Los milagros de Jesús en Marcos Dios cercano y bondadoso, que dignifica a los despreciados Diseño: JL Caravias sj Inspirador: Carlos Bravo sj, Galilea año treinta Jesús no tenía el.

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Transcript Los milagros de Jesús en Marcos Dios cercano y bondadoso, que dignifica a los despreciados Diseño: JL Caravias sj Inspirador: Carlos Bravo sj, Galilea año treinta Jesús no tenía el.

Los milagros
de Jesús
en Marcos
Dios cercano
y bondadoso,
que dignifica
a los despreciados
Diseño: JL Caravias sj
Inspirador: Carlos Bravo sj,
Galilea año treinta
Jesús no tenía el tono legalista y regañón de los
escribas. Ni su Dios era como el de ellos: lejano,
impositivo, cruel, juez inflexible...
Él hablaba desde
una experiencia
muy cercano a Dios,
llena de esperanza,
siempre a favor
de la vida.
“Es posible un mundo nuevo.
Abandonen su pesimismo”
“Cambien su corazón,
para que puedan aceptar la
Gran Noticia del Dios siempre bueno”
1,14s
Jesús muestra la bondad de Dios
con su comportamiento
con todos los despreciados
de su época:
L
enfermos de los nervios,
enfermos de la piel,
ciegos, mudos y sordos,
campesinos, oficios sucios,
mujeres y niños,
prostitutas, mendigos,
extranjeros…
Los fariseos insistían…
En que los pobres
y enfermos eran
pecadores
castigados por
Dios.
En que Dios se
enojaba cuando
los “impuros” se
acercaban a él
para orar.
En que era muy difícil que
Dios perdonara a esta gentuza.
En que eran
malditos porque
Dios no los
quería.
A contracorriente, con todo cariño, Jesús se
acerca a aquellos despreciados.
La cercanía de Jesús siempre es saludable.
Muestra que Dios está cerca de ellos
que Dios los quiere,
que está siempre a favor de la vida.
Él
los
quiere
porque
siente
que
Dios
los
quiere
Devolverle a una persona su dignidad humana,
curarle sus complejos, conseguir que se sienta
en paz con Dios y consigo mismo,
es el mayor milagro que se puede realizar.
Jesús le devolvió su dignidad a cantidad de
enfermos, que se sentían despreciados
por la sociedad y por Dios.
Consigue que se sientan personas,
respetadas por los demás
y queridas por Dios.
Les llena de esperanzas…
Jesús cambia la situación de los
que se sentían alejados de Dios
y despreciados por la sociedad,
a causa de sus enfermedades
o su situación social.
Nunca hace un milagro
por egoísmo o por orgullo.
Siempre a favor de los necesitados...
Con sus milagros Jesús desenmascara
las ideas falsas sobre Dios
y revela su rostro de bondad.
Para Jesús una curación no es
automáticamente un milagro.
Es necesario descubrir con fe señales de que
Dios está de parte nuestra
para darnos una vida más digna y plena.
Por eso son inseparables fe y milagro.
Un milagro es un hecho
-ordinario o extraordinario,
comprensible o incomprensibleen el que descubrimos que Dios
está a favor nuestro.
Los milagros son acontecimientos sorprendentes
que el creyente interpreta como señales de la
presencia de la mano amorosa de Dios.
Lo importante es la experiencia de
Dios que provocan, y no lo que los
hechos tengan de excepcionales.
Hay una estrecha relación entre milagros
y mensaje de Jesús. Los dos llaman a
abrirse a la presencia amorosa de Dios.
Por eso es imposible un milagro sin fe.
Es la fe la que a través de los signos guía hacia
una mayor plenitud de la experiencia de Dios.
Jesús no es
un curandero,
sino un
maravilloso
profeta que
nos muestra
el auténtico
rostro de
Dios.
Jesús, en nombre de Dios, está siempre en
contra de todo lo que deshumanice al hombre
Por eso sana a un poseído por fuerzas malignas,
que lo obligan a hacerse daño
a sí mismo y a los demás
1,21-28
Lo llaman
“endemoniado”,
contrario a Dios.
Pero Jesús le muestra
que no es así.
Le saca
el mal que lo atormenta:
“Cállate y sal de él”
Sana a leprosos, rechazados por la religión 1,40-45
Los leprosos eran lo
último de los últimos.
Los más marginados
por la religión judía.
Eran mirados como
impuros y
fuente de impurezas,
malditos de Dios.
