia al amor en su vida.
Basándose en mi forma de hablar y de actuar,
¿me diría Jesús que estoy cerca del reino?
El Evangelio no es ley, es Buena Noticia,
Noticia liberadora de todo temor, a la vez tranquilizadora y comprometida.
Amar a l@s demás es vivir como vivió Jesús.
Seguir, con él, su mismo camino.
Quien lo descubre y lo hace vida ya no necesita hacer más preguntas.
34
Jesús, viendo que había hablado con sensatez, le dijo:
–No estás lejos del reino de Dios.
Y nadie se atrevía ya a seguir preguntándole.
La gente trabajará para vivir,
en lugar de vivir para trabajar.
Los historiadores no creerán
que a los países les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán
que a los pobres les gusta comer promesas.
El mundo ya no estará en guerra
contra los pobres, sino contra la pobreza,
y la industria militar no tendrá más remedio
que declararse en quiebra.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura,
porque no habrá niños de la calle.
La justicia y la libertad, hermanas siamesas
condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse.
Los desesperados serán esperados y los perdidos encontrados,
porque son los que se desesperaron de tanto esperar
y se perdieron de tanto buscar.
En este mundo cada noche será vivida como si fuera la última
y cada día como si fuera el primero. Eduardo Galeano
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No basta que el pueblo se pregunte qué es ser leal a la ley.
Ahora es necesario preguntarse qué es ser leales al Dios de la compasión.
Jesús confronta a la gente, no con aquellas leyes de las que hablan los escribas,
sino con un Dios compasivo.
Lo importante en el reino de Dios no es contar con personas observantes
de las leyes, sino con hijos e hijas que se parezcan a Dios
y traten de ser buenos como lo es él.
Jesús busca la verdadera voluntad de Dios con una libertad sorprendente.
No se preocupa en absoluto de discutir cuestiones de moral casuística;
busca directamente qué es lo que puede hacer bien a las personas.
El amor a Dios y al prójimo es la síntesis de la ley,
el principio supremo que da nueva luz a todo el sistema legal.
El amor lo relativiza todo.
Si un precepto no se deduce del amor o va contra el amor,
queda vacío de sentido; no sirve para construir la vida tal como la quiere Dios.
José Antonio Pagola.
Jesús: aproximación histórica.
Texto: Marcos 12, 28-34 / 31 T.O. –BComentarios y presentación: Asun Gutiérrez Cabriada.
Música:Veracini. Sonata nº 3. Largo (Cantabile).
Un maestro de la ley que había oído la
discusión y había observado lo bien que
les había respondido se acercó y le
preguntó
–¿Cuál es el mandamiento más
importante?
28
No se trata de una simple curiosidad intelectual.
Aparece un maestro de la ley empeñado
en la búsqueda de lo fundamental.
Un número exagerado –613- de prohibiciones
e imposiciones impedía ver con claridad
lo realmente importante.
El actual código de Derecho Canónico tiene 1752 cánones.
Es necesario discernir lo fundamental de lo secundario
y no elevar lo secundario a categoría de fundamental.
Jesús nos recomienda buscar y vivir lo esencial.
Jesús contestó:
–El más importante es éste: Escucha Israel, el Señor nuestro Dios
es el único Señor.
30 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma,
con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
29
Ni a Dios ni a l@s demás se puede amar por ley, sino por
decisión libre y personal.
El Mandamiento de Jesús es un encargo, una invitación,
una liberación, una bienaventuranza, una respuesta.
El primer y fundamental mandamiento, el único, es doble.
Tal vez con frecuencia se caiga en la tentación y en el error de considerar
el amor al prójimo como algo opcional y/o secundario.
En el lenguaje bíblico “como a ti mismo” significa como a l@s de tu casa,
como a las personas que más quieres. La invitación es a amar a tod@s
como amamos a nuestra familia, a l@s amig@s, con el mismo cariño,
solidaridad, generosidad, desinterés, profundidad…
31
El segundo es éste: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.
No hay otro mandamiento más importante que éstos..
Jesús habla con mucha claridad, sin complicaciones; para entenderle y para
seguirle no hace falta memorizar ni practicar cánones ni catecismos.
La única forma de amarle es amar a l@s demás como él ama, como él nos
ama, como nos amamos a nosotr@s mism@s, como queremos que nos amen.
¿Qué leyes, normas, costumbres…, coloco en mi vida por encima del amor?
El maestro de la ley le dijo:
–Muy bien, Maestro. Tienes razón al afirmar que Dios es único y
que no hay otro fuera de él; 33 y que amarlo con todo el corazón,
con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al
prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos
y sacrificios.
32
Muchas personas no sienten que Dios las quiere, les resulta difícil sentir a l@s
demás como herman@s. Son personas explotadas, maltratadas, crucificadas por la
injusticia, el abuso y la insolidaridad.
La misión de las seguidoras y seguidores de Jesús es construir un mundo donde sea
creíble el Amor de Dios a tod@s sin excepción, actuar de modo que el mundo crea.
Jesús dice muy claro que tender manos, aliviar sufrimientos, curar, acoger, luchar
contra la injusticia, servir..., vivir como vivió él es superior al culto, a las leyes y a los
ritos. Sigue repitiendo: “misericordia quiero, y no sacrificios”.
Está cerca del Reino quien da importancia al amor en su vida.
Basándose en mi forma de hablar y de actuar,
¿me diría Jesús que estoy cerca del reino?
El Evangelio no es ley, es Buena Noticia,
Noticia liberadora de todo temor, a la vez tranquilizadora y comprometida.
Amar a l@s demás es vivir como vivió Jesús.
Seguir, con él, su mismo camino.
Quien lo descubre y lo hace vida ya no necesita hacer más preguntas.
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Jesús, viendo que había hablado con sensatez, le dijo:
–No estás lejos del reino de Dios.
Y nadie se atrevía ya a seguir preguntándole.
La gente trabajará para vivir,
en lugar de vivir para trabajar.
Los historiadores no creerán
que a los países les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán
que a los pobres les gusta comer promesas.
El mundo ya no estará en guerra
contra los pobres, sino contra la pobreza,
y la industria militar no tendrá más remedio
que declararse en quiebra.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura,
porque no habrá niños de la calle.
La justicia y la libertad, hermanas siamesas
condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse.
Los desesperados serán esperados y los perdidos encontrados,
porque son los que se desesperaron de tanto esperar
y se perdieron de tanto buscar.
En este mundo cada noche será vivida como si fuera la última
y cada día como si fuera el primero. Eduardo Galeano
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No basta que el pueblo se pregunte qué es ser leal a la ley.
Ahora es necesario preguntarse qué es ser leales al Dios de la compasión.
Jesús confronta a la gente, no con aquellas leyes de las que hablan los escribas,
sino con un Dios compasivo.
Lo importante en el reino de Dios no es contar con personas observantes
de las leyes, sino con hijos e hijas que se parezcan a Dios
y traten de ser buenos como lo es él.
Jesús busca la verdadera voluntad de Dios con una libertad sorprendente.
No se preocupa en absoluto de discutir cuestiones de moral casuística;
busca directamente qué es lo que puede hacer bien a las personas.
El amor a Dios y al prójimo es la síntesis de la ley,
el principio supremo que da nueva luz a todo el sistema legal.
El amor lo relativiza todo.
Si un precepto no se deduce del amor o va contra el amor,
queda vacío de sentido; no sirve para construir la vida tal como la quiere Dios.
José Antonio Pagola.
Jesús: aproximación histórica.
Texto: Marcos 12, 28-34 / 31 T.O. –BComentarios y presentación: Asun Gutiérrez Cabriada.
Música:Veracini. Sonata nº 3. Largo (Cantabile).
Un maestro de la ley que había oído la
discusión y había observado lo bien que
les había respondido se acercó y le
preguntó
–¿Cuál es el mandamiento más
importante?
28
No se trata de una simple curiosidad intelectual.
Aparece un maestro de la ley empeñado
en la búsqueda de lo fundamental.
Un número exagerado –613- de prohibiciones
e imposiciones impedía ver con claridad
lo realmente importante.
El actual código de Derecho Canónico tiene 1752 cánones.
Es necesario discernir lo fundamental de lo secundario
y no elevar lo secundario a categoría de fundamental.
Jesús nos recomienda buscar y vivir lo esencial.
Jesús contestó:
–El más importante es éste: Escucha Israel, el Señor nuestro Dios
es el único Señor.
30 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma,
con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
29
Ni a Dios ni a l@s demás se puede amar por ley, sino por
decisión libre y personal.
El Mandamiento de Jesús es un encargo, una invitación,
una liberación, una bienaventuranza, una respuesta.
