preparación psu historia / sesión nº17 la cuestión social

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Esteban Miranda Chávez
 El término “Cuestión Social” es sumamente amplio, de difícil consenso, por
lo que ha sido motivo de debates y discusiones. Sin embargo, podríamos
decir que se utiliza para describir el conjunto de problemas sociales que
viven los sectores populares. Este término, utilizado primeramente para
describir la situación de las masas proletarias en la Europa de la Revolución
Industrial, ha sido, con matices, utilizado por diferentes historiadores para
describir las condiciones de vida de hombres, mujeres y niños proletarias
en distintas pares del mundo.
 Uno de los primeros en acuñar el término en Chile fue Augusto Orrego
Luco, en 1884, en el periódico La Patria de Valparaíso, ahí publicó un
artículo llamado “La Cuestión Social”. Desde ese momento, el concepto se
comenzó a asociar a los diversos problemas sociales que afectaban al
mundo popular: el analfabetismo, la prostitución, el alcoholismo, el
hacinamiento, la promiscuidad, las enfermedades, las huelgas, la inflación,
la actividad sindical, la lucha de clases, los trabajadores y la proletarización.
 Respecto a la problemática recién descrita, en la obra “Historia del siglo XX
chileno”, se señala lo siguiente:
“Desde el último tercio del siglo XIX, los altos niveles de violencia, la
suciedad, el hacinamiento, la promiscuidad, el deterioro de las viviendas y
la propagación de enfermedades, venían agudizando la pobreza advertida
en las ciudades. El explosivo crecimiento de los centros urbanos, nutrido del
movimiento migratorio de importantes contingentes de población, puso de
manifiesto un problema hasta ese entonces inédito, denominado Cuestión
Social. La expresión de por sí es elocuente, pues alude a una diversidad de
conflictos, aglutinados como un conjunto que, dadas las confluencias en
materias de origen y difusión de los problemas, reclamaba un tratamiento
de índole global”.
Condiciones de vida de los sectores populares
 La vivienda:
 Uno de los problemas más graves y urgentes de enfrentar por parte
de las masas populares fue el de la vivienda. Ante esto surgieron
diferentes formas de enfrentar el fenómeno, así surgirán cuartos
redondos, conventillos, cités y ranchos.
 El tipo de habitación popular urbana más común fue el “cuarto
redondo”, pieza independiente con una sola abertura que daba a la
calle.
 Las casas estaban ubicadas en sectores residenciales en el centro de
las ciudades, en las que se construían cuarterías y, sobre todo,
conventillos.
 Los conventillos eran viejas casas de la aristocracia venida a menos, que
eran adaptadas para que las piezas recibieran a familias obreras completas.
A veces, sus dueños construían en los patios interiores una hilera de
pequeñas habitaciones, separadas entre sí por tabiques de madera delgada
y por un delgado pasillo, apenas iluminado. Las habitaciones carecían de
baño particular (a veces no había en toda la casa) y eran de un solo
ambiente. Las condiciones de vida de sus moradores eran de una
precariedad absoluta, tal como se aprecia en las siguientes fotos:
 Los conventillos, cuartos redondos y rancherías (viviendas precarias
construidas por sus moradores con desechos en los márgenes de la
ciudad), se hicieron numerosos a fines del siglo XIX.
 Del mismo modo, surgieron los cités que fueron una de las soluciones más
comunes y eficientes al problema de la habitación obrera. Al respecto, Gabi
Villalba en la página Plataforma Urbana señala que:
“el cité es un conjunto de viviendas de fachada continua que enfrentan un
espacio común, privado, el que tiene relación con la vía pública a través de
uno o más accesos. La cantidad de viviendas por cité depende
principalmente de la superficie edificada por casa, ya que su tamaño puede
variar entre los 35 y los 80 mt2 aproximadamente. Podían tener uno o dos
pisos y en varias ocasiones incorporar un patio interior. A diferencia de los
conventillos, los cités incluyen baño y cocina en su interior y no en un
espacio común. Por lo general se construían en adobe con tejas de arcilla.
