LA NARRATIVA ESPAÑOLA POSTERIOR A 1936

Download Report

Transcript LA NARRATIVA ESPAÑOLA POSTERIOR A 1936

LA NARRATIVA
ESPAÑOLA POSTERIOR
A 1936:
TENDENCIAS, RASGOS
PRINCIPALES Y
AUTORES
SIGNIFICATIVOS.
INDICE
1.- Introducción. Contexto histórico.
2.- La novela de los años 40 (posguerra):


Dentro de España (novela existencial)
Fuera de España (novelistas en el exilio)
3.- La novela social de los años 50.
4.- La novela renovadora desde los años 60
(desde 1962 hasta 1975)
5. - La novela en democracia a partir de 1975.
ESQUEMA:
NARRATIVA DESDE 1939
1. NOVELA DE POSGUERRA
a) Dentro de España
1.
2.
Novela de evasión
Tremendismo
b) Fuera de España: La novela del exilio
2. REALISMO SOCIAL DE LOS 50
a) Objetivismo
c) Realismo crítico
3. LA RENOVACIÓN DE LOS 60
4. A PARTIR DE 1975
1.- Introducción.
Coordenadas Históricas
a)
Periodización
b)
Ruptura
c)
Literatura condicionada
A) PERIODIZACIÓN

-

-
-
En el plano histórico, se distinguen 2 principales
etapas:
DICTADURA (1939-1975)
DEMOCRACIA (desde 1975)
Literariamente, se distinguen 4 periodos:
La posguerra (años 40)
La literatura social (años 50)
Intentos renovadores (años 60-70)
Literatura en Democracia (desde 1975)

Se puede hablar de 5 generaciones de escritores:

Generación del 36. Autores que se dan a conocer durante la
Guerra Civil o en los años inmediatamente posteriores.

Generación del 50.

Generación del 68.

Promoción del 80 y del 90. Últimas incorporaciones a la novela
española.
B) RUPTURA
La Guerra Civil y la dictadura posterior suponen un corte
en la evolución literaria española debido a una serie de
razones (se acaba con la llamada Edad de Plata)
La muerte de algunos (Unamuno, Valle-Inclán).
El exilio obligado de otros autores por su apoyo
a la República (rehumanización y el compromiso social):
• Ramón J. Sender
• Francisco Ayala
• Max Aub
• Rosa Chacel
Las nuevas circunstancias políticas y la censura impiden la
novela de corte social.
Las circunstancias históricas (miseria, desigualdades, falta de
libertades, etc…) hacen que pierda sentido la novela
deshumanizada y vanguardista.
La novela española de los años 40 debe comenzar de nuevo.
C) LITERATURA CONDICIONADA

Durante la Dictadura la producción literaria estuvo
condicionada por factores como:*
FACTOR
CENSURA
Contenidos no afectos a la ideología oficial no se
permiten
DIRIGISMO CULTURAL
Apoyo del Régimen a la literatura de su signo
ideológico
AISLAMIENTO
Se desconocen las novedades europeas y mundiales.
Evolución propia
DESCONOCIMIENTO DEL PASADO
Aquellos escritores e intelectuales de ideología
distinta al Régimen se excluyen de manuales, de la
enseñanza…
DESPRESTIGIO DE LA CULTURA
Rechazo de toda manifestación artística por parte
del Franquismo que creó toda una forma de sentir
en la sociedad. Millán Astray: «Muera la
inteligencia»
•
Tras la Dictadura, la literatura sufrirá el condicionamiento del mercado literario y de
los circuitos comerciales

La ruptura afecta a los tres géneros:
1) La poesía presenta una ruptura total
2) La novela experimenta cambios,
pero seguirá presente la técnica realista
3) El teatro renovador anterior a 1939
desaparece, pero las obras comerciales
siguen representándose.
LA IDEOLOGÍA DE LOS VENCEDORES EN LA GUERRA CIVIL
El levantamiento militar de julio de 1936 tiene como primer efecto la
eliminación de las organizaciones e ideologías democráticas y obreristas
(revolucionarias). En palabras de Franco al embajador francés Herbette,
España necesitaba una «operación quirúrgica», que limpiase al país de la
izquierda revolucionaria. […] En definitiva, se trataba de poner en marcha
una lógica de represión, ya visible en el discurso de los sectores cedistas
radicales (las Juventudes de Acción Popular), en Falange, en el
tradicionalismo que, por supuesto, culmina en los militares alzados en el
verano del 36. Como explicaba una circular a las Comisiones depuradoras del
magisterio a fines de año: «Los individuos que integran esas hordas
revolucionarias, cuyos desmanes tanto espanto causan, son sencillamente los
hijos espirituales de catedráticos y profesores que a través de instituciones
como la llamada Libre de Enseñanza forjaron generaciones incrédulas y
anárquicas. Si se quiere hacer fructífera la sangre de nuestros mártires, es
preciso combatir resueltamente el sistema seguido desde hace más de un siglo
de honrar y enaltecer a los inspiradores del mal, mientras se reservaban los
castigos para las masas víctimas de sus engaños.» Ahora el alcance de la
contra-ideología era general, bajo esa consigna de eliminación del oponente,
fueran «hordas marxistas» o demócratas: en definitiva, el Mal, la Antiespaña.
(A. Elorza y C.López Alonso: Arcaísmo y modernidad)
2.Novela de los años cuarenta
Pobreza literaria muy notable.
 Estéticamente la ruptura es total con las tendencias previas:
- Novela rehumanizadora (novela política de los años de guerra)

- Novela vanguardista.