El primer y fundamental mandamiento, el único, es doble.
Tal vez con frecuencia se caiga en la tentación y en el error de considerar
el amor al prójimo como algo opcional y/o secundario.
En el lenguaje bíblico “como a ti mismo” significa como a l@s de tu casa,
como a las personas que más quieres. La invitación es a amar a tod@s
como amamos a nuestra familia, a l@s amig@s, con el mismo cariño,
solidaridad, generosidad, desinterés, profundidad…
31
El segundo es éste: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.
No hay otro mandamiento más importante que éstos..
Jesús habla con mucha claridad, sin complicaciones; para entenderle y para
seguirle no hace falta memorizar ni practicar cánones ni catecismos.
La única forma de amarle es amar a l@s demás como él ama, como él nos
ama, como nos amamos a nosotr@s mism@s, como queremos que nos amen.
¿Qué leyes, normas, costumbres…, coloco en mi vida por encima del amor?
El maestro de la ley le dijo:
–Muy bien, Maestro. Tienes razón al afirmar que Dios es único y
que no hay otro fuera de él; 33 y que amarlo con todo el corazón,
con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al
prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos
y sacrificios.
32
Muchas personas no sienten que Dios las quiere, les resulta difícil sentir a l@s
demás como herman@s. Son personas explotadas, maltratadas, crucificadas por la
injusticia, el abuso y la insolidaridad.
La misión de las seguidoras y seguidores de Jesús es construir un mundo donde sea
creíble el Amor de Dios a tod@s sin excepción, actuar de modo que el mundo crea.
Jesús dice muy claro que tender manos, aliviar sufrimientos, curar, acoger, luchar
contra la injusticia, servir..., vivir como vivió él es superior al culto, a las leyes y a los
ritos. Sigue repitiendo: “misericordia quiero, y no sacrificios”.
Está cerca del Reino quien da importancia al amor en su vida.
Basándose en mi forma de hablar y de actuar,
¿me diría Jesús que estoy cerca del reino?
El Evangelio no es ley, es Buena Noticia,
Noticia liberadora de todo temor, a la vez tranquilizadora y comprometida.
Amar a l@s demás es vivir como vivió Jesús.
Seguir, con él, su mismo camino.
Quien lo descubre y lo hace vida ya no necesita hacer más preguntas.
34
Jesús, viendo que había hablado con sensatez, le dijo:
–No estás lejos del reino de Dios.
Y nadie se atrevía ya a seguir preguntándole.
La gente trabajará para vivir,
en lugar de vivir para trabajar.
Los historiadores no creerán
que a los países les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán
que a los pobres les gusta comer promesas.
El mundo ya no estará en guerra
contra los pobres, sino contra la pobreza,
y la industria militar no tendrá más remedio
que declararse en quiebra.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura,
porque no habrá niños de la calle.
La justicia y la libertad, hermanas siamesas
condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse.
Los desesperados serán esperados y los perdidos encontrados,
porque son los que se desesperaron de tanto esperar
y se perdieron de tanto buscar.
En este mundo cada noche será vivida como si fuera la última
y cada día como si fuera el primero. Eduardo Galeano
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No basta que el pueblo se pregunte qué es ser leal a la ley.
Ahora es necesario preguntarse qué es ser leales al Dios de la compasión.
Jesús confronta a la gente, no con aquellas leyes de las que hablan los escribas,
sino con un Dios compasivo.
Lo importante en el reino de Dios no es contar con personas observantes
de las leyes, sino con hijos e hijas que se parezcan a Dios
y traten de ser buenos como lo es él.
Jesús busca la verdadera voluntad de Dios con una libertad sorprendente.
No se preocupa en absoluto de discutir cuestiones de moral casuística;
busca directamente qué es lo que puede hacer bien a las personas.
El amor a Dios y al prójimo es la síntesis de la ley,
el principio supremo que da nueva luz a todo el sistema legal.
El amor lo relativiza todo.
Si un precepto no se deduce del amor o va contra el amor,
queda vacío de sentido; no sirve para construir la vida tal como la quiere Dios.
José Antonio Pagola.
Jesús: aproximación histórica.
Texto: Marcos 12, 28-34 / 31 T.O. –BComentarios y presentación: Asun Gutiérrez Cabriada.
Música:Veracini. Sonata nº 3. Largo (Cantabile).
Un maestro de la ley que había oído la
discusión y había observado lo bien que
les había respondido se acercó y le
preguntó
–¿Cuál es el mandamiento más
importante?
28
No se trata de una simple curiosidad intelectual.
Aparece un maestro de la ley empeñado
en la búsqueda de lo fundamental.
Un número exagerado –613- de prohibiciones
e imposiciones impedía ver con claridad
lo realmente importante.
El actual código de Derecho Canónico tiene 1752 cánones.
Es necesario discernir lo fundamental de lo secundario
y no elevar lo secundario a categoría de fundamental.
Jesús nos recomienda buscar y vivir lo esencial.
Jesús contestó:
–El más importante es éste: Escucha Israel, el Señor nuestro Dios
es el único Señor.
30 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma,
con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
29
Ni a Dios ni a l@s demás se puede amar por ley, sino por
decisión libre y personal.
El Mandamiento de Jesús es un encargo, una invitación,
una liberación, una bienaventuranza, una respuesta.
El primer y fundamental mandamiento, el único, es doble.
Tal vez con frecuencia se caiga en la tentación y en el error de considerar
el amor al prójimo como algo opcional y/o secundario.
En el lenguaje bíblico “como a ti mismo” significa como a l@s de tu casa,
como a las personas que más quieres. La invitación es a amar a tod@s
como amamos a nuestra familia, a l@s amig@s, con el mismo cariño,
solidaridad, generosidad, desinterés, profundidad…
31
El segundo es éste: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.
No hay otro mandamiento más importante que éstos..
Jesús habla con mucha claridad, sin complicaciones; para entenderle y para
seguirle no hace falta memorizar ni practicar cánones ni catecismos.
La única forma de amarle es amar a l@s demás como él ama, como él nos
ama, como nos amamos a nosotr@s mism@s, como queremos que nos amen.
¿Qué leyes, normas, costumbres…, coloco en mi vida por encima del amor?
El maestro de la ley le dijo:
–Muy bien, Maestro. Tienes razón al afirmar que Dios es único y
que no hay otro fuera de él; 33 y que amarlo con todo el corazón,
con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al
prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos
y sacrificios.
32
Muchas personas no sienten que Dios las quiere, les resulta difícil sentir a l@s
demás como herman@s. Son personas explotadas, maltratadas, crucificadas por la
injusticia, el abuso y la insolidaridad.
La misión de las seguidoras y seguidores de Jesús es construir un mundo donde sea
creíble el Amor de Dios a tod@s sin excepción, actuar de modo que el mundo crea.
Jesús dice muy claro que tender manos, aliviar sufrimientos, curar, acoger, luchar
contra la injusticia, servir..., vivir como vivió él es superior al culto, a las leyes y a los
ritos. Sigue repitiendo: “misericordia quiero, y no sacrificios”.
Está cerca del Reino quien da importancia al amor en su vida.
Basándose en mi forma de hablar y de actuar,
¿me diría Jesús que estoy cerca del reino?
El Evangelio no es ley, es Buena Noticia,
Noticia liberadora de todo temor, a la vez tranquilizadora y comprometida.
Amar a l@s demás es vivir como vivió Jesús.
Seguir, con él, su mismo camino.
Quien lo descubre y lo hace vida ya no necesita hacer más preguntas.
34
Jesús, viendo que había hablado con sensatez, le dijo:
–No estás lejos del reino de Dios.
Y nadie se atrevía ya a seguir preguntándole.
La gente trabajará para vivir,
en lugar de vivir para trabajar.
Los historiadores no creerán
que a los países les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán
que a los pobres les gusta comer promesas.
El mundo ya no estará en guerra
contra los pobres, sino contra la pobreza,
y la industria militar no tendrá más remedio
que declararse en quiebra.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura,
porque no habrá niños de la calle.
La justicia y la libertad, hermanas siamesas
condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse.
Los desesperados serán esperados y los perdidos encontrados,
porque son los que se desesperaron de tanto esperar
y se perdieron de tanto buscar.
En este mundo cada noche será vivida como si fuera la última
y cada día como si fuera el primero. Eduardo Galeano
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No basta que el pueblo se pregunte qué es ser leal a la ley.
Ahora es necesario preguntarse qué es ser leales al Dios de la compasión.
Jesús confronta a la gente, no con aquellas leyes de las que hablan los escribas,
sino con un Dios compasivo.
Lo importante en el reino de Dios no es contar con personas observantes
de las leyes, sino con hijos e hijas que se parezcan a Dios
y traten de ser buenos como lo es él.