Por su parte, el espacio central del conjunto aparte de cumplir una función
de acceso y distribución hacia las casas, se constituyó en varios casos como
área verde para el conjunto a través de pequeños jardines, consolidando el
espacio de encuentro entre vecinos”.
 Otra forma de resolver el problema fue el rancho, éstas eran viviendas
precarias construidas por sus moradores con desechos en los márgenes de
la ciudad y techo de paja. El rancho, en el fondo, constituye una tipología
de origen rural y fue una forma desmejorada de alojamiento del mundo
campesino, habiéndose derivado de las “rucas” indígenas.
 Orrego Luco consideraba que el problema de la vivienda era uno de los
factores que tenían mayor impacto sobre la mortalidad infantil. Sobre los
ranchos, decía lo siguiente: “Material y moralmente la atmósfera del
rancho es una atmósfera malsana y disolvente, y que no sólo presenta al
estadista el problema de la mortalidad de los párvulos, sino también el
problema más grave todavía de la constitución del estado civil, de la
organización fundamental de la familia; problema formidable en que hasta
ahora no se ha fijado la atención y que está llamado a hacer una peligrosa
aparición en un término acaso no lejano”.
 Esta situación causó preocupación en la clase dirigente. En la década de
1870 las autoridades santiaguinas realizaron esfuerzos por erradicar las
barriadas populares. El Intendente Vicuña Mackena intentó transformar la
ciudad eliminando las rancherías y realizando obras públicas de sanidad y
hermoseamiento. Intentó separar la “ciudad decente” de los barrios
populares, construyendo en algunos tramos un Camino de la Cintura
(formado por las actuales Vicuña Mackena, Matta, Panamericana y el
Mapocho.
 Pero estos esfuerzos no disminuyeron la concentración urbana y el
hacinamiento. Para responder a una creciente demanda de habitación, dos
ordenanzas municipales (de 1883 y 1891) incentivaron con ventajas
económicas a quienes construyeran conventillos. De este modo, el centro
de la capital se pobló de barrios enteros de conventillos. La Iglesia Católica
impulsó la organización de poblaciones obreras católicas. Inspirado en esa
acción, el filántropo conservador Melchor Concha y Toro instituyó en 1891
la Fundación León XIII para la construcción de viviendas obreras.
 Otras fundaciones fueron la Institución Sofía Concha y la Unión Social de
Orden y Trabajo de Juana Ross de Edwards en Valparaíso.
Insalubridad, epidemias y mortalidad
 Los hacinamientos urbanos trajeron consigo la insalubridad. En Santiago, a
fines del siglo XIX, no había alcantarillado y la recolección de basura era
deficiente. En Talca y Chillán había apenas tres baños públicos, convertidos
en verdaderas cloacas. La insalubridad atrajo las epidemias y éstas, la
muerte. En 1898 la peste bubónica asoló el Valle Central y en 1903 atacó
Antofagasta, Pisagua e Iquique. El cólera atacó Santiago en 1886 y se
propagó hasta Arauco, provocando gran mortalidad. En 1905 brotó la
viruela a escala nacional; en 1910 lo hizo en Los Andes y San Felipe. Entre
1905 y 1910 la fiebre tifoidea cobró 25.000 vidas.
 En las ciudades funcionaron organizaciones creadas por los propios
médicos y las mujeres provenientes de la aristocracia urbana, que
fundaron e implementaron el Patronato de la Infancia, institución creada a
partir de donaciones particulares y administrada por juntas
departamentales y provinciales que levantaron y dirigieron hospitales,
lazaretos, orfanatos, hospicios de ancianos, maternidades, y en Santiago y
en Concepción, cementerios y manicomios.
