VAMOS A LA SANTA MISA Pedro Sergio Antonio Donoso Brant www.caminando-con-jesus.org www.caminando-con-maria.org [email protected] VAMOS A LA FIESTA CON JESUS.
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Transcript VAMOS A LA SANTA MISA Pedro Sergio Antonio Donoso Brant www.caminando-con-jesus.org www.caminando-con-maria.org [email protected] VAMOS A LA FIESTA CON JESUS.
VAMOS A LA SANTA MISA
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
www.caminando-con-jesus.org
www.caminando-con-maria.org
[email protected]
VAMOS A LA FIESTA CON
JESUS
Este es una sencilla presentación, que
tiene por fin ayudar a comprender de
mejor forma posible la Santa Misa, por
cuanto vamos a recorrer
cada
instante de esta celebración, y así,
entender el significado de la fiesta.
Conociéndola bien la amaremos más.
Entendiendo su gran importancia en
nuestra vida podemos hacer de ella la
actividad más importante de nuestra
fe.
Jesús nos invita a juntarnos en esta
Asamblea. El estará presente. Son
varios los caminos por los que
podemos acercarnos a Jesús y así
vivir una existencia realmente
cristiana, es decir, según la medida
de Cristo mismo, de tal manera que
sea Él mismo quien viva en nosotros
(ver Gál 2,20).
Una vez ascendido a los cielos el
Señor nos dejó su Espíritu. Por
su promesa es segura su
presencia hasta el fin del mundo
(ver Mt 28, 20). Jesucristo se
hace realmente presente en su
Iglesia no sólo a través de la
Sagrada Escritura, sino también,
y de manera más eminente, en la
Eucaristía.
La invitación es para que lleguemos a esta
convocatoria alegres, concientes que vamos a
nuestra fiesta, vamos a un banquete de
alimentos divinos, la Palabra del Señor, su
Cuerpo y su Sangre. ¿Porque ir a Jesús? ¿Para
que alimentarnos de EL?
Jesus nos dijo: "Yo soy el pan de
vida. El que venga a mí, no tendrá
hambre, el que crea en mí no tendrá
nunca sed." (Jn 6, 35).
Jesús nos invita a alimentarnos de Él. Es en la
Eucaristía donde nos alimentamos del Pan de Vida
que es el Señor Jesús mismo.
Por cuanto tengamos disposición de participar
activamente, cantar con emoción, proclamar la palabra
con sentimiento profundo y oir atentamente el
Evangelio, el Señor nos invita a oír y a grabar en
nuestros corazones su palabra.
Al ir a Misa, seamos puntuales al llegar, es
decir algunos minutos antes que el sacerdote
comience, así de este modo la viviremos
completamente.
Es bueno llegar antes, tendremos tiempo de contemplar
y conversar con el Señor, visitar el Santísimo, pedir por
nuestras intenciones, meditar y reflexionar lo que nos ha
sucedido en las últimas horas a fin de pedir a Dios por
nuestras necesidades y la de nuestros familiares y
amigos.
NOS PONEMOS DE PIE
Cuando el sacerdote que preside la celebración y sus ministros
comienzan su entrada, nos ponemos de pie y hacemos alegremente el
canto de entrada, así iremos avivado nuestros corazones, daremos
apertura a la celebración, nos introduciremos en ella, y estaremos
atentos a las explicaciones del guía de la celebración para adentrarnos
en el tiempo litúrgico que estamos celebrando.
Recibamos con mucho ánimo a quien nos preside y
cantemos con fuerza cuando salude al altar y le de un
beso, este es un signo de amor a Cristo y a la Iglesia que
el fundó.
COMIENZA LA CELEBRACIÓN
SALUDO INICIAL
Después de besar el altar y hacer la señal de la
cruz, el sacerdote saluda a la asamblea
El sacerdote que preside, nos saludará a la
manera de Jesús, y dará inicio a la Asamblea
con la señal de la cruz, de esta forma entramos
en comunión con él y nos sentimos unidos en el
Espíritu.
LA SEÑAL DE LA CRUZ
Por la señal de la santa cruz +
de nuestros enemigos +
líbranos, Señor, Dios nuestro +
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +
Amén.
S: La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la
comunión del Espíritu Santo estén con todos vosotros.
P: Y con tu espíritu.