Jesús busca la verdadera voluntad de Dios con una libertad sorprendente.
No se preocupa en absoluto de discutir cuestiones de moral casuística;
busca directamente qué es lo que puede hacer bien a las personas.
El amor a Dios y al prójimo es la síntesis de la ley,
el principio supremo que da nueva luz a todo el sistema legal.
El amor lo relativiza todo.
Si un precepto no se deduce del amor o va contra el amor,
queda vacío de sentido; no sirve para construir la vida tal como la quiere Dios.
José Antonio Pagola.
Jesús: aproximación histórica.
Texto: Marcos 12, 28-34 / 31 T.O. –BComentarios y presentación: Asun Gutiérrez Cabriada.
Música:Veracini. Sonata nº 3. Largo (Cantabile).
Un maestro de la ley que había oído la
discusión y había observado lo bien que
les había respondido se acercó y le
preguntó
–¿Cuál es el mandamiento más
importante?
28
No se trata de una simple curiosidad intelectual.
Aparece un maestro de la ley empeñado
en la búsqueda de lo fundamental.
Un número exagerado –613- de prohibiciones
e imposiciones impedía ver con claridad
lo realmente importante.
El actual código de Derecho Canónico tiene 1752 cánones.
Es necesario discernir lo fundamental de lo secundario
y no elevar lo secundario a categoría de fundamental.
Jesús nos recomienda buscar y vivir lo esencial.
Jesús contestó:
–El más importante es éste: Escucha Israel, el Señor nuestro Dios
es el único Señor.
30 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma,
con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
29
Ni a Dios ni a l@s demás se puede amar por ley, sino por
decisión libre y personal.
El Mandamiento de Jesús es un encargo, una invitación,
una liberación, una bienaventuranza, una respuesta.
El primer y fundamental mandamiento, el único, es doble.
Tal vez con frecuencia se caiga en la tentación y en el error de considerar
el amor al prójimo como algo opcional y/o secundario.
En el lenguaje bíblico “como a ti mismo” significa como a l@s de tu casa,
como a las personas que más quieres. La invitación es a amar a tod@s
como amamos a nuestra familia, a l@s amig@s, con el mismo cariño,
solidaridad, generosidad, desinterés, profundidad…
31
El segundo es éste: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.
No hay otro mandamiento más importante que éstos..
Jesús habla con mucha claridad, sin complicaciones; para entenderle y para
seguirle no hace falta memorizar ni practicar cánones ni catecismos.
La única forma de amarle es amar a l@s demás como él ama, como él nos
ama, como nos amamos a nosotr@s mism@s, como queremos que nos amen.
¿Qué leyes, normas, costumbres…, coloco en mi vida por encima del amor?
El maestro de la ley le dijo:
–Muy bien, Maestro. Tienes razón al afirmar que Dios es único y
que no hay otro fuera de él; 33 y que amarlo con todo el corazón,
con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al
prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos
y sacrificios.
32
Muchas personas no sienten que Dios las quiere, les resulta difícil sentir a l@s
demás como herman@s. Son personas explotadas, maltratadas, crucificadas por la
injusticia, el abuso y la insolidaridad.
La misión de las seguidoras y seguidores de Jesús es construir un mundo donde sea
creíble el Amor de Dios a tod@s sin excepción, actuar de modo que el mundo crea.
Jesús dice muy claro que tender manos, aliviar sufrimientos, curar, acoger, luchar
contra la injusticia, servir..., vivir como vivió él es superior al culto, a las leyes y a los
ritos. Sigue repitiendo: “misericordia quiero, y no sacrificios”.
Está cerca del Reino quien da importancia al amor en su vida.
Basándose en mi forma de hablar y de actuar,
¿me diría Jesús que estoy cerca del reino?
El Evangelio no es ley, es Buena Noticia,
Noticia liberadora de todo temor, a la vez tranquilizadora y comprometida.
Amar a l@s demás es vivir como vivió Jesús.
Seguir, con él, su mismo camino.
Quien lo descubre y lo hace vida ya no necesita hacer más preguntas.
34
Jesús, viendo que había hablado con sensatez, le dijo:
–No estás lejos del reino de Dios.
Y nadie se atrevía ya a seguir preguntándole.
La gente trabajará para vivir,
en lugar de vivir para trabajar.
Los historiadores no creerán
que a los países les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán
que a los pobres les gusta comer promesas.
El mundo ya no estará en guerra
contra los pobres, sino contra la pobreza,
y la industria militar no tendrá más remedio
que declararse en quiebra.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura,
porque no habrá niños de la calle.
La justicia y la libertad, hermanas siamesas
condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse.
Los desesperados serán esperados y los perdidos encontrados,
porque son los que se desesperaron de tanto esperar
y se perdieron de tanto buscar.
En este mundo cada noche será vivida como si fuera la última
y cada día como si fuera el primero. Eduardo Galeano
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No basta que el pueblo se pregunte qué es ser leal a la ley.
Ahora es necesario preguntarse qué es ser leales al Dios de la compasión.
Jesús confronta a la gente, no con aquellas leyes de las que hablan los escribas,
sino con un Dios compasivo.
Lo importante en el reino de Dios no es contar con personas observantes
de las leyes, sino con hijos e hijas que se parezcan a Dios
y traten de ser buenos como lo es él.
Jesús busca la verdadera voluntad de Dios con una libertad sorprendente.
No se preocupa en absoluto de discutir cuestiones de moral casuística;
busca directamente qué es lo que puede hacer bien a las personas.
El amor a Dios y al prójimo es la síntesis de la ley,
el principio supremo que da nueva luz a todo el sistema legal.
El amor lo relativiza todo.
Si un precepto no se deduce del amor o va contra el amor,
queda vacío de sentido; no sirve para construir la vida tal como la quiere Dios.
José Antonio Pagola.
Jesús: aproximación histórica.
Texto: Marcos 12, 28-34 / 31 T.O. –BComentarios y presentación: Asun Gutiérrez Cabriada.
Música:Veracini. Sonata nº 3. Largo (Cantabile).
Un maestro de la ley que había oído la
discusión y había observado lo bien que
les había respondido se acercó y le
preguntó
–¿Cuál es el mandamiento más
importante?
28
No se trata de una simple curiosidad intelectual.
Aparece un maestro de la ley empeñado
en la búsqueda de lo fundamental.
Un número exagerado –613- de prohibiciones
e imposiciones impedía ver con claridad
lo realmente importante.
El actual código de Derecho Canónico tiene 1752 cánones.
Es necesario discernir lo fundamental de lo secundario
y no elevar lo secundario a categoría de fundamental.
Jesús nos recomienda buscar y vivir lo esencial.
Jesús contestó:
–El más importante es éste: Escucha Israel, el Señor nuestro Dios
es el único Señor.
30 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma,
con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
29
Ni a Dios ni a l@s demás se puede amar por ley, sino por
decisión libre y personal.
El Mandamiento de Jesús es un encargo, una invitación,
una liberación, una bienaventuranza, una respuesta.
El primer y fundamental mandamiento, el único, es doble.
Tal vez con frecuencia se caiga en la tentación y en el error de considerar
el amor al prójimo como algo opcional y/o secundario.
En el lenguaje bíblico “como a ti mismo” significa como a l@s de tu casa,
como a las personas que más quieres. La invitación es a amar a tod@s
como amamos a nuestra familia, a l@s amig@s, con el mismo cariño,
solidaridad, generosidad, desinterés, profundidad…
31
El segundo es éste: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.
No hay otro mandamiento más importante que éstos..
Jesús habla con mucha claridad, sin complicaciones; para entenderle y para
seguirle no hace falta memorizar ni practicar cánones ni catecismos.
La única forma de amarle es amar a l@s demás como él ama, como él nos
ama, como nos amamos a nosotr@s mism@s, como queremos que nos amen.
¿Qué leyes, normas, costumbres…, coloco en mi vida por encima del amor?
El maestro de la ley le dijo:
–Muy bien, Maestro. Tienes razón al afirmar que Dios es único y
que no hay otro fuera de él; 33 y que amarlo con todo el corazón,
con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al
prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos
y sacrificios.
32
Muchas personas no sienten que Dios las quiere, les resulta difícil sentir a l@s
demás como herman@s. Son personas explotadas, maltratadas, crucificadas por la
injusticia, el abuso y la insolidaridad.
La misión de las seguidoras y seguidores de Jesús es construir un mundo donde sea
creíble el Amor de Dios a tod@s sin excepción, actuar de modo que el mundo crea.
