La formación de los catequistas

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LA FORMACIÓN
Necesidad de formación
En la perspectiva de la nueva
Evangelización, conviene tener muy
presente que “si la catequesis es uno de
los temas primordiales de la Iglesia” CT
1, los catequistas necesitan una buena
formación, no solo por ellos mismos y en
función de los catequisandos, sino
también por toda la Iglesia.
Y hay que recordar que la calidad de
catequistas es primordial, ya que ellos
acompañan a los catequisandos, con sus
experiencias de fe.
Ante esta situación la preparación de los
catequistas es fundamental dentro de la
Iglesia.
Características de la formación
1) Finalidad bien definida
Tratar de capacitar bien a los catequistas
para transmitir el Evangelio a los que
quieran seguir a Jesucristo, para que puedan
animar los itinerarios catequéticos, es decir
anunciar a Jesucristo, dar a conocer su vida
y ayudar a los
catequisandos
a santificarse con
Jesucristo. DGC235
2)
Enriquecedora
para
el
catequista
La formación va dirigida a
personas constantes que deben
ser tenidas en cuenta en su
totalidad y no solo en función de
la misión que realiza:
a) Tender a la formación de la
periferia, la persona del catequista
no debe ser contemplada como
sujeto de formación, sino de
transformación, hay que tener en
cuenta y valorar las experiencias
personales de los catequistas. Hay
que tener también
presentes los avances
pedagógicos
y metodológicos en
la praxis catequística.
b) Procurar que los catequistas sean
protagonistas
de
su
propia
formación
El DGC 245 nos dice “El fin y la
meta es procurar que el catequista
se convierta en protagonista de su
propio aprendizaje, situando la
formación bajo el signo de la
creatividad
y no de una mera
Esto implica el diálogo,
formar iniciativas,
asimilación
de partes externas”.
colaborar y acoger la
propuesta para el grupo.
c) Cultivar su espiritualidad
Para que el catequista no se limite a
una transmisión mecánica de la
Palabra, hay que ayudarle a crecer
en la acogida del Evangelio y en la
propia vocación, traduciendo esto,
hay que acompañarles en su
experiencia de Dios, esto significa
darles tiempo a ellos como
personas.
DGC 239 “La verdadera formación
alimenta la espiritualidad propia
catequista”.
La espiritualidad es la forma de
vivir la relación con Dios, por tanto
hay que acompañar en el proceso a
los catequistas, para vivir en
relación con la Palabra de Dios, que
culmina en Cristo.
d) Ayudar a vivir encarnado en la
realidad
Lo mismo que Dios asume la
historicidad de los hombres y
mujeres a los que se acerca, el
catequista debe estar atento a las
situaciones históricas y personales
de los grupos que atiende. Lo que
se llama también encarnar la
Palabra de Dios en la historia.
e) Tener en cuenta su condición
eclesial
La mayoría de los catequistas son
seglares que su ministerio va
dirigido a personas que también lo
son. Cf el DGC # 97 nos dice: Dotar
la formación de los catequistas
seglares de una clara inspiración
laical, es garantizar la presencia del
Evangelio en el mundo.
3)
Impregnada
de
Espíritu
Misionero
La
Iglesia
en
los
últimos
documentos ha expresado la
necesidad de la Evangelización
misionera como nuevo estilo de
acción pastoral.
4) En el contexto de la Pastoral
General
La formación de los catequistas
debe estar situado en el contexto
de la Pastoral General y de la
concepción
actual
de
la
catequesis. La formación debe
enfocarse en los siguientes
aspectos:
4.1) Enmarcado en la Pastoral
4.3) Debe ser una formación
integral y sistemática
4.4) Contemplar las etapas y
situaciones de la catequesis, niños,
jóvenes y adultos
5) Dimensiones de la formación
Hay que preparar al catequista
para que sea maestro, educador y
testigo.
1. Cuidar y alimentar el ser:
La formación debe ayudar
del catequista en su ser, en
cristiana
y
humana.
personal de los catequistas es
excelente
medio
para
experiencia humana.
al
su
El
un
su
2. Formar en el saber:
Esta dimensión requiere que el catequista
conozca bien el mensaje que transmite y
al mismo tiempo al destinatario que lo
recibe en el contexto social en el que vive.
DGC 238
Mensaje
Destinatario que lo
recibe
Esta formación implica:
a) Conocimiento del hombre y de la
realidad que vive por medio de las
ciencias
humanas:
psicología,
sociología, etc.
b) Una visión general
evangelizador.
Punto de
partida
del
proceso
Punto de
llegada
Itinerario
c) Un conocimiento de la Biblia
d) Una visión integral de la moral evangélica,
clara conciencia crítica de la realidad
económica, social, política, etc.
e) Preparación adecuada para la oración y la
celebración.
3. En su dimensión-capacidad para saber
hacer:
a) El catequista ha de capacitarse en
activar los procesos de aprendizaje
para conducir a un grupo y poder
programar la acción que va a
realizarse.
b) Ha de iniciarse en los lenguajes de la
comunicación de la fe y los lenguajes
que se expresa el ser humano de hoy.
4. Cursos para formación de los
catequistas
A la comunidad cristiana y el grupo de
los catequistas:
En la propia comunidad es donde el
catequista experimenta su vocación y
donde alimenta su sentido apostólico .
DGC 246
Cursos breves o cursillos
Escuelas de catequesis o centros superiores.
Se hace cada vez más necesario ofrecer a
los catequistas la posibilidad de prepararse
en escuelas donde la formación es más
sistemática y estructurada.
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