 La causa de que la población no hubiera crecido más aceleradamente
estuvo asociado a las altas tasas de mortalidad general y, especialmente,
infantil. En 1875, 28 de cada mil habitantes fallecieron, mientras la tasa de
mortalidad infantil superó el 35%, una de las tasas más altas del mundo. En
1920 la situación no era mucho mejor: 33 personas de cada mil fallecieron
ese año. Entre 1905 y 1910 casi el 50% de los 626.623 fallecidos, fueron
niños menores de cinco años.
Alcoholismo y Prostitución
 Hacia 1900 el consumo anual de alcohol por habitante sumaba los 18
litros. Una de las causas de ese consumo fue el gigantesco desarrollo de la
producción nacional de vinos, que fue absorbida en su totalidad por la
demanda urbana. Los trabajadores se alcoholizaban diariamente. Sólo en
1908 la policía recogió a 58.000 borrachos en todo el país; el 1911 esta
cifra había subido a 110.000, entre ellos por lo menos la cuarta parte eran
niños. Al lado del alcohol se desarrolló la prostitución. En 1916, las
autoridades santiaguinas tenían empadronadas 543 prostitutas, apenas
una ínfima parte de las que en total ejercían el comercio sexual
clandestino.
Condiciones de trabajo de los sectores populares
 El asalariado campesino: El asalariado campesino se dividía en “inquilino” y
“peón”.
 El inquilino trabajaba en la hacienda realizando cualquier actividad que se
necesitara, según la temporada (cultivos, siembras, cosecha, esquila,
rodeo, poda, etc.) a cambio de especies que le proporcionaba el
hacendado, por ejemplo alimentos (trigo, harina, pan), talaje para ganado,
leña, casa y muy especialmente, tierras para chacras o para cereales.
 El salario en dinero constituía un porcentaje mínimo de la remuneración
total y, muchas veces, no existía. El peón (también llamado “afuerino”,
“voluntario” o “jornalero”) era un trabajador que carecía de tierras y
recibía por su labor un salario que, aunque escaso, era en dinero.
Trabajaba por temporadas donde hubiera trabajo, no importando si se
trataba de la hacienda del patrón, la tierra de un inquilino o una granja
agroindustrial.
 Otro sector que integraba la población rural era el minifundista o pequeño
parcelero. Los minifundistas estaban dispersos por todo el país, explotando
pequeños núcleos de tierra agrícola, generalmente, muy subdividida y
pobre.
 Al sur del Bíobío, el minifundio típico era el de al comunidad mapuche,
todavía adscrita a la tierra incluso después de la ocupación militar de 1883.
El Estado le asignó reducciones, es decir, comunidades integradas por una
familia extendida, de cinco a dios familias nucleares sometidas a la
autoridad de un jefe o lonco.
 El trabajo femenino rural era bastante significativo desde mediados del
siglo XIX, sin embargo, sufrió una crisis debido a las restricciones
productivas de la agricultura en general de comienzos del siglo XX, lo que
obligó a las mujeres rurales a emigrar hacia la ciudad para emplearse en las
industrias textiles y de vestuario. En todo caso, el trabajo de la mujer
campesina estuvo siempre fuertemente restringido a labores domésticas.
Número de mujeres ocupadas en el campo
Ocupación
1885
1895
1907
1920
Cocinería
29.980
-
-
41.732
Costura
117.086
129.350
126.666
63.199
Gañanaje
1.128
926
4.280
435
Lavandería
58.178
53.324
62.977
45.215
Nodrizas
1.718
1.674
-
309
Servidumbre
44.176
76.477
67.682
60.434
Total
252.266
261.751
261.605
211.324
El proletariado urbano
 La migración peonal halló en las ciudades núcleos trabajadores ya
establecidos y relativamente acomodados: los artesanos. Eran tipógrafos,
sastres, zapateros, peluqueros, relojeros, etc., que trabajaban
independientemente en sus pequeños talleres y estaban un peldaño por
debajo de las profesiones liberales en la escala social.