ACTO PENITENCIAL
Pedimos humildemente perdón al Señor
por todas nuestras faltas
Es probable que no hayamos sabido vivir como verdaderos
hermanos, y haya habido entre nosotros egoísmo y orgullo,
talvez hayamos ofendido a más de alguien. Quizás en algún
instante nos olvidamos de Nuestro Padre Dios, entonces al
comenzar la celebración pedimos perdón, es así, como
sucede el acto penitencial, que puede hacerse de diversas
formas, hacemos un momento de silencio, y se puede
emplear las formulas de cantar o recitar el "Señor ten
piedad" o el "Yo confieso", una vez concluido, el sacerdote
terminará con una absolución para todos nosotros.
Participar en este rito es
importantísimo, ya que nos
purifica, nos reconcilia con
Dios y con nuestros hermanos
que están presente y ausentes
de la celebración, así podemos
encontrarnos sin que nos
separe
el
rencor,
el
resentimiento, el pecado.
S: Hermanos: antes de celebrar los sagrados misterios reconozcamos
nuestros pecados.
YO CONFIESO...
Yo confieso ante Dios
Todopoderoso, y ante
ustedes hermanos que
he pecado mucho de
pensamiento, palabra,
obra y omisión.
Por mi culpa, por mi
culpa, por mi gran
culpa.
Por eso ruego a Santa
María siempre Virgen, a
los ángeles, a los
santos y a ustedes
hermanos, que
intercedan por mí ante
Dios, Nuestro Señor.
Amén.
GLORIA
GLORIA
Luego hacemos el himno de alabanza, el Gloria, este es un canto
que hace la Asamblea y que tiene una antigua tradición, es un
oración modelo, en ella proclamamos la salvación en Cristo,
damos gracias a Padre, y suplicamos a Dios Trinidad, en algunos
tiempos se acompaña con repicar de campanas, todo esto con
actitud interior de admiración, gratitud, confianza y súplica.
Gloria a Dios en el cielo,
y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos, te adoramos,
te glorificamos, te damos gracias,
Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre;
tú que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros;
porque sólo tú eres Santo,
sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACION COLECTA
Mientras seguimos de pie, el Rito Inicial culmina con la
oración de la Asamblea u oración colecta, se llama así
porque recolecta las intenciones individuales en una sola
oración que se convierte en la oración de la Iglesia, así el
sacerdote al final de la oración dice “Por Nuestro Señor
Jesucristo tu Hijo que vive y Reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios por los Siglos de los Siglos”
y toda la comunidad reunida le responde “Amen”
LITURGIA DE LA PALABRA
Nos sentamos
Ahora nos sentamos para
alimentarnos de la Liturgia de la
Palabra.
LECTURAS BIBLICAS
En la Liturgia de la Palabra, escuchamos lo que nos dice
Dios, El se hace presente y habla a su pueblo, esto es un
alimento para el alma, es así como vivimos la
proclamación de la Palabra como un hecho actual,
recojamos de ella su fuerza, la revelación y la salvación
de Dios. Si es el caso y nos corresponde proclamarla,
preparemos nuestra lectura con anticipación y hagamos
este ministerio con dignidad.
LECTURAS BIBLICAS
Como sabemos la Liturgia de la Palabra puede estar
compuesta según el día de una, dos o mas lecturas, el
salmo Responsorial y el Evangelio.
En la primera Lectura Bíblica pongamos atención como
Dios nos habla por sus Profetas, en la Segunda Lectura,
como Dios nos habla por su Apóstol. Luego de oírla,
meditamos su contenido.
LITURGIA DE LA
ELPALABRA
SALMO
Entre ambas Lecturas, se recita o se canta el Salmo Responsorial,
habrán en el dos acciones, escuchamos y respondemos, el Salmo
no es una Proclamación, sino una respuesta a la palabra de Dios.
Es muy hermoso cuando se canta el Salmo, y es muy gratificante
responder al canto, es parte integrante de la Palabra de Dios y es
Palabra de Dios.
EVANGELIO
NOS PONEMOS DE PIE
El Evangelio, lo oímos de pie, es la actitud del resucitado, se saluda
con una aclamación, con el Aleluya, que en hebreo significa "Gloria
al Señor", al mismo tiempo nos persignamos en la frente, los labios
y el pecho, para significar que la palabra del Señor penetra con su
poder transformador, hasta lo mas profundo de nuestro ser. Al
cantar el Aleluya, saludamos con alegría, es el Señor quien nos va
hablar.
Dios nos habla por Cristo, Evangelio significa "buena
noticia". Es así como debemos estar muy atentos para
oírla, la recibimos con nuestros sentidos y la llevamos
al corazón, es Cristo el que se hace presente en la
proclamación que hace el Presbítero o el Diácono quien
termina con la frase “Palabra del Señor” y besa el libro.
