MARCO POLO 15-IX-1254 8-I-1324

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Transcript MARCO POLO 15-IX-1254 8-I-1324

MARCO POLO
15-IX-1254
8-I-1324
Introducción
Mercader y explorador veneciano que, junto con su padre y su
tío, estuvo entre los primeros occidentales que viajaron por la
ruta de la seda a China.
A su regreso de China, comandaba una
galera veneciana el día que se libró,
ante los muros de Curzola, una batalla
naval contra una flota genovesa en
1298
Curzola en la actualidad
Apresado, fue internado en una prisión y allí dictó a un tal Rustichello de Pisa, escritor de segunda fila de la época, las
memorias de su viaje fabuloso al Catay legendario y su regreso por Malaca, Ceilán, la India y Persia.
Rustichello redactó el libro en dialecto franco-véneto el libro conocido como “Il Millione”, aunque se llamó originalmente
“Divisament du Monde” (Descripción del mundo), pero se popularizó como “LIBRO DE LAS MARAVILLAS DEL
MUNDO”. El nombre de Il Millone quizá proceda del nombre del autor: “Emilione”.
Especias
Seda
En la época de Marco Polo, el comercio europeo seguía un sistema triangular, en el que los productos de lujo, procedentes de
Oriente (seda y especias) ocupaban un importante lugar. Estos productos, tras atravesar las rutas de Asia Menor, controladas
por los sarracenos, eran vendidos a mercaderes italianos, que los revendían en Europa, obteniendo grandes beneficios.
Para controlar las rutas del Mediterráneo oriental y central, Venecia compitió con el Imperio bizantino y con Génova.
A comienzos del siglo XIII, Genghis Khan crea
el Imperio mongol, que se extiende por China,
Asia Central, Rusia, Iran y Anatolia.
El mundo conocido por los europeos
no iba mucho más allá del Oriente
Próximo. Las pocas noticias que se
tenían de aquellos parajes ignotos eran
confusas y mitificadas, como el reino
del Preste Juan, el supuesto rey
cristiano al que se suponía rodeado e
infieles en algún lugar indefinido de
Oriente, que algunos cartógrafos
identificaban con Abisinia.
El contacto de los mongoles con los árabes durante los últimos años de las cruzadas, despertó el interés de los europeos por
conocer su cultura y por saber si se podía negociar con ese imperio una alianza contra el Islam, así como establecer relaciones
comerciales e introducir el cristianismo, dada la tolerancia religiosa de los mongoles.
Antes de Marco Polo, varios misioneros, como
Giovanni da Pian del Carpine, viajaron como
embajadores a Oriente, aunque sin conseguir
resultados concretos.
Ya en época romana, el emperador chino Ban Chao hizo una campaña
contra los nómadas de Asia Central y envió a su ministro Ga Yin a
Occidente, donde entró en contracto con los establecimientos comerciales
romanos de la costa oriental del mar Negro.
Preliminares del viaje
Pese a que hay autores que sitúan el nacimiento de Marco Polo
en algún lugar de la costa croata (isla de Korcula), entonces
parte del imperio veneciano, en general se cree que nació en
Venecia en 1254.
No fue Marco el primer Polo intrépido y viajero. Su tío
Andrea, el primogénito del abuelo Andrea, se había
establecido en Constantinopla, donde entró en contacto
directo con los empresarios caravaneros.
Las noticias que le trajeron sobre los mongoles excitaron su sentido
comercial, de modo que llamó a sus dos hermanos Nicolás y Mateo,
para que no se desaprovechara la oportunidad de hacer grandes
negocios
Nicolás se despidió de su mujer embarazada y, con su hermano Mateo, partió hacia Constantinopla en una galera cargada
de madera, hierro en lingotes y forjado, grano, tejidos de lana y carne salada. Al poco de llegar a la ciudad bizantina nació
Marco Polo en Venecia.
