Histeria desde la perspectiva Lacaniana.

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Transcript Histeria desde la perspectiva Lacaniana.

Abel Saraiba
 La estructura no es un conjunto de síntomas.
Los síntomas “histéricos” pueden aparecer en otras estructuras. Las
manifestaciones fóbicas o conversivas no son rasgos que definan por sí
a la estructura histérica
 Para hacer referencia a estructura es preciso
hablar de rasgos estructurales.
 Histeria de conversión
 Histeria de angustia
 Histeria traumática
Histeria como
estructura
unitaria
A partir de
“una intervención terapéutica solo tendrá
eficacia si logra desmovilizar la economía
neurótica del deseo”
Economía del
deseo histérico.
 Alienación subjetiva del histérico en su relación
con el deseo del Otro.
La problemática en términos macro se relaciona
en torno al tener, es decir, respecto al deseo.
Hay una problemática en torno a quién posee el
falo. Se percibe que el falo es algo de lo que se ha sido
injustamente privado. No puede delegarse el deseo
propio sino ante quien tiene el falo.
La respuesta ante dicha interrogante se atribuye al
Otro.
 Otro: “Alteridad radical Otredad que trasciende la
realidad ilusoria de lo imaginario. Para Lacan el Otro
equivale al lenguaje y la ley.
 El Otro debe tomarse como sujeto, pero
fundamentalmente como el lugar en el cual está
constituida la palabra. Es un sujeto en sentido
secundario, puesto que un sujeto puede ocupar esta
posición y encarnar al Otro para otro sujeto.
 Que la palabra se origine en el otro implica que no
ocurre en el yo, por lo que la palabra y el lenguaje estan
fuera de la conciencia. “El Inconsciente es el discurso
del Otro.”
 otro: No es realmente otro sino un reflejo, una
proyección del yo. Es simultáneamente la imagen
especular. El pequeño otro se encuentra inscrito en el
orden imaginario.
 Hay un soporte identificatorio que no está vinculado al
ser hombre o mujer.
Una histérica puede identificarse con una mujer si
supone que esta tiene la respuesta a la pregunta
¿Cómo desear cuando se está privado de aquello a
lo que se tiene derecho? Puede esta mujer no tenerlo,
pero deseándolo a pesar de ello, por lo que parece tener
la respuesta o solución a su pregunta.
• Puede hablarse de identificación militante o de
solidaridad, donde se reniega la relación del sujeto con
su deseo del falo
 Sin embargo, todos los procesos señalados
previamente muestran la alienación subjetiva del
histérica en su relación con el deseo del Otro, sobre
todo, en la forma en que se puede sujeccionar,
presentir e imaginar que es del Otro.
 Para lograr el reconocimiento el sujeto debe imponer
al otro la idea que tiene de sí mismo, pero como el otro
también desea reconocimiento debe hacer lo mismo,
por lo que se ve obligado a entrar en una lucha.
 Solo arriesgando la vida en una “lucha a muerte” por el
reconocimiento puede demostrarse que se es humano.
Sin embargo la lucha debe detenerse porque solo
puede dar el reconocimiento un ser vivo.
 Termina cuando uno de los dos renuncia a ese deseo de
reconocimiento y se rinde al otro y reconoce al
victorioso como su Amo y se convierte en su esclavo.
 La sociedad humana solo es posible porque hay humanos
que aceptan la posición de esclavo.
 La victoria del Amo no es tan completa, puesto que el
reconocimiento viene dado por ese otro, que
adicionalmente no es hombre sino Esclavo, que a su vez es
como un animal o cosa para el Amo, lo que hace a la
victoria insatisfactoria.
 Si el esclavo trabaja se eleva sobre la naturaleza
transformándola en algo distinto de lo que era. En el
proceso de cambiar al mundo se cambia a sí mismo,
volviéndose autor de su propio destino, a diferencia del
Amo que depende de la mediación del trabajo del Esclavo.
Dos sujetos
Luchan a muerte
AMO
De la lucha uno renuncia e inviste al otro
como Amo y se coloca a su vez en la
posición de esclavo
ESCLAVO
 Que el sujeto histérico haya investido al otro en un lugar
privilegiado.
 Que el sujeto histérico se reconozca los medios para
responder a lo que cree que ese otro espera de el.
Ese lugar de privilegio al cual se hace referencia es el del
Amo, que se encuentra instituido como tal por el
histérico, en el sentido de que supuestamente el Amo
sabe lo que el histérico se esfuerza en desconocer
acerca de la cuestión de su deseo.
Cualquiera puede quedar instituido en esa función de
dominio si cumple las condiciones.
 Fantasma: “una escena que se presenta a la
imaginación y dramatiza un deseo inconsciente, donde
invariablemente el sujeto desempeña un papel en esta
escena, aun cuando no sea evidente”.
Puede ser consciente o inconsciente.
Es una defensa frente a la castración, la falta del
Otro o en el Otro.
S <> α
Fantasma ≠ Imaginación.
Imagen puesta a trabajar en una estructura
significante
 Es suficiente que el otro responda a alguno de los atributos
que el histérico le presenta fantasmáticamente para que se
convierta en el “elegido”, frente al cual el histérico podrá
desarrollar la ceguera propia de los atolladeros de su deseo.
