Hipoacusia inducida por ruido (HIR) Héctor Hernández Sánchez Introducción La hipoacusia inducida por ruido es un problema de salud que se incrementa, conjuntamente con.
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Transcript Hipoacusia inducida por ruido (HIR) Héctor Hernández Sánchez Introducción La hipoacusia inducida por ruido es un problema de salud que se incrementa, conjuntamente con.
Hipoacusia inducida por ruido
(HIR)
Héctor Hernández Sánchez
Introducción
La hipoacusia inducida por ruido es un problema de salud
que se incrementa, conjuntamente con el avance de la
civilización. La exposición a ruidos da origen a efectos más
importantes de los que podamos pensar, ya que la
incapacidad para la comunicación personal reduce la
calidad de vida del ser humano y su socialización,
fenómeno este conocido como socioacusia, representando
un alto costo económico por lo que afecta a la sociedad
entera. Entre los posibles factores causales de hipoacusia
en el medio laboral debemos considerar dos: la exposición
a niveles altos de ruido ambiental y a diferentes productos
tóxicos (Ej. Anhídrido carbónico, arsénico, tolueno etc.).
Introducción
La referencia más antigua sobre el efecto del ruido en la audición, es
una observación registrada en el siglo I de NE por Plinio el viejo en su
“Historia natural”, cuando menciona que la gente que vivía cerca de las
cataratas del Nilo “quedaba sorda”.
A finales del siglo XIX, con el advenimiento de la máquina de vapor y
la iniciación de la era industrial, aparece el ruido como un importante
problema de salud pública. En esta etapa comienza a documentarse la
sordera de los trabajadores expuestos, tales como los forjadores y los
soldadores. Fosbroke, en 1831, mencionó la sordera de los herreros y
Wittmarck hizo lo propio en 1907, al mostrar el efecto histológico del
ruido en el oído; en 1927, McKelvie y Legge informan acerca de la
sordera de los algodoneros; en 1939, Lars describe la sordera de los
trabajadores en astilleros y, en 1946, Krisstensen se refiere a la sordera
de los aviadores y de los tripulantes de submarinos.
Para prevenir el daño auditivo en ambientes con niveles de ruido
elevado, cobran auge en la actualidad los denominados programas de
conservación auditiva.
Epidemiología
Se estima que un tercio de la población mundial y el 75 % de los
habitantes de ciudades industrializadas padecen algún grado de
sordera o pérdida auditiva causada por exposición a sonidos de alta
intensidad.
La OPS refiere una prevalencia promedio de hipoacusia del 17%
para América Latina, en trabajadores con jornadas de 8 horas diarias,
durante 5 días a la semana con una exposición que varía entre 10 a 15
años.
En los Estados Unidos de América, la pérdida auditiva inducida por
exposición al ruido de origen industrial es una de las enfermedades
ocupacionales más frecuentes. En ese país se ha estimado que la
exposición a un nivel de ruido ocupacional superior a 90 decibeles
afecta a una población de 2.9 a 3.4 millones de trabajadores, mientras
que en el intervalo de exposición de 85 a 90 dB se encuentran entre 5.2
y 8.9 millones de trabajadores.
En Europa se estima que alrededor de 35 millones de personas están
expuestas a niveles de ruidos perjudiciales.
Definiciones
Ruido: Tal como lo define la OMS y la Organización Internacional del
Trabajo, ruido es un sonido desagradable y molesto, con niveles
excesivamente altos que son potencialmente nocivos para la audición.
Trauma acústico: Considerado un accidente, más que una verdadera
enfermedad profesional, es causado por un ruido único, de corta duración pero
de muy alta intensidad (por ej. Una explosión) y resulta en una pérdida auditiva
repentina y generalmente dolorosa.
Hipoacusia inducida por ruido (HIR): Se define como la disminución de la
capacidad auditiva de uno o ambos oídos, parcial o total, permanente y
acumulativa, de tipo sensorioneural que se origina gradualmente, durante y
como resultado de la exposición a niveles perjudiciales de ruido en el ambiente
laboral, de tipo continuo o intermitente de intensidad relativamente alta (> 85
dB SPL) durante un periodo grande de tiempo
Definiciones
Tipos de Ruidos
Los ruidos se pueden clasificar atendiendo a su distribución temporal de la
siguiente forma:
Continuo estable: Cuando su nivel de presión sonora es relativamente
uniforme, con muy pocos cambios (± 2 dB) durante un periodo de tiempo dado.