HOMILIA
NOS SENTAMOS
HOMILIA
Nos sentamos dispuesto a estar muy atentos, Dios nos
habla por su Iglesia, quien preside en nombre de Dios se
dirige a nosotros, a toda la Asamblea, allí nos podrá
explicar la Palabra de Dios proclamada en las Lecturas,
nos actualizará el mensaje al día de hoy, entonces
tendremos como confrontar nuestras vidas con ellas.
PROFESION DE FE
NOS PONEMOS DE PIE
Al finalizar la Homilía, nos ponemos nuevamente de pie y
confesamos y proclamamos nuestra fe con el Credo, “Creo en Dios
Padre Todopoderoso…” Dios nuestro Padre que está en los Cielos,
que ha creado todas las cosas, nos llama a su Reino, Padre
amoroso que nos dio la vida. En el Credo está resumido todo lo que
creemos los cristianos católicos, es por eso que también se lo llama
símbolo o profesión de fe.
CREDO DE LOS APÓSTOLES
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre,
todopoderoso.
Desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica
la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurección de la carne y la vida eterna. Amén
ORACION DE LOS FIELES
SEGUIMOS DE PIE
Acto seguido, oraremos por la Iglesia y los hombres en la Oración
Universal u Oración de los Fieles, ésta es una oración de intercesión por
los demás; de mediación. Ponemos delante de Dios nuestra historia con
sus necesidades, angustias, fallas y urgencias.
Es así que pediremos por los que sufren, por los que estaremos reunidos
y por todas nuestras intenciones
LITURGIA
EUCARISTICA
Nos sentamos
Ahora llegamos al segundo gran momento de la Misa, comienza
con la preparación de la Mesa del altar para el banquete
eucarístico, es la Liturgia Eucarística. En la Última Cena, Cristo
instituyó el sacrificio y el banquete pascual y encomendó a sus
discípulos que lo repitieran en conmemoración suya.
.
LLEVAMOS AL ALTAR PAN, VINO
Y AGUA
En la preparación de los dones llevamos al altar pan, vino y agua: los
mismos elementos que Cristo tomó en sus manos. Mientras el sacerdote o
diácono recibe las ofrendas, entonamos un canto, que simplemente
acompaña el momento.
"Desde el principio, junto con el pan y el vino para la eucaristía, los
cristianos presentan también sus dones para compartirlos con los que
tienen necesidad. Esta costumbre de la colecta, siempre actual, se inspira
en el ejemplo de Cristo que se hizo pobre para enriquecernos..." (Catecismo
de la Iglesia Católica, Nº 1351).
LAVADO DE MANOS
Luego, el sacerdote se lava
las manos, expresando así
su deseo de purificación
interior. El sacerdote dice:
“Lava del todo mi delito,
Señor, limpia mi pecado”
El celebrante nos recuerda
que el sacrificio de la misa
es ofrecido por todos
PRESENTACIÓN DEL PAN
S.: Bendito seas, Señor, Dios del universo por este pan,
fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de
tu generosidad y ahora te presentamos: él será para
nosotros pan de vida.
P.: Bendito seas por siempre, Señor.
S.: Bendito seas, Señor, Dios del universo por este vino,
fruto de la vid y del trabajo del hombre, que recibimos de
tu generosidad y ahora te presentamos: él será para
nosotros bebida de salvación.
P.: Bendito seas por siempre, Señor.
INVITACIÓN A LA ORACIÓN
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
S.: Orad, hermanos, para que este sacrificio, mío y vuestro,
sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
P.: El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para
alabanza y gloria de su Nombre, para nuestro bien y el de
toda su santa Iglesia..
PLEGARIA
EUCARÍSTICA
En la Plegaria Eucarística se da gracias a Dios por nuestra
salvación y se hace la ofrenda del Cuerpo y Sangre de
Cristo. Podemos distinguir dentro de ella algunos
elementos:
PLEGARIA
EUCARÍSTICA
Diálogo
S.: El Señor esté con vosotros.
P.: Y con tu espíritu.
S.: Levantemos el corazón.
P.: Lo tenemos levantado hacia el Señor.
S.: Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
P.: Es justo y necesario.
PREFACIO
ESTAMOS DE PIE
PREFACIO
ESTAMOS DE PIE
En la cual el sacerdote en nombre de todo el pueblo da gracias por la
salvación. Todos nos unimos a la alabanza incesante de la Iglesia, cantando
a Dios el Santo, que es el canto más importante de la Liturgia de la
Eucaristía. Se trata de un canto de inspiración bíblica, tomado en su
primera parte del libro del profeta Isaías y en la segunda, del Evangelio de
Mateo.
