*QUE SE HAGA TU VOLUNTAD, COMO SE HACE EN LOS CIELOS

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Transcript *QUE SE HAGA TU VOLUNTAD, COMO SE HACE EN LOS CIELOS

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La voluntad de la carne
La voluntad del pecado
La voluntad del hombre
La voluntad de Satanás
La voluntad de Dios
• Definición: “Parte material o corporal del hombre,
considerada en oposición al espíritu.”
• “Uno de los tres enemigos del alma, que, según el
catecismo de la doctrina cristiana, inclina a la
sensualidad y lascivia.”
La Biblia hace diferencia entre el cuerpo físico y la carne.
Lucas 3:6 “Y verá toda carne la salvación de Dios.”
Marcos 14:38 “Velad y orad, para que no entréis en
tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero
la carne es débil.”
Aquí vemos una lucha entre la carne y el espíritu
Juan 1:13 “los cuales no son engendrados de
sangre, ni de voluntad de carne, ni de
voluntad de varón, sino de Dios.”
Juan 6:63 “El espíritu es el que da vida; la carne
para nada aprovecha; las palabras que yo os
he hablado son espíritu y son vida.”
Sabemos que se refiere a los deseos carnales
porque Jesús no era “asceta”, que creen que el
cuerpo es malo y algunos llegan hasta
mortificarlo.
Romanos 7:5 “Porque mientras estábamos en la
carne, las pasiones pecaminosas que eran por la
ley obraban en nuestros miembros llevando fruto
para muerte.”
Romanos 7:18 “Y yo sé que en mí, esto es, en mi
carne, no mora el bien; porque el querer el bien
está en mí, pero no el hacerlo.”
Romanos 7:25 “Gracias doy a Dios, por Jesucristo
Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente
sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del
pecado.”
Romanos 8:1 “Ahora, pues, ninguna condenación
hay para los que están en Cristo Jesús, los que no
andan conforme a la carne, sino conforme al
Espíritu.”
Romanos 8:4-13; 13:14; 2ª Co. 7:1; Gal. 3:3; 5:1617, 19;
Romanos 8:7 “Por cuanto los designios de la carne
son enemistad contra Dios; porque no se sujetan
a la ley de Dios, ni tampoco pueden”
La palabra “designios” es traducida por otras
versiones como: “mentalidad, proyectos, control,
intención, inclinaciones, deseos, tendencias, etc.”
Efesios 2:3 “entre los cuales también todos
nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos
de nuestra carne, haciendo la voluntad de la
carne y de los pensamientos, y éramos por
naturaleza hijos de ira, lo mismo que los
demás.”
Este versículo aclara aún más la existencia de
esta voluntad
Existen muchos otros versículos que usted
puede encontrar en la Biblia utilizando una
concordancia.
Romanos 7:17 “De manera que ya no soy yo
quien hace aquello, sino el pecado que mora
en mí.”
Romanos 7:20 “Y si hago lo que no quiero, ya
no lo hago yo, sino el pecado que mora en
mí.”
Pablo marca la diferencia entre su voluntad y la
del pecado. El problema es cuando nuestra
voluntad está sujeta a la del pecado. ¿Y cómo
sucede esto?
Cuando dejamos que los deseos (voluntad) de la
carne nos dominen, es cuando pecamos.
Entonces estamos sometiendo nuestra voluntad a
la del pecado.
Yo no quiero hacerlo, (mi voluntad) pero acabo
haciéndolo (la del pecado).
Por eso Pablo dice: no soy yo, no era mi deseo, es el
pecado que mora en mí el que me impulsa a
hacer lo incorrecto.
Por eso no debo condenarme (8:1) porque aunque
mi voluntad, ha quedado por un momento
sometida a la voluntad del pecado, puedo
vencerla haciendo la voluntad de Dios al andar en
el Espíritu. (cosa que sólo puede hacer alguien
que ha nacido de nuevo)
“Voluntad es la facultad de decidir y ordenar la propia
conducta. Propiedad que se expresa de forma
consciente en el ser humano para realizar algo con
intención.”