 Sin embargo, con el cambio de siglo, los artesanos dejaron de constituir el
elemento trabajador mayoritario, producto de la concentración de los
obreros asalariados urbanos. Los salarios obreros fueron variables: un
ferroviario ganaba, en promedio, un peso y cincuenta centavos diarios en
1982; un obrero industrial recibía no menos de cuatro pesos diarios en
1908. Los obreros calificados, generalmente extranjeros, recibían por lo
menos seis pesos diarios.
 ¿Cuánto podían adquirir con esto? Una pensión alimenticia diaria costaba
dos pesos y cincuenta centavos en 1902, en la que el plato fuerte eran
frijoles con tocino. Sin embargo, entre 1900 y 1915 el precio de los
alimentos se triplicó, mientras el monto de los salarios subió sólo en un
50%.
 El trabajo femenino e infantil era muy común, pues era el preferido por los
industriales extranjeros ya que constituía la mano de obra más barata.
Entre mujeres y niños constituían el 33% de la mano de obra ocupada en
1894 y en el caso de la industria textil y de vestidos, superaba el 85% de los
empleados.
El proletariado minero
 Durante el siglo XIX nació y se consolidó el campamento laboral de minas,
que cristalizó en el pueblo de compañía u oficina. La oficina era un frente
de habitaciones obreras construidas en cuadras, con un fondo de doce a
quince metros. Cada habitación obrera constaba de un solo ambiente y en
el caso de los obreros casados, de dos piezas con un patio trasero que
servía de cocina, lavandería, gallinero y porqueriza.
 La pulpería ejercía un monopolio comercial. Ningún otro comerciante
podía ingresar sus productos sin pagar fuertes contribuciones al dueño de
la oficina. Por lo tanto, la pulpería era un buen negocio para el empresario.
Como los obreros estaban obligados a consumir allí, sus utilidades
incrementaban las ganancias del rubro minero en su conjunto.
 Cada oficina tenía su ficha, que era la forma de pago típica en esa época,
con su propio distintivo o sello. Así el trabajador no podía canjear su salario
en cualquier local comercial, como tampoco podía hacerlo valedero en las
ciudades. El operario sólo podía canjear la ficha en dinero corriente, dando
aviso con dos meses de antelación. De esta forma, el patrón se aseguraba
una mano de obra permanente, que no iba a emigrar al primer pago del
salario.
 La oficina salitrera constituía un pequeño reino para su administrador. Éste
no sólo era el patrón, en un sentido económico, sino también la autoridad
policial y judicial. Aplicaba multas, disponía de cárceles, incluso instruía
castigos físicos a los que osaran desafiar su autoridad.
La organización y las luchas populares
 La organización social obrera: del mutualismo a la FOCh (1860-1920)
 La mutual: Entre 1860 y 1890 se desarrolló una primera fase de la organización popular
que estuvo dominada por la presencia de las mutuales. En todas las ciudades de Chile
central y sur emergieron sociedades de artesanos y obreros, sin discriminación de oficio
(es decir, multigremiales).
• En esta labor organizativa destacó Fermín Vivaceta, quien creó la Sociedad de Artesanos
La Unión en 1861, cuyos fines eran los mismos de todas las mutuales; instalar una caja
de ahorros para socorrer a los artesanos enfermos, imposibilitados o ancianos, así como
a sus familias en caso de fallecimiento del asociado; y realizar clases de carpintería,
arquitectura, albañilería y otras materias en una escuela vespertina.
• En 1862 esta mutual fundó la Escuela Nocturna de Artesanos, en cuya ceremonia de
inauguración estuvo presente el Presidente de la República, José Joaquín Pérez, y varios
ministros de Estado. En la década de 1880 las mutuales se extendieron a las provincias.
Paralelamente, se fundó en Valparaíso la primera mutual femenina, la Sociedad de
Obreras de Valparaíso, promovida por las costureras (1887).