Continuo fluctuante: Cuando se tiene variaciones apreciables del nivel de
presión sonora considerando periodos de tiempo relativamente cortos.
Intermitente: Cuando se presentan niveles significativos de presión sonora en
períodos no mayores de 15 minutos y con variaciones de ± 3 dB. Puede ser I)
intermitente fijo o II) intermitente variable. La exposición intermitente es menos
dañina para el oído que la exposición continua, incluso si los niveles de presión
sonora son considerablemente más altos en la exposición intermitente que los de
la continua.
De impacto o impulso: Es aquel de corta duración que presenta pronunciadas
fluctuaciones del nivel de presión y que se produce con intervalos, regulares o
irregulares, superiores a 1 segundo. Cuando los intervalos son menores de 1
segundo el ruido se considera como continuo.
Patogénia.
Mecanismos favorecedores del daño por ruido.
Teoría del Micro trauma: Los picos del nivel de presión sonora de un ruido
constante, conducen a la pérdida progresiva de células, con la consecuente
eliminación de neuroepitelio en proporciones crecientes.
Teoría Bioquímica Postula que la Hipoacusia se origina por las alteraciones
bioquímicas que el ruido desencadena, conllevando a un agotamiento de
metabolitos y en definitiva a la lísis celular. Estos cambios bioquímicos son:
Disminución de la presión de O2 en el conducto coclear.
Disminución de los ácidos nucleicos de las células.
Disminución del Glucógeno, ATP, etc.
Aumento de elementos oxigeno reactivos (ROS), como los superóxidos,
peróxidos, y radicales de hidroxilo, favoreciendo el estrés oxidativo
inducido por ruido.
Disminución de los niveles de enzimas que participan en el intercambio
iónico activo (Na(+),K(+)-ATPasa y Ca(2+)-ATPasa).
Teoría de la conducción del Calcio intracelular: Se sabe que el ruido es capaz
de despolarizar Neuronas en ausencia de cualquier otro estimulo. Los niveles
bajos de calcio en las células ciliadas internas, parece intervenir en la prevención
de la hipoacusia inducida por ruido.
Mecanismo mediado por Macro trauma: La onda expansiva producida por un
ruido discontinuo intenso es transmitida a través del aire generando una fuerza
capaz de destruir estructuras como el tímpano y la cadena de huesecillos.
Patogénia.
Mecanismos protectores del daño por ruido.
Mecanismo neural: Estudios en cobayos confirman la hipótesis que el sistema
eferente coclear está involucrado en los mecanismos que subyacen en el "efecto
de endurecimiento" a las altas frecuencias. Este efecto se define como una
reducción progresiva del umbral cuando exposiciones repetidas a un mismo
ruido son aplicadas.
Mecanismo antioxidativo: La ausencia de sustancias antioxidantes como las
superoxido dismutasas (CuZn-SOD) y glutatión potencian el daño inducido por
ruido. Las mismas ejercen un mecanismo protector sobre la cóclea.
Mecanismo de acondicionamiento del sonido: Se continúan acumulando
evidencias que demuestran la importancia de la reducción de los efectos
deletéreos del trauma acústico por acondicionamiento del sonido. El
acondicionamiento del sonido es un proceso de exposición a niveles bajos de
ruido no dañino, para crear efectos protectores a largo plazo en detrimento de las
formas perjudiciales subsecuentes de trauma acústico. Este fenómeno puede
ocurrir en una variedad de mamíferos, incluso los gerbos, chinchillas, conejillos
de Indias, conejos, ratas, ratones y humanos. Diferentes paradigmas de sonido
condicionado han sido probados con éxito previniendo los cambios patológicos
del sistema auditivo.
Factores influyentes en la lesión auditiva
Intensidad del ruido: Se considera que el límite para evitar la hipoacusia es de
80 dB (A) para una exposición de 40 h. semanales, a un ruido constante. Aunque
no es un punto de total seguridad, por encima de esta cifra, la lesión aparece y
aumenta en relación con la misma.
Frecuencia del ruido: Las células ciliadas más susceptibles corresponden a las
frecuencias entre 3000 y 6000 Hz, siendo la lesión en la banda de 4000 Hz el
primer signo en la mayoría de casos.
