FONEMAS VOCÁLICOS EN LATÍN CLÁSICO
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Transcript FONEMAS VOCÁLICOS EN LATÍN CLÁSICO
Litterarum radices amaras, fructus dulces.
Las raíces del estudio son amargas, dulces sus frutos.
I.- El Alfabeto Latino.
– Fonemas vocálicos en Latín Clásico.
– Fonemas consonánticos en Latín Clásico.
– Pronunciación.
Ejercicios de pronunciación: fragmento de Cicerón.
II.- El “tesoro oculto” del Latín.
III.- El verbo copulativo sum, es, esse, fui, El Presente de Indicativo.
UNIDAD I: EL ALFABETO LATINO:
El alfabeto latino < del alfabeto griego. Pero existen dos alfabetos griegos:
el oriental y el occidental.
En concreto el alfabeto latino < del alfabeto griego occidental, a través
del etrusco. Los etruscos, vecinos de los romanos, mantuvieron relaciones
culturales y comerciales con las colonias griegas del sur de Italia (Magna
Grecia).
El alfabeto latino clásico constaba de 21 letras mayúsculas.
Las minúsculas no se generalizaron hasta finales del Imperio Romano y
comienzos de la Edad Media (siglos V y VI d.C.).
He aquí las letras de este alfabeto:
A
B
C
D
E
F
G
H
I
K
L
M
N
O
P
Q
R
S
T
V
X
Y
Z
Diferencias con el etrusco: Se escribe al revés → por la distinta orientación de la
escritura en etrusco (de drcha. a izquda. = primeras inscripciones latinas gif,
incluso con escritura bustrofédica) jpg ↔ el alfabeto latino invierte los signos:
B→B
C→C
D→D
E→E
V→F
K→K
L→L
M→ M
N→N
P →P
R→R
1.- FONEMAS VOCÁLICOS EN LATÍN CLÁSICO:
Vocales: “suenan” (pueden formar una sílaba por sí solas) ↔ consonantes: sonidos que “consuenan”
(necesitan la ayuda de otros).
Las vocales son sonidos libres, mientras que las consonantes son sonidos obstruidos.
En latín clásico hay diez fonemas vocálicos: Ǎ Ĕ Ĭ Ŏ V ; Ā Ē Ī Ō V (< úpsilon griega /Y/).
2.- FONEMAS CONSONÁNTICOS EN LATÍN CLÁSICO:
No fonemas palatales españoles “ñ”, “ll”, “ch”, “y” (consonántica: yunque),
No fricativos “z” (“c” ante “e” o “i”: zapato, cesto, cielo) y “j” (“g” ante “e” o “i”: jota, geranio, gitano)
No letra “U” (pero sí el fonema: v. gr. VNVS leído [unus].
Sí existían en cambio dos fonemas i.e. que no sobrevivieron en castellano: las labiovelares
representadas por las grafías dígrafas “QV” y “GV”.
3.- PRONUNCIACIÓN:
La correspondencia entre letra y fonema es casi perfecta // consonantes labiovelares empleaban dos
letras (dígrafo) “QV” y “GV”, y con una sola letra, la “X”, empleaban dos fonemas (/K/ + /s/).
Las vocales y los diptongos suenan como en español.
Las consonantes también, salvo ligeras diferencias:
1ª La “Y” o “y”, igual que en Griego clásico suena como [ü]. Ej.: lyra [lüra].
2ª La “V” representaba el fonema /u/ (vocálico o consonántico: “wau”). Es decir, se
escribía igual en ambos casos y su pronunciación era también prácticamente la misma; siempre
sonaba como una /u/. En concreto, la pronunciación de la /u/ semiconsonante era muy parecida a
la de la “w” inglesa: ´ventum` sonaba [uéntum], o mejor: [wéntum]. Así también, el nombre del
emperador VESPASIANVS se escribía de esa manera, pero se pronunciaba [UESPASIANUS];
VIVVM sonaba así:[uiuum].