Dentro de España va a haber dos posibilidades narrativas:
A. LA NOVELA DE EVASIÓN
B. INTENTOS RENOVADORES
Fuera de España encontramos:
A. NOVELA DEL EXILIO
DENTRO DE ESPAÑA
a) LA NOVELA DE EVASIÓN:

Emplea técnicas realistas y ofrece tres tipos de obras
Novelas de los
triunfadores
Novelas realistascostumbristas
(desmitificadora)
Humorismo, fantasía
poesía
Ideología conservadora
Puro estilo decimonónico
Escape de la realidad
Ensalza los valores del
Régimen
Recrean ambientes y
paisajes típicos
Situaciones absurdas,
cómicas, diálogos
disparatados
Basada en el glorioso pasado
imperial
Gonzalo Torrente Ballester:
Los gozos y las sombras
W. Fernández Flórez: Las siete
columnas.
Rafael García Serrano: La fiel
infantería
José Mª. Gironella: Los
cipreses no creen en Dios
Wenceslao Fernández Flórez:
El bosque animado.
Los gozos y las sombras
A Carlos se le había ocurrido que aquella noche Rosario tenía que venir. No
sabía por qué, ni si era un presentimiento. Había preparado una bandeja con
café y galletas y había encendido la chimenea de su dormitorio. Cuando supuso
que Paquito ya no subiría, salió de la torre y fue a ver si los leños se habían
encendido, si la habitación se calentaba. Llevaba en la mano el quinqué
encendido. Tuvo que hacer fuego otra vez, y atizarlo, porque la leña estaba
húmeda. Pasó algún tiempo antes de que la llama fuese satisfactoria y segura.
Le dolían las rodillas y la espalda.
Se incorporó y echó un vistazo. Realmente, la habitación estaba
destartalada, había desconchados por todas partes y agujeros en el piso, por los
que entraba el aire. Añadió una manta a la cama. Al hallar frías las sábanas,
pensó que debiera haber traído unas botellas de agua para calentarlas, porque
Rosario llegaría mojada y tiritando.
Era inexplicable lo de Rosario. Él era pobre, no había más que ver la
casa en que vivía. Rosario se engancharía a su pobreza para siempre. Algún día
tendría que regalarle algo, un traje, un mantón, unos zapatos, y eso costaba
dinero, más de lo que él tenía. En cosas de oro no había ni que pensar. (Rosario,
delicadamente, se había despojado de todos los regalos de Cayetano.) Las
mujeres no son fácilmente comprensibles.
B) INTENTOS RENOVADORES

A esa realidad desoladora responde la presencia de
personajes angustiados, marginados y desarraigados:
Pascual en “La familia de Pascual Duarte”, Andrea en “Nada”.

Ausencia de crítica social. Las novelas de ese periodo reflejan
el malestar social del momento; se convierten, así, en
testimonios de ambientes reales y de situaciones conflictivas,
aunque la censura hizo imposible cualquier tipo de denuncia.
Algunos autores encontraron ciertos procedimientos
narrativos, como la parodia, la ironía (“El golpe de estado de
Guadalupe limón”), el humor y la fantasía (“El bosque
animado”) para crear un mundo ajeno a la deprimente realidad
española de la época.

Esta orientación realista supuso la ruptura con el mundo
convencional y triunfalista de la novela dominante, al servicio
de la exaltación patriótica, y sirvió para denunciar la miseria
material y moral de la inmediata posguerra española.

La mayor fortuna de estos autores fue conseguir trasponer
el inconformismo social que se respiraba en el ambiente al
plano existencial. Su máximo afán se centró en la
expresión de los problemas que afectaban al ser
humano, con la intención de universalizar sus inquietudes.

A ello responden las digresiones, reflexiones y
meditaciones de los personajes: “Yo tenía (en la vida)
un pequeño y ruin papel de espectadora. Imposible
salirme de él. Imposible librarme”, dice la protagonista de
“Nada”.

