Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Derecho Ciclo de Conferencias en homenaje al Bicentenario de la Constitución de Apatzingán 2ª. Conferencia Breves semblanzas de los Constituyentes de 1814 Dr. Marco Antonio Pérez De los Reyes 20 de Octubre de 2014

Introducción: El próximo miércoles 22 de octubre de 2014 se cumplen 200 años de la promulgación del Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, conocido como Constitución de Apatzingán o de 1814.

Se trata de un documento constitucional elaborado por un puñado de patriotas quienes en ese momento representaban el liderazgo intelectual del movimiento insurgente. A ellos les tocó llevar a cabo la magna tarea de conducir a la opinión pública general hacia la transición del antiguo régimen colonial y dependiente al nuevo esquema de nación independiente y autónoma

Romper con la estructura tradicional significaba dejar a un lado la relativa seguridad que proporcionaba el régimen colonial perfectamente conocido, con sus bondades e injusticias, y aventurarse por los vericuetos de conformar una nación independiente y responsable de sus propias decisiones políticas. La generación de insurgentes encabezados, de 1811 a 1815 por el Generalísimo José María Morelos y Pavón, tuvo que enfrentar este reto histórico.

Precedentes de la Constitución de 1814 En los movimientos libertarios de: 1) la independencia de los Estados Unidos de América (1776) y 2) la revolución francesa (1789) se habían expedido documentos constitucionales que legitimaban tales movimientos, fundaban las estructuras de gobierno (parte orgánica) y proclamaban derechos fundamentales de los gobernados (parte dogmática). Algo similar ocurrió en España como consecuencia de la guerra contra la intervención napoleónica, en medio de la cual fue promulgada la Constitución Política de la Monarquía Española o Constitución de Cádiz de 1812

En el caso de México, el Sr. Cura Hidalgo manifestó desde Guadalajara su deseo de conformar un Congreso compuesto de representantes de todo el país para que dictara leyes suaves y acomodadas en beneficio del pueblo y que decretara una Constitución que hiciera la felicidad de la nación). Esta idea subsistió en el pensamiento de Don Ignacio López Rayón, quien se convirtiera en el comandante del movimiento insurgente a la aprehensión y muerte de los primeros caudillos en 1811.

Antecedentes jurídicos.

Elementos Constitucionales de Ignacio López Rayón (agosto de 1811), Constitución de Cádiz (marzo de 1812) y Sentimientos de la Nación de Morelos (septiembre de 1813)

Origen del Congreso de Anáhuac Después de romper el sitio de Cuautla (2 de mayo de 1812), Morelos continuó su campaña militar y logró tomar la ciudad de Oaxaca, en donde dio forma a su intención de formar un Congreso Nacional, cuya principal misión sería redactar la Constitución legitimadora del movimiento insurgente. La Convocatoria respectiva fue expedida desde el Puerto de Acapulco, luego de que el caudillo logró tomar el Fuerte de San Diego.

Características del Congreso Constituyente de 1814 Algunos de sus integrantes fueron elegidos, concretamente en aquéllas poblaciones que estaban bajo el control del ejército insurgente, los demás fueron designados a propuesta del propio Morelos.

Inició sus actividades el 13 de septiembre de 1813 en Chilpancingo. Fue un Congreso itinerante porque debió seguir la ruta de las campañas militares de Morelos y fue disuelto en Tehuacán a poco de caer prisionero el Generalísimo en 1815.

Integrantes Propietarios: Por Michoacán: José Sixto Verduzco Por Guadalajara: Ignacio López Rayón Por Guanajuato: José María Liceaga Por Santa María de Guadalupe de Tecpan (Guerrero): José Manuel de Herrera Por Oaxaca: José María Murguía y Galardi

Suplentes: Por México: Carlos María de Bustamante Por Puebla: Andrés Quintana Roo Por Veracruz: José María Cos Pérez Cornelio Ortiz Zárate, Carlos Enríquez del Castillo, Remigio de Yarza y Pedro José Bermeo Por ser un Congreso itinerante llegaron a participar otras personas, sin tener la calidad de Constituyentes, como: José María Morelos, José Sotero Castañeda, Cornelio Ortiz de Zarate, Manuel Aldarete y Sosa, Juan Antonio Moctezuma, José María Ponce de León, Antonio Sesma y Francisco de Argandar

No firmaron el Decreto Constitucional, por estar ausentes: Ignacio López Rayón, Manuel Sabino Crespo, Andrés Quintana Roo, Antonio Sesma y Carlos María de Bustamante.