Poco se sabe de los primeros años del futuro viajero, salvo que quedó huérfano de madre pronto, quedando al cuidado de su
tía Flora.
En 1259, Nicolás y Mateo, intranquilos por la situación
que vivía Constantinopla, decidieron abandonarla para
instalarse en Soldaia (Crimea), donde los negocios no
prosperaron.
Se internaron en las estepas ucranianas y se asentaron en
Bolgar durante 2 años.
En la primavera de 1262 preparan el regreso, pero
el inicio de una guerra entre reyezuelos mongoles
les obligó a dar un rodeo…
y llegar a Bukhara (Uzbekhistan), donde entran en contacto
directo con comerciantes mongoles. Allí permanecieron 3
años, dedicados al comercio. Un día llegó a ellos una comitiva
enviada por Kubilai Khan, con una invitación para que le
visitasen.
Nieto del mítico Genghis Khan, tenía más de 40 años
cuando los Polo fueron conducidos a su presencia. Les hizo
mil preguntas sobre las costumbres europeas, en especial
sobre su religión el Papa de Roma, de quien había oído
hablar en términos elogiosos.
Kubilai les encargó que pidieran al Papa que le enviaran
100 hombres doctos en el credo cristiano a fin de que
tuviesen una controversia con los monjes budistas de su
país, prometiéndole convertirse él y su pueblo al
cristianismo si demostraban que la suya era mejor religión
y como prueba de lo que pedía les solicitó que le trajesen
aceite de la lámpara del Santo Sepulcro.
Los Polo regresaron a Venecia en 1269. Marco ya tenía
15 años y era un muchacho inteligente, despierto y muy
curioso.
Padre y tío estuvieron 2 años en Venecia, esperando que se nombras
sucesor del Pala Clemente V, que había muerto en 1269, para hacerle
entrega de la carta de Kubilai Khan
Tras casarse Nicolás Polo de nuevo
y como la elección de Papa se
alargaba, los dos hermanos
decidieron marchar a Jerusalén en
busca del Santo Óleo.
El legado papal Teobaldo de Piacenza les dio los salvoconductos que les permitieron
cumplir con la segunda de las misiones.
Pero, dado que la tardanza era excesiva, decidieron partir para China. En Layas se
encontraron con que una rebelión bloqueaba las rutas de las caravanas y, mientras
esperaban, recibieron un correo de Acre.
Teobaldo, con el nombre de Gregorio X,
es el nuevo Papa. Tras entrevistarse con
él, no consiguen los 100 doctores
cristianos solicitados por Kubilai Khan.
Debe contentarse con 2 frailes
predicadores.
El relato de Marco Polo
1. EL VIAJE
A comienzos de 1271 parten definitivamente hacia la Corte del Gran Khan, acompañados del hijo de Nicolás, Marco,
un muchacho despierto y curioso de 17 años, y los dos frailes predicadores que, al poco, fingiéndose enfermos, vuelven
atrás, siguiendo los venecianos en solitario.
La caravana se dirige al norte. Antes de llegar al mar Negro,
tuercen hacia el este y pasan cerca del monte Ararat (donde la
tradición sitúa el arca de Noé) y se internan en Georgia.
Durante el viaje, a Marco Polo le sorprendió un manantial del que brotaba petróleo,
“un aceite que no se usaba como alimento, sino como ungüento para tratar la sarna y
para quemarlo en lámparas”.
Los Polo entran en Irán y se detienen en Saba,
de donde se supone que habían partido los Reyes
Magos. Marco da noticias de la existencia de su
tumba en las cercanías de la ciudad
Djama o Torres de silencio, como homenaje a los
muertos de la religión zoroastrista, confundidas por
Marco Polo como tumbas de los Reyes Magos, que
se creía sacerdotes del Zoroastrismo
Al llegar a Kerman, deciden ir a China por mar, por eso se dirigen hacia
Ormuz, en el golfo Pérsico. De camino pasan por pueblos ocultos detrás de
altas paredes de barro, para protegerse de los karaunas, bandidos
merodeadores.