Tiempo de exposición: La lesión auditiva inducida por ruido sigue una función
exponencial. Si el deterioro es importante puede continuar tras la exposición.
Susceptibilidad Individual: Se acepta como un factor de riesgo, aunque es de
difícil demostración por la cantidad de variables que intervienen en el desgaste
fisiológico de la cóclea. La susceptibilidad al ruido puede ser hereditaria, debida a
ototóxicos, meningitis, Diabetes Mellitus, Hipertensión arterial y otros. Para
determinar la "sensibilidad al ruido" se emplea la denominada Prueba de Peyser.
Traumas craneales: En lo que concierne al oído, un golpe severo en la cabeza
equivale a una explosión y, por lo tanto, puede originar hipoacusia.
Edad: No hay acuerdo. La mayor probabilidad de lesión a partir de la mediana
edad, se contrarresta con estudios en animales jóvenes que sugieren lo contrario,
planteando que el mecanismo y las estructuras dañadas por ruido difieren en
adultos jóvenes y personas de edad avanzada.
Factores influyentes en la lesión auditiva
Trastornos genéticos: El estudio de las perdidas auditivas de causa genética
presenta dificultades cuando se trata de separar casos genéticos de casos
afectados por influencias ambientales. Esto es debido a que los métodos
audiológicos son muy insensibles a las causas y la localización anatómica de las
estructuras afectadas origina dificultades en la verificación histopatológica. Los
recientes progresos en la investigación genética, esclarecen los modelos
humanos y animales.
Recientes estudios en el campo genético, han puesto de manifiesto que existe un
polimorfismo genético relacionado con la fisiopatología de la perdida auditiva, la
cual puede conferir vulnerabilidad para el daño; la obtención de datos sobre este
polimorfismo permite determinar si un trabajador es más o menos resistente que
otros al daño del órgano de Cortí, posterior a la exposición a un ambiente
ruidoso, lo que permite una prevención más eficiente.
Edad: No hay acuerdo. La mayor probabilidad de lesión a partir de la mediana
edad, se contrarresta con estudios en animales jóvenes que sugieren lo contrario,
planteando que el mecanismo y las estructuras dañadas por ruido difieren en
adultos jóvenes y personas de edad avanzada.
Sexo: No hay estudios que confirmen la supuesta protección auditiva de la mujer
con respecto al ruido.
Factores influyentes en la lesión auditiva
Enfermedades del oído medio: Si existe una hipoacusia de conducción, se
necesita mayor presión acústica para estimular el oído interno, pero cuando la
energía es suficiente penetra directamente y provoca un daño superior al
esperado.
Por otra parte, cabe suponer mayor fragilidad coclear cuando existe una pérdida
auditiva sensorioneural, aunque tampoco existen evidencias suficientes.
Naturaleza del ruido: Es evidente que la exposición a ruido, de forma
intermitente, es menos lesiva. Uno de los mecanismos organizados para
disminuir la probabilidad de lesión, es disminuir el tiempo de exposición.
Los ruidos permanentes son menos lesivos que los pulsados, a igualdad de
intensidades, gracias al sistema muscular de amortiguación del oído medio.
Otros: Habito de fumar, hipercolesterolemia, grupo sanguíneo (Grupo O).
Efectos del ruido sobre la salud.
Efectos del ruido sobre la salud.
En general, dentro de los efectos del ruido se encuentran:
Dificultad para la comunicación oral
Cefalea
Disminución de la capacidad auditiva o hipoacusia
Perturbación del sueño y descanso.
Estrés
Fatiga, neurosis, depresión.
Molestias o sensaciones desagradables que el ruido provoca. A menudo s
acompaña de zumbido y tinnitus, en forma continua o intermitente.
Efectos sobre el rendimiento
Alteración del sistema circulatorio (Hiperpresión arterial y vasoespoasmo) y
digestivo (Aumento de secreciones y peristaltismo intestinal).
Aumento de secreciones hormonales: tiroides y suprarenales (cortisol)
Trastornos en el sistema sensorioneural
Disfunción sexual
Otros efectos.
Efectos del ruido sobre la salud.
Morfología.
Eldredge y colab (1958-1961), adoptan una escala de nueve puntos para juzgar el
grado de lesión.
1-2: Normal o “dentro de límites normales”.