 Algunos sujetos histéricos tienen la disposición que
consiste en hacer abstracción de cualquier manifestación
con fin de reforzar a sus compañeros. Estos histéricos se
ponen en escena preferentemente como los defensores
incondicionales de las ideas, opiniones… del otro.
 Poner todo el arte, talento en regocijarse por el prestigio
que supuestamente el otro habrá de recibir.
 El fantasma histérico es Ser el Objeto Ideal del Otro
(ese que el histérico supone no haber sido jamás).
 La suposición de su fantasma guarda relación con la
determinación de la economía de su deseo.
 El histérico se encierra en una lógica psíquica
irrebatible: para mantener su deseo el sujeto histérico
se esfuerza en no darle nunca un objeto sustitutivo
posible con lo que la insatisfacción resultante movilice
al deseo en la aspiración hacia un ideal de ser
 Carácter sacrificial.
Se coloca como “dado para ver”, lo cual ocurre por
desplazamiento, ya que ponerse al servicio del otro
equivale a tratar de mostrarse uno mismo a través del
otro y aprovechar su brillo.
Es una captura por partida doble, embelesarse con
uno mismo en la expresión de su deseo, pero también
entrampar al otro , confundiéndose con el y haciendo
valer incesantemente el deseo que no cree que es suyo.
 El histérico se vive como no habiendo sido
suficientemente amado por el Otro, o no habiendo
recibido todos los testimonios de amor esperados de
la madre.
 El histérico se coloca como objeto desvalorizado e
incompleto, como objeto irrisorio del deseo de la
madre, frente a lo que podría ser por el contrario un objeto
completo e ideal: el falo. Este nivel tiene relación clave con
la identidad histérica.
 El sujeto histérico trata de desbaratar la cuestión del
tener, o sea el encuentro inevitable con la falta.
 Narcisismo Fálico: dado para ver, puesta en escena
para ofrecerse a la mirada del Otro como objeto ideal
de su deseo, para lo cual se ofrece en cuerpo como en
palabra, lo esencial es un objeto brillante que fascine al
otro.
Narcisismo
fálico
Seducción
Hacer desear
ese objeto
fascinante
que se da
para ver y
colmar la
falta
Si el otro se
muestra
emprendedor
será dejado al
romper con la
visión
idealizada
 Todo se funda en la relación de la histeria a partir de la
identificación con el objeto de la falta del Otro, sin
importar si se es hombre o mujer, debido a que tiene
que ver con una relación con la castración
Estrategias
Neuróticas
Respecto al tema de tener
o no tener
No tenerlo
Supuestamente
tenerlo
 Una mujer puede encontrar a un hombre que “no
tenga el falo” en lo absoluto, pero que algo de la
dimensión fálica proyectada en la mujer moviliza el
deseo de un hombre junto a ella.
 La falta gobierna la dimensión del deseo (tener lo que
supuestamente el otro no tiene).
 Cómo circula el deseo depende del reconocimiento
recíproco de la castración.
 Hombre= “yo no tengo el falo”
 Mujer= “yo no soy el falo”
Problemática imposible
con el sexo del otro.
(Nunca se reconocen las
expresiones)
 Afán de perfección: Encuentra soporte en
estereotipos culturales de lo bello y lo femenino.
Es común que esa preocupación se exprese de forma
negativa (“no soy lo bastante esto” “soy demasiado
aquello” “soy fea” “mi cuerpo no debería ser así”)
 La apuesta es narcisista, pero en la histérica esta prueba
adopta proporciones invasoras.
 Indecisión permanente: Histérica como juez más
tiránico en la búsqueda del ideal de perfección.
Ningún objeto será capaz de tranquilizar como el no
elegido (se acentúa en las relaciones amorosas)
 Estar sin estar: Tener una puerta de salida o escape en
caso de que la elección sea equivocada, lo que se desea
es estar insatisfecho.
 Convicción permanente de la imperfección: “hacer
como sí” agota psíquicamente, todo sirve de mascara:
ropa, adornos, juegos de roles. Todo es oportuno para
atraer la mirada del otro ante lo que supuestamente es
muy poco (inconsistencia y labilidad)
 Posición del esclavo: Servidumbre privilegiada
respecto al Amo, instituido como aquel que no puede
saberlo todo, por lo que la histérica se esfuerza en
convertirse en reflejo de su pensamiento.
El discurso histérico es el discurso del Otro, es
prestado.
 Fijación de modelos: La histérica siempre se fija tal o
cual modelo para tratar de asumir su propia feminidad.
 Homosexualidad histérica: Ligada más a la
identificación que a la dimensión de la elección de
objetos amorosos.
El modelo se inviste porque supuestamente el modelo
puede responder a la pregunta ¿Qué es ser una mujer?
La homosexualidad histérica no elige otra mujer como
objeto de amor, sino “ser como ella” “pensar como ella”
“hacer el amor como ella” “tener los mismos hombres
que ella”
Vampirizar.
