seis relaciones del discípulo - bienvenidos a la ii iglesia de dios

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SEIS RELACIONES DEL DISCÍPULO
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El ser humano se realiza como tal, en
la
medida de sus relaciones. Las
formas de llevarlas, define su grado de
madurez.
Cada uno es lo que es, en medida y
en la forma que da y recibe de los
demás.

Todo discípulo, por ser tal, tiene un
determinado estilo de vida que lo vincula con
los demás de una manera muy definida. Se le
reconoce como verdadero discípulo de Jesús,
precisamente por sus seis relaciones:
◦ Con Dios como Padre
◦ Con Jesús como Maestro
◦ Con el Espíritu Santo como guía
◦ Con los demás como hermanos
◦ Con las cosas con libertad
◦ Consigo mismo como persona
1. CON DIOS COMO PADRE

Podemos llegar a afirmar que la
experiencia de ser un hijo amado
de Dios, es el rasgo primordial que
configura al discípulo de Jesús. No
puede haber discípulo que no viva
la relación filial con Dios, su padre.
Y, naturalmente, no se trata de
saber que nos ama, sino de
experimentarlo en todo momento
y circunstancia de la vida.
 Sin
duda que el rasgo más importante de un
discípulo es el poder llamar a Dios:”Papá”.
Aunque se cumplieran todos los
mandamientos o se trabajara horas extra en la
viña del Señor, aunque se sirviera a los más
necesitados, o se ostentara un título, si no se
vive como hijo amado de Dios, de ninguna
manera se puede considerar como discípulo
de Jesús.
2.CON JESÚS, COMO MAESTRO
ES LLAMADO POR EL MAESTRO

Hace dos mil años, todo discípulo tenía derecho
a elegir al maestro que más le conviniera. Sin
embargo, con Jesús las cosas fueron al revés: él
fue quien personalmente escogió a cada uno de
sus seguidores.
“Ustedes no me eligieron a mi, sino que fui yo
quien los escogí a ustedes” Jn 15:16
SE SIENTA A LOS PIES DEL MAESTRO

Es la actividad más importante del discípulo, pues
pasa largos momentos simplemente disfrutando la
presencia del Maestro. En tal sentido, es un
contemplativo que, con los ojos bien abiertos,
observa los rasgos de la personalidad de su
Maestro para luego reproducirlos.
ESCUCHA AL MAESTRO

Si se sienta a los pies del Maestro no es para estar
pasivo, sino para realizar una de las actividades más
difíciles de este mundo: escuchar. Sin este requisito es
imposible llegar a ser discípulo de ningún maestro.

Esta es la gracia más grande que debe tener un
dirigente de la Iglesia de Jesús. Si no es capaz de
escuchar al Pastor de los pastores, ¿cómo podrá
pastorear a los demás? Si no escucha la voz de Dios,
¿cómo podrá mostrar a otros la voluntad divina?
LE CREE AL MAESTRO

Un discípulo confía tanto
en su Maestro que le
cree incondicionalmente.
No cree en algo sino en
alguien que es digno de
toda su confianza.

Todo lo que dice su
Maestro es veraz, por la
simple razón de que su
Maestro así lo ha dicho y
todo lo que él diga es la
norma de verdad. En una
palabra, confía aunque
algunas veces le parezca
absurdo.
SIGUE AL MAESTRO

Seguir al Maestro no se reduce a ir físicamente
en pos de él, sino ante todo imitar su estilo de
vida. Ser discípulo de Jesús implica seguir su
Camino, delineado por su estilo de vida.
Reproduce las actitudes, criterios y el estilo de
vida de Jesús. Vive como él, y quien lo ve a él,
mira de alguna forma a su Maestro.
OBEDECE AL MAESTRO

Sus discípulos son aquellos que cumplen su voluntad.
Un discípulo obedece en todo. No solo en aquello que le
gusta, conviene, está de acuerdo o es fácil, sino en todo,
ya que Jesús no está dispuesto a perder su tiempo con
discípulos indecisos

.

El ejemplo de Pedro:
Jn.21,4-6; Mt.14,22-29;Mt. 17,27;
Mc.11, 1-4
Un discípulo es tal si hace lo que su
Maestro le ordena:
“Si se mantienen fieles a mi Palabra,
serán realmente mis discípulos” Jn.8,31

3. CON EL ESPÍRITU COMO GUÍA

El discípulo de Jesús
está
animado por el mismo Espíritu
que engendró a Jesús y lo ungió
con poder capacitándolo para
realizar su ministerio.

Nos impulsa con la misma
fuerza que a Jesús y nos
comparte
sus
mismos
sentimientos,
criterios
y
valores.

Él es, precisamente, quien nos
autoriza como discípulos y nos
transforma en maestros a
imagen y semejanza de Jesús.
4. CON LOS DEMÁS COMO HERMANOS
“Uno solo es su Maestro; y todos ustedes son
hermanos”Mt.23,8

Ser hijos del Padre nos lleva a la fraternidad que se
extiende a toda persona, sin importar clase social, credo,
título, etc. Por lo tanto el discípulo nunca se siente
superior o mejor que los demás.
El Maestro mismo escogió la señal infalsificable
para identificar al discípulo suyo:
“En esto conocerán que son mis discípulos:
si se aman los unos a los otros”
Jn 13,35
5. CON LAS COSAS CON LIBERTAD
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El discípulo tiene una definida relación con las
cosas de este mundo. Es libre de toda atadura
material. Por eso es capaz de entregarse
enteramente a instaurar el Reino de Dios.
CON LAS COSAS CON LIBERTAD

El discípulo comparte lo
que es y tiene con los
demás, especialmente
con
los
demás
necesitados.
Esto
implica, primeramente,
devolver a Dios lo que
le pertenece y a
nuestros hermanos lo
que es suyo. Esto, más
que una obra de caridad
sino de justicia.
6. CONSIGO MISMO, COMO PERSONA

Muchas veces se tiene una falsa idea del amor a si
mismo y se confunde con egoísmo, olvidándose que
el amor a nosotros mismos es la medida para amar a
nuestros hermanos:”Amarás a tu prójimo como a ti
mismo”

Por tanto, existe la exigencia de amarse, servirse,
respetarse a sí, como merece un hijo de Dios y
hermano de Jesucristo.

La persona está por encima de las leyes, tradiciones,
costumbres, organizaciones, solo se validan estas en
vistas al bien de la persona y la comunidad.

El discípulo de Jesús se valora como persona que
ha costado el precio de la sangre del Hijo de
Dios. No se doblega ante los poderosos, ni se
acompleja ante los ricos de este mundo. No se
considera menos que nadie, pero tampoco más
que ninguno pues todos los seres humanos gozan
de la misma dignidad. El verdadero discípulo de
Jesús no se menosprecia. Se ama tanto, que es
capaz de negarse a servir a otros cuando esto
exige renunciar a algo que le es debido.
QUE
DIOS
LOS
BENDIGA