Jesús dice muy claro que tender manos, aliviar sufrimientos, curar, acoger, luchar
contra la injusticia, servir..., vivir como vivió él es superior al culto, a las leyes y a los
ritos. Sigue repitiendo: “misericordia quiero, y no sacrificios”.
Está cerca del Reino quien da importancia al amor en su vida.
Basándose en mi forma de hablar y de actuar,
¿me diría Jesús que estoy cerca del reino?
El Evangelio no es ley, es Buena Noticia,
Noticia liberadora de todo temor, a la vez tranquilizadora y comprometida.
Amar a l@s demás es vivir como vivió Jesús.
Seguir, con él, su mismo camino.
Quien lo descubre y lo hace vida ya no necesita hacer más preguntas.
34
Jesús, viendo que había hablado con sensatez, le dijo:
–No estás lejos del reino de Dios.
Y nadie se atrevía ya a seguir preguntándole.
La gente trabajará para vivir,
en lugar de vivir para trabajar.
Los historiadores no creerán
que a los países les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán
que a los pobres les gusta comer promesas.
El mundo ya no estará en guerra
contra los pobres, sino contra la pobreza,
y la industria militar no tendrá más remedio
que declararse en quiebra.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura,
porque no habrá niños de la calle.
La justicia y la libertad, hermanas siamesas
condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse.
Los desesperados serán esperados y los perdidos encontrados,
porque son los que se desesperaron de tanto esperar
y se perdieron de tanto buscar.
En este mundo cada noche será vivida como si fuera la última
y cada día como si fuera el primero. Eduardo Galeano
No basta que el pueblo se pregunte qué es ser leal a la ley.
Ahora es necesario preguntarse qué es ser leales al Dios de la compasión.
Jesús confronta a la gente, no con aquellas leyes de las que hablan los escribas,
sino con un Dios compasivo.
Lo importante en el reino de Dios no es contar con personas observantes
de las leyes, sino con hijos e hijas que se parezcan a Dios
y traten de ser buenos como lo es él.
Jesús busca la verdadera voluntad de Dios con una libertad sorprendente.
No se preocupa en absoluto de discutir cuestiones de moral casuística;
busca directamente qué es lo que puede hacer bien a las personas.
El amor a Dios y al prójimo es la síntesis de la ley,
el principio supremo que da nueva luz a todo el sistema legal.
El amor lo relativiza todo.
Si un precepto no se deduce del amor o va contra el amor,
queda vacío de sentido; no sirve para construir la vida tal como la quiere Dios.
José Antonio Pagola.
Jesús: aproximación histórica.
Texto: Marcos 12, 28-34 / 31 T.O. –BComentarios y presentación: Asun Gutiérrez Cabriada.
Música:Veracini. Sonata nº 3. Largo (Cantabile).
Un maestro de la ley que había oído la
discusión y había observado lo bien que
les había respondido se acercó y le
preguntó
–¿Cuál es el mandamiento más
importante?
28
No se trata de una simple curiosidad intelectual.
Aparece un maestro de la ley empeñado
en la búsqueda de lo fundamental.
Un número exagerado –613- de prohibiciones
e imposiciones impedía ver con claridad
lo realmente importante.
El actual código de Derecho Canónico tiene 1752 cánones.
Es necesario discernir lo fundamental de lo secundario
y no elevar lo secundario a categoría de fundamental.
Jesús nos recomienda buscar y vivir lo esencial.
Jesús contestó:
–El más importante es éste: Escucha Israel, el Señor nuestro Dios
es el único Señor.
30 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma,
con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
29
Ni a Dios ni a l@s demás se puede amar por ley, sino por
decisión libre y personal.
El Mandamiento de Jesús es un encargo, una invitación,
una liberación, una bienaventuranza, una respuesta.
El primer y fundamental mandamiento, el único, es doble.
Tal vez con frecuencia se caiga en la tentación y en el error de considerar
el amor al prójimo como algo opcional y/o secundario.
En el lenguaje bíblico “como a ti mismo” significa como a l@s de tu casa,
como a las personas que más quieres. La invitación es a amar a tod@s
como amamos a nuestra familia, a l@s amig@s, con el mismo cariño,
solidaridad, generosidad, desinterés, profundidad…
31
El segundo es éste: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.
No hay otro mandamiento más importante que éstos..
Jesús habla con mucha claridad, sin complicaciones; para entenderle y para
seguirle no hace falta memorizar ni practicar cánones ni catecismos.
La única forma de amarle es amar a l@s demás como él ama, como él nos
ama, como nos amamos a nosotr@s mism@s, como queremos que nos amen.
¿Qué leyes, normas, costumbres…, coloco en mi vida por encima del amor?
El maestro de la ley le dijo:
–Muy bien, Maestro. Tienes razón al afirmar que Dios es único y
que no hay otro fuera de él; 33 y que amarlo con todo el corazón,
con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al
prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos
y sacrificios.
32
Muchas personas no sienten que Dios las quiere, les resulta difícil sentir a l@s
demás como herman@s. Son personas explotadas, maltratadas, crucificadas por la
injusticia, el abuso y la insolidaridad.
La misión de las seguidoras y seguidores de Jesús es construir un mundo donde sea
creíble el Amor de Dios a tod@s sin excepción, actuar de modo que el mundo crea.
Jesús dice muy claro que tender manos, aliviar sufrimientos, curar, acoger, luchar
contra la injusticia, servir..., vivir como vivió él es superior al culto, a las leyes y a los
ritos. Sigue repitiendo: “misericordia quiero, y no sacrificios”.
Está cerca del Reino quien da importancia al amor en su vida.
Basándose en mi forma de hablar y de actuar,
¿me diría Jesús que estoy cerca del reino?
El Evangelio no es ley, es Buena Noticia,
Noticia liberadora de todo temor, a la vez tranquilizadora y comprometida.
Amar a l@s demás es vivir como vivió Jesús.
Seguir, con él, su mismo camino.
Quien lo descubre y lo hace vida ya no necesita hacer más preguntas.
34
Jesús, viendo que había hablado con sensatez, le dijo:
–No estás lejos del reino de Dios.
Y nadie se atrevía ya a seguir preguntándole.
La gente trabajará para vivir,
en lugar de vivir para trabajar.
Los historiadores no creerán
que a los países les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán
que a los pobres les gusta comer promesas.
El mundo ya no estará en guerra
contra los pobres, sino contra la pobreza,
y la industria militar no tendrá más remedio
que declararse en quiebra.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura,
porque no habrá niños de la calle.
La justicia y la libertad, hermanas siamesas
condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse.
Los desesperados serán esperados y los perdidos encontrados,
porque son los que se desesperaron de tanto esperar
y se perdieron de tanto buscar.
En este mundo cada noche será vivida como si fuera la última
y cada día como si fuera el primero. Eduardo Galeano
Slide 2
No basta que el pueblo se pregunte qué es ser leal a la ley.
Ahora es necesario preguntarse qué es ser leales al Dios de la compasión.
Jesús confronta a la gente, no con aquellas leyes de las que hablan los escribas,
sino con un Dios compasivo.
Lo importante en el reino de Dios no es contar con personas observantes
de las leyes, sino con hijos e hijas que se parezcan a Dios
y traten de ser buenos como lo es él.
Jesús busca la verdadera voluntad de Dios con una libertad sorprendente.
No se preocupa en absoluto de discutir cuestiones de moral casuística;
busca directamente qué es lo que puede hacer bien a las personas.
El amor a Dios y al prójimo es la síntesis de la ley,
el principio supremo que da nueva luz a todo el sistema legal.
El amor lo relativiza todo.
Si un precepto no se deduce del amor o va contra el amor,
queda vacío de sentido; no sirve para construir la vida tal como la quiere Dios.
José Antonio Pagola.
Jesús: aproximación histórica.
Texto: Marcos 12, 28-34 / 31 T.O. –BComentarios y presentación: Asun Gutiérrez Cabriada.
Música:Veracini. Sonata nº 3. Largo (Cantabile).
Un maestro de la ley que había oído la
discusión y había observado lo bien que
les había respondido se acercó y le
preguntó
–¿Cuál es el mandamiento más
importante?
28
No se trata de una simple curiosidad intelectual.
Aparece un maestro de la ley empeñado
en la búsqueda de lo fundamental.
Un número exagerado –613- de prohibiciones
e imposiciones impedía ver con claridad
lo realmente importante.
El actual código de Derecho Canónico tiene 1752 cánones.
Es necesario discernir lo fundamental de lo secundario
y no elevar lo secundario a categoría de fundamental.
Jesús nos recomienda buscar y vivir lo esencial.
Jesús contestó:
–El más importante es éste: Escucha Israel, el Señor nuestro Dios
es el único Señor.
30 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma,
con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
29
Ni a Dios ni a l@s demás se puede amar por ley, sino por
decisión libre y personal.