Ese enfoque existencial se refleja, además, en la
presentación amarga de la realidad del momento. De
ahí que los temas más frecuentes sean la soledad, la
frustración, la muerte…, en un mundo sórdido, mísero y
degradado.
A partir de 1942, algunos autores muestran en sus obras el deseo de
superar la novela de evasión. Hay dos formas de superarla:
TREMENDISMO
NOVELA EXISTENCIAL
Acentuación de ambientes sórdidos
Tono sombrío y existencial
Inclusión de acciones violentas
Expresión del desengaño y la
angustia del ser humano
Expresión dura, desgarrada y
abrupta
Temas: incertidumbre sobre el
destino humano, falta de
comunicación
Argumentos truculentos
Ambientadas en la época y
personajes desorientados
C.J. Cela: La familia de Pascual
Duarte (1942), Pabellón de reposo
(1944), Nuevas andanzas y
desventuras de Lazarillo de Tormes
(1944)
Miguel Delibes: La sombra del
ciprés es alargada (1948)
Carmen Laforet: Nada (1949)
Nada
Infiltrándome entre aquella gente, empujando a algunos, logré escurrirme
hasta el apartado rincón del cuarto de baño. Me refugié allí, y cerré la puerta.
Maquinalmente, sin saber cómo, me encontré metida en la sucia bañera,
desnuda como todos los días, dispuesta a recibir el agua de la ducha. En el
espejo me encontré reflejada, miserablemente flaca y con los dientes
chocándome como si me muriera de frío. La verdad es que era todo tan
espantoso que rebasaba mi capacidad de tragedia. Solté la ducha y creo que
me entró una risa nerviosa al encontrarme así, como si aquél fuese un día
como todos. Un día en que no hubiese sucedido nada. «Ya lo creo que estoy
histérica», pensaba mientras el agua caía sobre mí azotándome y
refrescándome. Las gotas resbalaban sobre los hombros y el pecho, formaban
canales en el vientre, barrían mis piernas. Arriba estaba Román tendido,
sangriento […]
La sombra del ciprés es alargada
Se iniciaba ya el otoño. Los árboles de la cuidad comenzaban a
acusar la ofensiva de la estación. Por las calles había hojas
amarillas que el viento, a ratos, levantaba del suelo haciéndolas
girar en confusos remolinos. Hicimos el camino en la última
carretela descubierta que quedaba en la ciudad. Tengo impresos
en mi cerebro los menores detalles de aquella mi primera
experiencia viajera. Los cascos caballos martilleaban las piedras
de la calzada rítmicamente, en tanto las ruedas, rígidas y sin
ballestas, hacían saltar y crujir el coche con gran desesperación
de mi tío y extraordinario regocijo por mi parte. Ignoro las
calles que recorrimos hasta llegar a la placita silente donde
habitaba don Mateo. Era una plaza rectangular con una meseta
en el centro, a la que se llegaba merced al auxilio de tres
escalones de piedra. En la meseta crecían unos árboles
gigantescos que Cobijaban bajo sí una fuente de agua cristalina,
llena de rumores y ecos extraños. Del otro lado de la plaza,
cerraba sus confines una mansión añosa e imponente, donde un
extraño relieve, protegido en una hornacina, hablaba de
hombres y tiempos remotos; hombres y tiempos idos, pero cuya
historia perduraba amarrada a aquellas piedras milenarias.
FUERA DE ESPAÑA
(NOVELA DEL EXILIO)
Después de la Guerra Civil bastantes escritores
continuaron su tarea en el exilio:
Arturo Barea
Rosa Chacel
Max Aub
Francisco Ayala
Ramón J. Sender…

Otros se dan a conocer por primera vez:
Manuel Andujar
José Ramón Arana…


En general, son novelas de temas sociales
empleando técnicas realistas junto con
innovaciones formales
Características:
a)
Conocimiento de sus obras lento y tardío, y su incidencia literaria, prácticamente
nula.
b) Singular evolución de cada uno (nuevo país, circunstancias personales,
tendencias literarias)
c) Recreación constante del pasado y la asunción dolorosa del presente, que se
manifiesta en estos temas:






El pasado de España: La trágica experiencia de la guerra, sus
antecedentes y consecuencias.
La añoranza de España
Recuerdos de infancia y adolescencia.
La vida del exiliado
La condición humana
El descubrimiento del mundo americano
d) De igual forma, se mezclan orientaciones estéticas muy diversas (el lirismo, la
parodia, el compromiso político, el humor), así como formas tradicionales y
vanguardistas.
Aquellos muertos que íbamos encontrando,
después de días bajo el sol de África, que
vuelve la carne en vivero de gusanos en dos
horas; aquellos cuerpos mutilados, momias
cuyos vientres explotaron. Sin ojos o sin
lengua, sin testículos, violados con estacas de
alambrada, las manos atadas con sus propios
intestinos, sin cabeza, sin brazos, sin piernas,
serrados en dos. ¡Oh, aquellos muertos!
Arturo Barea: La forja de un rebelde (II)
3. La novela social de los años 50.



Guerra Fría: España empieza a salir del aislamiento y
se incorpora a algunos organismos internacionales,
en la órbita de EEUU.
Incipiente desarrollo del turismo y la industria:
recuperación económica y (migraciones de los
campesinos hacia las ciudades)
Los jóvenes que han vivido la guerra como niños
consideran la guerra y el país desde otra perspectiva
y aparecen críticas respecto al poder y a la división
entre vencedores y vencidos. (círculos obreros y
universitarios).