José Sixto Verduzco (Zamora 1770 – México 1830) 60 años Sacerdote por el Colegio de San Nicolás en Valladolid (Morelia) y Doctor por la Real y Pontificia Universidad de México. Ejerció en curatos humildes de Michoacán y se unió al ejército insurgente, fue miembro de la Junta de Zitácuaro y diputado propietario por Michoacán en el Congreso de Anáhuac. El Virrey Juan Ruíz Apodaca lo aprehendió en 1817, pero en 1820 fue indultado. En el México independiente fue Capitán General y Senador por Michoacán.

Ignacio López Rayón (Tlalpujahua 1773 – México 1832) 59 años Inicio sus estudios superiores en San Nicolás de Valladolid y los continuó en el Colegio de San Ildefonso en México. Se recibió de abogado en 1796. Ejerció en México y regresó a Tlalpujahua para atender negocios de familia en agricultura, comercio y minería y fue Administrador de Correos. Casó en agosto de 1810 con María Ana Martínez de Rulfo. Se unió a la insurgencia proponiendo crear una Junta centralizadora para coordinar las acciones de guerra. Fue hecho prisionero pero logró escaparse y finalmente se unió al ejército del Padre Hidalgo de quien fue Secretario particular.

Participó en las batallas de Monte de las Cruces y Aculco, después de cuya derrota regresó a Tlalpujahua, en donde convenció de unirse a la insurgencia dos de sus hermanos y volvió a unirse al ejército de Hidalgo. En Guadalajara fue Secretario de Estado y del Despacho en el Gobierno insurgente. Participó en el Decreto de Abolición de Esclavitud y Castas (6/12/1810).

Formó la Audiencia de Jalisco, comisionó a Francisco Severo Maldonado para fundar el periódico “El Despertador Americano” y nombró a Pascasio Ortiz de Letona como Embajador para acercase al Gobierno de los Estados Unidos de Americana

Después de la derrota del Puente de Calderón logró salvar medio millón de pesos del ejército insurgente y en Saltillo fue nombrado General y Comandante del Ejército insurgente en ausencia de sus primeros comandantes. Al ser aprehendidos los caudillos en Acatita de Baján delante de Monclova, comandó el ejército, logró tomar Zacatecas y finalmente se estableció en Zitácuaro en donde convocó a la Suprema Junta Nacional Americana el 21 de agosto de 1811 con el propio Rayón como Presidente, Morelos, Liceaga y Sixto Verduzco.

Propuso los “Elementos Constitucionales”, donde postulaba la soberanía popular pero la hacía recaer en su ejercicio en la persona de Fernando VII

En enero de 1812 Félix María Calleja tomó Zitácuaro. Fue diputado propietario por Guadalajara en el Congreso de Anáhuac. Posteriormente se formó la Junta de Jaujilla con la que entró en conflicto porque no lo reconocieron como jefe supremo y fue hecho prisionero por los mismos insurgentes, quienes por recomendación de Nicolás Bravo lo entregaron a los realistas en 1817.

Recuperó su libertad en 1820. Luego se unió al plan de Iguala y ya en la época de la República fue diputado del Congreso Constituyente de 1823/24.

Tesorero General en San Luís Potos, Comandante General en Jalisco y Presidente del Supremo Tribunal Militar, en cuyo cargo falleció reconocido por todos como uno de los más prominentes caudillos de la insurgencia.

José María Liceaga (Romita, Guanajuato 1780 – Hacienda de Las Lajas, Guanajuato1818) 38 años Fue Médico Cirujano y en el Regimiento de Dragones de la ciudad de Méexico alcanzó el grado de Teniente. Se unió al ejército del Padre Hidalgo en donde alcanzó el de Capitán.

Participó en las batallas de Aculco y de puente de Calderón.

Con López Rayón logró el grado de Teniente Coronel. Participó en la Junta de Zitácuaro pero fue derrotado cuando trató de tomar Celaya. Se enemistó con López Rayón pero fue diputado en el Congreso de Anáhuac. Formó parte del triunvirato ejecutivo con Morelos y Cos. Luego apoyó con una guerrilla la expedición de Francisco Javier Mina. Miguel Borja un jefe insurgente de conducta dudosa lo hizo apresar y fusilar, según parece para no pagarle mil pesos que le había prestado