Los bandidos karaunas les atacan y hacen una gran
matanza en la caravana, pero los Polo consiguen salir
ilesos.
Por fin llegan a Ormuz, pero los barcos que allí había no estaban hechos para soportar una travesía por
alta mar, así que regresaron a Kerman.
Ruta de la seda
Toman la ruta de la seda que les conduce a Balj, al norte de
Afganistán
Balj había sido una ciudad de palacios de mármol, capital de la antigua Bactriana, donde Alejandro Magno se desposó
con la hija del rey persa Darío. Pero los Polo la encontraron convertida en ruinas, cincuenta años después de que
hubiera sido arrasada por Genghis Khan.
De esta ciudad fantasma pasan a Badakhsan, provincia montañosa al norte del
Hindu Kush, de cuyas mujeres Marco cuenta que gustan rellenarse las caderas por
estar más atractivas.
La región era famosa por sus minas de rubíes y lapislázuli y por su clima
saludable: “En las cimas de las montañas el aire es tan puro, que es conocido por
sus cualidades curativas”. El pudo comprobarlo.
Meseta de Pamir
De Badakhsan cruzaron a Cachemira pasando por la meseta de
Pamir. Marco habla de “carneros salvajes muy grandes, cuyos
cuernos miden sus buenos 6 palmos. Con estos cuernos hacen los
pastores grandes cuencos para comer”
Las tierras por las que pasan están enclavadas entre cordilleras tan altas “que no se ven pájaros por las cumbres” y los fuegos “no
dan el mismo calor que a menor altura”.
Mapa de los viajes de
Marco Polo
De las montañas descendieron al Sinkiang, región templada con oasis
y calcedonia y jaspe en los lechos de los ríos.
Llegados a Lop, se disponen a cruzar el sur del desierto de
Takla Makan.
“La longitud del desierto es tal que se dice que llevaría un año o más cabalgar de un lado a otro.
Aquí, donde es más angosto, se tarda un mes en atravesarlo.
El desierto tenía fama por ser la morada de espíritus malignos que arrastraban a los viajeros a la
destrucción, llamándolos por su nombre y adoptando la apariencia de sus compañeros”
Pero los venecianos cruzaron
felizmente el desierto
Oasis en el desierto del Gobi: el lago de la Media Luna
Durante varias semanas bordearon los límites
meridionales del desierto del Gobi
Llegaron a Kumul y penetraron en Mongolia,
región habitada por tártaros.
“Los más prósperos (de los tártaros) se visten con paños de oro y seda, con pieles de cibelina, de armiño y de otros
animales…”
Allí supo Marco el verdadero origen del amianto, que los europeos creían lana de salamandra y contempló una gigantesca
estatua yacente de Buda.
De los mongoles, dice que “son valientes en la batalla, casi hasta la temeridad… Soportan toda suerte de privaciones y pueden
vivir un mes entero de la leche de sus yeguas y de la caza ocasional… Los varones aprenden a pasar a caballo dos días con sus
noches, sin desmontar; así duermen mientras los caballos pacen… Se alimentan de la sangre de sus caballos, les abren una vena
y beben de sus propias monturas”.
Han recorrido ya 13.000 kilómetros a los tres años y medio
de su partida de Venecia. Advertido de su llegada, Kubilai
Khan “mandó salir a su encuentro y dio órdenes para que
en todos los lugares por donde pasaran se les proporcionase
todo lo necesario”.
Restos del antiguo palacio de verano de Kubilai Khan
Por fin, en verano de 1275 entran los Polo en la
ciudad mongol de Shangtu (Xanadú), el palacio
veraniego del Khan, de 41 km² der parque,
regado por muchos arroyos y poblado de ciervos
y otros animales de caza, que el monarca
perseguía con halcones y guepardos.