3-4: Tumefacción moderada y picnosis de células ciliadas junto a un ligero
desplazamiento de los núcleos de las células ciliadas, formación de pequeñas
vacuolas en las células de sostén y cierto desplazamiento de células mesoteliales,
las que se encuentran sobre la superficie basal de la membrana basilar.
5-6: Denotan pronunciada tumefacción, desintegración, picnosis y/o cariorrexis de
las células ciliadas externas y separación de las mismas. Los estereocilios pueden
doblarse en vez de sobresalir perpendicularmente. Formación de vacuolas en las
células de sostén, desaparición de aproximadamente la mitad de las células
mesoteliales. Las estereocilias pueden fusionarse entre ellas formando células
gigantes.
7: Algunas células ciliadas faltan por completo o es evidente su destrucción.
8: Indica una perdida más severa de células ciliadas con daño de las internas y
rotura de la membrana de Reissner.
9: Todas la células ciliadas están destruidas y el órgano de corti se ha colapsado
por completo, se ha separado de la membrana basilar o falta.
Mecanismos de desarrollo del HIR
Adaptación.
La adaptación es la respuesta de un receptor a un estímulo sostenido. Dicha
respuesta declina en función del tiempo, hasta alcanzar un nivel estable en el que
la energía utilizada por el receptor se equilibra con la energía metabólica de que
dispone el mismo para mantener dicha respuesta. Este mecanismo fisiológico,
protector del aparato auditivo, se manifiesta subjetivamente por una reducción de
la sensibilidad del oído humano. Visto de otro modo, si el nivel de descargas de los
elementos sensorioneurales del oído ha sido saturado por la presencia de un
estímulo, entonces, el mismo no podrá ser incrementado ante la llegada de un
nuevo estímulo, fenómeno conocido como efecto de ’’línea ocupada’’.
La estimulación por ruidos intermitentes no da lugar a la adaptación ya que la fibra
nerviosa tiene la posibilidad de recuperarse.
Mecanismos de desarrollo del HIR
Fatiga acústica.
La fatiga acústica es la consecuencia de cambios fisiológicos en la cóclea, que se
traducen como un incremento transitorio del umbral auditivo (persistente por más
de 2 minutos y que se recupera en un tiempo no mayor a las 16 horas). Se plantea
que la base de este fenómeno no es un daño tisular, sino más bien alteraciones
bioquímicas. Más aun en el espacio extracelular se ha podido constatar una
disminución de la tensión de oxígeno en la perilinfa y un acumulo de metabolitos
en la endolinfa. Estudios recientes de microscopía electrónica confirman la
limitación del déficit a la tercera fila de células ciliadas externas, donde sólo se ve
afectada la extremidad de sus estereocilios cuyos microfilamentos se ven
reducidos substancialmente.
diferencias entre los mecanismos de
adaptación y fatiga auditiva
La HIR o deterioro permanente
del umbral auditivo seria el
estadio de irreversibilidad de la
fatiga acústica.
El sitio de máxima amplitud depende de la
frecuencia, el máximo para las frecuencias altas
ocurre hacia el extremo basal y para las frecuencias
bajas hacia el vértice. El área más afectada por los
ruidos en la coclea, se ubica en el segundo cuadrante
de la espira basal, a unos 10 mm de la ventana oval.
Allí es donde se encuentran las células receptoras de
la frecuencia 4000 Hz; originando una curva
característica (“en cuerda floja”) o escotadura
denominada por algunos autores “muesca del
calderero”. Las altas frecuencias son las más
afectadas, tanto por la fatiga como por el trauma
acústico, particularmente los 4 kHz.
Existen varios factores que se invocan para explicar el hecho de que ambos
fenómenos ocurran en el rango de las altas frecuencias.
Uno de ellos es el déficit de vascularización producido en la región basal
de la cóclea, sitio que se corresponde con la ubicación tonotópica de las
altas frecuencias. Este sitio coincide con la bifurcación y ramificación de
la arteria cocleo-vestibular y por tanto tiene una menor irrigación.
Otro factor se relaciona con la asimetría de la mecánica coclear: la
región basal de la cóclea responde, tanto a los sonidos de baja
frecuencia, como a los de alta frecuencia (no siendo así en la parte
apical) de modo tal que la velocidad de propagación de la onda viajera y
la amplitud del desplazamiento son mayores en la zona de los 4 kHz;
Las estructuras anatómicas de la cóclea causan un mayor impacto de
los líquidos en la mitad de la primera espira, que es la zona de los 4 kHz
Las características de resonancia del conducto auditivo externo, al
amplificar en 10 db o más las frecuencias de 2000 y 5000 Hz parecen
influir significativamente sobre las muesca de los 4 kHz.