José Manuel de Herrera Sánchez (Huamantla, Tlaxcala 1765 ¿? México1831) 66 años Fue Licenciado y Doctor en Teología en Derecho por el Real Colegio Carolino de Puebla. Capellán en el ejército realista. Se unió al ejército insurgente en Oaxaca y Morelos lo nombró Vicario Castrense en 1811. Dirigió el periódico insurgente “El Correo Americano del Sur”. Fue diputado en 1814 y Morelos lo nombró embajador para ir a Estados Unidos y le encomendó a su hijo Juan Nepomuceno Almonte, logró llegar a Nueva Orleans y Baltimore y logró reunir dinero y armas para la causa Regresó indultado a México y logró una Cátedra de Filosofía en su Colegio Carolino

Se unió con Iturbide y dirigió el periódico “El Mexicano Independiente”. El Emperador lo nombró Ministro de Asuntos Interiores y Exteriores, en cuyo cargó logró entablar relaciones diplomáticas con Chile, Perú y Ecuador y comenzar las pláticas para ello con Estados Unidos. Fue miembro de la logía masónica yorkina y diputado por Tlaxcala al Congreso Constituyente de 1823/24, con Don Vicente Guerrero y con don José María Bocanegra fue Ministro de Justicia. Destacó por su infatigable labor periodística

José María Murguía y Galardi (Oaxaca 1758 – Se ignora el lugar y la fecha de su fallecimiento) Estudió en el Colegio Conciliar de Santa Cruz en Oaxaca. Morelos lo nombró Intendente en Oaxaca. Fue diputado en el Congreso de Anáhuac siendo su primer Presidente. Luego tuvo que entregar la ciudad de Oaxaca a los realistas quienes lo juzgaron y sentenciaron a muerte pero terminaron indultándolo. En 1820 fue electo diputado a Cortes en España.

Después de la consumación de la independencia fue intendente de Hacienda y luego Intendente General en Oaxaca. Entre 1823 y 1824 fue Gobernador de esa entidad.

Escribió “Apuntamientos estadísticos de la Provincia de Oaxaca”

Carlos María de Bustamante (Oaxaca 1774 – México 1848) 74 años Fue abogado y en 1805 fundó el periódico “El Diario de México”, con tiraje diario y noticias políticas y de crítica al gobierno virreinal. El mismo escribía sus artículos de cdnsura con el pseudónimo de “El proyectista”. En ese periódico participaron personajes destacados como Don Andrés Quintana Roo. Luego publicó un diario satírico que favorecía a la insurgencia “El Jilguerillo”. No obstante, fue regidor del Ayuntamiento de la Ciudad de México. Se unió a Morelos y fue redactor de “EL Correo Americano del Sur” y del “Semanario Patriótico Americano”. Participó como diputado suplente en el Congreso de Anáhuac. Luego de la caída de Morelos se mantuvo fugitivo y luego se indultó en 1818, pero como pretendió huir al extranjero fue encarcelado en San Juan de Ulúa, si bien luego salió de esa prisión para tener a la ciudad de Veracruz por cárcel. Luego se unió a Iturbide y fue nombrado diputado en el primer congreso independiente, mismo que presidió. Se enemistó con el Emperador y se fue a Chilpancingo en donde publicó el diario “La Abeja de Chilpancingo” (Foto de Don Carlos María de Bustamante)

Luego fue Constituyente diputado de 1823/24 al en Congreso donde defendió el centralismo. Más tarde publicó “El Sol” periódico abiertamente centralista y varios estudios históricos muy polémicos y críticos. Luego fue miembro del Supremo Poder conservador (1837-41): luego padeció una miseria extrema, a pesar de la cual escribió varios tratados de corte histórico, entre los que destaca “Cuadro histórico de la Revolución de la América Mexicana, comenzada el 15 de septiembre de1810”. En la guerra contra Norteamérica de 1847, a pesar de estar enfermo y anciano se ofreció como soldado, luego murió deprimido por la derrota y la pérdida del territorio

Manuel Sabino Crespo (Oaxaca 1778 – Apan, Hidalgo 1815) 37 años Fue cura de Rio Hondo, Oaxaca. Se incorporó al ejército de Morelos en 1812. Fue diputado suplente por Oaxaca en el Congreso de Anáhuac. Desempeñó esa diputación por unos días en ausencia del diputado propietario Don José María Murguía y Galardi. Más tarde, cuando el Congreso fue disuelto en Tehuacán, se fue a la zona de Zacatecas para unirse con Don Ignacio López Rayón, pero fue aprehendido y fusilado por los realistas.