-
Aparecen novelas que se alejan de la evasión de los 40
En ellas, los novelistas se centran en la sociedad española del momento
con su falta de libertad, sus desigualdades y su miseria.
Emplearán la técnica realista
El Régimen no censuró estas novelas porque necesitaba el apoyo
internacional.
Dos obras marcan este cambio:
La colmena (1950) de C. J. CELA
La noria (1951) de Luis ROMERO
Habrá dos tendencias:
Objetivismo
Realismo crítico
Objetivismo
Inspirado en movimientos extranjeros
(noveau roman, novela conductista)
Novela como testimonio de la época y
como instrumento de denuncia
política y social
Narrador objetivo
Predominio del diálogo
Condensación espacio-temporal
Protagonistas individuales
representativos, también colectivos
Narración lineal
Lenguaje sencillo, coloquial
Temas: la sociedad de la época, la
denuncia de injusticias y
desigualdades, el mundo rural, la vida
urbana, las relaciones laborales, la
frívola burguesía…
El Jarama (1955): R. Sánchez Ferlosio
Entre visillos (1957). C. Martín Gaite
Realismo crítico
Evolución del objetivismo
Intención de crítica política y social
mucho más explícita
Autores comprometidos
ideológicamente
Personajes: estereotipos que encarnan
a la clase obrera, al burgués, al
campesino oprimido…
La piqueta (1959): A. Ferres
La mina (1960): A. López Salinas
Central eléctrica (1958): J. López
Pacheco
Inclinó la cabeza contra las manos que había enlazado fuertemente. Lo que siguió lo entendí más confuso
porque se puso a morderse los nudillos de los dedos, nerviosamente. Me contó que había estado a punto de ir
a Suiza con su padre y que la noche anterior se desesperaba asomada al balcón de su cuarto pensando que
eso ya nunca se podría remediar, que las cosas que podrían haber hecho en aquel viaje ya nunca las haría y la
gente que podría haber conocido ya no la conocería; y que pensando eso no se podía consolar. Que un viaje le
puede cambiara uno la vida, hacérsela ver de otra manera y a ella ese año se la habría cambiado. Le pregunté
que por qué no había ido, pero no me contestó directamente.
- Si usted no vive aquí- dijo-, no puede entender ciertas cosas. Hace poco que está aquí, ¿no?
- Tres días.
- Tres días- repitió-. No puede entender nada. Si le explico por qué no fui a Suiza se reirá, dirá que qué
disparate, que eso no puede ser. Creerá que lo ha entendido, pero no habrá entendido nada. Solamente uno
que vive aquí metido puede llegar a resignarse con las cosas que pasan aquí, y hasta puede llegar a creer que
vive y que respira. ¡Pero yo no! Yo me ahogo, yo no me resigno, yo me desespero.
Hablaba con rabia, con voz excitada, como si yo la estuviera contradiciendo. Había pasado de un tono a otro
sin transición. Tuve miedo de que nos oyeran los de la habitación, porque se había ido desplazando hacia el
hueco de la puerta y estábamos seguramente a la vista de las personas de dentro. Incluso parecía que ella se
gozase en alzar la voz como si con sus últimas frases quisiera desafiar a alguna de aquellas personas, o tal
vez a todas ellas. Se me ocurrió decirle que seguramente sacaba las cosas un poco de quicio bajo el peso de
su desgracia, pero en seguida sentí que me había equivocado tratando de consolarla por ese camino. Lo vi en
sus ojos casi furiosos.
- Aquí tendría que estar usted hace diez días de la mañana a la noche, aquí en esta casa, a ver si se ahogaba
o no se ahogaba, como yo me ahogo. Oyendo cómo le dicen a uno de la mañana a la noche pobrecilla, pobre,
pobrecilla. Día y noche, sin tregua, día y noche. Y venga suspiros y de compasión y más compasión, para que
no se pueda uno escapar. Y compasión también para el muerto, compasión a toneladas para todos, todos
enterrados, el muerto y los vivos y todos. Usted ¿qué cree?, ¿que un muerto necesita tanta compasión?, ¿que
necesita de los vivos para algo? Por lo menos a él, que lo dejen en paz, ¿no le parece?
Entre visillos, Carmen Martín Gaite
"- A mi padre y a mí nos pilló la guerra en el pueblo
y en el pueblo nos quedamos. Cuando subí por
primera vez, después, aún quedaban muertos por
estos sitios. Ahí, sin ir más lejos –señaló a su
espalda-, a la puerta del chozo, había tres que
enterré yo.
Parecía extraño que aquellos parajes solos y mudos
pudieran haber visto la guerra de que el pastor
hablaba, el paso y la muerte de tantos hombres.
Aquel silencio amarillo y susurrante no podía haber
sido roto por una voz, un estruendo, un lamento;
parecía tierra inmutable, indiferente, donde todas
las cosas habrían de desaparecer irremisiblemente
como la piedra, en polvo calcinado, sin dejar huella
en su dormida nada«
J. Fernández Santos: Los bravos
Novelistas más significativos




Camilo José Cela, que publica en Buenos Aires en 1951 “La
colmena” y que para muchos, es un precedente de la novela
social. En ella con más o menos realismo aparece reflejada la
sociedad del momento (la de la inmediata posguerra)
Miguel Delibes con “El camino” (1950) y “Mi idolatrado hijo Sisí”
(1953)
Gonzalo Torrente Ballester, con su trilogía “Los gozos y las
sombras” (1957 – 1962). Otro autor destacado será
Luis Romero con “La noria”, ejemplo – igual que “La colmena” –
de novela colectiva, aunque ambientada en Barcelona.
nueva generación
en torno a 1954
(generación del medio siglo)





Mediados del decenio: serie de escritores con una intención
crítica, van a llevar a sus novelas como temas fundamentales las
injusticias y las desigualdades sociales (literatura comprometida).
Ignacio Aldecoa (“El fulgor y la sangre”)
Jesús Fernández Santos (“Los bravos”)
Rafael Sánchez Ferlosio (“El Jarama”)
Carmen Martín Gaite (“Entre visillos”)
Compromiso ético y social del escritor, la idea de que la
literatura, siguiendo a Sartre, debe servir para transformar el
mundo: “El escritor tiene una situación en su época, cada palabra
suya repercute y cada silencio también”.
Características:

La sociedad española se convierte en el tema central: la dura vida de los campesinos y de los
proletarios, la miseria y degradación en los suburbios urbanos, la banal vida burguesa…; con
ánimo de denuncia, haciendo hincapié en las injusticias.

El testimonio adquiere prioridad sobre las técnicas formales y el estilo, de ahí que
predominen las obras sencillas y concisas.








