Primera parte Bicentenario y Año de la Fe

Download Report

Transcript Primera parte Bicentenario y Año de la Fe

PRIMERA PARTE

PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Pbro. Dr. Félix Castro Morales

III. PROYECTO A CORTO PLAZO DE ENERO A ABRIL DE 2013 LO QUE NOS FALTA POR HACER

1) Padre Armando Ojeda García ´promotor de las Peregrinaciones que llegarán al Templo de Nuestra Señora de la Soledad durante los meses de enero a abril 2) Lic. Carlos Ruiz Velatti: enlace entre la autoridad civil y la comisión encargada del festejo del Bicentenario de Nuestra Señora de la Soledad.

Solicitándoles apoyo de logística de los eventos, aportaciones económicas o bien devolución de patio o remover la fuente que afecta actualmente el Templo.

3) Sras. Luz María Ceballos e Isabel Zárate (Representantes del Movimiento Regnum Christi Sección Señoras Irapuato): promoción del evento y organizar conferencias con temas sobre la historia del Templo parroquial, de la bendita Imagen, fe y devoción de Irapuato a Nuestra Patrona… 4) Sr. Fabio Cisneros Méndez: enlace entre los coros de la ciudad a nivel Diócesis y la comisión encargada del festejo del Bicentenario. Buscar participación de grupos para dar a Nuestra Señora serenata, y coros para las misas durante el mes de abril. Así como la coordinación del concurso del Himno a la Virgen de la Soledad a nivel diocesano.

5) Sra. Martha Martínez: organización de conferencias del Congreso Mariano, y su logística. Sería Viernes y sábado de la primera semana de pascua. Horario de 10:00 am a 6:00 pm. Con cuota de recuperación de $50.oo

Se acordó que cada quién formará un equipo de trabajo para llevar a cabo estas comisiones.

1. ABRIL, MES DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD EN IRAPUATO Celebraciones del Bicentenario 1ª Semana. Concurso del Himno a la Virgen de la Soledad. (31 de Marzo al 6 de Abril) 2ª Semana. Congreso Mariano. (6 y 7 de Abril) 3ª Semana, Semana de Cultura Cristiana. (14 al 20 de Abril) 4ª Semana. Comienza el Novenario a Nuestra Señora de la Soledad (21 al 29 de Abril).

Todo el mes de abril la santa Misa de las 7:30 pm (sábados 7 pm) será solemne, con la participación de coros de la Ciudad o de la Diócesis.

Durante el novenario habrá serenata después de la Misa de 7:30 pm

2. NOVENARIO 21 Decanato de Nuestra Señora de la Luz, Vida Consagrada y colegios 22 Decanato de san Francisco de Asís 23 Decanato de Nuestra Señora de Guadalupe 24 Decanato de Santiago Apóstol 25 Decanato del Señor del Hospital 26 Decanato del Sagrado Corazón de Jesús 27 Decanato de san Cayetano , Movimientos y Niños - catequistas 28 Decanato de Nuestra Señora de la Soledad , ANTG y Centro Juvenil 29 Seminario Diocesano de Irapuato

3. 30 de Abril Fiesta a Nuestra Señora de la Soledad.

7 am Mañanitas 01 pm Peregrinación de sacerdotes y 8 am Santa Misa por Concelebración organizadores de la Fiesta 06 pm Santa Misa Asociación de Nuestra 11 am Santa Misa por Los Señora de la Soledad bienhechores del templo 07 pm Santo Rosario 08 pm Santa Misa por la Parroquia

IV. EL AÑO DE LA FE Y EL BICENTENARIO DEL PATRONATO DE NUESTRA SEÑORA No olvidemos que el Año de la Fe, no se contrapone al Año Jubilar para celebrar el Bicentenario del Patronato de Nuestra Señora de la Soledad sobre Irapuato el próximo 30 de abril, sino que se complementan, el que honra a la Madre, honra al Hijo, el que cree en el Hijo, tienen como Madre y modelo a María… sabiendo que la misión de María es la de ser Madre y modelo de nuestra vida cristiana, nuestra actitud tendrá que ser, necesariamente, de hijos, que honran a su Madre con su amor e imitación.

Por tanto, nuestra vida espiritual sólo se podrá entender en relación con nuestra Madre. La espiritualidad cristiana tendrá que ser, al mismo tiempo, mariana.

En consecuencia, es claro que la espiritualidad mariana, que es necesaria para todos, por estar incluida en la espiritualidad cristiana, tiene que referirse a ciertos aspectos de nuestra relación con María que son generales o se viven de un modo ordinario y común.

El papel y la relación fundamental que tiene María en la historia de la salvación piden, de todo cristiano, darle culto, tenerle una verdadera devoción: tiene de Cristo su origen y su eficacia, en Cristo tiene su significación completa y, por Cristo en el Espíritu Santo, lleva al Padre.