 Elección de pareja: Se juega su ideal de perfección,
eligiéndose a quien crea puede responder las
preguntas que posee. Sin embargo la histérica
desconoce haber optado por no econtrar jamás un
hombre a la altura de la situación esperada.
 Escogencia de lo imposible: Cuanto más inabordable,
más se podrá mantener la ilusión de que ese “elegido no
decepcionará”. Se elige lo hetero, lo diferente ya que
mantiene una distancia que permite conservar el ideal.
Así se eligen hombres casados, entre otros.
 Vigilancia especial en el nivel del rendimiento
sexual, tanto positivo como negativo.
 Asunto reivindicatorio: Se desea al hombre ajeno,
porque supuestamente es más potente, experto, etc. Se
entra en competencia fálica con el hombre en torno a
la virilidad.
 Vacilación histérica (paradoja): al hombre
seleccionado se la hace saber que fue por despecho o
ruptura, volviéndolo de segunda mano. Pero lo es en
función de unas exigencias que lo privilegian, pero la
histérica significa que ocupo un lugar de otro hombre
que habría sido mejor que el.
 Sobre la figura paterna: No busca un hombre que
sustituya la figura del padre, ni una lisa reproducción, sino
un hombre que represente a ese “padre completo” que
jamás existió, la histeria quiere colmar las faltas
imaginarias del padre, para colocarlo en el lugar de Amo.
 Fantasma de prostitución familiar: Posición sacrificial,
no con todos los hombres, sino con uno. La prostituta
puede venderse a todos los hombres, pero solo se entrega a
uno, el proxeneta en posición de dominio, “el amo de los
cuerpos”. Pero se entrega porque el Amo padece la falta, por
lo que la prostituta le paga y necesita de ella y su dinero
para estar completo, cuanto más paga y lo inviste como tal.
 Hay resistencias en psicoanálisis a identificar al
hombre dentro del espectro histérico. Se atribuyen a
los rasgos o signos “causas honorables”.
 Se escuda bajo el traumatismo como forma de
disimular la histeria en hombres, siendo más
camuflada si el traumatismo es físico.
 Crisis de ira como manifestaciones encubiertas de
histeria a modo de confesiones de impotencia.
No se encuentran
Se encuentran
Anestesia
Hipocondría
Parálisis
Preocupaciones orgánicas
Contracturas
Conversiones múltiples.
Trastornos Sensoriales
• Se ve “el dar para ver” como en la mujer, pero no ver
una parte del cuerpo, sino que dicho ver involucra a todo
el cuerpo.
•Tendencia a la seducción, donde se cuestiona el deseo
de parecer, el deseo de gustar, es decir, hay una demanda
de reconocimiento
 En la seducción se da una negociación amorosa, donde
para asegurarse de ser amado por todos el histérico
ofrece su amor sin reservas. Pero este amor es de
pacotilla, porque el hombre histérico no es capaz de
comprometerse más allá de la seducción.
 No puede renunciar a nadie, a ningún objeto amoroso:
insatisfacción.
 Se reparte entre varios ante quienes se compromete
gustosamente: Vacilación.
 El hombre histérico pone su incapacidad de gozar de
manifiesto, en beneficio de la queja por lo que no
tiene.
 Tendencia al fracaso o conducta de fracaso al obtener
lo que envidiaba en otro. (neurosis de fracaso o
destino)
 Institución de manifestaciones perversas:
- Mascaras o juegos homosexuales: no es
homosexualidad verdadera, sino una parodia que añade
compensaciones secundarias tranquilizadoras. Siendo el
otro semejante se protege de la diferencia de sexos.
- Preocupación por lo femenino: Compulsión a la
masturbación, fantasías perversas con escenas eróticas de
mujeres homosexuales.
- Exhibicionismo: se reitera la teatralidad provocadora de
la parodia homosexual, el sujeto goza del juicio
desaprobador.
 Impotencia: Se confunde con el deseo y la virilidad, a
partir de la interpretación de lo que implica la demanda de
una mujer.
 La demanda se vive como mandato. Mandato de tener el falo,
que es lo que la mujer quiere. Al no sentir que lo tiene,
responde con “ya no tengo el pene” y de ahí la impotencia.
 Tener el pene = tener el falo
 En el playboy la relación con la madre hace parecer que tal vez
tenía el falo, donde la impotencia aparece frente a lo que la
mujer puede gozar y permanecer fiel a la madre. Poniéndose
como objeto de representación no de consumo.
 La mujer para el playboy es deseada como demostración de
virilidad frente a quienes cree que tienen el falo.
 Culturismo: Representación fálica permanente, al no
tener el falo se señala metafóricamente que el sujeto lo es.
El pene es imaginariamente representado con todo el
cuerpo. La potencia del musculo evoca la erección
usualmente ausente en dichos sujetos.
 Eyaculación precoz: Peligro imaginario del acto sexual,
donde al no poder demostrarse cabalmente la tenencia del
falo y siendo que el dominio del goce femenino es siempre
percibido como una derrota frente al poder del falo
victorioso. Entonces capitula y se rinde, frente al que cree
que lo tiene y se identifica con su compañera y goza por
eyaculación precoz, como imagina que goza su compañera.
Abel Saraiba