narración lineal (aunque con excepciones, como “La colmena”),
concentración de la acción en un tiempo y un espacio reducidos
abundancia de descripciones
personaje representativo de un grupo o clase social
rigurosa documentación de los hechos
importancia de los diálogos y del habla popular
Objetivismo narrativo o behaviorismo con el que el autor pretende quedarse al margen de
los hechos narrados, el narrador desaparece (se limita a unas escuetas informaciones
referentes a lo que una cámara fotográfica podía registrar), no hay introspección ni
pensamiento de los personajes, y todo el relato se basa en el diálogo de los mismos.
Las novelas de esta época suelen ser calificadas de pesadas, faltas de imaginación, pobres
estilísticamente y con una gran carga ideológica.
Se distinguen tres
tendencias principales:




a) La novela social (realismo social): se centra
en los problemas de los grupos sociales.
Jesús Fernández Santos (“Los bravos”, 1954)
Jesús López Pacheco (“Central eléctrica”)
Juan García Hortelano (“Nuevas amistades”,
1959, “Tormenta de verano”);
Armando López Salinas (“La mina”)
b) El neorrealismo. Que se centra en los
problemas del hombre como ser individual (la
soledad, la frustración...):
 Ana Maria Matute
 Ignacio Aldecoa, (“El fulgor y la sangre”)
 Rafael Sánchez Ferlosio (“El Jarama”, 1956)


c) Paralelamente a la tendencia de realismo
social, apareció también una corriente de
novela fantástica, sin demasiada fortuna en un
ambiente narrativo dominado por los temas
existenciales y sociales. Sobresale la obra de
Álvaro Cunqueiro.
d) También se cultivan otros tendencias: libros
de viajes y relatos cortos o cuentos (Ignacio
Aldecoa).
4. La novela española desde 1960:
Notable desarrollo económico.
 Emerge lentamente de un
aislamiento internacional.
 Auge del turismo favorece el
intercambio con el extranjero y la
renovación paulatina de las
costumbres y de la mentalidad.







Cansancio de la novela social y comprometida que no se
pierde pero entra en decadencia (pobreza en calidad y poco
eficaz)
Se busca renovar: clara evolución hacia la experimentación.
Influencias de autores europeos e hispanoamericanos
Esta novela dominará el panorama literario hasta el final de
la Dictadura
En lo temático, se deja la crítica social y política, para pasar
a temas como el autoconocimiento, la memoria, la
experiencia personal, los estados de conciencia.
Cambios en lo formal (ver tabla):Las novedades no afectan
sólo al argumento o la estructura, también a la ortografía,
(suprimen los signos de puntuación, o los párrafos, y es
frecuente que se mezclen los géneros). Se persigue la
belleza formal.

Autores y obras relevantes:





Luis Martín Santos: Tiempo de silencio
J. Goytisolo: Señas de identidad
M. Delibes: Cinco horas con Mario, Los santos inocentes
J. Benet: Volverás a región
G. Torrente Ballester: La saga/fuga de JB
PRINCIPALES INNOVACIONES
FORMALES
Desaparición de argumentos
Se difuminan, la acción es mínima, mezcla de
fantasía y verosimilitud
Personajes poco definidos
Sufren cambios, apenas hay secundarios. El
protagonista es el centro de la novela, es algo
borroso, no se describe, se conocen sus
pensamientos
Espacio reducido o inexistente
Marco impreciso y borroso
Notables cambios temporales
No hay relato lineal, hay desorden cronológico
Novela como laberinto textual
El lector debe aprender a transitar por ella. Novelas
in media res, in extrema res o de final abrupto
Narrador fluctuante
Cambia de la omnisciencia, al objetivismo, de
persona. Incluso en 2ª pers. Aparece el autor
haciendo a veces digresiones crítico-reflexivas
Renovación lingüística y
estética
Lenguaje complicado, se hace barroco, cultista.
Distintos procedimientos: frases breves, lenguaje
coloquial, vulgar, expresiones exuberantes
Multiplicidad de recursos
técnicos
-
De lo tradicional a lo más vanguardista:
monólogos, descripciones, flujo de conciencia…
Desaparecen las convenciones gráficas y
ortográficas
Cambios de tipo de letra
Escritura caleidoscópica, contrapunto,
perspectivismo e intertextualidad
Nacer, crecer, bailar una vez en la fiesta del pueblo delante de la procesión del Corpus con el moño alto, porque era
buena bailarina y se decidió, que sí, que a pesar de todo, a pesar de estar determinada al dolor y a la miseria por su
origen, ella debía bailar ante el palio en la procesión del Corpus, en la que el orgullo de la Custodia a todos los
campesinos de la plana toledana salva, hundirse después, hundirse hacia la tierra, rodear el airoso talle (que la hizo
elegir para la fiesta) de tierra asimilada, comida, enterrarse en grasa pobre, ser redonda, caminar a lo ancho del mundo
envuelta en esa redondez que el destino otorga a las mujeres que como ella han sido entregadas a la miseria que no
mata, huir delante de un ejército llegado de no se sabe dónde, llegar a una ciudad caída de quién sabe qué estrella,
rodear la ciudad, formar parte de la tierra movediza que rodea la ciudad, la protege, la hace, la amamanta, la destruye,
esperar y ahora gemir.
No saber nada. No saber que la tierra es redonda. No saber que el sol está inmóvil, aunque parece que sube
y baja. No saber que son tres Personas distintas. No saber lo que es la luz eléctrica. No saber por qué caen las piedras
hacia la tierra. No saber leer la hora. No saber que el espermatozoide y el óvulo son dos células individuales que
fusionan sus núcleos. No saber nada. No saber alternar con las personas, no saber decir: "Cuánto bueno por aquí, no
saber decir: "Buenos días tenga usted; señor doctor". Y sin embargo, haberle dicho: "Usted hizo todo lo que pudo".
Y repetir obstinadamente: “Él no fue". No por amor a la verdad, ni por amor a la decencia, ni porque pensara
que al hablar así cumplía con su deber, ni porque creyera que al decirlo se elevaba ligeramente sobre la costra terráquea
en la que seguía estando hundida sin ser capaz nunca de llegar a hablar propiamente, sino sólo a emitir gemidos y
algunas palabras aproximadamente interpretables. “Él no fue" y ante la insistencia de un hombre, tal como ella nunca
había conocido que existieran - dotados de esa alta prepotencia - aunque bien que lo adivinaba a veces mirando la
ciudad de lejos con su nube de humo encima surgida de ciertos agujeros que hasta tanto más tarde no había de conocer,
repetir: "Cuando él fue, ya estaba muerta
“Él no fue" y seguir gimiendo por la pobre muchacha surgida de su vientre y a través de cuyo joven vientre
abierto ella había visto, con sus propios ojos, írsele la vida preciosista que, como único bien, le había transmitido.
L. Martín Santos: Tiempo de silencio
La saga/fuga de J.B.: Torrente Ballester
Porque hay que ver la gracia que los nativos tienen
para los motes: "Picha-de-oro" al padre de siete
hijas preciosas; "El glorioso movimiento" a una
cachonda grandota que es una gloria mirar cómo
camina, que aquello parece una armonía sideral;
"La Chinquilina", como su nombre indica, a una tía
muy guarra, y "Chongo-güevo-caldereta", que no se
sabe lo que quiere decir, pero que no carece de
intríngulis verbal, a un mendigo muy famoso que no
puede ser más que eso, "Chongo-güevo-caldereta
Decidí que, en lo sucesivo, escribiría mis versos en
un alfabeto con clave, pero lo pensé mejor y, como
tenía mucho tiempo libre, inventé un idioma." "¿Y no
le da pena que su poesía no la pueda leer nadie?"
"Eso es precisamente lo que busco." "¿Entonces?"
Bastida hizo un esfuerzo como si fuera a confesar
un crimen. "Lo que digo en mis versos es de mi
exclusiva incumbencia. No le importa a nadie y
encuentro ofensivo para los demás proponerles su
lectura
La novela española
desde 1962 hasta 1975.
El agotamiento de la fórmula realista unido además a otros
factores:
 El descubrimiento de la novela hispanoamericana, con tres
hitos fundamentales:
 La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa (1962)
 Rayuela, de Julio Cortázar (1963)
 Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez (1967)
( “boom” de la narrativa hispanoamericana)