Con esta aclamación, cantamos nuestra alabanza a Dios creador y salvador
y exclamamos nuestro gozo por "el que viene", Cristo Jesús.
SANTO
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
EPICLESIS
La Iglesia pide al padre que envíe su Espíritu Santo sobre el pan y el
vino, para que se conviertan por su poder en el Cuerpo y Sangre de
Cristo.
S; santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad: santifica
estos dones con la efusión de Espíritu, de manera que sean para
nosotros Cuerpo y Sangre de Jesucristo, nuestro Señor.
Nos arrodillamos y le damos
la importancia que se merece
a esta solemne parte de la
Misa.
LA CONSAGRACION
RELATO DE LA INSTITUCION
DE LA EUCARSITIA Y
CONSAGRACION
S: El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión,
voluntariamente aceptada, tomó pan; dándote gracias, lo
partió y lo dio a sus discípulos diciendo:
Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Cuando el Sacerdote eleva el Pan, es bueno contemplar
el Cuerpo del Señor, es a Cristo a quien miramos, como
decía el santo Padre Juan Pablo II, “No tengáis miedo de
mirarlo a EL” y cuando el Sacerdote lo deja en la Patena
y hace una genuflexión, podemos hacer alguna
exclamación que salga del corazón y ponernos en actitud
contrita y orar.
S: Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y,
dándote gracias de nuevo, y o pasó a sus discípulos
diciendo: Tomad y bebed todos de él, porque éste es el
cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros y por todos los
hombres para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía.
ACLAMACION
Estamos frente a un milagro, el Pan y el Vino se han
convertido en el cuerpo y en a Sangre de Cristo.
Al terminar el sacerdote dice:
S.: Este es el Sacramento de nuestra fe.
P.: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu
resurrección.
¡Ven, Señor Jesús!
ANÁMNESIS
Hacemos memoria del mismo Cristo, recordando
principalmente su Pasión, Resurrección y
Ascensión. Luego, se presenta al Padre la hostia
consagrada. La Iglesia procura que los fieles
aprendamos a ofrecernos a nosotros mismos en
este momento.
MEMORIAL
Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la
muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de
vida y el cáliz de salvación, y te damos gracias porque
nos haces dignos de servirte en tu presencia.
Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo
congregue en la unidad a cuantos participamos del
Cuerpo y Sangre de Cristo.
INTERCESIONES
Se expresa que la Eucaristía se celebra en comunión con toda la Iglesia,
del cielo y de la tierra, y que la ofrenda se hace por ella misma y por
todos sus miembros, vivos y difuntos.
S: Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra;
y con el Papa Benedicto, con nuestro obispo ,,,,
Y todos los que en ella cuidan de tu pueblo, llévala a su perfección por
la caridad.
(En las misas de difuntos)
Recuerda a tu hijo o (hija)…
a quien llamaste de este mundo a tu presencia; concédele que, así como
ha compartido ya la muerte de Jesucristo, comparta también con él la
gloria de la resurrección.
Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron en la esperanza
de la resurrección y de todos los que han muerto en tu misericordia:
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros; y así, con María, la Virgen Madre de
Dios, los apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través de los
tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y
cantar tus alabanzas.
DOXOLOGIA
FINAL
NOS PONEMOS DE PIE
Se expresa la glorificación de Dios ("Por
Cristo, con Él y en Él...") y se confirma y
termina con la aclamación del pueblo:
Amén, que es el más importante de toda la
Misa, porque con él manifestamos nuestra
adhesión decidida a todo lo que el
sacerdote ha afirmado durante la Plegaria
PADRE NUESTRO
PADRE NUESTRO
Comenzamos esta segunda parte de la Liturgia
Eucarística, cuando quien preside nos invita a
rezar el Padre Nuestro, es el primero de los pasos
que nos prepara para la Comunión. En esta
oración pedimos el pan de cada día, aludiendo
también a la Eucaristía e imploramos la
purificación de los pecados.
Los que vamos a acercarnos a recibir al Señor, sólo nos atrevemos a
hacerlo desde una postura de mutuo perdón. La monición (invitación
del sacerdote a rezar) nos señala distintos aspectos del sentido de
esta oración en este momento de la Misa: que nos ha sido enseñada
por el auténtico maestro de la oración, que alimenta la fraternidad y
la unión de los que comulgaremos con Cristo, que renueva la alegría
de los hijos ante el Padre
Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
SALUDO DE LA PAZ
No podemos unirnos a Cristo por la Comunión de su Cuerpo, si lo hemos
despreciado en alguno de nuestros hermanos donde El se encuentra para
recibir nuestro aprecio y cariño. Es así como manifestamos nuestro deseo de
vivir en caridad con todos, dándonos fraternalmente el saludo de paz.