Desde un punto de vista conductual y para su mejor compresión y adecuado
seguimiento audiológico la Hipoacusia Inducida por Ruido se puede dividir en
cuatro fases o etapas basándonos en las clasificaciones de Azoy y Maduro:
Fase I (de instalación de un déficit permanente): Antes de la instauración de una
HIR irreversible se produce un incremento del umbral de aproximadamente 3040 dB en la frecuencia 4 kHz. Esta fase tiene como característica que el cese de
la exposición al ruido puede revertir el daño al cabo de los pocos días.
Fase II (de latencia): Se produce después un periodo de latencia donde el déficit
en los 4 kHz se mantiene estable, ampliándose a las frecuencias vecinas en
menor intensidad e incrementándose el umbral entre 40-50 dB, sin comprometer
aun la compresión de la palabra pero ya no hay reversibilidad del daño auditivo.
Su descubrimiento reviste importancia en lo concerniente a la profilaxis.
Fase III (de latencia subtotal): Existe no solo afectación de la frecuencia 4 kHz
sino también de las frecuencias vecinas, se produce un incremento del umbral
entre 70-80 dB, acarreando por ende la incapacidad en la compresión de la
palabra.
Fase IV (Terminal o hipoacusia manifiesta): Déficit auditivo vasto, que afecta
todas las frecuencias agudas, con compromiso de frecuencias graves y un
incremento del umbral a 80 dB o más.
Cuadro Clínico
Síntomas:
a. Efectos auditivos:
– Hipoacusia.
– Tinnitus.
– Vértigo. (Habitualmente los reportes de la literatura plantean que el ruido no
produce efectos adversos sobre el sistema vestibular. Estudios recientes plantean
la existencia de trastornos vestibulares en hipoacusias asimétricas, estando
ausentes en las hipoacusias simétricas). Otros plantean que el ruido de impulso
origina deterioro del sistema vestibular, principalmente del órgano otolítico. 61, 73.
b. Efectos no auditivos:
La exposición a ruidos de elevada intensidad puede tener otros efectos en el ser
humano.
– Se considera factor condicionante de hipertensión arterial, taquicardia, taquipnea,
hiperacidez, disminución del apetito.
– Interfiere con una eficaz comunicación hablada y puede causar distracción.
– Mayor propensión a sufrir accidentes de trabajo.
– Posible disminución en el desempeño laboral.
– Puede incrementar el nivel personal de estrés.
– Además originar irritabilidad y alteraciones del sueño.
Signos:
– Examen otoscópico normal.
Diagnóstico diferencial
Algunas enfermedades auditivas son indistinguibles de la hipoacusia por
ruido, en algún momento de su evolución. La otosclerosis laberintinizada,
ciertas hipoacusias hereditarias, la ototoxicidad o la pérdida de audición en
las otitis crónicas, pueden tener audiogramas idénticos o bien sumar sus
efectos si están presentes los individuos expuestos a ruido.
Sin duda el arsenal técnico actual es importante para dilucidar la etiología
de la lesión, pero aún lo es más la correcta anamnesis, tanto profesional
como extralaboral. En ocasiones, la actitud reivindicativa y la presencia de
ruido en el lugar de trabajo hacen olvidar que entre los antecedentes figuran
enfermedades sistémicas, traumatismos craneales o alteraciones genéticas
coadyuvantes.
El diagnóstico de lesión auditiva por exposición a ruido se hará sólo cuando
existan razones suficientes en la anamnesis y la exploración. Para establecer
el origen laboral de la hipoacusia es necesario concretar, lo más exactamente
posible, la exposición profesional actual y anterior y estudiar, si es posible, el
nivel de ruido en el puesto de trabajo con ayuda de los higienistas
Exámenes y Pruebas
Diagnósticas.
Acumetría Instrumental o prueba de
diapasones (Prueba de Rinne, Prueba
de Weber).
Logoaudiometría.
Logometría.
Audiometría de impedancia:
Timpanometría
Reflejo auditivo o estapedial
Audiometría Tonal liminar.
Potenciales evocados auditivos de tallo
cerebral (PEATC).