Jesús los toca con
cariño y les demuestra
que Dios no los rechaza
Escandaliza perdonando y sanando a un paralítico
= la humanidad 2,1-12
Jesús perdona sus pecados,
le ordena levantarse, caminar y
llevarse su camilla
Sin necesidad de ritos,
ni de Templo,
ni de sacerdotes.
Basta la fe
L
¡Así es de
bueno Dios!
Llama al publicano Mateo,
excluido de la Ley 2,12-14
A Dios le duelen los
excluidos.
Quiere
estar cerca
de todos.
Come con pecadores,
cosa prohibida por la Ley 2,15-17
Dios no los rechaza.
Quiere perdonarles y ayudarles a
cambiar su vida.
Sana en sábado a uno con la mano seca
= el sometido a la Ley 3,1-6
A Dios le importa la vida de los hombres,
más
que
el
cumplimiento
de
leyes…
En su día, en sábado, Dios se alegra de
la curación de sus hijos
Calma la tempestad
= los impedimentos para la misión 4,35-41
Ante las tormentas de la vida:
¿Por qué están
tan asustados?
¿Es que no tienen fe?
Lo contrario
a la fe
no es la
incredulidad,
sino el miedo.
Sana al loco de Gerasa: un hombre muerto en vida.
A la “Legión”,
que le tenía oprimido
la mandó a los puercos,
que al no tener
a quién oprimir
se despeñaron
y murieron.
5,1-20
Sus dueños
preferían la vida
de sus cerdos
antes que la salud
de aquel hombre…
Pero Dios no es así. Para él
vale más un hombre, que un gran capital.
Sana a la hija de Jairo
= los judíos sometidos a la Ley
5,21-23.35-43
Al papá escrupuloso:
“No le hagas caso
a los fanáticos.
Sólo ten fe, y basta”
A la niña muerta,
tomándola de la mano
(¿queda impuro?):
“Niña, escúchame:
levántate”
Sana a una mujer “impura”
= los judíos marginados 5,24-34
Todo lo que ella tocara quedaba impuro.
Se sentía rechazada por Dios y
fuente de maldición para todos.
Jesús le
devuelve
la cercanía
a Dios y
a los demás…
“Hija,
tu fe te ha curado.
Vete en paz y
queda libre de tu tormento”
A los hambrientos no hay que abandonarlos,
sino compartir con ellos lo que tenemos…
Es milagro cuando el hombre comparte
lo que tiene. Dios interviene entonces
y ajusta para todos y aun sobra.
Compartir panes todos,
los judíos 6,35-44 y los griegos
8,1-10
Camina sobre el mar = el mal 6,47-56
Con miedo –sin fe- las olas nos tragan.
Con Jesús se calman
los huracanes…
Se asustan los apóstoles.
Jesús les pide más fe…
“Ánimo, no tengan miedo; soy yo”
Sana a la hija de una extranjera
7,24-30
Fe de mujer despreciada,
de otra religión.
Dios está con ellos, y los admira.
‹‹Eso que has dicho ha realizado ya el milagro; vete a tu casa,
que ya salió de tu hija el mal que la atormentaba››
Sana a uno que ni oye ni habla
= los discípulos 7,31-37
No acaban de
entender lo nuevo
de Jesús,
ni de saber
expresarlo…
Tocando oídos
y lengua:
“¡Ábrete!”
Dios nos hace
entender…
Los fariseos no ven (8,11-16)
Los discípulos no ven (8,17-21)
Dios
nos
hace
ver
Sana al ciego de Betsaida (8,22-26)
Toca sus ojos: No queda maldito sino bendecido
Pero no pudo hacer milagros en Nazaret. 6,5
Curó a algunos enfermos…
Pero no tuvieron una experiencia de Dios,
por su falta de fe…
Hubo curaciones, pero no milagros…
Jesús no dispone arbitrariamente del poder de sanar.
Para poder suscitar una experiencia de Dios
depende de la fe del enfermo y de los testigos.
Los milagros evangélicos
nacen de la fe y
están totalmente al servicio de la fe.
Suscitan admiración para dirigir la atención al
milagro de los milagros: QUE DIOS NOS AMA.
Primer anuncio de su muerte y resurrección (8,31-32)
Pedro no entiende (8,33)
Aceptar la cruz es condición para seguirle
(8,34-38)
El Mesías debe sufrir
(9,11-13)
Yo sólo hablo del Reinado
de mi Padre, y la gente y
los discípulos no entienden,
sino que buscan sólo acciones prodigiosas,
solución a todas sus necesidades.
¿Toca seguir haciendo milagros?
Es necesaria una entrega total, hasta la muerte.