NOTA: En minúsculas se generalizó el uso de la grafía “v” (semiconsonante) / “u” (vocal).
3ª La “I” latina representaba el fonema /i/ (vocálico o consonántico: “yod”). Es decir, se
escribía igual en ambos casos y su pronunciación era también prácticamente la misma; siempre
sonaba como una /i/. En concreto, la pronunciación de la /i/ semiconsonante era muy parecida a
la de nuestra “y” consonante [yúnque]. Por eso, algunas yod se transformarían, precisamente, en
esta consonante (iacere > yacer), otras, lo hicieron en “j” (iocus > juego), etc.
4ª La /H/ o /h/ en inicio de palabra podía tener una ligera aspiración. Hoy en día, igual que en
español, no se pronuncia.
5ª La /C/ sonaba siempre como la /K/ en español, aunque vaya ante /e/ o ante /i/: Cicero
[KíKero].
6ª La /G/ sonaba siempre como la /G/ española de gato, goma, gusto, aunque vaya ante /e/ o
ante /i/: gelu [guélu]; regit [réguit].
7ª En los grupos /CH/, /TH/, /PH/, al principio se pronunciaban aspirados, es decir, intentando
reproducir los correspondientes fonemas oclusivos aspirados griegos de los cuales procedían: /x/,
/j/ y /f/ respectivamente; pero esa aspiración, ya en época clásica, no prosperó, al considerarla una
señal de afectación. Por lo cual, estos grupos empezaron a pronunciarse como /C/, /T/ y /F/
respectivamente. Ejs.: pulcher [púlker], Corinthus [Coríntus], philosophus [filósofus].
8ª La /U/ o /u/ sonaba en cualquier posición: aquila se pronunciaba así: [áküila]; qui [küi];
sanguis [sángüis].
9ª La “LL” no existía en Latín; lo que hay son dos eles seguidas. Puella [puel-la].
10ª La /Z/ o /z/ suena como [ds]. Ej.: zona [dsóna].
11ª La /X/ era un sonido mixto, equivalente a una gutural /C/, /G/ + /S/.Ejs.: Dux [dúcs], rex
[régs].
EJERCICIOS DE PRONUNCIACIÓN:
La fuerza de las palabras:
Escucha ahora con atención el que sin duda es uno de los textos más famosos de la oratoria romana. Se
trata del comienzo de un discurso político pronunciado ante el Senado por el más grande de los oradores
latinos: Marco Tulio Cicerón, quien en el año 63 a.C., siendo cónsul, descubrió un intento de golpe de Estado
contra la República, promovido por un aristócrata resentido llamado Lucio Catilina. El 6 de Noviembre de
ese año Cicerón convocó al Senado en el Templo de Júpiter Stator. Inesperadamente, el cabecilla de la
conjura tuvo la desfachatez de asistir a la convocatoria. Cicerón se levantó entonces de su escaño y
pronunció este vibrante discurso, atacando directamente a su rival, pero sólo con la fuerza de sus palabras.
Aún hoy resuenan todavía los ecos de su discurso, como el de otros grandes oradores de la Antigüedad
Clásica que para bien o para mal dejaron su impronta en el modus operandi de nuestra clase política,
consciente de que la palabra puede hacer mover las conciencias de los ciudadanos a quienes gobiernan, y de
resultas, darles votos. En efecto, la civilización occidental, y muy especialmente nuestros denostados
políticos, son sin duda los herederos de ese don casi divino al que los antiguos llamaron Oratoria, y que, bien
usado, ennoblece a quien lo practica, pero que cuando se pervierte por intereses partidistas se convierte en
demagogia, motivo principal por el que nuestros políticos, en general, tienen tan mala prensa.
Tras escuchar este texto, podrás tú también, si así lo deseas, “subir al estrado” y experimentar lo
mismo que debió de sentir Cicerón cuando los ojos de todos de los senadores estaban fijos en él y en los
sinuosos pliegues de su toga, al tiempo que los oídos pendientes de sus palabras.
«Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra? quam diu etiam furor iste tuus nos
eludet? quam ad finem sese effrenata iactabit audacia? nihilne te nocturnum praesidium Palatii,
nihil urbis vigiliae, nihil timor populi, nihil concursus bonorum omnium, nihil hic munitissimus
habendi senatus locus, nihil horum ora vultusque moverunt? patere tua consilia non sentis,
constrictam iam horum omnium scientia teneri coniurationem tuam non vides? quid proxima,
quid superiore nocte egeris, ubi fueris, quos convocaveris, quid consilii ceperis, quem nostrum
ignorare arbitraris? O tempora, o mores! senatus haec intellegit, consul videt; hic tamen vivit.
Vivit? immo vero etiam in senatum venit, fit publici consilii particeps, notat et designat oculis ad
caedem unum quemque nostrum. Nos autem, fortes viri, satisfacere rei publicae videmur, si istius
furorem ac tela vitemus. Ad mortem te, Catilina, duci iussu consulis iam pridem oportebat, in te
conferri pestem, quam tu in nos omnes iam diu machinaris [...]
[...] Habemus senatus consultum in te, Catilina, vehemens et grave; non deest rei
publicae consilium neque auctoritas huius ordinis: nos, nos, dico aperte, consules desumus. [...]
[...] Quam diu quisquam erit qui te defendere audeat, vives, et vives ita ut nunc vivis,
multis meis et firmis praesidiis obsessus ne commovere te contra rem publicam possis. [...]
[...] Muta iam istam mentem, mihi crede, obliviscere caedis atque incendiorum. [...]
[...] O di inmortales! ubinam gentium sumus? quam rem publicam habemus? in qua
urbe vivimus? hic, hic sunt in nostro numero, patres conscripti, in hoc orbis terrae sanctissimo
gravissimoque consilio, qui de nostro omnium interitu, qui de huius urbis atque adeo de orbis
terrarum exilio cogitent. [...]
[...] Quae cum ita sint, Catilina, perge qua coepisti; egredere aliquando ex urbe;
patent portae: proficiscere [...] Educ tecum etiam omnes tuos, si minus, quam plurimos; purga
urbem. Magno me metu liberabis, modo inter me atque te murus intersit. Nobiscum versari iam
diutius non potes; non feram, non patiar, non sinam». [...]
Y aquí tienes la traducción de este texto:
«¿Hasta cuándo di, Catilina, abusarás de nuestra paciencia? ¿Cuánto tiempo aún ese furor tuyo
se burlará de nosotros? ¿Hasta qué límite se agitará tu audacia desenfrenada? ¿Nada te han
conmovido la guardia nocturna del Palatino, nada las patrullas de la ciudad, nada el temor del
pueblo, nada la concurrencia de todos los buenos, nada este fortificadísimo lugar de reunión del
Senado, nada los rostros y semblantes de éstos? ¿No te das cuenta de que tus planes están
descubiertos, no ves que tu conjuración está atajada ya por el conocimiento de todos éstos?
¿Quién de nosotros piensas que ignora lo que has hecho esta noche pasada y la anterior, dónde
has estado, con quiénes te has reunido y qué decisiones has tomado? ¡Qué tiempos, qué
costumbres! El Senado conoce estas cosas, el cónsul las ve; éste, sin embargo, vive. ¿Vive? Es
más, incluso viene al Senado, participa en las deliberaciones públicas, señala y designa con sus
ojos hacia la muerte a cada uno de nosotros. En cambio, nosotros, ¡menudo valor!, parecemos
servir al Estado, si evitamos la furia y las armas de ése. A la muerte, Catilina, convenía haberte
conducido ya hace tiempo por orden del cónsul, volver contra ti esa desgracia que tú contra
todos nosotros ya hace tiempo que maquinas.
[...] Tenemos contra ti, Catilina, un decreto del Senado severo y grave; no falta al
Estado la deliberación ni la autoridad de este Orden; nosotros, lo digo abiertamente, nosotros
los cónsules somos los que faltamos.