El Mandamiento de Jesús es un encargo, una invitación,
una liberación, una bienaventuranza, una respuesta.
El primer y fundamental mandamiento, el único, es doble.
Tal vez con frecuencia se caiga en la tentación y en el error de considerar
el amor al prójimo como algo opcional y/o secundario.
En el lenguaje bíblico “como a ti mismo” significa como a l@s de tu casa,
como a las personas que más quieres. La invitación es a amar a tod@s
como amamos a nuestra familia, a l@s amig@s, con el mismo cariño,
solidaridad, generosidad, desinterés, profundidad…
31
El segundo es éste: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.
No hay otro mandamiento más importante que éstos..
Jesús habla con mucha claridad, sin complicaciones; para entenderle y para
seguirle no hace falta memorizar ni practicar cánones ni catecismos.
La única forma de amarle es amar a l@s demás como él ama, como él nos
ama, como nos amamos a nosotr@s mism@s, como queremos que nos amen.
¿Qué leyes, normas, costumbres…, coloco en mi vida por encima del amor?
El maestro de la ley le dijo:
–Muy bien, Maestro. Tienes razón al afirmar que Dios es único y
que no hay otro fuera de él; 33 y que amarlo con todo el corazón,
con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al
prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos
y sacrificios.
32
Muchas personas no sienten que Dios las quiere, les resulta difícil sentir a l@s
demás como herman@s. Son personas explotadas, maltratadas, crucificadas por la
injusticia, el abuso y la insolidaridad.
La misión de las seguidoras y seguidores de Jesús es construir un mundo donde sea
creíble el Amor de Dios a tod@s sin excepción, actuar de modo que el mundo crea.
Jesús dice muy claro que tender manos, aliviar sufrimientos, curar, acoger, luchar
contra la injusticia, servir..., vivir como vivió él es superior al culto, a las leyes y a los
ritos. Sigue repitiendo: “misericordia quiero, y no sacrificios”.
Está cerca del Reino quien da importancia al amor en su vida.
Basándose en mi forma de hablar y de actuar,
¿me diría Jesús que estoy cerca del reino?
El Evangelio no es ley, es Buena Noticia,
Noticia liberadora de todo temor, a la vez tranquilizadora y comprometida.
Amar a l@s demás es vivir como vivió Jesús.
Seguir, con él, su mismo camino.
Quien lo descubre y lo hace vida ya no necesita hacer más preguntas.
34
Jesús, viendo que había hablado con sensatez, le dijo:
–No estás lejos del reino de Dios.
Y nadie se atrevía ya a seguir preguntándole.
La gente trabajará para vivir,
en lugar de vivir para trabajar.
Los historiadores no creerán
que a los países les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán
que a los pobres les gusta comer promesas.
El mundo ya no estará en guerra
contra los pobres, sino contra la pobreza,
y la industria militar no tendrá más remedio
que declararse en quiebra.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura,
porque no habrá niños de la calle.
La justicia y la libertad, hermanas siamesas
condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse.
Los desesperados serán esperados y los perdidos encontrados,
porque son los que se desesperaron de tanto esperar
y se perdieron de tanto buscar.
En este mundo cada noche será vivida como si fuera la última
y cada día como si fuera el primero. Eduardo Galeano
Slide 3
No basta que el pueblo se pregunte qué es ser leal a la ley.
Ahora es necesario preguntarse qué es ser leales al Dios de la compasión.
Jesús confronta a la gente, no con aquellas leyes de las que hablan los escribas,
sino con un Dios compasivo.
Lo importante en el reino de Dios no es contar con personas observantes
de las leyes, sino con hijos e hijas que se parezcan a Dios
y traten de ser buenos como lo es él.
Jesús busca la verdadera voluntad de Dios con una libertad sorprendente.
No se preocupa en absoluto de discutir cuestiones de moral casuística;
busca directamente qué es lo que puede hacer bien a las personas.
El amor a Dios y al prójimo es la síntesis de la ley,
el principio supremo que da nueva luz a todo el sistema legal.
El amor lo relativiza todo.
Si un precepto no se deduce del amor o va contra el amor,
queda vacío de sentido; no sirve para construir la vida tal como la quiere Dios.
José Antonio Pagola.
Jesús: aproximación histórica.
Texto: Marcos 12, 28-34 / 31 T.O. –BComentarios y presentación: Asun Gutiérrez Cabriada.
Música:Veracini. Sonata nº 3. Largo (Cantabile).
Un maestro de la ley que había oído la
discusión y había observado lo bien que
les había respondido se acercó y le
preguntó
–¿Cuál es el mandamiento más
importante?
28
No se trata de una simple curiosidad intelectual.
Aparece un maestro de la ley empeñado
en la búsqueda de lo fundamental.
Un número exagerado –613- de prohibiciones
e imposiciones impedía ver con claridad
lo realmente importante.
El actual código de Derecho Canónico tiene 1752 cánones.
Es necesario discernir lo fundamental de lo secundario
y no elevar lo secundario a categoría de fundamental.
Jesús nos recomienda buscar y vivir lo esencial.
Jesús contestó:
–El más importante es éste: Escucha Israel, el Señor nuestro Dios
es el único Señor.
30 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma,
con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
29
Ni a Dios ni a l@s demás se puede amar por ley, sino por
decisión libre y personal.
El Mandamiento de Jesús es un encargo, una invitación,
una liberación, una bienaventuranza, una respuesta.
El primer y fundamental mandamiento, el único, es doble.
Tal vez con frecuencia se caiga en la tentación y en el error de considerar
el amor al prójimo como algo opcional y/o secundario.
En el lenguaje bíblico “como a ti mismo” significa como a l@s de tu casa,
como a las personas que más quieres. La invitación es a amar a tod@s
como amamos a nuestra familia, a l@s amig@s, con el mismo cariño,
solidaridad, generosidad, desinterés, profundidad…
31
El segundo es éste: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.
No hay otro mandamiento más importante que éstos..
Jesús habla con mucha claridad, sin complicaciones; para entenderle y para
seguirle no hace falta memorizar ni practicar cánones ni catecismos.
La única forma de amarle es amar a l@s demás como él ama, como él nos
ama, como nos amamos a nosotr@s mism@s, como queremos que nos amen.
¿Qué leyes, normas, costumbres…, coloco en mi vida por encima del amor?
El maestro de la ley le dijo:
–Muy bien, Maestro. Tienes razón al afirmar que Dios es único y
que no hay otro fuera de él; 33 y que amarlo con todo el corazón,
con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al
prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos
y sacrificios.
32
Muchas personas no sienten que Dios las quiere, les resulta difícil sentir a l@s
demás como herman@s. Son personas explotadas, maltratadas, crucificadas por la
injusticia, el abuso y la insolidaridad.
La misión de las seguidoras y seguidores de Jesús es construir un mundo donde sea
creíble el Amor de Dios a tod@s sin excepción, actuar de modo que el mundo crea.
Jesús dice muy claro que tender manos, aliviar sufrimientos, curar, acoger, luchar
contra la injusticia, servir..., vivir como vivió él es superior al culto, a las leyes y a los
ritos. Sigue repitiendo: “misericordia quiero, y no sacrificios”.
Está cerca del Reino quien da importancia al amor en su vida.
Basándose en mi forma de hablar y de actuar,
¿me diría Jesús que estoy cerca del reino?
El Evangelio no es ley, es Buena Noticia,
Noticia liberadora de todo temor, a la vez tranquilizadora y comprometida.
Amar a l@s demás es vivir como vivió Jesús.
Seguir, con él, su mismo camino.
Quien lo descubre y lo hace vida ya no necesita hacer más preguntas.
34
Jesús, viendo que había hablado con sensatez, le dijo:
–No estás lejos del reino de Dios.
Y nadie se atrevía ya a seguir preguntándole.
La gente trabajará para vivir,
en lugar de vivir para trabajar.
Los historiadores no creerán
que a los países les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán
que a los pobres les gusta comer promesas.
El mundo ya no estará en guerra
contra los pobres, sino contra la pobreza,
y la industria militar no tendrá más remedio
que declararse en quiebra.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura,
porque no habrá niños de la calle.
La justicia y la libertad, hermanas siamesas
condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse.
Los desesperados serán esperados y los perdidos encontrados,
porque son los que se desesperaron de tanto esperar
y se perdieron de tanto buscar.
En este mundo cada noche será vivida como si fuera la última
y cada día como si fuera el primero. Eduardo Galeano
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No basta que el pueblo se pregunte qué es ser leal a la ley.
Ahora es necesario preguntarse qué es ser leales al Dios de la compasión.