En efecto, “el desarrollo de la devoción a la Virgen María, (…) es un distintivo de la piedad en la Iglesia. En efecto, esa verdadera devoción, en la práctica misma del culto, está manifestando, por un nexo íntimo, el plan divino de la redención del género humano; de manera que, por razón del puesto singular que ocupa María en el plan divino, se le da a Ella correspondientemente un culto peculiar. Igualmente, del genuino desarrollo del culto cristiano se sigue necesariamente el progreso concreto de la veneración a la Madre de Dios”.

Tres afirmaciones se subrayan en le texto anterior: el desarrollo de la devoción a la Virgen como distintivo de la piedad católica; en el plan divino, María está unida a Cristo por un lazo singular, el culto que a Ella se le debe tiene que ser singular también y no se puede prescindir de él. Por esto, cuando progresa en la Iglesia el culto mariano, progresa igualmente la devoción genuina a la Madre de Dios. Todo esto no lleva a afirmar, una vez más, que la devoción a la Virgen María es necesaria e imprescindible para todo católico.

Por consiguiente, hemos de pedir al Espíritu Santos nos ilumine a todos los fieles cristianos de esta Diócesis para que no nos olvidemos de nuestra Madre, pensando que el Año de la Fe tiene prioridad sobre el Bicentenario de la Virgen: más bien es una hermosa coincidencia que TODOS deberíamos aprovechar para ir a Cristo por María, pues en Santa María se produce, una riquísima concentración de verdades teológicas. Así, en la Mariología se entrecruzan las nervaduras de la construcción teológica: desde las cuestiones cristológicas y eclesiológicas hasta las relativas a la antropología teológica y a la escatología. Santa María, por su esencial referencia al Verbo de Dios, y en Él y a través de El, a la Trinidad Beatísima, es acreedora de una detenida consideración teológica. Ella forma parte del objeto propio de la Teología. En efecto, si todo ser es objeto de la Teología en la medida en que dice referencia a Dios, la Madre de Jesús, referida esencialmente a Dios como su propia Madre, requiere una detenida consideración teológica hasta el punto de ocupar un lugar inconfundible en el pensamiento teológico. Es acreedora también a la consideración teológica por su esencial referencia a la historia de la salvación.

Surge, pues, la pregunta: ¿cuál es la forma más adecuada para celebrar en nuestra Diócesis en Año de la Fe y el Bicentenario del Patronato de nuestra Señora de la Soledad? , ¿Cabe que olvidemos este acontecimiento tan importante en l Ciudad de Irapuato y en toda nuestra Diócesis?

La realidad de Santa María es riquísima, tanto si se considera en su referencia a Cristo y a su cooperación con el Redentor en la historia de la salvación como si se considera lo que podríamos llamar su ser personal, es decir, la realidad que se suele designar con la expresión “privilegios marianos”.

Estamos a tiempo para que todos reconsideremos nuestras posturas y nos organicemos de tal modo, que sea una realidad lo que hemos dicho en el PPD “a Cristo por manos de María”, Nuestra Señora de la Soledad, que da identidad a nuestra Diócesis, como su patrona y Reina.

V. UN EJEMPLO PARA NOSOTROS

Desde finales del XVII se ha venido escribiendo una historia de fe y esperanza, y de amor bello y eterno que con el pasar del tiempo no ha hecho sino acrecentarse como río caudaloso que arrastra consigo todo lo que encuentra en su camino. Hoy nosotros no podemos dejar que el caudal de la devoción a nuestra Patrona se pierda. Sabemos por esta historia, que ayer un raudal inmenso, oleadas incesantes de hombres y mujeres de todas las edades, de todas las condiciones, de todas las procedencias en estos días benditos desfilaban por la Casa madre de esta Ciudad, el templo de nuestro Patrona, para presentarle a sus criaturas recién nacidas, implorar su protección, cantar su hermosura, enaltecer su grandeza, maravillarse sencillamente de su amor incondicional.

Como lo hiciera el patronato de nuestra Señora en abril de 1912, hemos de exclamar: “Dulcísima señora, Gloriosa Virgen que en el misterio de tu soledad eres y, has sido siempre el encanto de este pueblo que ama, cuan felices somos ahora Señora por renovar con todo el corazón y con toda la lealtad de nuestra alma el juramento ya hecho en el pasado siglo ante tu imagen milagrosa. ¡Sí Madre muy amada! el Clero y el Pueblo, los grandes y los pequeños, los varones con el devoto sexo, los inocentes niños, todos arrodillados ante tu altar, renovamos esa Leal promesa de tenerte por nuestra PATRONA, DEFENSORA y ABOGADA; de acudir a Ti con confianza en todas nuestras necesidades, de buscar aquí refugio en todas las persecuciones, de implorar bajo las bóvedas de tu templo tu poderoso auxilio contra todos nuestros enemigos espirituales y temporales”.

Nadie podemos darnos el lujo de cansarnos de profesar un amor bello y lozano a la espiritual grandeza de tan hermosa Señora, de colmarla de flores, de visitas y de atenciones, de engalanarla con versos, oraciones y poesías.