[...] Mientras haya alguien que se atreva a defenderte, vivirás, y vivirás como ahora
vives, cercado por mis guardias numerosos y seguros para que no puedas removerte contra el
Estado.
[...] Cambia ya esa idea, créeme, olvídate de atentados y de incendios.
[...]¡Oh dioses inmortales! ¿En qué país estamos? ¿Qué Estado tenemos? ¿En qué
ciudad vivimos? Aquí, aquí están en nuestro grupo, senadores, en este sacratísimo e
importantísimo Consejo del orbe de la tierra, los que piensan en la muerte de todos nosotros, los
que piensan en la ruina de esta urbe e incluso del orbe terráqueo. [...]
[...] Siendo esto así, Catilina, continúa como empezaste; sal de una vez de la ciudad;
las puertas están abiertas: márchate. Llévate contigo también a todos los tuyos, al menos, a los
más posibles; limpia la ciudad. Me librarás de un gran miedo, sólo con que entre tú y yo se
interponga una muralla. Con nosotros ya por más tiempo no puedes estar; no lo toleraré, no lo
soportaré, no lo permitiré».
CICERÓN Discursos contra Catilina 1, 1-5
Y ahora vuelve a leer de nuevo el texto en Latín y averigua qué esconden esas roncas y severas
palabras, aparentemente ininteligibles.
«¿Hasta cuándo di, Catilina, abusarás de nuestra paciencia? ¿Cuánto tiempo aún ese furor
tuyo se burlará de nosotros? ¿Hasta qué límite se agitará tu audacia desenfrenada? ¿Nada te
han conmovido la guardia nocturna del Palatino, nada las patrullas de la ciudad, nada el
temor del pueblo, nada la concurrencia de todos los buenos, nada este fortificadísimo lugar de
reunión del Senado, nada los rostros y semblantes de éstos? ¿No te das cuenta de que tus
planes están descubiertos, no ves que tu conjuración está atajada ya por el conocimiento de
todos éstos?
furor ese tuyo nosotros
abusarás Catilina paciencianuestra
«Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra? quam diu etiam furor iste tuus nos
del
“presidio”
“eludir”
“fin”
“nihilismo”
burlará
límite se desenfrenada
audacia nada te nocturna guardia Palatino
eludet? quam ad finem sese effrenata iactabit audacia? nihilne te nocturnum praesidium Palatii,
“vigilia,
“urbano” vigilante”
nada de la ciudad las patrullas
“popular”
temor del pueblo
“concurso”
“omnipotente”
concurrencia los buenos de todos
“munición”
fortificadísimo
nihil urbis vigiliae, nihil timor populi, nihil concursus bonorum omnium, nihil hic munitissimus
“estar patente”
“sientes”
“oral”
“mover”
están descubiertos “consejo”
del senado lugar
los rostros han conmovido
tus planes no te das cuenta
habendi senatus locus, nihil horum ora vultusque moverunt? patere tua consilia non sentis,
“constreñida”
atajada
ya
“ciencia”
de todos por el conocimiento
conjuración
tu
“video”
no ves
constrictam iam horum omnium scientia teneri coniurationem tuam non vides?
¿Quién de nosotros piensas que ignora lo que has hecho esta noche pasada y la anterior, dónde
has estado, con quiénes te has reunido y qué decisiones has tomado? ¡Qué tiempos, qué
costumbres! El Senado conoce estas cosas, el cónsul las ve; éste, sin embargo, vive. ¿Vive? Es
más, incluso viene al Senado, participa en las deliberaciones públicas, señala y designa con sus
ojos hacia la muerte a cada uno de nosotros. En cambio, nosotros, ¡menudo valor!, parecemos
servir al Estado, […]
“próxima”
pasada
Quid proxima,
“superior”
anterior noche
“ubicar”
“convocar”
dónde con quiénes te has reunido
decisiones
¿quién de nosotros
quid superiore nocte egeris, ubi fueris, quos convocaveris, quid consilii ceperis, quem nostrum
“árbitro”
ignora piensas
tiempos
“moral”
“inteligencia”
costumbres Senado
conoce cónsul ve
vive
ignorare arbitraris? O tempora, o mores! senatus haec intellegit, consul videt; hic tamen vivit.