La influencia de los grandes innovadores
de la novela actual:
Marcel Proust (En busca del tiempo perdido),
Kafka (El proceso, La Metamorfosis),
William Faulkner (Luz de agosto)
James Joyce (Ulises,1922)



La aparición de dos obras influidas directamente
por el Ulises de Joyce:
Tiempo de silencio (1962), de Luis Martín Santos
Señas de identidad (1966), de Luis Goytisolo.
Tras ellos, a comienzos de los años setenta, el
experimentalismo se pondría de moda en la
narrativa.
Experimentación de nuevas
fórmulas narrativas





Ruptura de la linealidad argumental del relato. Se incorporan
digresiones, secuencias en verso, textos periodísticos,
informes…
Discurso descompuesto. El párrafo deja de ser la unidad
textual; aparecen secuencias de una sola frase y espacios en
blanco; se usan libremente los signos de puntuación; se rompe
la sintaxis lógica…
Tiempo y espacio fragmentados mediante retrospecciones
(flash-back), anticipaciones, simultaneidad o no progresión de
elementos argumentales.
Polifonía narrativa. Monólogo interior, flujo de conciencia, “tú”
narrativo, mezcla de estilos directo e indirecto, perspectivismo.
La nueva escritura se dirige a unos lectores cómplices,
participativos.
aUTORES
Nos limitaremos a citar sólo algunos autores y obras:
 Juan Marsé (Últimas tardes con Teresa)
 Juan Benet (Volverás a Región)
 Luis Goytisolo (con su ciclo narrativo de
Antagonía)…
 Cela (Oficio de tinieblas 5, San Camilo 1936 y Cristo
Versus Arizona)
 Delibes (Parábola de un náufrago)
 Torrente Ballester (Off-side)
La novela española
desde 1975.



El ambiente de libertad en el que comenzó a desarrollarse la
cultura española tras la muerte del general Franco (20 de
noviembre de 1975).
Desaparición de la censura (lo que supuso la publicación de
novelas españolas prohibidas en nuestro país y editadas en el
extranjero, expurgadas o inéditas), la recuperación de la obra de
los escritores exiliados y un mayor conocimiento de la narrativa
de otros países.
Difícil establecer objetivos comunes debido a la proliferación
de obras, la convivencia de diversas generaciones y tendencias
y la falta de perspectiva histórica.

Recuperación de la narratividad, encabezada por Eduardo
Mendoza en La verdad sobre el caso Savolta (1975).
La novela se desarrolla en la Barcelona de 1917-1918, en la cual
Javier Miranda – el protagonista – se ve envuelto en la muerte
del industrial Savolta. Mendoza utiliza tres puntos de vista
diferentes: el del protagonista (1ª persona), el narrador
omnisciente, y los documentos del juicio.
Otras novelas de Eduardo Mendoza son El misterio de la cripta
embrujada, El laberinto de las aceitunas, La ciudad de los
prodigios, La isla inaudita, Sin noticias de Gurb o Una comedia
ligera.