Andrés Quintana Roo (Mérida 1787 – México 1851) 64 años Estudio leyes en la Real y Pontificia Universidad de México, siendo pasante trabajó en el prestigiado bufete del Licenciado Agustín Pomposo Fernández de San Salvador, de cuya sobrina Leona Vicario se hizo novio. Escribió artículos en diferentes publicaciones a favor de la insurgencia, por lo que se enfrentó con su jefe y entonces decidió unirse al ejército de Morelos en 1812. Mandó raptar a Doña Leona que se encontraba confinada en un convento por estar involucrada en el movimiento de “Los Guadalupes” que proveían clandestinamente de dinero, aras, alimentos y diversos objetos a los insurgentes. Se casaron entonces en Tlalpujahua. Fungió como Secretario del Generalísimo, por lo que le tocó tomar al dictado “Los Sentimientos de la Nación”. Fue diputado suplente al Congreso de Anáhuac. Después de la caída de Morelos, se indultó y logró recibir su título de abogado para irse a radicar con su familia en la ciudad de Toluca.

(Fotos de Andrés Quintana Roo y Leona Vicario

En 1820 fue elegido diputado a Cortes en España, regresó a México y fue diputado al primer Congreso nacional creado por Iturbide.

Más tarde el Emperador lo nombró Sub Secretario de Relaciones Interiores y Exteriores, si bien más tarde rompió con el Imperio. Ya en la República logró, con gran riesgo de su propia vida recuperar para México la península de Yucatán, por lo cual, cuando en el régimen porfirista se dividió a la región en tres partes para debilitar la guerra de castas, se formó el territorio de Quintana Roo, que luego se elevó a Estado.

En medio de las crisis de la República, desde su periódico “El Federalista” atacaba al mal gobierno de Anastasio Bustamante que ordenara el fusilamiento de Don Vicente Guerrero. Fue Secretario de Justicia en los gobiernos de Valentín Gómez Farías y de Antonio López de Santa Anna. Escribió en varios diarios, publicó poesías y diversos estudios históricos. Fue Magistrado (sic) de la Suprema Core de Justicia de la Nación. Fue el primer Presidente de la Academia de Letrán (de escritores) y fue Protector de los escritores mexicanos (antecedente de la Sociedad General de escritores mexicanos SOGEM) y murió rodeado del reconocimiento y admiración de sus contemporáneos por su acrisolada honestidad, su impecable vida familiar y sus grandes hazañas en favor de la nación.

José María Cos Pérez (Burgo de San Cosme, Zacatecas 1770 – Pátzcuaro 1819) 49 años Doctor en Teología por la Universidad de Guadalajara. Sacerdote en Burgos de San Cosme, hoy Villa de Cos y en Yesca, Nayarit. Por sus sermones y comentarios a favor de la insurgencia fue recluido en el convento de San Francisco en Querétaro. Logró su libertad y se entrevistó con el Virrey Francisco Javier Venegas, quien le recriminó su conducta y le ordenó regresar a su curato, Pero en vez de ello se unió a López Rayón, quien lo nombró Vicario General Castrense. Escribió dos documentos propositivos: “Manifiesto de la Nación Americana a los europeos de este Conteniente” y “Plan de Paz y Guerra”, ambos fueron quemados en la plaza central de la ciudad de México. En Sultepec editó periódicos a favor de la independencia, “El Ilustrador Nacional” y “El Ilustrador Americano”. Quiso tomar la ciudad de Guanajuato pero fracasó y huyó a la zona de Sierra Gorda en Querétaro.

Fue diputado suplente en el Congreso de Anáhuac. Fue miembro del triunvirato ejecutivo, con Liceaga y Morelos. Lamentablemente rompió con Morelos y se rebeló contra él con una parte del ejército insurgente, fue sometido y juzgado como traidor al movimiento libertario, se le conmutó la pena por prisión perpetua. A la muerte del Generalísimo quedó en libertad. Luego se indultó pero lo obligaron a permanecer en Pátzcuaro, donde murió pobre y olvidado.

A esta pléyade de patriotas, con sus virtudes y defectos, sus ideales y ambiciones, sus fortalezas y debilidades, les debemos los mexicanos de ahora la formación de nuestro país independiente.

Ellos lo diseñaron, ellos lo imaginaron. Ahora es nuestro y nos toca a nosotros continuar su labor inmensa. No nos preocupemos de su lugar histórico, sino de la responsabilidad que pesa sobre nuestros hombros. Lo que debemos preguntarnos aquí y ahora es lo qué haremos cada uno y en conjunto por hacer de México un país fortalecido, justo, ético y solidario. Muchas gracias.