BRAULIO DE ZARAGOZA Braulio nació en el seno de una familia acomodada.

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Transcript BRAULIO DE ZARAGOZA Braulio nació en el seno de una familia acomodada.

BRAULIO DE ZARAGOZA
Braulio nació en el seno de una
familia acomodada. Tuvo suerte,
pudieron
proporcionarle
una
buena educación y un ambiente
de vida cristiano.
De los cinco hermanos,
cuatro (Juan, Frunimiano,
Pomponia y el propio
Braulio), optaron por la
vida religiosa.
El ejemplo de su hermano mayor, Juan, fue muy importante para
Braulio. Con él adquirió su primera educación y le cogió el gusto a lo de
aprender y estudiar.
Braulio se refería a su hermano como su “maestro en la vida común,
en la piedad y en la doctrina”. En la escuela aneja al monasterio de
Santa Engracia recibió de él una amplia formación en letras clásicas,
ciencias eclesiásticas, poesía y también música. Al igual que su
hermano mayor, Braulio llegó a componer la letra y la melodía de
himnos sagrados que se usaron en la liturgia.
Tenía una curiosidad y un afán insaciable por aprender y por ello
quiso ir a Sevilla, atraído por la fama de sabio de Isidoro, que era
escritor y fue obispo de Sevilla. A su lado permaneció durante gran
parte de su juventud estudiando incansablemente.
Con esfuerzo, constancia
y dedicación pasó de ser
discípulo de Isidoro...
... a ser su compañero y
colaborador.
Entre ambos surgió una
profunda amistad que se
manifiesta en sus cartas,
plagadas de muestras de
cariño,
admiración
y
respeto.
Tal es la confianza que siente el maestro por su
antiguo alumno, que le encarga corregir y editar su
libro, Etimologías, una obra enciclopédica que
había escrito por insistencia del mismo Braulio. Así
pues, la catalogación y división de toda la obra en
capítulos y los títulos de los mismos se deben a
Braulio. Este libro es muy importante en la historia
de nuestra cultura.
Regresó a Zaragoza tras el nombramiento de su hermano Juan
como obispo de la ciudad. Braulio fue nombrado arcediano y,
posteriormente, a la muerte de Juan, él es elegido su sucesor.
Como obispo de Zaragoza asistió a los concilios IV, V y VI de
Toledo, donde ejerció una notable influencia.
Debido a su elocuencia y a la sabiduría y los conocimientos que
demostraba en sus palabras y en sus actos, fue muy valorado y se
convirtió en una pieza clave en la vida social, política y eclesiástica.
Las más relevantes figuras de la Iglesia (Eugenio, Tajón o
Fructuoso, entre otros) acuden en busca de su consejo en las
más variadas cuestiones doctrinales y pastorales.
También influyó en los reyes del
momento intentando suavizar las
leyes con espíritu cristiano y
procurando potenciar la unidad del
reino.
Llegó a aconsejar a un rey en un
asunto
político
de
tanta
trascendencia como la sucesión al
trono.
Humildad
Su prestigio y posición no lo
convirtieron en un hombre arrogante
sino todo lo contrario: ejemplo de su
extraordinaria
humildad
es
el
encabezamiento de sus cartas:
“Braulio, siervo inútil de los santos de
Dios”.
Sencillez
No se aprovechó de su ingenio, sus
conocimientos y su elocuencia para
quedar por encima de nadie sino que
vivió siempre como un hombre sencillo
que huía del lujo y la vanidad.
Respeto y amor
Ante las críticas injustas o los ataques respondía de forma enérgica
pero siempre con respeto y con un espíritu conciliador. Por ejemplo,
ante unas agrias críticas de su discípulo Tajón, Braulio le contesta que
también él podría contestarle mal pero
“soy siervo del amor y no
quiero perder el tuyo, ni
quiero poner en mis
palabras cosa de burla o
desagradable”.
En sus cartas se evidencia su exquisita cortesía, su delicadeza, su
caridad e indulgencia y la coherencia entre lo que aconsejaba y lo
que él mismo vivía.
En sus últimas cartas habla con frecuencia de la debilidad de sus
fuerzas y especialmente de su falta de vista, dura carencia a la
que hizo frente meditando y rezando. Esto le lleva a afirmar en un
tono no exento de esperanza: “esperando estoy cada día el fin de
mi doliente condición mortal”. Murió en el año 651.
Fue uno de los más
destacados intelectuales de
España. Entre las gentes
de su tiempo se decía que
era difícil encontrar en el
país alguien que fuera más
sabio que él. Quizá por eso
fue nombrado patrón de la
Universidad de Zaragoza.
Esta historia de esfuerzo, de
servicio y de pasión por el
conocimiento y el saber ocurrió en
la primera mitad del siglo VII, en
plena España visigoda…
… pero el espíritu que la impulsó sigue tan presente hoy como
entonces.
TÚ
puedes ser ejemplo de ello
Dando gracias a Dios por las
capacidades, los medios y las
oportunidades que la vida ha
puesto en tus manos.
Aprovechándolas al máximo y
esforzándote para alcanzar metas
cada vez más grandes.
Poniendo tus dones y tus éxitos
al servicio de los demás con
humildad y sencillez.
Rezando con confianza y pidiendo fuerza y
entereza para afrontar las dificultades.
Aunque ignoramos el nombre del lugar de su nacimiento, ciertos indicios
y alusiones de sus cartas parecen apuntar hacia Gerona, en tanto que
otros orientan hacia Zaragoza. La fecha es también imprecisa, entre el
585 y el 590 d.C.
Su llegada a Zaragoza se documenta hacia el 619, año en que Juan es
nombrado obispo.
Cuando muere Juan en el año 631, Braulio es nombrado su sucesor
como obispo de Zaragoza. Como tal asistió a los concilios IV (633), V
(636) y VI (638) de Toledo.
Su gran maestro y amigo fue San Isidoro de Sevilla, obispo, escritor y
doctor de la Iglesia (c. 560-636).
Tuvo relación con los reyes visigodos Chindasvinto, a quien aconseja
sobre la sucesión al trono, y Recesvinto, que le encomendó la corrección
de un importante códice, probablemente el Fuero Juzgo.
Murió en Zaragoza en el año 651.
Epistolario: colección de cartas, 32 escritas por Braulio y 12 más
dirigidas a él. Son un valioso documento para conocer la España
visigoda de la primera mitad del siglo VII.
Praenotatio librorum divi Isidori: un elenco de las obras de San
Isidoro.
Una breve biografía de este mismo santo para añadirla al «De
Viris illustribus» del propio San Isidoro.
Vida de S. Millán de la Cogolla, el fundador del monasterio del
que era abad su hermano Frunimiano.
Un valioso himno en loor de San Millán de la Cogolla, que
está considerado como uno de los mejores poemas del periodo
visigodo.
Participación en la corrección y edición de las Etimologías de San
Isidoro.
Estudio
Esfuerzo
Conocimiento
Perseverancia
Servicio
Coherencia
Humildad
Sencillez
Elocuencia
Cultura visigoda
Atributo: un libro
Epistolario
Delicadeza
Respeto
San Isidoro de Sevilla
Obispo de Zaragoza
Patrón de la Universidad
de Zaragoza