Jesús confronta a la gente, no con aquellas leyes de las que hablan los escribas,
sino con un Dios compasivo.
Lo importante en el reino de Dios no es contar con personas observantes
de las leyes, sino con hijos e hijas que se parezcan a Dios
y traten de ser buenos como lo es él.
Jesús busca la verdadera voluntad de Dios con una libertad sorprendente.
No se preocupa en absoluto de discutir cuestiones de moral casuística;
busca directamente qué es lo que puede hacer bien a las personas.
El amor a Dios y al prójimo es la síntesis de la ley,
el principio supremo que da nueva luz a todo el sistema legal.
El amor lo relativiza todo.
Si un precepto no se deduce del amor o va contra el amor,
queda vacío de sentido; no sirve para construir la vida tal como la quiere Dios.
José Antonio Pagola.
Jesús: aproximación histórica.
Texto: Marcos 12, 28-34 / 31 T.O. –BComentarios y presentación: Asun Gutiérrez Cabriada.
Música:Veracini. Sonata nº 3. Largo (Cantabile).
Un maestro de la ley que había oído la
discusión y había observado lo bien que
les había respondido se acercó y le
preguntó
–¿Cuál es el mandamiento más
importante?
28
No se trata de una simple curiosidad intelectual.
Aparece un maestro de la ley empeñado
en la búsqueda de lo fundamental.
Un número exagerado –613- de prohibiciones
e imposiciones impedía ver con claridad
lo realmente importante.
El actual código de Derecho Canónico tiene 1752 cánones.
Es necesario discernir lo fundamental de lo secundario
y no elevar lo secundario a categoría de fundamental.
Jesús nos recomienda buscar y vivir lo esencial.
Jesús contestó:
–El más importante es éste: Escucha Israel, el Señor nuestro Dios
es el único Señor.
30 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma,
con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
29
Ni a Dios ni a l@s demás se puede amar por ley, sino por
decisión libre y personal.
El Mandamiento de Jesús es un encargo, una invitación,
una liberación, una bienaventuranza, una respuesta.
El primer y fundamental mandamiento, el único, es doble.
Tal vez con frecuencia se caiga en la tentación y en el error de considerar
el amor al prójimo como algo opcional y/o secundario.
En el lenguaje bíblico “como a ti mismo” significa como a l@s de tu casa,
como a las personas que más quieres. La invitación es a amar a tod@s
como amamos a nuestra familia, a l@s amig@s, con el mismo cariño,
solidaridad, generosidad, desinterés, profundidad…
31
El segundo es éste: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.
No hay otro mandamiento más importante que éstos..
Jesús habla con mucha claridad, sin complicaciones; para entenderle y para
seguirle no hace falta memorizar ni practicar cánones ni catecismos.
La única forma de amarle es amar a l@s demás como él ama, como él nos
ama, como nos amamos a nosotr@s mism@s, como queremos que nos amen.
¿Qué leyes, normas, costumbres…, coloco en mi vida por encima del amor?
El maestro de la ley le dijo:
–Muy bien, Maestro. Tienes razón al afirmar que Dios es único y
que no hay otro fuera de él; 33 y que amarlo con todo el corazón,
con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al
prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos
y sacrificios.
32
Muchas personas no sienten que Dios las quiere, les resulta difícil sentir a l@s
demás como herman@s. Son personas explotadas, maltratadas, crucificadas por la
injusticia, el abuso y la insolidaridad.
La misión de las seguidoras y seguidores de Jesús es construir un mundo donde sea
creíble el Amor de Dios a tod@s sin excepción, actuar de modo que el mundo crea.
Jesús dice muy claro que tender manos, aliviar sufrimientos, curar, acoger, luchar
contra la injusticia, servir..., vivir como vivió él es superior al culto, a las leyes y a los
ritos. Sigue repitiendo: “misericordia quiero, y no sacrificios”.
Está cerca del Reino quien da importancia al amor en su vida.
Basándose en mi forma de hablar y de actuar,
¿me diría Jesús que estoy cerca del reino?
El Evangelio no es ley, es Buena Noticia,
Noticia liberadora de todo temor, a la vez tranquilizadora y comprometida.
Amar a l@s demás es vivir como vivió Jesús.
Seguir, con él, su mismo camino.
Quien lo descubre y lo hace vida ya no necesita hacer más preguntas.
34
Jesús, viendo que había hablado con sensatez, le dijo:
–No estás lejos del reino de Dios.
Y nadie se atrevía ya a seguir preguntándole.
La gente trabajará para vivir,
en lugar de vivir para trabajar.
Los historiadores no creerán
que a los países les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán
que a los pobres les gusta comer promesas.
El mundo ya no estará en guerra
contra los pobres, sino contra la pobreza,
y la industria militar no tendrá más remedio
que declararse en quiebra.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura,
porque no habrá niños de la calle.
La justicia y la libertad, hermanas siamesas
condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse.
Los desesperados serán esperados y los perdidos encontrados,
porque son los que se desesperaron de tanto esperar
y se perdieron de tanto buscar.
En este mundo cada noche será vivida como si fuera la última
y cada día como si fuera el primero. Eduardo Galeano
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No basta que el pueblo se pregunte qué es ser leal a la ley.
Ahora es necesario preguntarse qué es ser leales al Dios de la compasión.
Jesús confronta a la gente, no con aquellas leyes de las que hablan los escribas,
sino con un Dios compasivo.
Lo importante en el reino de Dios no es contar con personas observantes
de las leyes, sino con hijos e hijas que se parezcan a Dios
y traten de ser buenos como lo es él.
Jesús busca la verdadera voluntad de Dios con una libertad sorprendente.
No se preocupa en absoluto de discutir cuestiones de moral casuística;
busca directamente qué es lo que puede hacer bien a las personas.
El amor a Dios y al prójimo es la síntesis de la ley,
el principio supremo que da nueva luz a todo el sistema legal.
El amor lo relativiza todo.
Si un precepto no se deduce del amor o va contra el amor,
queda vacío de sentido; no sirve para construir la vida tal como la quiere Dios.
José Antonio Pagola.
Jesús: aproximación histórica.
Texto: Marcos 12, 28-34 / 31 T.O. –BComentarios y presentación: Asun Gutiérrez Cabriada.
Música:Veracini. Sonata nº 3. Largo (Cantabile).
Un maestro de la ley que había oído la
discusión y había observado lo bien que
les había respondido se acercó y le
preguntó
–¿Cuál es el mandamiento más
importante?
28
No se trata de una simple curiosidad intelectual.
Aparece un maestro de la ley empeñado
en la búsqueda de lo fundamental.
Un número exagerado –613- de prohibiciones
e imposiciones impedía ver con claridad
lo realmente importante.
El actual código de Derecho Canónico tiene 1752 cánones.
Es necesario discernir lo fundamental de lo secundario
y no elevar lo secundario a categoría de fundamental.
Jesús nos recomienda buscar y vivir lo esencial.
Jesús contestó:
–El más importante es éste: Escucha Israel, el Señor nuestro Dios
es el único Señor.
30 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma,
con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
29
Ni a Dios ni a l@s demás se puede amar por ley, sino por
decisión libre y personal.
El Mandamiento de Jesús es un encargo, una invitación,
una liberación, una bienaventuranza, una respuesta.
El primer y fundamental mandamiento, el único, es doble.
Tal vez con frecuencia se caiga en la tentación y en el error de considerar
el amor al prójimo como algo opcional y/o secundario.
En el lenguaje bíblico “como a ti mismo” significa como a l@s de tu casa,
como a las personas que más quieres. La invitación es a amar a tod@s
como amamos a nuestra familia, a l@s amig@s, con el mismo cariño,
solidaridad, generosidad, desinterés, profundidad…
31
El segundo es éste: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.
No hay otro mandamiento más importante que éstos..
Jesús habla con mucha claridad, sin complicaciones; para entenderle y para
seguirle no hace falta memorizar ni practicar cánones ni catecismos.
La única forma de amarle es amar a l@s demás como él ama, como él nos
ama, como nos amamos a nosotr@s mism@s, como queremos que nos amen.
¿Qué leyes, normas, costumbres…, coloco en mi vida por encima del amor?
El maestro de la ley le dijo:
–Muy bien, Maestro. Tienes razón al afirmar que Dios es único y
que no hay otro fuera de él; 33 y que amarlo con todo el corazón,
con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al
prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos
y sacrificios.
32
Muchas personas no sienten que Dios las quiere, les resulta difícil sentir a l@s
demás como herman@s. Son personas explotadas, maltratadas, crucificadas por la
injusticia, el abuso y la insolidaridad.
La misión de las seguidoras y seguidores de Jesús es construir un mundo donde sea
creíble el Amor de Dios a tod@s sin excepción, actuar de modo que el mundo crea.