Audiometría tonal supraliminar:
Investigación del reclutamiento (SISI)
Fatiga acústica (Prueba de Peyser)
Prueba de Cahart “Tone Decay”)
Potenciales Evocados Auditivos de
estado estable a Múltiples Frecuencias
(PEAeeMF)
Emisiones otoacústicas
Clasificación de las audiometrías
SAL (del inglés Speech Average
Loss).
Sistema ELI (Early Loss Index).
Método de la American Academy of
Otolaryngology (AAO).
Prevención y control.
En la década de los 70 se comienza la implantación de
sistemas de prevención y control más integrales, los
denominados programas de conservación auditiva, El empleo
de estos programas tiene los siguientes objetivos:
Prevenir la pérdida de la audición inducida por ruido
industrial (100%)
Previene efectos a la salud derivados de la exposición a ruido
industrial
Reducción del ausentismo laboral
Mejora la productividad industrial
Mejora las condiciones administrativas de las empresas
Componentes de un Programa de
Conservación Auditiva (PCA)
Auditorias iniciales y anuales de procedimientos.
Diagnostico del problema (evaluación del ruido).
Métodos de control del ruido (en la fuente y en el
medio de transmisión).
Protección auditiva individual (selección y uso de
protectores auditivos).
Evaluación Audiométrica y Monitoreo de la
Audición de los trabajadores.
Educación para la salud sobre ruido e hipoacusia.
Sistema de registro de la información.
Evaluación de la efectividad del programa.
Mapa conceptual
Tratamiento y rehabilitación.
Han sido propuestos numerosos tipos de tratamientos con el
objetivo de retardar la aparición de la perdida auditiva o
disminuir la susceptibilidad individual resultante de la
exposición al ruido, pudiéndose mencionar los trabajos
referidos al empleo de la vitamina A, vitamina B12
(Cianocobalamina), el ácido nicotínico, el hidrocloruro de
papaverina, el dextrán.
Otros estudios evidencian la efectividad del empleo de
oxigenación hiperbárica (OHB) como tratamiento único o
combinado con esteroides al favorecer la recuperación
morfológica y funcional de las células ciliadas dañadas.
Estudios en conejos empleando ácido ascórbico previo al
evento nocivo del ruido plantean el posible efector protector
de la cóclea al inhibir la peroxidación lipídida y el daño
oxidativo de las proteínas en los conejos expuestos a ruido.
Se comprobó en ratas el uso de antioxidantes como la N-LAcetilcisteina (NAC) y el alfa-Tocoferol en conejillo de Indias
sugiriéndose un papel protector parcial de la cóclea al daño
por ruido de impulso.
Tratamiento y rehabilitación.
Investigaciones en animales empleando magnesio (Mg2+)
para incrementar la actividad de las células ciliadas externas,
han demostrando la utilidad del mismo al comprobar que la
pre-existencia de niveles bajos del mismo incrementan los
niveles de pérdida auditiva inducida por ruido, mientras que la
existencia de niveles elevados proporcionan un significativo
efecto biológico-protector coclear.
Recientes estudios sugieren que las células madre en el oído
de ratones adultos tienen el potencial de desarrollarse en
células ciliadas para reemplazar a las que ya no existen o han
sido dañadas (proyecto oído biónico).
Varias estrategias clínicas han sido propuestas como nuevas
alternativas de tratamiento, entre las que destacan la terapia
génica y el implante de células embrionarias de tallo.
Prótesis auditivas.
Implantes cocleares.
La rehabilitación auditiva convencional donde interviene el
rehabilitador audiológico y los pacientes afectados de
hipoacusia, se propone ser reemplazada por una nueva
estrategia rehabilitadora individualizada.
Consideraciones médico-legales.
La hipoacusia inducida por ruido, es calificada como una enfermedad
profesional, por lo que le corresponde una adecuada protección legal
al ser diagnosticada.
Es necesario establecer un adecuado sistema legal que permita, con
toda clase de garantías, asegurar una atención al trabajador y una
compensación económica que mitigue la disminución de su capacidad
laboral.
Es necesario evitar la aparición de nuevos casos, lo cual constituye
la meta ideal, para ello se necesita el establecimiento de una
legislación que regule los aspectos concernientes al ambiente en que
se desenvuelve el trabajador, con el fin de disminuir los riesgos
asociados al mismo.