2. CHINA
El Imperio de Kubilai se extendía desde Hungría al océano Pacífico. El emperador mongol tenía cerca de 60
años y gobernaba el territorio más extenso hasta entonces conocido.
A finales de agosto vuelve junto con su corte a
Kambalik (Pekín), situada a unos 300 kilómetros al
sur.
Así pudo conocer Marco Polo la casa imperial de refinada
suntuosidad, como habían aprendido los mongoles de las
costumbres chinas.
En los banquetes, donde a menudo había miles de comensales, se servían por lo menos 40 platos de carnes y
pescados, 20 variedades de verduras, 40 clases de frutas y dulces y enormes cantidades de leche y vino de arroz.
Kubilai tenía 4 esposas legítimas, cada una con una corte de
10.000 personas. Todas ellas tenían el título de emperatrices y,
en las ceremonias oficiales, una de ellas ocupaba un lugar de
honor junto al khan.
Además tenía centenares de concubinas y cada dos años
adquiría 30 o 40 más.
Marco se enteró de que eran cuidadosamente seleccionadas por
su belleza y observó que “duermen tranquilamente, no roncan,
tienen aliento dulce y están libres de olores desagradables”. Los
padres consideraban un honor que sus hijas fueran elegidas,
pues muchas veces el Khan las casaba con nobles de la Corte.
Al servicio del Khan había un grupo de astrólogos y nigromantes diabólicos: “Se muestran en
un estado sucio e indecente. Por añadidura son adictos a la horrenda práctica de asar y devorar
el cuerpo de los condenados a muerte. Tan peritos son en su infernal arte, que puede decirse
que hacen lo que quieren, y mencionaré un caso, aunque se sale de los límites de los creíble…
Cuando el gran Khan está comiendo en su salón, la mesa que hay en el centro de halla a una altura de 8 codos (3,20 mts.),
y a cierta distancia hay un aparador grande donde están dispuestas todas las vasijas para beber. Pues bien, por obra de su
arte sobrenatural, hacen que las vasijas de vino, leche o cualquier otra bebida, llenen las tazas espontáneamente, sin que las
toquen los sirvientes y las copas recorren por el aire diez pasos hasta la mano del Khan. Cuando las han apurado, regresan al
lugar de donde vinieron.
El Khan les dijo que el cristianismo no le interesaría a menos que sus sacerdotes fueran capaces de hacer prodigios
similares
Igualmente sorprendente era la administración de tan vasto imperio.
Sus 34 provincias estaban gobernadas por 12 barones responsables solo ante el
Khan.
Un complejo sistema de postas, separadas por unos 40 km, enlazaban las
provincias con la capital y aseguraba que sus órdenes fueran rápidamente
ejecutadas.
El correo recorría 400 km al día y “en la estación de frutas, lo que es recolectado
por la mañana en Kambalik, llega la tarde del día siguiente a Shangtu, la
residencia de verano del Khan”
El pionero en utilizar billetes, fue el emperador mongol, KUBALI
KHAN en el Siglo XIII, para él, era el certificado de propiedad de
una cantidad de monedas de oro; en sus inicios, los billetes eran
certificados sobre la existencia de un depósito de oro en un banco.
Para las transacciones comerciales utilizaban el papel moneda. La falsificación
se castigaba con la pena de muerte
Kubilai era un déspota bastante benévolo. Si el hambre o la peste afectaba a cualquier parte de su imperio,
suministraba granos y ganado de los bienes imperiales a las víctimas. Si caía un rayo en un buque mercante, el
Khan renunciaba a su parte. Si admiraba la estructura social y económica de algún país conquistado, la dejaba
intacta, como había hecho con China.
Nicolás, el padre de Marco, y Mateo, su tío, se habían establecido en
Kambalik para comerciar y pocas veces los menciona Marco,
seguramente porque viajaban mucho.
El joven Marco adoptó enseguida las costumbres tártaras y
aprendió a leer y conversar en 4 idiomas del Imperio del Khan. A
éste le impresionaron tanto su inteligencia y sus logros que decidió
poner a prueba su talento mercantil y lo envió a la China
sudoccidental, Birmania y Bengala como observador.