Es el saludo de la paz, en el que imploramos la paz y la unidad para la Iglesia
y todos los hombres, y nos expresamos mutuamente la caridad con un gesto
de amistad y acercamiento.
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: «La paz os dejo, mi paz
os doy». No tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu
Iglesia, y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
S.: La paz del Señor sea siempre con vosotros
P.: Y con tu espíritu.
S.: Daos fraternalmente la paz.
(gesto de paz)
CORDERO
CORDERO
No es el sacerdote quien inicia el rito de la fracción, diciendo: ”Cordero de
Dios”, sino el cantor o el guía.
Es el canto de la asamblea durante la fracción del pan. Canto de la
asamblea, no del sacerdote que ni siquiera debe pronunciarlo.
Mientras el sacerdote parte el pan («Tomó el pan, dijo al bendición, lo partió
y lo dio a sus discípulos») y deja caer una parte de la hostia en el cáliz,(El
pan que partimos nos une a todos en el Cuerpo de Cristo) los cantores o el
cantor canta el Cordero de Dios con la respuesta de la asamblea: “Ten
piedad de nosotros” o al menos lo recita en voz alta”
CORDERO DE DIOS
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
dános la paz.
S.: Este es el Cordero de Dios, due quita el pecado del
mundo.
Dichosos los invitados a la Cena del Señor.
P.: Señor, no soy digno de que entres en mi casa,
pero una palabra tuya bastará para sanarme.
LA COMUNION
Jesús quiso manifestarse en el gesto de la Fracción del Pan. El
Pan fraccionado es el Cuerpo compartido de Jesús. También
significa que nosotros, por la comunión de este Pan de Vida,
nos hacemos un solo cuerpo. Este gesto es acompañado por el
canto del Cordero de Dios. Con este canto invocamos a Cristo
como Redentor, como Cordero que es entregado por todos
nosotros, al Cristo Pascual que ha vencido y en la comunión se
nos da como alimento.
El momento culminante de la Eucaristía se da cuando la
comunidad participa del Cuerpo y Sangre del Señor. Todas las
actitudes, palabras, canciones y gestos quieren ayudarnos a
expresar, alimentar y educar nuestra actitud de participación
consciente en este misterio.
Vamos a comulgar en procesión, manifestando así que somos un
pueblo en marcha, que camina y avanza al encuentro con su Señor.
El canto que acompaña esta procesión, alegre y festivo, expresa lo
que cada uno vive en ese momento: la relación personal con Cristo y
la relación fraterna de todos los que se unen en él. Cuando recibimos
la comunión se da un breve diálogo con el ministro que nos dice "El
Cuerpo de Cristo", a lo que respondemos "Amén". Este Amén es una
profesión de fe y en este momento significa afirmar que
reconocemos que estamos recibiendo al mismo Cristo. Luego, como
una justa y debida acción de gracias, hay un momento de silencio, en
el que también podemos cantar.
MOMENTO DE ORACION
Luego de comulgar, guardemos silencio y conversemos con Cristo a
quien hemos recibido.
MOMENTO DE ORACION
Luego de meditar el Sacerdote hace la “Oración después de la
Comunión”, a modo de ejemplo; Señor, concede a tu Iglesia
proclamar tu grandeza, porque hiciste grandes cosas en tus fieles, y
que, con el mismo gozo que experimentó san Juan al presentirlo
oculto en el seno de María, recibamos a Cristo siempre viviente en
este sacramento. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
BENDICION FINAL
RITOS DE DESPEDIDA
La celebración concluye con una bendición que el sacerdote, en nombre de
Cristo, da a toda la comunidad. Bendecir es decir "bien". Dios, que es
fuente radical de todo bien, cuando bendice es eficaz en su gracia y en la
salvación que da. Luego se despide al pueblo con una frase que no es sólo
de despedida, sino también de envío.
Respondemos dando gracias, lo que ha sido a lo largo de la Eucaristía, que
significa precisamente "acción de gracias", la actitud fundamental.
CANTO FINAL
CANTO FINAL
El canto final tiene el sentido de una
salida gozosa, y acompaña la salida
de los ministros.
DESPEDIDA
En la despedida se disuelve a la Asamblea para que regrese cada
uno a sus quehaceres alabando y bendiciendo a Dios.
Y ahora, tenemos que ir a poner en practica, todo lo que el Señor
nos ha permitido aprender en Santa Misa
EL SEÑOR
LES BENDIGA
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
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