 La cooperativa: Las cooperativas nacieron junto con las mutuales y se
desarrollaron con fines exclusivamente económicos. Pero, a diferencia de
las mutuales, no lograron despegar y expandirse. El esfuerzo principal de
cooperativismo correspondió a los artesanos. Una de las pocas
instituciones que logró levantar vuelo fue La Sociedad de Zapateros (1863),
fundada en Santiago por Ramón Picarte. La sociedad llegó a tener talleres y
un almacén para la venta en el centro de la capital.
• Fermín Vivaceta intentó dar vida a una cooperativa, la Asociación de
Trabajadores de Valparaíso, fundada en 1877. Sin embargo, la cooperativa
no prosperó.
• La cooperativa era una instancia fundada en la colaboración y no en la
confrontación de clases. Pero su prédica no tuvo mayor eco ni en los
trabajadores ni en los capitalistas, que la miraban con suspicacia. En 1908,
no quedaba ninguna cooperativa en Chile. Sólo después de 1920 se va a
desarrollar el movimiento cooperativista, especialmente en el campo y al
amparo de la Iglesia Católica.
 Las sociedades en Resistencia: A diferencia de las mutuales y en abierta
competencia con ellas, surgieron a fines del siglo XIX las sociedades en
resistencia. Tuvieron, entre sus pioneros y promotores a dirigentes obreros
anarquistas, como Magno Espinoza, Luis Olea y Alejandro Escobar Carvallo.
• La primera organización propiamente anarquista fue la Sociedad
Protectora. Las más importantes fueron la Sociedad Protectora de
Cigarreros (1890) y la Sociedad Protectora de Zapateros (1892). También
hubo algunos intentos por conformar uniones gremiales, como la Liga
General de Arte de la Imprenta, la Liga Marítima Internacional y la Liga
Topográfica.
• En esta labor organizativa destacaron Ramón Raldúa (español), los italianos
Castelachi y Monti y los chilenos Carlos Jorquera, Joaquín Fuenzalida y
Eduardo Méndez. Las sociedades en resistencia constituyeron la primera
organización obrera destinada centralmente a la representación y
conducción de los intereses de los trabajadores frente a los empresarios y
las autoridades estatales.
 Las Mancomunales: Constituyeron los primeros sindicatos. Se organizaron
por gremio, por rama de producción, a escala provincial y nacional. Según
sus estatutos, sus integrantes debían pertenecer a la clase obrera, tener a
lo menos 16 años de edad, pagar una cuota mensual de del 5% de su
salario par ahorro y asistir a todas las reuniones. Eran organizaciones
combativas, que aplicaban la idea de “acción directa”.
• La primera Mancomunal fue la de los obreros portuarios de Iquique,
fundada en 1900 y que ya en 1902 contaba con unos seis mil afiliados. Sus
principales dirigentes eran Abdón Díaz y Luis Varela, editores del periódico
“El Trabajo”. En 1903 se fundaron mancomunales en Antofagasta, Copiapó,
Lota y Coronel, donde inmediatamente estallaron huelgas reivindicativas.
En 1904 se llevó a cabo en Santiago la Primera Convención Nacional de las
mancomunales, a las que asistieron delegados de quince organizaciones
que representaban a 20.000 afiliados. Esta convención constituyó el primer
intento por unificar a escala nacional la organización obrera y marcó el
inicio de una etapa de agudización de las luchas obreras entre 1904 y 1907.
 La FOCh (1909-1923): En 1909, Marín Pinuer, militante del Partido
Conservador, fundó la Federación Obrera de Chile (FOCh), con la
participación de sindicatos y círculos obreros de orientación católica, y bajo
la crítica de las mancomunales. Sin embargo, enre 1909 y 1915 la FOCh se
transformó en la multigremial más importante del país y comenzó a atraer
a sectores de izquierda y a anarquistas, antes reacios a ingresar a ella. Ya
en 1912, fue nombrado secretario general de la FOCh Enrique Díaz Vera,
del recientemente fundado Partido Obrero Socialista. De este modo la
FOCh dejaba de ser una organización apolítica y pasaba a articular un
proyecto revolucionario, inspirado en la Revolución Rusa de 1917.
