¡Cada edad tiene su encanto!. - Página de Miguel-A

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Transcript ¡Cada edad tiene su encanto!. - Página de Miguel-A

162 seg.
(M. Escobar)
“¡Cada edad tiene su encanto!”
Miguel-A.
Tengo cabellos teñidos,
para esconder las canas.
No recuerdo exactamente
en que año comenzaron a
salir.
Tengo algunas arrugas
alrededor de los ojos, pero
tampoco recuerdo cuando
comenzaron a aparecer.
¡Tengo tantas novedades
en el campo cosmético
para disimularlas!.
Cuido mi cuerpo, por orden
médica. Tengo que acudir a
un gimnasio. El médico dice
que a mi edad es preciso
hacer ejercicios diarios.
Pero, en realidad falto más
días que cuantos voy. No me
gusta hacer gimnasia.
Cuido mis uñas cada
semana. Pienso que son
importantes: que las uñas
mal cuidadas causan mala
impresión.
Hace dos años, descubrí
unas cremas fantásticas,
que ayudan a restaurar mi
cutis.
Soy así: vanidosa,
pero sin excesos.
Pienso que soy una
mujer sensata y
madura... En fin, los
años pasan, y las
marcas que dejan no
las sabemos contener.
Cada marca que lleva mi
cuerpo tiene una historia
distinta. A veces, me pongo
frente al espejo, y, al descubrir
una nueva arruguita, me pongo
a pensar qué fué lo que la
causó. Después reencuentro
otra que ya estaba hace años, y
recuerdo que apareció cuando
perdí un gran amor... y así
podría contar la historia de
cada arruga. Ya hayan sido
causadas por hijos, esposo,
amigos... están ahí, y no quiero
deshacerme de ninguna de
ellas.
Actualmente la parte de mi
cuerpo que merece más
atención, es mi cabeza:
intento, a diario, colocarla en
su sitio, equilibrarla, y
alimentarla con sueños y
alegrías.
Cuerpo y mente caminan
juntos: si uno estuviese en
estado lamentable, el otro se
deterioraría también.
No escondo mi edad:
aparento cincuenta, y, en
realidad, tengo sesenta años.
La mitad de ellos bien
vividos, y la otra mitad bien
sufridos. Y ahí, exactamente,
está el encanto de mi edad.
He conocido de todo un
poco: lágrimas y sonrisas.
Y ambas me han hecho ser
quien soy. Quedan arrugas
en el rostro y en el alma,
así támbien quedan las
sonrisas. ¿Pero sabes
cuáles son mis arrugas
más bonitas? Son las
marcas de expresión que
adquirí por tener que
simular reír mientras mi
corazón estaba llorando...
Por eso te digo que todo tiempo tiene
su encanto...
¡Vive tu edad en plenitud, y sé feliz
siempre!.