“partícipe” “anotar”
“oculista”
al Senado viene públicas deliberaciones participa señala y designa ojos
“consejo”
¿Vive?
Vivit? immo vero etiam in senatum venit, fit publici consilii particeps, notat et designat oculis
muerte
uno
de nosotros Nosotros
“satisfacer” “República”
servir
Estado
ad caedem unum quemque nostrum. Nos autem, fortes viri, satisfacere rei publicae videmur,
si evitamos la furia y las armas de ése. A la muerte, Catilina, convenía haber-te conducido ya
hace tiempo por orden del cónsul, volver contra ti esa desgracia que tú contra todos nosotros ya
hace tiempo que maquinas.
[...] Tenemos contra ti, Catilina, un decreto del Senado severo y grave; no falta al
Estado la deliberación ni la autoridad de este Orden; nosotros, lo digo abiertamente, nosotros
los cónsules somos los que faltamos. [...] Mientras haya alguien que se atreva a defenderte,
vivirás, y vivirás como ahora vives, cercado por mis guardias numerosos y seguros para que no
puedas remover-te contra el Estado.
“furor”
furia
“conducir”
del cónsul
evitamos A la muerte -te Catilina haber- conducido
ya
convenía
si istius furorem ac tela vitemus. Ad mortem te, Catilina, duci iussu consulis iam pridem oportebat,
contra ti
“peste”
nosotros “omnipotente”
desgracia que tú contra todos ya
maquinas
in te conferri pestem, quam tu in nos omnes iam diu machinaris [...]
“haber”
“consulta”
“vehemente”
Tenemos Senado decreto contra ti, Catilina, severo y grave no
“ReEs-
[...] Habemus senatus consultum in te, Catilina, vehemens et grave; non deest rei
“-pública” “consejo”
-tado deliberación ni
autoridad
nosotros
los cónsules
orden nosotros digo abiertamente
publicae consilium neque auctoritas huius ordinis: nos, nos, dico aperte, consules desumus. [...]
que te defender se atreva vivirás y vivirás
vives
[...] Quam diu quisquam erit qui te defendere audeat, vives, et vives ita ut nunc vivis,
“muchos” “firmes” “presidio” “obseso, obsesión” “conmover”
numerosos mis y seguros guardias
cercado
remover--te
contra el Estado
puedas
multis meis et firmis praesidiis obsessus ne commovere te contra rem publicam possis. [...]
[...] Cambia ya esa idea, crée-me, olvídate de atentados y de incendios.
[...]¡Oh dioses inmortales! ¿En qué país estamos? ¿Qué Estado tenemos? ¿En qué
ciudad vivimos? Aquí, aquí están en nuestro grupo, senadores, en este sacratísimo e
importantísimo Consejo del orbe de la tierra, los que piensan en la muerte de todos nosotros, los
que piensan en la ruina de esta urbe e incluso del orbe terráqueo. [...]
“mudar”
“mente”
Cambia ya esa
idea
me cree
y
incendios
[...] Muta iam istam mentem, mihi crede, obliviscere caedis atque incendiorum. [...]
¡Oh dioses inmortales
“gente”
país
estamos ¿Qué
“República” “haber”
Estado
tenemos ¿en qué
[...] O di inmortales! ubinam gentium sumus? quam rem publicam habemus? in qua
“ciudad”
“santísimo”
están
“número”“padres” “inscritos”
ciudad vivimos Aquí, aquí en nuestro grupo
senadores
en este orbe tierra sacratísimo
urbe vivimus? hic, hic sunt in nostro numero, patres conscripti, in hoc orbis terrae sanctissimo
“gravísimo”
importantísimo e Consejo
los que
todos muerte los que de esta urbe
e incluso
orbe
gravissimoque consilio, qui de nostro omnium interitu, qui de huius urbis atque adeo de orbis
“exilio” “cogito ergo sum”
terráqueo ruina piensan
terrarum exilio cogitent. [...]