 La principal figura de la FOCh pasó a ser Luis Emilio Recabarren, el que en
1920 disputó y ganó las elecciones a diputado por Antofagasta y se
convirtió en el primer diputado de procedencia obrera en la historia de
Chile. Después, en la Convención de 1922 desarrollada en Rancagua, la
FOCh sufrió un quiebre producto de las discrepancias entre los delegados
del Partido Obrero Socialista y los de orientación anarquista, en relación
con el futuro que debía tener la federación. Los socialistas eran partidarios
de aceptar las iniciativas legales de regulación de la sindicalización y de las
huelgas, mientras los anarquistas postulaban la autonomía de la
organización obrera.
La movilización obrera (1860-1920)
 La violencia salitrera:
 En un primer período, entre 1870 y 1890, lo predominante fue la violencia
espontánea, asociada al juego y al alcoholismo. La década de 1980 marcó
un cambio definitivo en la organización y lucha de los trabajadores
salitreros. En julio de ese año estalló una huelga general de carácter
reivindicativo, que cubrió toda la pampa salitrera. En algunas oficinas las
reivindicaciones fueron acogidas en forma pacífica, pero, en la más, hubo
violentos enfrentamientos y desmanes.
 Sin embargo, al día siguiente, el 21 de diciembre, el intendente le ordenó al
general Silva Renard que reprimiera a los manifestantes. La represión
ocasionó una gran mortandad: entre 130 y 140 obreros, según las cifras
oficiales, y entre 2.000 y 3.000, según la memoria popular.
Paradójicamente, el mayor despliegue represivo de toda la historia hasta
entonces, no estuvo precedido de la más mínima violencia por parte de los
obreros.
 Entre 1880 y 1907 continuó el proceso de huelgas y de organización de los
obreros. El punto culminante de este proceso de movilizaciones fue la
huelga de 1907. Los obreros organizaron una enorme columna liderada por
Jorge Brigg, en Alto San Antonio, que bajó a la ciudad de Iquique,
acompañados por mujeres y niños. Su intención era entregar un pliego de
peticiones económicas al intendente. En el camino se les unieron los
trabajadores portuarios, los comerciantes y hasta los profesores. Como se
les hizo tarde, pernoctaron en la Escuela Santa María. El movimiento se
había desarrollado en completa calma y organización, hecho valorado por
los periodistas.
 La rebelión urbana.
 Desde 1860 hasta 1880 predominaron manifestaciones de protesta y
rebeldía espontáneas, con casos de violencia directa y de carácter
delictivo. Las huelgas carecieron de programa y organización, y los
trabajadores no tuvieron coordinación entre sus luchas. Desde 1880 se
desarrolló una nueva fase de movilización obrera, dominada por mayores
niveles de organización, principalmente ocasionada por la introducción a
Chile de obreros extranjeros de orientación anarquista.
 El cambio se manifestó de inmediato en la Huelga General de 1890, que
tras iniciarse en la provincia salitrera de Tarapacá, se difundió a las
ciudades del centro del país. En Valparaíso estalló la huelga en la Compañía
Sudamericana de Vapores (CSV), a la que se sumaron los trabajadores
portuarios y los panaderos de Viña del Mar. El gobierno ordenó la
represión del ejército y de la armada, en la que pereció a lo menos una
decena de manifestantes. En Santiago, Quillota, Talca, Lota y Coronel se
desarrollaron incidentes similares.