Su misión resultó un éxito, tanto que en los 17 años que estuvo en China, recorrió todo el Imperio: por el norte a
Mongolia, por el sur a Birmania y Bengala, por el oeste al Tibet y por el este a Corea.
Durante 3 años fue el agente del Khan en la ciudad de Kinsay
(Hangchow), al sur del río Yangtsé. Lo mismo que Venecia, Kinsay estaba
construida entre canales, pero sus dimensiones y esplendor hacían que
Venecia pareciera un poblado. Tenía 160 km de circunferencia, había no
menos de 12.000 puentes y la calle principal medía 40 pasos (56 m) y
estaba interrumpida por 10 enormes plazas, donde se vendían vinos,
especias, joyas y perlas.
Dos o tres veces por semana, en cada plaza se reunían unos 50.000 comerciantes y
compradores. Marco lo describe así: “Abundan las piezas de caza de todo género,
esto es, corzos, ciervos, gamos, liebres, conejos, perdices faisanes, codornices,
gallinas, capones y tantos patos y ocas que no alcanzan las palabras”.
En cualquier caso… “hay en todo tiempo, en dichas plazas, toda clase de hierbas y frutas y, sobre todo, unas peras grandísimas
que pesan 5 kilos cada una, blancas por dentro, como una pasta y olorosísimas. También hay duraznos amarillos y blancos muy
delicados”
A Marco Polo le fascinaron los baños públicos, de agua sin
calentar donde los chinos acudían a diario, porque eran muy
saludables.
También describe los gremios de artesanos de Kinsay y
señala que Kubilai Khan no imponía la antigua ley china
según la cual cada hombre debía seguir ejerciendo el
oficio de su padre.
“Cuando adquirían riqueza se les permitía evitar el trabajo manual a condición de conservar el
establecimiento en buen estado y de dar empleo a personas que practicasen los oficios paternos.
Marco Polo viajó por toda China. Sui gira más prolongada fue por las provincias sudoccidentales de Sechuan y Yunnan y por una
región que llamó Tibet.
Al recorrer aquellas comarcas quedó cautivado por la moneda de sal que
circulaba en Tibet. “Tienen agua salada de las que extraen la sal hirviéndolas
en sartenes. Luego de hervir una hora se cuajan en una pasta a la que se da
forma de panes, se ponen sobre ladrillos bien caldeados al fuego, donde se
secan y endurecen, En ellas se imprime el sello del señor”.
Marco Polo llegó a Birmania, región desconocida por los europeos, que no fue explorada hasta 6 siglos después. Allí vio
gente que se forraba de oro los dientes y hombres tatuados de pies a cabeza. “No bien una mujer ha tenido un niño y
lo ha lavado y envuelto, el esposo toma su lugar al punto, pone la criatura a su lado y la cuida durante 40 días… La
mujer amamanta al niño a su lado”.
3. EL REGRESO
Diez años más viajó Marco polo por cuenta del Khan, pero
su padre y su tío, ya enriquecidos, querían volver a Venecia.
Varias veces se lo solicitaron a Kubilai, pero éste se lo
denegó.
Pero tuvieron un golpe de suerte.
Hacia 1286, llegaron a la Corte del Gran Khan unos emisarios de Arghyn Khan de Persia, pariente de Kubilai, en busca de
esposa para su señor.
Fue escogida una joven de 17 años, hija de Kubilai, la princesa
Cocachin, “bella y exquisita”.
Los enviados partieron con ella por tierra, pero un año más
tarde volvían porque la caravana no había podido pasar por
Asia Central.
Marco Polo acababa de regresar de
un viaje de inspección por las
Indias Orientales y los
representantes del Khan de Persia
le pidieron ayuda para hacer el
viaje por mar.
Kubilai aceptará a regañadientes.