[...] Siendo esto así, Catilina, continúa como empezaste; sal de una vez de la ciudad; las puertas
están abiertas: márchate. Llévate contigo también a todos los tuyos, al menos, a los más
posibles; limpia la ciudad. Me librarás de un gran miedo, sólo con que entre tú y yo se
interponga una muralla. Con nosotros ya por más tiempo no puedes estar; no lo toleraré, no lo
soportaré, no lo permitiré».
“urbanización”
Catilina continúa
“es
patente”
están
abiertas
empezaste
sal
de una vez de ciudad
[...] Quae cum ita sint, Catilina, perge qua coepisti; egredere aliquando ex urbe;
puertas
márchate
“conducir”
“purgar”
Lleva contigotambién a todos tuyos al menos a los más posibles limpia
patent portae: proficiscere [...] Educ tecum etiam omnes tuos, si minus, quam plurimos; purga
ciudad
gran
“liberar” sólo con que
me miedo librarás
entre yo
y
tú
muralla
se interponga Con nosotros
estar ya
urbem. Magno me metu liberabis, modo inter me atque te murus intersit. Nobiscum versari iam
por más
“patológico”
tiempo no puedes no toleraré no soportaré no permitiré
“¡Váyase, señor González!”
diutius non potes; non feram, non patiar, non sinam». [...]
CICERÓN Discursos contra Catilina 1, 1-5
Maqueta de la antigua Roma
VI.- EL VERBO COPULATIVO
SUM ES ESSE FUI (ser, estar, haber, existir):
El Presente de Indicativo:
Verbo muy antiguo,
irregular, con distintas raíces.
SIGNIFICADOS
SU-M
La historia
magistr-a
es
maestra
vit-ae
de
la
es-t.
vida.
1.-“ser”......... Histori-a
es-, s-,
er-,
fuES
+Atributo ES-T
(Sust.,Adj. o Participio Pasivo)
2.-“estar”...... Lesbia
Lesbi-aestá
aegr-a
enferma.
es-t.
SU-MUS
está
in ES-TIS
Lati-o
situada
enes-t.
el Lacio.
3.-“estar”...... Rom-a
Sin Atributo,
perosit-a
con
C.C.:
SU-NT
Puell-a
La
niñain
está
silv-a
en el
es-t.
bosque.
4.- “haber”… En
Mult-a
el foro
aedifici-a
hay muchos
in for-o
edificios.
su-nt.
(hay)… Sin Atributo, con o sin C.C.
5.- “existir”… Pienso,
Cogit-o,luego
ergo su-m.
existo.(Descartes)
(Descartes)
(hay
Omitido…. Los
Bon-i
dioses
de-i.(son) buenos.
VI.- EL VERBO COPULATIVO SUM ES ESSE FUI (ser, estar, haber, existir):
El Presente de Indicativo:
Verbo muy irregular, con raíces distintas: es-, s-, er-, fuSIGNIFICADOS
S-U-M
ES
ES-T
S-U-MUS
ES-TIS
S-U-NT
.............................................……..Histori-a est magistr-a vit-ae :
“ser”
+Atributo (Adj.o p. pasivo) …….. Lesbi-a aegr-a est :
“estar”
……………………………………Roma in Lati-o sit-a est :
“estar” :
sin atributo, pero con C.C. :……..Puell-a est in silv-a :
“haber”
(hay): sin atributo, con o sin C.C...Mult-a aedifici-a in for-o sunt :
“existir” : sin atributo : ……………………Cogito, ergo sum :
Omitido….
Bon-i de-i.
Los dioses (son) buenos.