Nuestra Patrona nunca se ha querido quedar atrás: a través de su imagen, maravillosamente, ha querido manifestar su maternal predilección por los habitantes de esta tierra de gracia y su deseo de caminar fiel y amorosamente a su lado, gustosa de ser la imagen emblemática más determinantes de la identidad de esta Ciudad.

Nuestra amada patrona alberga en su corazón un ardiente deseo: que la devoción que le profesamos con tanto ardor a su imagen de la Soledad, siga siendo uno de los caminos privilegiados puesto por Dios al alcance de los irapuatenses para que puedan encontrarse con su hijo Jesús “la raíz, la fuente y la cumbre de la vida de la Iglesia y el fundamento del discipulado y de la misión” (CELAM, Documento de Participación No. 39).

¿Cuál otra puede ser nuestra respuesta, sino con las palabras y la vida, seguir viviendo y cantando?: Viva la Virgen nuestra patrona, que en Irapuato tiene su altar, y reine siempre Cristo, en la Irapuato, noble y leal.

Este tiempo está marcado de modo especial por un compromiso más exigente a vivir con mayor profundidad la vida de Cristo, la vida en la gracia; es el tiempo en que los cristianos estamos llamados a sentir más intensamente la novedad y la alegría, la serenidad y la seriedad de la vida cristiana; la exigencia de su autenticidad, de su fidelidad y de su coherencia; y nosotros lo hacemos en estos días de la mano de Nuestra Señora de la Soledad.

Por tanto, en este celebración del bicentenario hemos de unirnos a Nuestra Señora de la Soledad para caminar de su mano, para ver a María en relación con la historia de la salvación, es decir, con la celebración del Misterio Pascual de Cristo y del tiempo inaugural de la Iglesia. Nuestras celebraciones coincide con el Año de la Fe, que son como un mismo camino, que nos lleva encuentro con el Resucitado y de la Madre de Dios siempre presentes en la Iglesia (Mt 28, 20).

En estos meses que anteceden al 30 de abril hemos de unirnos en oración con María (1, 14). Así nuestras reflexiones y nuestra oración y celebración estarán orientadas al Misterio Pascual de Cristo y a la novedad del Espíritu por manos de Nuestra Señora de la Soledad.

Esta figura de María, al pie de la Cruz, sea la imagen que nos guíe en nuestra preparación de su fiesta del Bicentenario como Patrona de la Ciudad. Que nuestra Patrona acoja la oración de nosotros sus hijos, y nos una a la plegaria de la Iglesia orante, intercediendo por la salvación del mundo.

Que la Virgen de la esperanza, profecía de los tiempos nuevos, una su cántico a nuestras voces, a nuestros clamores y nos acompañe en nuestro difícil y fatigoso camino de fe, para anunciar el Reino durante estas fiestas en su honor, con las que nos disponemos a celebrar el bicentenario de su patronato sobre la Diócesis de Irapuato.

VI. ES DE BIEN NACIDOS, SER AGRADECIDOS

Al recordar el Bicentenario del patronato de nuestra Patrona sobre esta porción de Pueblo de Dios, sentimos en nosotros un profundo agradecimiento a María, la Madre de Jesús. Ella es la imagen perfecta de la Iglesia que da al mundo la luz de Cristo: es la Estrella de la evangelización, la Madre del Consuelo y de misericordia.: tú que andas buscando la verdad y la paz; dirige tu mirada a María, y ella te mostrará a Jesús, luz para todos los hombres y para todos los pueblos.

En este próximo abril de 2013, nosotros los miembros de esta Parroquia, de todo el pueblo de Irapuato y de nuestra Diócesis, queremos decirle: ¡Oh Virgen de la Soledad profunda, Y del llanto sin consuelo, Mira, oh tierna Madre, a tu pueblo; Mira, ¡cómo te ama¡ Haz que te ame más y más, Y que tus hijos de Irapuato, Primero pierdan la vida; que dejarte de amar!

Esta fue y esperamos que siempre sea, la verdad que impere en los corazones de los que formamos la Diócesis de Irapuato ante la gran Madre de Dios Y Madre nuestra: tenerla siempre como dispensadora de la gracia divina en nuestra familia, en nuestra Ciudad y en nuestra Diócesis, y seguir elevando nuestro corazón hacia lo eterno con nuestra devoción, amor y oración, tanto el Clero como el Pueblo, los grandes y los pequeños, (…) todos arrodillados ante su altar, y tenerle por nuestra PATRONA, MADRE, REINA, DEFENSORA y ABOGADA; acudiendo a ella con confianza en todas nuestras necesidades, buscando conocerle, amarle e imitarle, caminado bajo su venerado manto, signo de consuelo, refugio y amparo ¡Salve a ti!, ¡Paz, a tus hijos!, ¡Linda joya de Irapuato!

¡MUCHO TE AGRADECERÉ SI LO ENVÍAS A TODOS TUS CONTACTOS-AMIGOS, SOBRE TODO EN LA DIÓCESIS DE IRAPUATO!