1)
2)
3)
La experimentación en la
novela entra en crisis, hay
cierto cansancio
Sin embargo, muchas
innovaciones se asimilan y se
seguirán aplicando
La novela está muy marcada
por estos factores:
Conjugar éxito comercial y
calidad literaria: la publicidad y
el marketing se convierten en
factores decisivo
«Literatura fungible», objeto de
consumo. La cultura como
negocio.
Diversidad de corrientes,
tendencias y autores
Tendencias generales



Metanovela. Simbiosis entre la narración de la historia
(creación) y el proceso seguido para la construcción de la misma
(la literatura dentro de la literatura)
Lirismo. La novela lírica o poemática centra su interés en un
mundo más sugerente que concreto, con personaje-símbolo y
una mayor tendencia al lenguaje poético.
Es la modalidad preferida por Francisco Umbral (Mortal y rosa).
Novela histórica. Novelas ambientadas en el pasado, desde el
más lejano (El maestro de esgrima, de Pérez Reverte) al más
próximo: la Guerra Civil (Octubre, octubre, de José Luis
Sampedro), los años de la dictadura franquista, la transición
política…




La novela de intriga. Mezcla esquemas policíacos con aspectos
políticos e históricos. La serie de novelas sobre el detective Carvalho o
Galíndez (1990) convierten a Manuel Vázquez Montalbán en el escritor
más representativo; Otros: Antonio Muñoz Molina (El invierno en
Lisboa y Beltenebros).
Enfoque realista. Recupera el arte de narrar desde una perspectiva
más amplia y abierta, que abarca también el mundo onírico, irracional o
absurdo… Luis Landero (Juegos de la edad tardía).
Novela culturalista. Se ocupa de analizar y explicar diferentes
aspectos de la cultura occidental desde unas posturas bastante
eruditas.
Juan Manuel de Prada con Las máscaras del héroe.
Otra tendencia en la novela de los autores más jóvenes es la de hacer
una novela que trata los problemas de la juventud urbana con una
estética cercana a la contracultura (Historias del Kronen, de José
Ángel Mañas, Ray Loriga con Héroes o Lucía Etxebarría en Sexo,
prozac y dudas).
CARACTERÍSTICAS DE LA NOVELA A PARTIR DE 1975
1.
Recuperación de la trama argumental
2.
Alejamiento progresivo de las innovaciones y experimentos del pasado:
narrador omnisciente, orden cronológico, personajes convencionales,
técnicas clásicas…
3.
Estética realista: ambientación realista, búsqueda de verosimilitud en la
ficción: NOVELA POSMODERNA.
4.
Neorromanticismo: seres solitarios, desolados, viven cuestiones propias del
ser humano (amor, muerte, misterio, inadaptación a la realidad…). No se
explica el mundo, sino que se vive.
5.
Aprovechamiento de las innovaciones de los años 60 y 70
6.
Variedad temática:
- NOVELA HISTÓRICA (distintos periodos, distintas finalidades: interpretar
personalmente el
pasado, aprender de él lecciones para el
presente, recrear ambientes, ejercicios de estilo)
- NOVELA POLICÍACA o de INTRIGA (novelas-juego, ambiente urbano,
detectives…)
- NOVELA DE AVENTURAS (espacios abiertos y exóticos, distintas épocas,
peripecias…)
- NOVELA INTIMISTA (problemas personales, existenciales, intimidad
desasosegada, búsqueda de la identidad…)
Algunas obras y autores destacados
Eduardo Mendoza: La verdad sobre el caso Savolta
Antonio Muñoz Molina: El invierno en Lisboa
Antonio Muñoz Molina: El jinete polaco
Arturo Pérez Reverte: El maestro de esgrima
Luis Landero: Juegos de la edad tardía
Francisco Umbral: Mortal y rosa
Lucía Etxevarría: Beatriz y los cuerpos celestes
Almudena Grandes: Atlas de geografía humana
Manuel Vázquez Montalbán: Pepe Carvalho
Ana María Matute: Olvidado rey Gudú
Javier Cercas: Soldados de Salamina
Javier Marías: Corazón tan blanco
Carlos Ruiz Zafón: La sombra del viento
«A 36.000 kilómetros de la Tierra –leyó ella – se halla una órbita geoestacionaria, fija a la atmósfera porque se mueve a
la misma velocidad que la Tierra: la órbita Cementerio, como se denomina a aquella a la que se envían los satélites
cuando pierden su vida útil. […]» O sea, para entendernos, que los pobres satélites son como elefantes que van a morir a
su necrópolis común. No deja de tener su lado poético, si lo piensas. Imagínate, Bea: unos cachivaches enormes cuya
labor principal era la comunicación, mudos, aislados para siempre, rodeados de un ejército de cachivaches similares que
tampoco podrán comunicarse nunca más. Alucinante, ¿no?
Piensa en eso ahora, Bea, tantos años después. Hace cuatro años que no ves a Mónica. Piensa
en la soledad de los satélites, la soledad orbital. Abandonados por aquellos a los que una vez sirvieron. Olvidados y fríos.
Rodeados del vacío más yermo y absoluto, en el silencio helado del universo helado, cubiertos de una capa de escarcha
que no brilla, que no tiene siquiera ya luz que reflejar. Inmóviles y dignos en su glacial retiro, satélites difuntos, cadáveres
exánimes de gélida chatarra, antiguallas que fueron monstruos de acero y hierro, que una vez transmitieron fechas, datos
y cifras a los que concedían importancia crucial. Fechas, datos y cifras que ahora nadie recuerda. Ni la fuerza del hierro
escapa al desamparo. Ahora, incomunicados, herrumbrosos titanes que han perdido su fuerza, condenados a un
mutismo eterno y oxidado, jalonan de morralla un sector desolado. Los cables y las tuercas se acabarán desintegrando,
aunque quizá falten siglos para que ocurra eso. En cualquier caso, piensa, qué poco importa el tiempo en un paisaje