Sana al joven que sus discípulos no podían curar
= pueblo desesperado
9,14-29
Solo
Dios
serena
sus
nervios
tensos
“¿Hasta cuándo estaré con ustedes sin que me
entiendan…? No se puede luchar contra el mal
si se tiene miedo… ¿Cómo van a tener una fe
fuerte si no oran? Sin oración, es imposible”
Segundo anuncio de su muerte y resurrección
(9,30-32)
“Estén al servicio de
los más pequeños”
(9,36s)
Sin exclusivismos:
“Ustedes no tienen el
monopolio en la lucha
contra el mal”
(9,38-41)
Sin ambición:
el Reino lo primero
(9,42-50)
Las señales milagrosas no bastan.
Todos siguen sin entender su misión.
Es necesario una actitud heroica de servicio.
Tercer anuncio de su muerte
y resurrección
10,32-34
“Me van a matar,
pero tengo confianza
en que el Padre
demostrará la verdad
de mi mensaje”
Los discípulos no entienden (10,35-41)
Demuestra
hasta
las
últimas
consecuencias
que
Dios
es
amor
“No peleen por rivalidades.
Distínganse en el servicio a los demás.
Pónganse al servicio de los despreciados…”
(10,42-45)
Sana a un mendigo ciego
= discípulos 10,46-51
- Maestro,
que vuelva a ver
- Esa fe que tienes es
la que te da la vista
FE para VER,
como Jesús,
dónde está Dios
y dónde no está…
Maldice a la higuera = Templo-institución 11,12-14
Era tiempo de dar fruto,
y no los daba…
Higuera se seca: Si no se da fruto a su tiempo… (11,20-26)
Expulsa del templo
a los ladrones
11,15-19
Se aprovechaban
de la fe del pueblo
para extorsionarlos.
Jesús denuncia
con rabia el rostro
cruel de Dios
que ellos presentan…
Controversias con los dirigentes
Con el alto clero acerca de su autoridad (11,27-33)
Parábola de los viñadores asesinos (12,1-12)
Con fariseos y herodianos sobre el impuesto:
Dios o el César (12,13-17)
Con saduceos acerca de la resurrección (12,18-27)
Con un maestro sobre del Mandamiento más importante
(12,18-34)
Les aclara que él
no es el Mesías
glorioso que
esperan
(12,35-40)
Dios es muy
distinto a como
ellos lo predican.
La viuda pobre y los ricos 12,41-44
Dios ve el corazón. A él no se le engaña.
Sabe cuánto comparte cada uno…
Presentó a Dios como Papá, y lo llamaron blasfemo…
Miraba por la vida de los pobres,
y lo llamaron endemoniado…
Compartía su pan, y lo querían proclamar rey…
Curaba a los enfermos, y lo consideraban impuro…
Anunciaba el Reino de Dios,
y lo querían proclamar Mesías violento…
Jamás he buscado nada para mí; sólo quiero dar vida.
No soy el Rey
que esperan.
No soy
guerrero,
ni blasfemo,
ni loco…
Soy pan,
que se parte,
y se
reparte…
Éste es el gran milagro de Dios. Así es él.
No se asusten. Sé que buscan a Jesús, el de
Nazaret, el Crucificado. Resucitó. No está acá.
No se queden ahí paradas. Vayan a decir a los suyos
que irá delante de ustedes a Galilea
y allá lo verán resucitado…
Triunfó la Vida
sobre la muerte.
Dios es Vida,
y no muerte.
¡Busquémoslo en Galilea, entre el
pueblo, donde nos espera!
El gran milagro es que Dios nos amó tanto,
que se hizo en todo semejante a nosotros…
Y hoy nos espera en los marginados,
para que lo amemos en ellos.
Esto sí que es inexplicable,
siendo Dios infinito
y nosotros tan pequeños…
Cada vez que ayudamos a dignificar a alguien,
Jesús está obrando un milagro a través nuestro.
Jesús sigue haciendo milagros
Cuando en la oscuridad nos hace ver…
Cuando nos lleva por senderos nuevos…
Cuando comprendemos lo que no entendíamos…
Cuando salimos de las oleadas del mal…
Cuando sacia nuestra hambre de sentido…
Cuando compartimos lo que somos y tenemos…
Cuando nos sentimos personas dignas…
Cuando se levantan los caídos…
Cuando construimos justicia y paz…
Cuando nos damos por entero a los demás…
Siempre que triunfa el amor, la justicia, la verdad
El gran milagro es sentir
la presencia de Dios en nuestras vidas…