Jesús dice muy claro que tender manos, aliviar sufrimientos, curar, acoger, luchar
contra la injusticia, servir..., vivir como vivió él es superior al culto, a las leyes y a los
ritos. Sigue repitiendo: “misericordia quiero, y no sacrificios”.
Está cerca del Reino quien da importancia al amor en su vida.
Basándose en mi forma de hablar y de actuar,
¿me diría Jesús que estoy cerca del reino?
El Evangelio no es ley, es Buena Noticia,
Noticia liberadora de todo temor, a la vez tranquilizadora y comprometida.
Amar a l@s demás es vivir como vivió Jesús.
Seguir, con él, su mismo camino.
Quien lo descubre y lo hace vida ya no necesita hacer más preguntas.
34
Jesús, viendo que había hablado con sensatez, le dijo:
–No estás lejos del reino de Dios.
Y nadie se atrevía ya a seguir preguntándole.
La gente trabajará para vivir,
en lugar de vivir para trabajar.
Los historiadores no creerán
que a los países les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán
que a los pobres les gusta comer promesas.
El mundo ya no estará en guerra
contra los pobres, sino contra la pobreza,
y la industria militar no tendrá más remedio
que declararse en quiebra.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura,
porque no habrá niños de la calle.
La justicia y la libertad, hermanas siamesas
condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse.
Los desesperados serán esperados y los perdidos encontrados,
porque son los que se desesperaron de tanto esperar
y se perdieron de tanto buscar.
En este mundo cada noche será vivida como si fuera la última
y cada día como si fuera el primero. Eduardo Galeano
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No basta que el pueblo se pregunte qué es ser leal a la ley.
Ahora es necesario preguntarse qué es ser leales al Dios de la compasión.
Jesús confronta a la gente, no con aquellas leyes de las que hablan los escribas,
sino con un Dios compasivo.
Lo importante en el reino de Dios no es contar con personas observantes
de las leyes, sino con hijos e hijas que se parezcan a Dios
y traten de ser buenos como lo es él.
Jesús busca la verdadera voluntad de Dios con una libertad sorprendente.
No se preocupa en absoluto de discutir cuestiones de moral casuística;
busca directamente qué es lo que puede hacer bien a las personas.
El amor a Dios y al prójimo es la síntesis de la ley,
el principio supremo que da nueva luz a todo el sistema legal.
El amor lo relativiza todo.
Si un precepto no se deduce del amor o va contra el amor,
queda vacío de sentido; no sirve para construir la vida tal como la quiere Dios.
José Antonio Pagola.
Jesús: aproximación histórica.
Texto: Marcos 12, 28-34 / 31 T.O. –BComentarios y presentación: Asun Gutiérrez Cabriada.
Música:Veracini. Sonata nº 3. Largo (Cantabile).
Un maestro de la ley que había oído la
discusión y había observado lo bien que
les había respondido se acercó y le
preguntó
–¿Cuál es el mandamiento más
importante?
28
No se trata de una simple curiosidad intelectual.
Aparece un maestro de la ley empeñado
en la búsqueda de lo fundamental.
Un número exagerado –613- de prohibiciones
e imposiciones impedía ver con claridad
lo realmente importante.
El actual código de Derecho Canónico tiene 1752 cánones.
Es necesario discernir lo fundamental de lo secundario
y no elevar lo secundario a categoría de fundamental.
Jesús nos recomienda buscar y vivir lo esencial.
Jesús contestó:
–El más importante es éste: Escucha Israel, el Señor nuestro Dios
es el único Señor.
30 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma,
con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
29
Ni a Dios ni a l@s demás se puede amar por ley, sino por
decisión libre y personal.
El Mandamiento de Jesús es un encargo, una invitación,
una liberación, una bienaventuranza, una respuesta.
El primer y fundamental mandamiento, el único, es doble.
Tal vez con frecuencia se caiga en la tentación y en el error de considerar
el amor al prójimo como algo opcional y/o secundario.
En el lenguaje bíblico “como a ti mismo” significa como a l@s de tu casa,
como a las personas que más quieres. La invitación es a amar a tod@s
como amamos a nuestra familia, a l@s amig@s, con el mismo cariño,
solidaridad, generosidad, desinterés, profundidad…
31
El segundo es éste: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.
No hay otro mandamiento más importante que éstos..
Jesús habla con mucha claridad, sin complicaciones; para entenderle y para
seguirle no hace falta memorizar ni practicar cánones ni catecismos.
La única forma de amarle es amar a l@s demás como él ama, como él nos
ama, como nos amamos a nosotr@s mism@s, como queremos que nos amen.
¿Qué leyes, normas, costumbres…, coloco en mi vida por encima del amor?
El maestro de la ley le dijo:
–Muy bien, Maestro. Tienes razón al afirmar que Dios es único y
que no hay otro fuera de él; 33 y que amarlo con todo el corazón,
con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al
prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos
y sacrificios.
32
Muchas personas no sienten que Dios las quiere, les resulta difícil sentir a l@s
demás como herman@s. Son personas explotadas, maltratadas, crucificadas por la
injusticia, el abuso y la insolidaridad.
La misión de las seguidoras y seguidores de Jesús es construir un mundo donde sea
creíble el Amor de Dios a tod@s sin excepción, actuar de modo que el mundo crea.
Jesús dice muy claro que tender manos, aliviar sufrimientos, curar, acoger, luchar
contra la injusticia, servir..., vivir como vivió él es superior al culto, a las leyes y a los
ritos. Sigue repitiendo: “misericordia quiero, y no sacrificios”.
Está cerca del Reino quien da importancia al amor en su vida.
Basándose en mi forma de hablar y de actuar,
¿me diría Jesús que estoy cerca del reino?
El Evangelio no es ley, es Buena Noticia,
Noticia liberadora de todo temor, a la vez tranquilizadora y comprometida.
Amar a l@s demás es vivir como vivió Jesús.
Seguir, con él, su mismo camino.
Quien lo descubre y lo hace vida ya no necesita hacer más preguntas.
34
Jesús, viendo que había hablado con sensatez, le dijo:
–No estás lejos del reino de Dios.
Y nadie se atrevía ya a seguir preguntándole.
La gente trabajará para vivir,
en lugar de vivir para trabajar.
Los historiadores no creerán
que a los países les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán
que a los pobres les gusta comer promesas.
El mundo ya no estará en guerra
contra los pobres, sino contra la pobreza,
y la industria militar no tendrá más remedio
que declararse en quiebra.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura,
porque no habrá niños de la calle.
La justicia y la libertad, hermanas siamesas
condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse.
Los desesperados serán esperados y los perdidos encontrados,
porque son los que se desesperaron de tanto esperar
y se perdieron de tanto buscar.
En este mundo cada noche será vivida como si fuera la última
y cada día como si fuera el primero. Eduardo Galeano
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No basta que el pueblo se pregunte qué es ser leal a la ley.
Ahora es necesario preguntarse qué es ser leales al Dios de la compasión.
Jesús confronta a la gente, no con aquellas leyes de las que hablan los escribas,
sino con un Dios compasivo.
Lo importante en el reino de Dios no es contar con personas observantes
de las leyes, sino con hijos e hijas que se parezcan a Dios
y traten de ser buenos como lo es él.
Jesús busca la verdadera voluntad de Dios con una libertad sorprendente.
No se preocupa en absoluto de discutir cuestiones de moral casuística;
busca directamente qué es lo que puede hacer bien a las personas.
El amor a Dios y al prójimo es la síntesis de la ley,
el principio supremo que da nueva luz a todo el sistema legal.
El amor lo relativiza todo.
Si un precepto no se deduce del amor o va contra el amor,
queda vacío de sentido; no sirve para construir la vida tal como la quiere Dios.
José Antonio Pagola.
Jesús: aproximación histórica.
Texto: Marcos 12, 28-34 / 31 T.O. –BComentarios y presentación: Asun Gutiérrez Cabriada.
Música:Veracini. Sonata nº 3. Largo (Cantabile).
Un maestro de la ley que había oído la
discusión y había observado lo bien que
les había respondido se acercó y le
preguntó
–¿Cuál es el mandamiento más
importante?
28
No se trata de una simple curiosidad intelectual.
Aparece un maestro de la ley empeñado
en la búsqueda de lo fundamental.
Un número exagerado –613- de prohibiciones
e imposiciones impedía ver con claridad
lo realmente importante.
El actual código de Derecho Canónico tiene 1752 cánones.
Es necesario discernir lo fundamental de lo secundario
y no elevar lo secundario a categoría de fundamental.
Jesús nos recomienda buscar y vivir lo esencial.