ciego, donde cada minuto es exacto al siguiente, donde a cada segundo sucede otro segundo. Idéntico, inmutable, un
segundo apagado para un tiempo marchito. Órbita cementerio. Soledad orbital.
A veces pienso, Mónica, donde quiera que estés, que a mí me ha pasado lo mismo. Que fui enviada al
mundo con una misión: comunicarme con otros seres, intercambiar datos, transmitir. Y sin embargo, me he quedado
sola, rodeada de otros seres que navegan desorientados a mi alrededor en esta atmósfera enrarecida por la indiferencia,
la insensibilidad o la mera ineptitud, donde nunca espera que la escuchen, y menos aún que la comprendan. A nuestro
alrededor giran universos enteros, estrellas, soles, lunas, galaxias, aerolitos, grandes constelaciones, nubes de gas y
polvo, sistemas planetarios, materia interestelar. Hasta basura espacial. Pero sobre todo, un silencio insondable que todo
lo absorbe. Un vacío enorme y negro, una quietud indescifrable. Y aunque sé que no debería ser así, el caso es que me
siento a millones de años luz de cualquier señal de vida, si la hay, que se desarrolle a mi alrededor. Siento que navego en
la órbita cementerio.
Lucía Etxevarría: Beatriz y los cuerpos celestes
En un piso de la calle 52 Este de Nueva York, ante
los ojos conmovidos de una mujer y un hombre que
oyen tras las ventanas cerradas el viento del
invierno y el rumor como de catarata de la ciudad a
la que asoman muy pocas veces y encuentran en el
baúl de Ramiro Retratista lo que nunca han
buscado, lo que les perteneció siempre, sin que lo
supieran o lo desearan, las razones más antiguas
de su desarraigo y de su complicidad.
(...)
Ellos me hicieron, me engendraron, me lo legaron
todo, lo que poseían y lo que nunca tuvieron, las
palabras, el miedo, la ternura, los nombres, el dolor,
la forma de mi cara, el color de mis ojos, la
sensación de no haberme ido nunca de Mágina y de
verla perderse muy lejos, al fondo de la extensión
de la noche.
A. Muñoz Molina: El jinete polaco
Mucho más tarde, cuando Jaime Astarloa quiso
reunir los fragmentos dispersos de la tragedia e
intentó recordar cómo había empezado todo, la
primera imagen que le vino a la memoria fue la del
marqués. Y aquella galería abierta sobre los
jardines del Retiro, con los primeros calores del
verano entrando a raudales por las ventanas,
empujados por una luz tan cruda que obligaba a
entornar los ojos cuando hería la guarda bruñida de
los floretes. El marqués no estaba en forma; sus
resoplidos recordaban los de un fuelle roto, y bajo el
peto se veía la camisa empapada en sudor. Sin
duda expiaba así algún exceso nocturno de la
víspera, pero Jaime Astarloa se abstuvo, según su
costumbre, de hacer comentarios inoportunos. La
vida privada de sus clientes no era asunto suyo. Se
limitó a parar en tercia una pésima estocada que
habría hecho ruborizar a un aprendiz, y se tiró luego
a fondo. El flexible acero italiano se curvó al aplicar
un recio botonazo sobre el pecho de su adversario.
A. Pérez Reverte: El maestro de esgrima
Todos los días salía de casa subiéndose sus imaginarias solapas de espía, un
cigarrillo colgado del labio y la mirada esquinada de astucia. Deteniéndose en
los escaparates y simulando curiosidades imprevistas, angulando reojos,
hurtando el perfil, burlando persecuciones y salvando emboscadas, vencía sin
novedad la primera etapa del trayecto. A partir de allí, le esperaba otra suerte
de peligros. Si aguardaba la luz verde para cruzar una calle y se ponía a su
altura una mujer con alguna prenda negra, perdía una baza de semáforo. Si
azul, ganaba el derecho a acelerar el paso durante un minuto. Si alcanzaba a
un transeúnte ciego o cojo, no podía adelantarlo mientras no lo liberase algún
hombre con un peso a la espalda. Quedaba cautivo de una plaza si la estaban
regando o había un niño con un gorro, y no podía franquearla hasta que
cruzase un perro o levantase el vuelo una paloma. Pero si el perro se paraba a
hacer una necesidad, también él debía pararse y contener la respiración, pues
en caso contrario las reglas del juego lo obligaban a retroceder hasta encontrar
una monja o cualquier otra persona de uniforme. Por momentos la vida le
parecía apasionante.
Luis Landero: Juegos de la edad tardía
Los héroes sólo son héroes cuando se mueren o cuando los matan. Y los
héroes de verdad nacen y mueren en la guerra. No hay héroes vivos, joven.
Todos están muertos. Muertos, muertos.
(...)
El soldado le está mirando; Sánchez Mazas también, pero sus ojos
deteriorados no entienden lo que ven: bajo el pelo empapado y la ancha frente
y las cejas pobladas de gotas la mirada del soldado no expresa compasión ni
odio, ni siquiera desdén, sino una especie de secreta o insondable alegría, algo
que linda con la crueldad y se resiste a la razón pero tampoco es instinto, algo
que vive en ella con la misma ciega obstinación con que la sangre persiste en
sus conductos y la tierra en su órbita inamovible y todos los seres en su terca
condición de seres, algo que elude a las palabras como el agua del arroyo
elude a la piedra, porque las palabras sólo están hechas para decirse a si
mismas, para decir lo decible, es decir todo excepto lo que nos gobierna o hace
vivir o concierne o somos o es este soldado anónimo y derrotado que ahora
mira a ese hombre cuyo cuerpo casi se confunde con la tierra y el agua marrón
de la hoya, y que grita con fuerza al aire sin dejar de mirarlo. «
Javier Cercas: Soldados de Salamina