El barro en manos del alfarero

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Transcript El barro en manos del alfarero

Septiembre 2012

Jer 18:6 ¿No puedo yo hacer con vosotros, casa de Israel, lo mismo que hace este alfarero?--declara el

SEÑOR. He aquí, como el barro en manos del alfarero, así sois vosotros en mi mano, casa de Israel.

Jeremías 18.1-4 - La casa del alfarero

En el pasaje, el Espíritu Santo nos muestra un PROCESO, no una ilustración hermosa solamente – Hay que prestar atención!! Levántate y desciende a la casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras Esta es una exhortación a venir a cuentas con EL Isaías 1.18 Venid ahora y estemos a cuentas Más no podemos venir con altanería, presunción y orgullo, sino dice claramente: Levántate y luego también: Desciende

Levántate – Hebreo :Koom Esta es una palabra muy usada para llamar a tomar Acción Dejar de hacer lo que estamos haciendo, sea bueno o no sea bueno, porque lo que se está haciendo NO HA ALCANZADO RESULTADO Gen 13.17 recorre la tierra Gen 35.1 sube a Betel Ex 9.13 di a Faraón – deja ir Josue 8.1 no temas

Un muy precioso ejemplo de esta acción la encontramos en el libro de Cantares (2.10-13) Ven conmigo – deja ya de anhelar y de suspirar, ¡Aquí estoy!

Y es que muchas veces no vemos que El está YA aquí, porque estamos sumidos en un letargo de esperanza al que nos aferramos porque simplemente nos sentimos bien al estar así Pero es necesario levantarse Isa 60.1

Desciende – Hebreo – Yaw-rad Esta palabra se utiliza principalmente para bajar de un lugar alto, como un monte, pero también para que alguien baje de su posición humillándose Tiene una fuerza particular cuando se utiliza en conjunto con Levántate 1 Rey 21.18 – Elías lleva el mensaje a Acab 1 Sam 23.4 – Dios entrega a los filisteos en manos de David

Es entonces, cuando dejamos de hacer lo que hacemos y nos humillamos que El nos deja saber sus palabras; callando nuestra boca para estar en silencio y oír El que llevara al profeta a la casa del alfarero fue para dejarle VER específicamente lo que Dios quería que el profeta VIERA El vidente fue humillado, porque no se le mostró algo sobrenatural sino algo mundano, pero entendió

El humillarse es una condición que el Señor exige para poder comunicar grandes verdades en nuestra vida El profeta Elías vio visiones celestiales y llevó el mensaje al pueblo de Dios, pero cuando Dios le quiso hablar a él personalmente, le mostro algo natural, sencillo… pero muy profundo

¿Cuándo es que este proceso es necesario?

Toda vez que llamamos algo nuestro, porque entonces no es más del Señor Filip 3.7-11 considerando todo como perdida a fin de llegar a ser como El en su muerte Y sabemos que es un proceso, porque Pablo mismo enseña con respecto a esto en su carta Filip 3.12-14 prosigo hacia la meta Teniendo en cuenta nuestra nueva condición Filp 3.20-21 tenemos ciudadanía celestial

Regresando ahora a la ilustración del alfarero, podemos ver que no esta hablando de conversión, sino de renovación, restauración y vivificación Es dejarse asir en sus manos transformadoras y confiar en su sabiduría perfecta para traer una transformación Tengamos en cuenta que debemos regresar al taller muchas veces

Renovación Conforme vamos creciendo, nos vamos despojando de vestiduras viejas para dejarnos vestir de lo nuevo Así como dejamos la ropa que nos queda corta porque hemos crecido, de la misma forma vamos yendo de gloria en gloria (2 Cor 3.18) ¿A quien le gusta estar fuera de moda? ¿A quien le gusta vestir ropa vieja y desgastada?

El mensaje principal que vemos aquí ilustrado es el de dejarse transformar y entrar en su proceso Levantarse Acción Descender Restableci miento Quebranta miento Arrepenti miento

Isa 64:8 Mas ahora, oh SEÑOR, tú eres nuestro Padre, nosotros el barro, y tú nuestro alfarero; obra de tus manos somos todos nosotros Así somos nosotros como Job cuando se lamentaba cuando estaba en aflicción, porque no entendía el trabajo del Alfarero (Job 10.8-9) Y ahora sabemos que tenemos consuelo en Cristo, quien fue hombre como nosotros y nos entiende

Eliú es tipo de Cristo y es el cuarto amigo que vino con Job cuando estaba en su aflicción Mas no habló de si mismo, sino palabras del Alfarero Job 33.1-7 - He aquí, yo como tú, pertenezco a Dios; del barro yo también he sido formado Job 33.13-14 ¿Por qué te quejas contra El, diciendo

que no da cuenta de todas sus acciones?

Ciertamente Dios habla una vez, y otra vez, pero

nadie se da cuenta de ello

Es en el taller del Alfarero que nosotros podemos alcanzar victoria, pero como Job nosotros debemos entender que el proceso de Dios se hace en SU REPOSO Job 33.29-33 Pon atención, Job, escúchame; calla, y déjame hablar y te enseñaré sabiduría