En 1292 zarpa de China una flotilla de 14 barcos, todo un séquito de
hombres y mujeres, acompañando a la princesa Cocachin y a los tres
Polo, que llevaban cartas de Kubilai Khan para los reyes europeos.
Siguieron la costa de China hacia el sur, bordearon
Vietnam. En Sumatra se detuvieron 5 meses a causa
del mal tiempo (monzón de invierno). Marco cita
varios reinos y aprende a hacer vino de Palma y se
entera de las propiedades de los cocos como bebida
y alimento.
De Sumatra pasaron a las islas Andaman y de allí a
Ceilán, en la costa india. En Malabar visita las pesquerías
de perlas y reseña que “quien bebe vino no puede ser
testigo, ni aquel que navega por la mar. Porque ellos dicen
que un bebedor de vino y aquel que navega por la mar son
gente desesperada y no los aceptan como testigos ni toman
en cuenta su testimonio.
También afirma erróneamente que “los niños indios son de tez clara al nacer, pero sus padres los
bañan semanalmente con aceite de sésamo y se vuelven tan negros como diablos”
Del mismo modo describe al unicornio, el
rinoceronte, y hace una favorable biografía
de Buda.
Dos años y medio duró el viaje hasta Ormuz. Arghyn Khan
había muerto y la princesa Cocachin se convirtió en un
estorbo hasta que consiguieron casarla con uno de los hijos del
difunto Khan de Persia y quedaron libres de responsabilidad.
Camino de Constantinopla recibieron la noticia de la muerte de Kubilai en
1294, pero ya podía respirar con tranquilidad.
En 1295 arribaron a Venecia, 25 años después de su partida. Durante su larga
ausencia, sus parientes, creyéndoles muertos, habían vendido todos sus bienes. Se les
creía extranjeros por su habla de acento tártaro.
Para probar su identidad, los Polo dieron un banquete al que
invitaron a numerosos mercaderes y representantes de varias
repúblicas italianas. Durante la velada cambiaron sus vestidos
varias veces y, al final, se pusieron los ropajes que habían
traído de Asia, descosieron los forros y mostraron sus
riquezas en zafiros, diamantes, rubíes, esmeraldas y perlas.
Los viajeros respondieron de buen grado a cuantas preguntas
se les hicieron, pero su historia resultó tan fantástica que, en
adelante, para designar a un charlatán en Venecia se decía:
“Este es un Polo”.
Podían ser fantasiosos, pero de lo que no
cabía duda es que eran ricos, tanto que en
1298, cuando estalla la guerra contra Génova,
Marco Polo armó una galera a su costa y la
mandó como capitán, con tan mala fortuna
que fue preso en la batalla de Curzola.
Un año después fue puesto en libertad y regresó a Venecia con un manuscrito
que hizo copiar para unos amigos, mandándolo después editar. La narración
obtendría un éxito extraordinario. Colón llevaba el libro de Marco Polo en su
primer viaje a América.
Sabemos que se casó y que tuvo tres hijos y que, tras el revés de su cautiverio, volvió a salir a flote gracias a las herencias
familiares que fue recibiendo. Vendía lámparas de vidrio, importaba telas florentinas y hojas de añil a gran escala.
Vivió sus últimos años en paz hasta su muerte el 8 de enero de 1324. Tenía 70 años y lo enterraron al lado de su padre, en el
pórtico de la iglesia de San Lorenzo, aunque ambas tumbas han desaparecido.
Sus contemporáneos no lo tomaron en serio e incluso sus amigos, preocupados por la mala reputación que le reportaba contar
historias tan exageradas le aconsejaron que “corrigiera la obra y retirara lo que hubo de escribir fuera de la verdad”, pero hasta
incluso en su lecho de muerte contestó a tales requerimientos: “No he escrito ni la mitad de las cosas que me fue dado ver”
Medio siglo después de su muerte, otros viajeros confirmaron punto por punto lo relatado por Marco.
FIN