Jesús contestó:
–El más importante es éste: Escucha Israel, el Señor nuestro Dios
es el único Señor.
30 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma,
con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
29
Ni a Dios ni a l@s demás se puede amar por ley, sino por
decisión libre y personal.
El Mandamiento de Jesús es un encargo, una invitación,
una liberación, una bienaventuranza, una respuesta.
El primer y fundamental mandamiento, el único, es doble.
Tal vez con frecuencia se caiga en la tentación y en el error de considerar
el amor al prójimo como algo opcional y/o secundario.
En el lenguaje bíblico “como a ti mismo” significa como a l@s de tu casa,
como a las personas que más quieres. La invitación es a amar a tod@s
como amamos a nuestra familia, a l@s amig@s, con el mismo cariño,
solidaridad, generosidad, desinterés, profundidad…
31
El segundo es éste: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.
No hay otro mandamiento más importante que éstos..
Jesús habla con mucha claridad, sin complicaciones; para entenderle y para
seguirle no hace falta memorizar ni practicar cánones ni catecismos.
La única forma de amarle es amar a l@s demás como él ama, como él nos
ama, como nos amamos a nosotr@s mism@s, como queremos que nos amen.
¿Qué leyes, normas, costumbres…, coloco en mi vida por encima del amor?
El maestro de la ley le dijo:
–Muy bien, Maestro. Tienes razón al afirmar que Dios es único y
que no hay otro fuera de él; 33 y que amarlo con todo el corazón,
con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al
prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos
y sacrificios.
32
Muchas personas no sienten que Dios las quiere, les resulta difícil sentir a l@s
demás como herman@s. Son personas explotadas, maltratadas, crucificadas por la
injusticia, el abuso y la insolidaridad.
La misión de las seguidoras y seguidores de Jesús es construir un mundo donde sea
creíble el Amor de Dios a tod@s sin excepción, actuar de modo que el mundo crea.
Jesús dice muy claro que tender manos, aliviar sufrimientos, curar, acoger, luchar
contra la injusticia, servir..., vivir como vivió él es superior al culto, a las leyes y a los
ritos. Sigue repitiendo: “misericordia quiero, y no sacrificios”.
Está cerca del Reino quien da importancia al amor en su vida.
Basándose en mi forma de hablar y de actuar,
¿me diría Jesús que estoy cerca del reino?
El Evangelio no es ley, es Buena Noticia,
Noticia liberadora de todo temor, a la vez tranquilizadora y comprometida.
Amar a l@s demás es vivir como vivió Jesús.
Seguir, con él, su mismo camino.
Quien lo descubre y lo hace vida ya no necesita hacer más preguntas.
34
Jesús, viendo que había hablado con sensatez, le dijo:
–No estás lejos del reino de Dios.
Y nadie se atrevía ya a seguir preguntándole.
La gente trabajará para vivir,
en lugar de vivir para trabajar.
Los historiadores no creerán
que a los países les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán
que a los pobres les gusta comer promesas.
El mundo ya no estará en guerra
contra los pobres, sino contra la pobreza,
y la industria militar no tendrá más remedio
que declararse en quiebra.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura,
porque no habrá niños de la calle.
La justicia y la libertad, hermanas siamesas
condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse.
Los desesperados serán esperados y los perdidos encontrados,
porque son los que se desesperaron de tanto esperar
y se perdieron de tanto buscar.
En este mundo cada noche será vivida como si fuera la última
y cada día como si fuera el primero. Eduardo Galeano
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No basta que el pueblo se pregunte qué es ser leal a la ley.
Ahora es necesario preguntarse qué es ser leales al Dios de la compasión.
Jesús confronta a la gente, no con aquellas leyes de las que hablan los escribas,
sino con un Dios compasivo.
Lo importante en el reino de Dios no es contar con personas observantes
de las leyes, sino con hijos e hijas que se parezcan a Dios
y traten de ser buenos como lo es él.
Jesús busca la verdadera voluntad de Dios con una libertad sorprendente.
No se preocupa en absoluto de discutir cuestiones de moral casuística;
busca directamente qué es lo que puede hacer bien a las personas.
El amor a Dios y al prójimo es la síntesis de la ley,
el principio supremo que da nueva luz a todo el sistema legal.
El amor lo relativiza todo.
Si un precepto no se deduce del amor o va contra el amor,
queda vacío de sentido; no sirve para construir la vida tal como la quiere Dios.
José Antonio Pagola.
Jesús: aproximación histórica.
Texto: Marcos 12, 28-34 / 31 T.O. –BComentarios y presentación: Asun Gutiérrez Cabriada.
Música:Veracini. Sonata nº 3. Largo (Cantabile).
Un maestro de la ley que había oído la
discusión y había observado lo bien que
les había respondido se acercó y le
preguntó
–¿Cuál es el mandamiento más
importante?
28
No se trata de una simple curiosidad intelectual.
Aparece un maestro de la ley empeñado
en la búsqueda de lo fundamental.
Un número exagerado –613- de prohibiciones
e imposiciones impedía ver con claridad
lo realmente importante.
El actual código de Derecho Canónico tiene 1752 cánones.
Es necesario discernir lo fundamental de lo secundario
y no elevar lo secundario a categoría de fundamental.
Jesús nos recomienda buscar y vivir lo esencial.
Jesús contestó:
–El más importante es éste: Escucha Israel, el Señor nuestro Dios
es el único Señor.
30 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma,
con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
29
Ni a Dios ni a l@s demás se puede amar por ley, sino por
decisión libre y personal.
El Mandamiento de Jesús es un encargo, una invitación,
una liberación, una bienaventuranza, una respuesta.
El primer y fundamental mandamiento, el único, es doble.
Tal vez con frecuencia se caiga en la tentación y en el error de considerar
el amor al prójimo como algo opcional y/o secundario.
En el lenguaje bíblico “como a ti mismo” significa como a l@s de tu casa,
como a las personas que más quieres. La invitación es a amar a tod@s
como amamos a nuestra familia, a l@s amig@s, con el mismo cariño,
solidaridad, generosidad, desinterés, profundidad…
31
El segundo es éste: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.
No hay otro mandamiento más importante que éstos..
Jesús habla con mucha claridad, sin complicaciones; para entenderle y para
seguirle no hace falta memorizar ni practicar cánones ni catecismos.
La única forma de amarle es amar a l@s demás como él ama, como él nos
ama, como nos amamos a nosotr@s mism@s, como queremos que nos amen.
¿Qué leyes, normas, costumbres…, coloco en mi vida por encima del amor?
El maestro de la ley le dijo:
–Muy bien, Maestro. Tienes razón al afirmar que Dios es único y
que no hay otro fuera de él; 33 y que amarlo con todo el corazón,
con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al
prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos
y sacrificios.
32
Muchas personas no sienten que Dios las quiere, les resulta difícil sentir a l@s
demás como herman@s. Son personas explotadas, maltratadas, crucificadas por la
injusticia, el abuso y la insolidaridad.
La misión de las seguidoras y seguidores de Jesús es construir un mundo donde sea
creíble el Amor de Dios a tod@s sin excepción, actuar de modo que el mundo crea.
Jesús dice muy claro que tender manos, aliviar sufrimientos, curar, acoger, luchar
contra la injusticia, servir..., vivir como vivió él es superior al culto, a las leyes y a los
ritos. Sigue repitiendo: “misericordia quiero, y no sacrificios”.
Está cerca del Reino quien da importancia al amor en su vida.
Basándose en mi forma de hablar y de actuar,
¿me diría Jesús que estoy cerca del reino?
El Evangelio no es ley, es Buena Noticia,
Noticia liberadora de todo temor, a la vez tranquilizadora y comprometida.
Amar a l@s demás es vivir como vivió Jesús.
Seguir, con él, su mismo camino.
Quien lo descubre y lo hace vida ya no necesita hacer más preguntas.
34
Jesús, viendo que había hablado con sensatez, le dijo:
–No estás lejos del reino de Dios.
Y nadie se atrevía ya a seguir preguntándole.
La gente trabajará para vivir,
en lugar de vivir para trabajar.
Los historiadores no creerán
que a los países les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán
que a los pobres les gusta comer promesas.
El mundo ya no estará en guerra
contra los pobres, sino contra la pobreza,
y la industria militar no tendrá más remedio
que declararse en quiebra.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura,
porque no habrá niños de la calle.
La justicia y la libertad, hermanas siamesas
condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse.
Los desesperados serán esperados y los perdidos encontrados,
porque son los que se desesperaron de tanto esperar
y se perdieron de tanto buscar.
En este mundo cada noche será vivida como si fuera la última
y cada día como si fuera el primero. Eduardo Galeano