El sacramento de la Eucaristía
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EL SACRAMENTO DE LA
EUCARISTIA
TEMA 7
ESQUEMA DE LA UNIDAD
1. EL TESORO DE LA IGLESIA.
- La institución de la Eucaristía.
2. LA EUCARISTIA COMO SACRIFICIO.
- La participación en el sacrificio eucarístico.
3. LA EUCARISTIA COMO SACRAMENTO.
4. LA CELEBRACION DE LA EUCARISTIA.
5. EL CULTO EUCARISTICO.
6. EL DIA DEL SEÑOR.
1. EL TESORO DE LA IGLESIA
1. La Eucaristía no es un simple recuerdo de Jesús: el pan y el vino
no simbolizan ni representan, como se fuese un recuerdo, el
Cuerpo y la Sangre de Cristo.
2. En la Eucaristía está verdaderamente presente Jesucristo: lo que
nuestros ojos ven como pan y vino son, en realidad, el Cuerpo y
la Sangre de Jesucristo vivo, real y verdadero.
Por eso la Iglesia la considera «fuente y culmen de toda la vida
cristiana» (Compendio del CEC, nº 274)
La institución de la Eucaristía
En la última Cena, transmitió a los Apóstoles y a sus sucesores la
misión de hacer lo mismo que él había hecho: Haced esto en
memoria mía (Lc 22, 19). Cristo acababa de entregar a su Iglesia el
memorial de su Muerte y Resurrección, el modo de participar y
tener siempre presente el sacrificio que al día siguiente iba a ofrecer
en la cruz para nuestra Salvación.
Participación en el sacrificio de Cristo
«Este sacrificio es tan decisivo para la salvación del género humano
que Jesucristo lo ha realizado y ha vuelto al Padre solo después de
habernos dejado el medio para participar de él, como si hubiéramos
estado presentes. Así, todo fiel puede tomar parte en él, obteniendo
frutos inagotablemente. Esta es la fe de la que han vivido a lo largo
de los siglos las generaciones cristianas. Esta es la fe que el
magisterio de la Iglesia ha reiterado continuamente con gozosa
gratitud» (Juan Pablo II, La Iglesia vive de la Eucaristía, nº 11)
La Ultima Cena, de
Juan de Juanes
2. LA EUCARISTIA COMO SACRIFICIO
En la Última Cena, la entrega del Cuerpo y la Sangre del Señor bajo
la apariencia de pan y vino fue una anticipación de lo que iba a
ocurrir en el Calvario.
«La Eucaristía es memorial
del sacrificio de Cristo, en el
sentido de que hace presente y
actual el sacrificio que Cristo
ha ofrecido al Padre, una vez
para siempre, sobre la cruz, a
favor de la humanidad»
(Compendio del CEC, nº 280).
Entrego su Cuerpo y derramó su Sangre en la cruz por nuestra
Salvación. Fue un sacrificio de valor infinito por el valor infinito de
la victima que se ofrecía.
La participación en el sacrificio eucarístico.
En la cruz el Hijo de Dios se ofreció de una manera cruenta y
en la Eucaristía lo hace lo hace de una manera incruenta, sin
sufrimiento ni derramamiento de sangre.
Los fieles no solo asisten, sino que también participan de ese
sacrificio. La Iglesia y los creyentes se incluyen, uniendo sus
alabanzas, sus sufrimientos, sus trabajos, sus oraciones, su vida
entera…, a los de Cristo, dándoles, así, una eficacia y un valor
extraordinarios.
Los cuatro fines de la Misa
Cada vez que se celebra el sacrificio de la Eucaristía, se cumplen
cuatro fines, los mismos por los que Cristo se ofreció en la cruz:
1. Adorar y alabar a Dios por su infinita bondad.
2. Dar gracias a Dios por todos sus beneficios.
3. Reparar a Dios por los pecados de toda la humanidad.
4. Pedir a Dios su bendición por las necesidades de todos los
hombres, vivos y difuntos.
3. LA EUCARISTIA COMO SACRAMENTO
Jesucristo mediante la Eucaristía, también nos ofrece su Cuerpo
y su Sangre como alimento espiritual.
Llamamos a la Eucaristía banquete pascual porque Cristo nos
entrega su cuerpo y su sangre, ofrecidos como comida y bebida
para unirnos con Él y entre nosotros.
La Cena de Emaús, de Peter
Paul Rubens. Siglo XVII
Recibir el sacramento de la Eucaristía requiere unas
disposiciones adecuadas:
Estar plenamente incorporados a la Iglesia Católica.
Hallarse en gracia de Dios, sin conciencia de pecado mortal.
Fomentar un espíritu de recogimiento y oración para ser
consciente de lo que se está haciendo.