 Con la constitución y consolidación de las mancomunales, el movimiento
huelguístico se agudizó. En 1903, los obreros portuarios de Valparaíso
llevaron a cabo una huelga general, en el transcurso de la cual resultaron
incendiadas las oficinas centrales de la CSV. La represión, una vez más, fue
desproporcionada, con más de 50 muertos entre los obreros. En 1905,
como consecuencia del aumento en el precio de la carne, decretado por el
gobierno, se llevó a cabo un levantamiento popular, conocido como la
“huelga de la carne” (22 a 24 de octubre). Las masas populares salieron a
protestar a las calles y por primera vez se tomaron el centro de Santiago.
Ante la ausencia de las tropas, se organizaron piquetes de guardias civiles
formados por los estudiantes universitarios que intentaron contener a la
turba con el fuego de fusilería. Al volver la tropa, ésta completó la
represión, provocando la muerte de 20 manifestantes (el “martes rojo”).
 Después de 1915 se inició una nueva etapa de enfrentamientos, que tuvo
su punto culminante en el alzamiento popular en Puerto Natales,
convertido por entonces en una oficina de la Sociedad Frigorífica
Explotadora de Tierra del Fuego (1917). Los obreros realizaron una huelga
reivindicativa que rápidamente se transformó en un levantamiento popular
que venció la resistencia policial y tomó el control del campamento.
Durante unos días la ciudad quedó en manos de los sublevados, pero el
ejército enviado desde Punta Arenas logró restablecer el orden.
Las primeras organizaciones políticas populares
 Los anarquistas.
 La primera fuerza política que surgió entre los obreros, y por mucho tiempo la más
importante, fue la de los anarquistas. Los primeros anarquistas fueron de origen
extranjero. Se avecindaron en Chile en los inicios de la década de 1870,
vinculándose a organizaciones mutuales de Valparaíso y Santiago. En la década de
1890 se desarrolló un anarquismo de alcance nacional, en torno a centros de
estudios sociales que propagaron la doctrina de Bakunin entre los obreros y
desplegaron agitación, incluso en periódicos demócratas (como “El Pueblo” y “El
Jornal”). Destacaron columnistas como Sergio Martínez, Luis Peña y Esteban
Cavieres.
 Paralelamente a su trabajo sindical en las sociedades protectoras y de resistencia,
los anarquistas fueron pioneros en el desarrollo de núcleos políticos obreros, de
carácter autónomo respecto del sistema político. En ellos participaron también
militantes del Partido Democrático, que a esas alturas había entrado de lleno en las
prácticas parlamentarias.
 En 1897, a partir de la fusión del Centro Social Obrero con la Agrupación
Fraternal Obrera, surgió la Unión Socialista, la que a fines de ese año se
constituyó como el Partido Socialista, de corta duración. A comienzos del
siglo XX, se expandió el movimiento anarquista hacia el Norte Grande,
creando centros de estudios en Antofagasta, gracias a la labor de Manuel
Aguirre, principal dirigente de la huelga de 1906, y también en Chañaral,
donde destacaron Amador Parry y Julio Valiente. En 1907, dos anarquistas,
Luis Olea y José Briggs, estuvieron a cargo del comité de la huelga del Alto
San Antonio, base del movimiento reprimido en la Escuela Santa María.
 Paralelamente,
los anarquistas intentaron construir federaciones
nacionales a partir de sociedades en resistencia. Las principales tentativas
se expresaron a través de la fugaz Federación de Trabajadores de Chile
(FTCh, 1906-1907) y la efímera Federación Obrera Regional (FORCh, 1913),
que funcionó sólo en Valparaíso.
 Posteriormente, en 1918, se originó en Valparaíso la IWW (International
World Workers), que cobró relevancia especialmente entre los
trabajadores portuarios, panaderos, estucadores, albañiles, tipógrafos,
etc., y extendió su influencia a Iquique, Antofagasta, Valparaíso, Viña del
Mar, Santiago, Corral, Talca y Concepción.
El Partido Democrático