Transcript los cataros o albigenses

LOS CATAROS
O ALBIGENSES
COMPONENTES DE LA
LA SUCESIÓN DE LA FIDELIDAD APOSTÓLICA
Siglos XI hasta el XIII
Un paseo por los castillos de
los “Hombres Buenos”
El país de los Cátaros
.
Al sur de Francia
Mar
Mediterráneo
España
Los albigenses fueron unos
cristianos en los siglos XI y XIII,
que se extendieron desde la ciudad
de Albi (Occitania) de la que toma
su nombre, por toda Europa.
También conocida como "cátara" del griego kataros (puro).
Los Cátaros, les llamaban
“bons homes” se
consideraban
creyentes continuadores de
la iglesia apostólica, que
denuncia-ron el abandono
de los usos y costumbres
según las Sagradas
Escrituras, como los abusos
El catarismo fue un evangelismo
que propugnaba la necesidad de
llevar una vida según el modelo
apostólico y la renuncia al mundo
para hacer la voluntad de Dios
Repudiaban la relajación de las costumbres del clero y
las ansias del poder temporal de la jerarquía.
Admitían únicamente, como sacramentos el bautismo
y la cena del Señor, por consiguiente rechazaban todo
lo posterior que no se fundase en las Santas Escritura,
obedecieron al segundo Mandamiento de la Ley de
Dios por lo que eran contrarios a hacer estatuas y
cruces y adorarlas o venerarlas por estar prohibido
por Dios, “ni de hombre ni de mujer, etc.”
Comprobadlo leyendo en: Deuteronomio 4:15,16, y Éxodo 20.
Sus lugares de culto eran de la
máxima sencillez, consistía en
una mesa cubierta con un mantel
blanco sobre el cual se hallaba
siempre un Nuevo Testamento
abierto por el primer capitulo de
Juan, el culto normal era la
lectura del Santo Libro que luego
era explicado por el pastor en
lengua vulgar a continuación la
congregación puesta de rodillas
recitaba la oración dominical y
recibían la bendición como final
del culto.
Los cátaros predicaban como el
apóstol Pablo, sobre la salvación
decían: “Porque por gracia sois
salvos por la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios: No por obras,
para que nadie se glorié” (Ef. 2:8-9)
Su fidelidad a la fe les costo 20.000 mártires en la ciudad de
Los antiguos albigenses aparecieron en los llamados hugonotes en el siglo XVI en
De lo poco que sabemos de los albigenses, casi todo es de parte de sus inquisidores,
siempre interesados en calumniar a los que consideraban sus enemigos.
Se les acuso de no aceptar el Antiguo Testamento, etc. ¿Será verdad?
Tantas calumnias, tantas falsedades !quizá fueron confundidos como una reacción al ritual fantasioso
romano!
De ser cierto el error, no supieron ver la verdadera relación entre los Pactos
“Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento:
y los que enseñan la justicia a la multitud. Como las estrellas a perpetua
eternidad” (Daniel 12:3)
En unos tiempos en que la
Iglesia Romana solo citaba
alguna vez los textos sagrados en
latín, con lo que resultaban
incomprensibles para el pueblo,
los cátaros los tradujeron a
la lengua romance.
Se adelantaron a la Reforma.
Gracias a su labor y a otros
más, hoy el mensaje del
Evangelio está al alcance de
todos.
El catarismo, que adoptaba unas
posturas muy críticas contra el
materialismo de la Iglesia de
Roma y cuyos adeptos eran
exigentes consigo mismos en
cuanto a pureza de costumbres
según el modelo apostólico llegó a
establecerse como una contra
iglesia adecuadamente
organizada, con su propio clero
mixto y sus pastores. En las casas
cátaras los buenos hombres vivían
en comunidad, recibiendo la
predicación de sus diáconos.
Estas casas estaban abiertas a la
sociedad de su entorno, no
existiendo ningún tipo de
clausura, sino que, por contra, sus
habitantes entraban y salían en
cualquier momento y los vecinos
tenían igualmente acceso a ellas.
“Se fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida” (Apoc. 2:10)
En aquel día serán premiados con la corona de los mártires “La de la Vida”
Albigenses llevados a la hoguera
por su fidelidad a Dios y a Su Palabra
La Sucesión de la fidelidad apostólica,
nos llego hasta hoy, gracias al Señor
de la Iglesia, y a los testigos y mártires de
la fe, como los albigenses, y muchos
más. que nos transmitieron la verdad del
evangelio de Jesucristo.
Diseño original del pps de José Esteban.
La mayoría de sus libros y documentos
fueron quemados por la Inquisición
Adaptaciones y ampliaciones de los comentarios:
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