La voluntad del hombre o mujer, es el libre albedrío
que Dios nos dio y que puede quedar sometido a: la
voluntad de Dios, de la carne, del pecado o de
satanás.
• Génesis 2:16 “Y mandó Jehová Dios al hombre,
diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;
mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no
comerás;
porque el día que de él comieres,
ciertamente morirás.”
Deuteronomio 30:19 “A los cielos y a la tierra llamo
por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto
delante la vida y la muerte, la bendición y la
maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú
y tu descendencia;”
Josué 24:15 “Y si mal os parece servir a Jehová,
escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes
sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro
lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya
tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a
Jehová.”
1ª Reyes 18:21 “¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros
entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle;
y si Baal, id en pos de él.”
Juan 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y
destruir”
Usa la voluntad de la carne y la del pecado para cumplir sus
propósitos, pero no es la misma voluntad.
Su idea está relacionada con todo lo que es contrario a la
voluntad de Dios, todo lo que tiene que ver con el
pecado y la destrucción.
¿En qué momento puede quedar nuestra voluntad sujeta a
la de Satanás? Cuando continuamente nos dejamos llevar
por la voluntad de la carne y del pecado.
1Jn 3:8 “El que practica el pecado es del diablo”
2ª Pedro 2:19 “cada uno es esclavo de aquello que lo
domina.”
Mateo 6:10 “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así
también en la tierra.”
γίνομαι: gínomai: “hacer que sea”
¿Cómo es la voluntad de Dios en el cielo?
- Hay perdón
- Santidad
- No hay enfermedad - Hay dirección
- Hay provisión
- Salvación, etc.
Los que están en el cielo: ángeles y santos ¿Cómo
hacen la voluntad de Dios?
- Con obediencia, con prontitud, con exactitud, lo que
Dios dice, allí se hace.
Cuando oramos: “Hágase tu voluntad, como en el cielo,
así también en la tierra,” estamos “declarando” que
así sea.
Identificamos cualquier otra “voluntad” que esté
operando en “una persona, vecindario, ciudad, país o
situación”.
Por la fe y la oración, anulamos toda influencia
perjudicial (voluntad contraria a la de Dios) sobre la
persona, ciudad, etc., y ordenamos que esta persona,
ciudad, etc., quede sometida a la voluntad de Dios.
¡¡Hágase tu voluntad!! Que se haga tu voluntad y no la
de… (Hacer que sea)
2ª Corintios 10:4-5 “porque las armas de nuestra
milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para
la destrucción de fortalezas, derribando argumentos
y toda altivez que se levanta contra el conocimiento
de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la
obediencia a Cristo.”
La oración, la fe y la Palabra de Dios que nos enseña,
nos ayuda a derribar lo que va en contra del
conocimiento de Dios, de su voluntad, y nos ayuda a
llevar cautivo, someter todo pensamiento (voluntad)
a la obediencia de Cristo (Su Voluntad)
Teniendo en cuenta esto, al orar por una persona
inconversa que está sometida a la voluntad de la
carne, del pecado y del diablo, haríamos la siguiente
oración:
Padre, en el Nombre de Jesús y con la autoridad que tú
me das, anulo toda voluntad contraria a la tuya sobre
esta persona, y declaro que “se haga Tu voluntad en
él como se hace en los cielos.”
Lo mismo al orar por una persona enferma: Declaro tu
voluntad sobre él, que sea sano como en los cielos
hay sanidad.
Así sobre una ciudad, país o situación.
Para poder declarar o proclamar la Voluntad de Dios
sobre una persona inconversa, enferma, atada a un
pecado, o sobre una ciudad o situación económica,
es IMPORTANTE, conocer la Voluntad de Dios.
Y para conocer la Voluntad de Dios, es importante leer
la Palabra de Dios y saber que dice Dios de cada
situación.
¿Es la voluntad de Dios proveerme o que viva en
pobreza?
¿Es la voluntad de Dios sanar o que estemos enfermos?
Con el conocimiento que ahora tenemos, oremos por la
voluntad de Dios