En señal de respeto a Cristo, hay que guardar el ayuno
eucarístico y acercarse con una actitud adecuada y vestimenta
digna.
Efectos de la comunión eucarística:
Nos une más íntimamente a Cristo.
Renueva las gracias recibidas en el Bautismo y la Confirmación.
Nos hace crecer en el amor al prójimo.
Nos perdona los pecados veniales y nos preserva de los mortales.
4. LA CELEBRACION DE LA EUCARISTIA
La celebración eucarística se desarrollan dos grandes momentos,
que forman un solo acto de culto: «la liturgia de la palabra y la
liturgia eucarística» (Compendio del CEC, nº 277).
PARTES DE LA MISA DOMINICAL:
Ritos iniciales:
1. Reunión de los fieles, entrada del
sacerdote, beso del altar.
2. Saludo inicial: «En el nombre del Padre,
y del Hijo y del Espíritu Santo».
3. Acto penitencial para pedir perdón a
Dios por los pecados y disponerse para la
celebración: «Señor ten piedad».
4. Rezo o canto del Gloria, himno de
alabanza a Dios.
Liturgia de la
palabra
1. Lectura del Antiguo Testamento y salmo
responsorial.
2. Lectura del Nuevo Testamento y Aleluya.
3. Lectura del santo Evangelio.
4. Homilía del sacerdote para comentar la
Palabra de Dios.
5. Proclamación del Credo o símbolo de la fe.
6. Oración de los fieles, por necesidades de
todo el mundo.
Liturgia de la Eucaristía
1. Presentación de las ofrendas (pan y vino) para el sacrificio,
y oración sobre las ofrendas.
2. Plegaria eucarística:
a) Se inicia con el prefacio, himno de acción de gracias, y
el Santo.
b) El momento culminante de la plegaria eucarística es la
consagración, cuando se realiza la transubstanciación
del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
c) Doxología: «por Cristo, con él y en él…».
3. Padre nuestro y rito de la paz.
4. Cordero de Dios y fracción del pan.
5. Distribución de la comunión entre los fieles.
Ritos finales
1. Oración final, después de un tiempo de silencio para la oración.
2. Bendición final: «En el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo» y después despedida: «podéis ir en paz».
5. EL CULTO EUCARISTICO
Jesús esta presente en la Iglesia de diversas maneras: en su
palabra, en los sacramentos, en los pobres, en los enfermos…en
la Eucaristía.
«Al sacramento de la Eucaristía se le debe rendir el culto de
adoración reservada a Dios, tanto durante la celebración
eucarística como fuera de ella» (Compendio del CEC, nº 286).
El tabernáculo es el lugar más venerable de una Iglesia, y los
fieles expresan ese respeto y esa adoración mediante el gesto de
genuflexión (acción de doblar la rodilla, bajándola hasta el
suelo, en señal de adoración).
La Sagrada Eucaristía también es presentada a los fieles a los
fieles para la adoración pública y solemne, por ejemplo, en la
solemnidad del Corpus Christi.
6. EL DIA DEL SEÑOR
El tercer mandamiento de la ley de Dios, santificaras la fiestas,
hace referencia al deber de alabar a Dios y a la necesidad de
descanso por parte del hombre.
Para los cristianos, el sábado ha sido sustituido por el domingo,
porque es el día de la Resurrección de Cristo.
La Iglesia manda como precepto grave participar en la Eucaristía
todos los domingos y en algunas fiestas señaladas. Seria imposible
el mantenimiento de la vida de la gracia si se abandonara de modo
voluntario la participación en la Eucaristía.
El domingo ha de ser un día que permita cuidar la vida religiosa,
familiar, cultural, social, etc. Día de alegría y de descanso del
alma y del cuerpo para liberar al hombre del trabajo excesivo y del
consumismo.
SINTESIS
EL SACRAMENTO DE LA EUCARISTIA
INSTITUIDA POR CRISTO
- Discurso del pan de vida.
- Última cena.
- Transmisión de los poderes sacerdotales
a los Apóstoles y a sus sucesores.
En la Eucaristía, Cristo está realmente presente entre nosotros.
LA EUCARISTIA ES EL CENTRO DE LA VIDA DEL CRISTIANO.
SACRAMENTO
- Cristo mismo se nos da como
alimento espiritual.
- Hace actual el sacrificio de
Jesús en la cruz, de forma
incruenta.
- Hemos de estar en las debidas
disposiciones para recibir la
comunión.
CELEBRACION
- Misa: en la consagración, el pan y el vino
se transforma en el Cuerpo y la Sangre de
Cristo.
- Culto eucarístico: adoración a Jesús
presente en el sagrario.
- El domingo día del Señor: celebramos
que Cristo ha resucitado.